Podemos... ser una asociación de malhechores


El pasado lunes Okdiario publicó que un gaditano, vinculado a Podemos, había sido detenido por la Guardia Civil con 47 gramos de cocaína. Y la noticia no sorprendió a nadie porque ya nos hemos acostumbrado. Con menos de 3 años de historia Podemos nos ha habituado a que sus miembros sean detenidos, investigados, imputados o condenados en relación con todo tipo de delitos. Y no es de extrañar porque un partido se construye a imagen y semejanza de sus líderes. Pablo Iglesias recibió fondos de Venezuela en una cuenta abierta en un banco situado en un paraíso fiscal, Monedero intentó defraudar a Hacienda por los 425.000 € que cobró de Venezuela por un informe “fantasma". Echenique tuvo más de un año a un empleado sin dar de alta en la Seguridad Social, Errejón fue inhabilitado por cobrar sin ir a trabajar a la Universidad de Málaga, la Complutense le paga a Carolina Bescansa los trabajos que ésta realiza para Podemos. Con estos modelos el partido no podía salir de otra manera.

Hay mucho agresor. Como el diputado Alberto Rodríguez que presume de haber sido condenado por agredir a la policía; Bódalo, en prisión por agredir a un concejal; Verstrynge, juzgado por agredir a un policía; Cañamero, condenado por desobediencia grave a la autoridad. Tienen a diputados regionales, a concejales y a líderes locales juzgados y/o condenados por agredir a policías, condenados por coacciones y por acoso, denunciados por agredir a mujeres. Hasta han hecho presidente del Parlamento Balear, a un condenado porresistencia a la Guardia Civil.

Como es lógico, en el ámbito de los delitos económicos, teniendo de maestros a Iglesias, Monedero, Echenique o Errejón, también son especialistas. Lo de Ramón Espinar especulando con una vivienda de protección oficial es cosa de niños. Su líder en Tarragona cobraba el paro de forma fraudulenta. Una edil podemita de Puerto Real está imputada por estafar a los inmigrantes. El primo de Monedero, candidato al Ayuntamiento de Alicante, fugado sin pagar a sus trabajadores. El fundador de Podemos en Fuerteventura dejando 300.000 € endeudas a sus empleados y a la Seguridad Social. Ediles condenados por estafara sus empleados, o con empresas offshore en las Islas Vírgenes. Y hasta a Celia Mayer y Carlos Sánchez Mato imputados por malversación ¡y no dimiten ni los echan! sino que encima se lo agradecen.

El asunto más desagradable está relacionado con el abuso de menores. Un candidato de Podemos al senado ha sido detenido por corrupción de menores y prostitución y el número 2 de Podemos en Castilla y León fue condenado porabusar de una niña de 5 años. El senador de Podemos por Guipúzcoa fuecondenado por su pertenencia a ETA. Una concejala de Alicante condenada por injurias al Rey. Un senador de Podemos por Lanzarote investigado por posesión de drogas. La podemita presidenta del Parlamento Balear investigada por usar su cargo para beneficiar a la empresa cuyo propietario es un miembro del Consejo Ciudadano de Podemos. La alcaldesa podemita de San Fernando de Henares doblemente imputada por prevaricación. El número 13 en las listas de Kichi al ayuntamiento de Cádiz condenado a un año de prisión por amenazas...


La variedad de delitos es interminable. Quien quiera más información puede buscar el hilo que tiene en Twitter la incansable @lunagalla quien relaciona ya 52 casos distintos en un listado que no para de crecer. Venían a regenerar la política y más parecen una banda de malhechores con una masa de votantes ciegos, que se niegan a admitir lo que a la vista de todos está.

Publicado el 30/08/2017 en OKdiario

El Aylan de Barcelona se llamaba Julian


Cuando el jueves pasado un hijo de Satanás convirtió su furgoneta en una guadaña con la que fue segando vidas inocentes por La Rambla de Barcelona, quedó tendido en el suelo el cuerpo de un pequeño niño moreno con la pierna quebrada en una posición imposible y sangrando abundantemente por la cabeza. Harry Athwal, un británico de 44 años lo vio e intentó auxiliarlo, contraviniendo las instrucciones de los policías quienes, por seguridad, le ordenaron que se se pusiera a resguardo. Pero Harry no obedeció para intentar socorrerlo, aunque enseguida notó que el pequeño no tenía pulso. Aún así se quedó a su lado llorando mientras lo acariciaba porque según dijo: "No iba a dejar a ese niño solo en medio de la calle".

Imágenes de ese angelito las hemos visto en varios medios de comunicación, y en Twitter el injustamente censurado @VerdadesOfenden inició una campaña con el hashtag #BarcelonaChildren para intentar averiguar su estado. Su fotografía traía a la memoria la de otro niño, Aylan Kurdi, el inmigrante kurdo que apareció ahogado en una playa turca en 2015. La imagen de Aylan dio la vuelta al mundo y hasta U2 modificó la letra de una canción en su memoria. En el primer aniversario de su muerte, Pablo Iglesias organizó un homenaje en las escalinatas del Congreso de los Diputados y el padre Ángel lo convirtió en el niño Jesús del belén de la parroquia de San Antón.

Pero pese al parecido de las dos fotografías su difusión no es equiparable porque al Aylan de Barcelona lo han escondido. Las autoridades dicen que nadie debe enterarse, al ver una imagen en los medios de comunicación, de que un familiar ha sido víctima de un atentado, y que deben ser ellos, con el apoyo psicológico adecuado, los que informen. Por eso piden que no se difundan imágenes identificables hasta que lo hayan hecho. También hay quienes opinan que tampoco deben difundirse después porque causan sufrimiento a sus familiares y a las víctimas de otros atentados, haciéndoselo rememorar. Yo, como muchas asociaciones de víctimas del terrorismo, no comparto este segundo criterio. Creo que estas imágenes deben difundirse para informar y concienciar a la sociedad de la realidad a la que nos enfrentamos. Eso es hacer periodismo, contar lo que ocurre por desagradable que sea.

Pero existe un tercer grupo más numeroso que cambia de criterio en función de la bastarda utilización que puedan hacer de unas imágenes u otras. Así, cuando el muerto es un inmigrante ahogado en una playa o un palestino de Gaza, difunden la imagen hasta la extenuación, para intentar que la opinión pública se muestre favorable a la inmigración y contraria a Israel, respectivamente. En cambio si el asesinado ha sido víctima del terrorismo islamista, llenan las redes sociales con fotografías de gatitos para evitar que se vean las que muestran con crudeza la guerra a la que occidente se enfrenta. El Aylan de Barcelona ya tiene nombre, se llamaba Julian Cadman, tenía sólo siete años y doble nacionalidad británica y australiana. Paseaba con su madre cuando ambos fueron arrollados. Estaba identificado desde el principio pero había que esperar a que su padre llegara desde Australia para comunicárselo. Julian no merece menos homenajes que Aylan. Si uno se convirtió en la imagen de la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos en el Mediterráneo, el otro debe ser símbolo de la resistencia frente al terrorismo islamista. No puede haber dos varas de medir ni dos clases de víctimas. Descansa en paz Julian, que tu muerte no sea en vano y sirva para despertar conciencias contra tus asesinos.

Publicado el 23/08/2017 en OKdiario

A falta de desahucios, turismofobia


Echenique tuiteaba el pasado viernes una "brutal galería de imágenes sobre el turismo masificado", que rápidamente era contestada adjuntando una fotografía donde se le ve a él posando ante las escaleras de la Plaza de España de Roma absolutamente repletas de turistas. Alberto Garzón dijo en otro tuit que "criticar este modelo de turismo es también hablar de relaciones laborales precarias, trabajo estacional y sectores de bajo valor añadido". ¿Qué ha ocurrido para que el turismo se convierta en una emergencia social de la que se tienen que ocupar nuestros políticos en sus vacaciones estivales? La respuesta es sencilla, las cifras de nuestra economía han mejorado tanto que ya no las pueden usar para quejarse, como han venido haciendo hasta ahora. Se crea empleo a ritmos nunca antes vistos, la economía crece sin parar, los recortes son cosa del pasado, y los desahucios pasaron a la historia. Cualquiera de estos ratios son ya mejores de los que nos dejaron sus amigos los socialistas, así que hay que encontrar otro asunto con el que movilizar a sus bases.

Con el turismo es cierto que existe un problema muy concentrado en unas pocas semanas al año y en determinadas zonas de algunas ciudades, en las que el número de visitantes causa algunos inconvenientes a sus residentes, a cambio de proporcionar un enorme bienestar para el conjunto de la población. Repasemos sólo algunos datos. En 2016 los más de 75 millones de turistas extranjeros se gastaron en España 77.000 millones de euros. El sector supone más del 11% del PIB y genera empleo para más de 2,5 millones de personas, significando el 20% de los nuevos puestos de trabajo. Las Islas Baleares son el paradigma de todo esto. Tanto en julio como en agosto de 2016 recibieron más de 2,7 millones de turistas, que parecen muchos para una población de poco más de 1 millón de habitantes, mientras que en enero o diciembre no llegaron a 200.000. En los cuatro meses que van de junio a septiembre de 2016 recibieron el 65% de los más de 15 millones de visitantes que tuvieron en todo el año. A cambio, durante la crisis, el turismo creó 3 de cada 4 nuevos empleos en las islas, siendo el único sector que logró superar la recesión sin destruir ocupación.

No, el turismo no es ningún problema en España, sino todo lo contrario, un sector a potenciar y proteger, que genera empleo y riqueza para todos. Tan sólo supone algún inconveniente un par de meses al año en Canarias, Baleares y algunos barrios de la ciudad de Barcelona, que concentran en muy poco tiempo más del 55% de los turistas que nos visitan. Pero es un tema con el que resulta muy sencillo movilizar a las bases de extrema izquierda, por cuanto es un símbolo que representa la economía de libre mercado y la globalización.

Lo que resulta irónico es que pretendan convertir su lucha contra el turismo en un ejemplo de "lucha de clases", como indicaba la pancarta con la que los radicales se manifestaron ante los yates atracados en el puerto de Palma de Mallorca. La realidad es que los turistas más pudientes, los que se alojan en hoteles de lujo o llegan en súper yates, los de la "clase social" contra quienes dicen manifestarse nuestros radicales, no tienen nada que ver con el turismo de masas al que ellos atacan. La verdad es que nuestra extrema izquierda populista está contra el turismo barato que ha permitido conocer mundo a las clases populares. Un turismo no masificado, como ellos quieren, significaría volver a un turismo sólo al alcance de los más ricos. Y supondría paro y dependencia para la "clase obrera" a la que dicen defender.

Publicado el 15/08/2017 en OKdiario

La burguesía catalana ha criado a una generación de niñatos anticapitalistas


Organizaciones catalanas directamente vinculadas con la CUP, como Endavant, a la que pertenece Anna Gabriel, o los cachorros de Arran, han protagonizado varias acciones violentas en las últimas semanas. Las que más repercusión han tenido han sido sus ataques contra el turismo en Baleares, Cataluña o Valencia. Pero también han perpetrado atentados contra entidades financieras, contra las sedes de partidos políticos no nacionalistas y hasta contra la misma Guardia Civil. La base de toda esta violencia está en la propia ideología de todos estos grupos; tanto la CUP como sus organizaciones fundadoras, Endavant y Poble Lliure, o su sección juvenil Arran, se autodefinen como revolucionarios marxistas-leninistas, además de pancatalanistas. Son antisistema y anticapitalistas y pretenden la instauración de una República Popular Pancatalana en la que nacionalizarán las entidades financieras, no pagarán su Deuda Pública y redistribuirán la renta arruinando a todo el mundo, como buenos comunistas.

Se les ha podido ver de la mano de etarras batasunos y afirman que la 'kale borroka'; vasca "es un movimiento inspirador", por lo que no descartan un mayor uso de la violencia "según requiera cada contexto". Se circunscriben en un entorno en el que la alcaldesa de Barcelona es una okupa sin oficio ni beneficio, hasta que cogió la vara de mando que le regaló Miquel Iceta, el bailón. En unas elecciones municipales, las barcelonesas, en las que el 43,6 % de los votos fue a caer repartido en todo un aquelarre de coaliciones de extrema izquierda, anarquistas y antisistema. La moderna y cultural Barcelona se ha convertido en una sede antisistema porque la burguesía catalana ha criado a una generación de niñatos anticapitalistas, como Pablo Hasél.

Y cada vez van a más, porque se les está consintiendo todo. Sus acciones violentas quedan impunes y los aprendices de etarras se están envalentonando, presumiendo en las redes sociales de la autoría de sus atentados. Se les aplica la misma política de apaciguamiento con la que ha sido tratado todo el movimiento sedicioso y golpista catalán, que ha provocado que cada vez la situación sea más insostenible y ha animado a estas malas bestias a colocarse a un paso de cometer algún atentado sangriento.

Se pretende amansar a la fiera creyendo que todavía es una cría, se le mima, se le alimenta y se le consiente todo, mientras la bestia crece y se convierte en un depredador dañino que pretende devorarnos. Tanto la CUP como sus cachorros tienen entre sus objetivos declarados destruir nuestro sistema democrático, por lo que debemos hacer caer sobre ellos todo el peso de la ley. Tenemos un Código Penal y una Ley de Partidos Políticos que hizo músculo, con sangre, sudor, lágrimas y mucho esfuerzo, en la lucha contra el terrorismo etarra. Debemos usar ahora esas mismas herramientas legales para cortar de raíz este nuevo movimiento violento catalán, sería una irresponsabilidad de impredecibles consecuencias si no lo hiciéramos y dejáramos que los cachorros se conviertan en alimañas.

Publicado el 09/08/2017 en OKdiario

El mundo clama contra Maduro, Pablo Iglesias calla


Los que me seguís en Twitter habéis leído esta frase de Ayn Rand en la foto de la cabecera de mi perfil: "Los hombres sólo pueden tratar entre sí de dos formas: armas o lógica. Fuerza o persuasión. Aquellos que saben que no pueden ganar utilizando la lógica, siempre han acabado por recurrir a las armas". Quienes nunca vamos a renunciar a ser libres desearíamos poder conseguirlo usando la razón, pero sabemos que debemos estar preparados para, si resulta imprescindible, mantener nuestra libertad usando la fuerza. El pueblo venezolano también lo sabe, porque lleva años sometido, esclavizado, torturado, asesinado y represaliado por quienes en Venezuela han decidido arrebatar la libertad a su pueblo usando la fuerza de las armas.

Cuando en diciembre de 2015 el narcorégimen chavista perdió las elecciones a la Asamblea Nacional, Maduro decidió que usaría la fuerza para evitar ser democráticamente expulsado del poder, impidiendo como fuera el referéndum revocatorio al que inevitablemente estaba abocado. Las urnas le habían dado la espalda al comunismo 2.0, al socialismo del siglo XXI que disfraza de democracia una dictadura populista, autoritaria y militarista. Un comunismo que nunca ha traído nada más que hambre, represión y muerte, pero que siempre intenta reinventarse, disfrazándose de lo que mejor le convenga, para volver una y otra vez a aplastar la libertad.

Y en eso está ahora Nicolás Maduro, disfrazando de democrática una usurpación violenta del poder, al más puro estilo castrista o norcoreano. Democracias populares las llaman, cuando lo único que tienen de demócratas es el nombre y de populares el sometimiento violento de la libre voluntad de los pueblos. Mienten para hacer creer que la participación ha sido elevada y que los procedimientos han sido exquisitos. Mientras, por una de estas ironías que tiene el azar, todos hemos podido ver en directo cómo el propio Maduro pudo votar usando un carné del que el sistema mostró que "la persona no existe o el carné fue anulado", lo que no le impidió votar. Y ya ha anunciado que a partir de ahora aplastará los escasos restos de democracia que quedan en Venezuela, actuando contra el Parlamento, la fiscalía, los líderes de la oposición y los medios de comunicación privados.

La comunidad internacional ha anunciado que no reconoce esta farsa. Los gobiernos de España, Estados Unidos, Canadá, las democracias latinoamericanas y la Unión Europea, han mostrado unánimes su repulsa ante unas elecciones cuyos resultados no reconocen y consideran nulos, viciados, ilegítimos, inconstitucionales y contrarios a la voluntad popular. Mientras, en España, Juan Carlos Monedero y Alberto Garzón comparan a la heroica oposición venezolana, cuya pacífica resistencia al autogolpe chavista es digna de admiración y respeto, con los chilenos que en 1973 dieron un golpe de Estado contra el socialista, racista y tan antisemita como los nazis, Salvador Allende. Y Pablo Iglesias calla, porque sabe que si hablara sólo podría ser para apoyar al régimen al que tantos podemitas han asesorado y del que tanto dinero ha recibido. Y porque ahora le conviene disimular para que no se sepa que el proceso que sigue Venezuela es el modelo que él tiene para España. Iglesias, igual que Maduro, aspira a que España se embarque en un proceso de Asamblea Constituyente que acabe con nuestra Constitución. Tendremos que hacerle caso a Ayn Rand y estar preparados para impedírselo.

Publicado el 02/08/2017 en OKdiario