‘Sumar’ rechazos al macho alfa


 

La secretaria general de Podemos es Ione Belarra, que sustituyó a Pablo Iglesias cuando éste abandonó todos sus cargos tras su tremendo fracaso en las elecciones para la Comunidad de Madrid. En el siguiente escalón orgánico del partido morado se encuentran Irene Montero, que es su secretaria de Acción de Gobierno; Lilith Verstrynge, secretaria de Organización; Pablo Echenique, secretario de Programa y la condenada Isa Serra, portavoz del partido. Podemos tiene otros 21 secretarios más y 65 consejeros estatales entre los que, por mucho que busques, no vas a encontrar a Pablo Iglesias, que ya no es nada en Podemos ni en el Gobierno.

Hay quien piensa que Iglesias abandonó la vicepresidencia del Gobierno para presentarse contra Isabel Díaz Ayuso y posteriormente renunció también a todos sus cargos dentro del partido porque a él le molestan las labores de responsabilidad y las cargas de tedioso trabajo de gestión. Que lo que le gusta es la agitación social y el populismo vociferante que sólo puede hacerse desde fuera de los organismos oficiales. Pero el paso del tiempo ha demostrado que en realidad nunca ha tenido ninguna intención de marcharse y que lo que quería era seguir manejándolo todo desde las sombras.

Primero intentó llevar a cabo su estrategia agazapado en los medios de comunicación de izquierdas. Tertulias en la Cadena SER del Grupo Prisa, en el canal de la televisión pública catalana TV3 y en la radio catalana RAC1, así como un podcast en el periódico Público le sirvieron de altavoces durante unos meses. Pero el papel de tertuliano del que tanto partido supo sacar antes de entrar en el Gobierno, después de haber sido vicepresidente ya le sabe a poco. Así que ahora se ha montado a medias con Jaume Roures un canal de televisión propio, para el que le está pidiendo dinero a sus seguidores. Dice que necesita su propio medio de comunicación para «competir con la derecha mediática», pero en realidad lo que quiere es dominar su propio medio para quitarse de encima las incómodas críticas de una izquierda mediática que le ha permitido expresarse todo lo que ha querido, pero sin tener control editorial.

Y desde su nuevo Canal Red, Pablo Iglesias acosa a la rebelde Yolanda Díaz que trata de quitarse de encima sus garras fundando su nueva plataforma política Sumar con el apoyo de Izquierda Unida y todas las escisiones de Podemos, como las del Más País de Íñigo Errejón, la Barcelona en Comú de Ada Colau, Compromís, la Chunta Aragonesista, Verdes Equo, etc. Iglesias acusa a Díaz de «tratar de machacar a Podemos con el apoyo de la derecha mediática, de Ferreras y del grupo Prisa» y le exige respeto. Y todo porque ni Yolanda Díaz, ni Izquierda Unida y el resto de sus apoyos quieren dejarse dominar con las primarias fake que les exige Podemos, para así, aprovechando el mayor censo de afiliados de que disponen los morados, imponer a sus candidatos en las listas de esa nueva formación que quiere dominar Pablo Iglesias.

Iglesias también sabe que Podemos está muerto y por eso se salió del partido antes que nadie para desde fuera poder quedarse con su herencia. La enfermedad que lo mató se llama «realidad». Es imposible formar parte de la casta sin convertirse en casta y eso quedó a la vista de todos con el casoplón de Galapagar, punto de inflexión de una curva descendente a la que han dado la puntilla los casi 800 violadores beneficiados por la Ley Montero del Sí es Sí. Con ese cartel electoral que les ha puesto en contra de la mitad del movimiento feminista que pretendían liderar, sus próximos resultados electorales van a evidenciar el 28M que los morados son el pasado. Por eso Iglesias intenta meter a sus marionetas en esa nueva plataforma que no es otra cosa que el Partido Comunista de España de toda la vida, el que asesinaba en las checas de la Guerra Civil y en las matanzas de Paracuellos. Los comunistas que, para sobrevivir, han cambiado de siglas, de banderas y de colores tantas veces como les ha hecho falta, se ocultan ahora detrás de Yolanda Díaz, otra superviviente que ha engañado a todos los que se han creído hasta ahora sus aliados. El punto que más les puede Sumar es el rechazo a un macho alfa que ya no es nadie en el Gobierno ni en Podemos y pronto no será nada más que un telepredicador exaltado. Que el dios Lenin reparta bien sus piolets.


Publicado el 28/03/2023 en Okdiario

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