Mentiras, maldades y manipulaciones


 

Sin querer, Pedro Sánchez ha clavado la mejor calificación a estos nefastos cinco años en los que ha ejercido como presidente del Gobierno de España. En la entrevista que concedió a Pablo Motos en El Hormiguero, con un público entre el que el programa reconoce que le permitió elegir a «entre 12 y 15 invitados», el candidato del PSOE definió perfectamente lo que ha sido su etapa al frente del Gobierno: «el sanchismo es una combinación de tres cosas, de mentiras, de maldades y de manipulaciones», confesó. Y para rematar pone como ejemplo de una de esas mentiras que «se ha dicho muchas veces en estos cinco años que yo (dije que) no podría dormir tranquilo si gobernara con Podemos, pero no es cierto, no dije eso». Se lo dijo a Antonio García Ferreras en una entrevista concedida en septiembre de 2019, en medio de las dos elecciones generales que hubo ese año, explicando así que en las de abril no había formalizado la coalición y prometiendo que en las de noviembre tampoco lo haría. Está en las hemerotecas.

Para desmentir que Sánchez haya mentido lo que hace es volver a mentir y decir que no lo ha hecho, sino que ha experimentado «cambios de posición política». Este artículo sería interminable si yo pretendiera recordar todas sus mentiras. Entre las más importantes, que podrían considerarse fraude electoral al ser promesas con las que concurrió a las elecciones, podemos destacar como, en relación con los golpistas catalanes, en 2018 dijo que «el acatamiento significa su íntegro cumplimiento (de sus condenas)» y luego los indultó. Antes de la moción de censura, a Rajoy aseguró que «clarísimamente ha habido un delito de rebelión y de sedición en España» y cuando luego cambió de criterio, su vicepresidenta Carmen Calvo aseguró que «el presidente nunca ha dicho que ha visto rebelión en Cataluña», insinuando que el de 2018 era otra persona.

En 2019 también prometió «incorporar en el Código Penal un nuevo delito para prohibir de una vez por todas la celebración de referéndums ilegales en Cataluña» y luego lo que hizo fue derogar el delito de sedición. En un debate electoral de noviembre de 2019, hablando de Puigdemont, dijo: «Me comprometo hoy a traerlo de vuelta a España y que rinda cuentas ante la justicia española». Igual que afirmó que tener ministros de Podemos le quitaría el sueño, también está grabado diciendo «si quieres lo digo cinco veces, o 20, con Bildu no vamos a pactar», y ahora dice que los pactos a los que ha llegado con ellos no son tales, porque no ha hecho ministro a Otegi. Y antes de rectificar la ley del sólo sí es sí, que ha rebajado las penas a más de 1.127 violadores y pederastas, de los que más de 115 han sido excarcelados, dijo que «es una gran conquista del movimiento feminista, una ley de vanguardia que va a inspirar otras muchas leyes en el mundo, estoy convencido de ello», y luego la cambió.

El listado de maldades del sanchismo no es menor que el de sus mentiras. Por la forma como se ha humillado a las víctimas de la banda asesina ETA, quizá la mayor de ella puede ser el haber acercado a cárceles del País Vasco a todos los asesinos etarras, tras haber transferido las competencias sobre prisiones al Gobierno vasco. La expulsión de la Guardia Civil de Navarra, donde el PSOE también ha pactado con Bildu es otra maldad. Como lo fueron los inconstitucionales estados de alarma por los que nos tuvo a todos encerrados de forma ilegal. Sánchez celebró su ascenso a la presidencia llevándose en Falcon a su mujer y a sus amigos a un concierto de The Killers en el Festival Internacional de Benicassim y desde entonces hasta hoy no se ha bajado de tan contaminante y carísimo medio de transporte, mientras nos asfixia de calor en los centros comerciales con sus medidas de ahorro energético y eso no es tampoco una maldad menor. Como tampoco son pequeñas las maldades que ha cometido contra nuestros ganaderos, agricultores y, en general, contra todo el mundo rural al que pretende arruinar.

La Real Academia Española define manipular como «intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares» y a Sánchez le viene como anillo al dedo. Si ponemos «manipulador» en el buscador de imágenes de Google, debería salir su foto. Nadie antes había intervenido con medios arteros en la política española, distorsionando la verdad al servicio de sus exclusivos intereses particulares. Y lo hace con un descaro que sonroja. Derogar el sanchismo resulta vital para un país que pretenda dejar de avergonzarse de sus dirigentes.


Publicado el 29/06/2023 en Okdiario

La ‘tournée’ llorona de Sánchez

 


Pedro Sánchez está de gira y hace igual que los cantantes que sacan nuevo disco o los actores que estrenan película y se pasan un mes concediendo entrevistas en las que, sin ningún rubor, comentan todos los temas familiares y personales que hasta ese día eran intocables porque pertenecían a su intimidad más estricta, pero todos sus reparos terminan el día que les toca hacer promoción, que ya entonces se olvidan de ellos con tal de conseguir unos minutos en la franja horaria de mayor audiencia. Tenemos a Sánchez hasta en la sopa. En los más de cinco años que lleva como presidente del Gobierno, hasta ahora Sánchez sólo había dejado que lo entrevistasen en La SerEl País y TVE. Al programa de radio Hoy por hoy de Àngels Barceló ha acudido cada dos o tres meses. Xabier Fortes en TVE y Pepa Bueno en el diario de Prisa, también han podido hacerlo. Masajistas profesionales, pero nadie más.

Pero todo cambió el día que, tras el descalabro del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales, a Sánchez se le ocurrió que su mejor estrategia era convocar inmediatamente elecciones generales para el 23 de julio. Conociendo a Sánchez, este adelanto se debió exclusivamente a que en algo pensó que le beneficia a él; no a España, ni siquiera al PSOE, sino sólo a su persona. Unos dicen que lo hizo para evitar una rebelión interna de los barones socialistas, que, si les daba tiempo, podrían intentar hacerle responsable de sus malos resultados electorales. Yo creo que más bien lo hizo porque, aunque al PSOE le había ido mal, los resultados de Podemos sólo podían calificarse como tragedia, que fue el adjetivo exacto que usó su portavoz, Pablo Echenique. Y Sánchez ha creído que, quitándoles tiempo para organizar el nuevo partido de Yolanda Díaz y enfangándolos en batallas internas, él puede apropiarse de los restos del naufragio de la extrema izquierda y desde ahí, iniciar su remontada.

Y con ese motivo ha iniciado una gira por los medios de comunicación de los que, hasta hoy, no se había acordado. Se ha atrevido a dejarse entrevistar por Carlos Alsina en Onda Cero. Ha ido a los programas del Gran Wyoming y de Jordi Évole, en La Sexta. Este martes estará en El hormiguero, con Pablo Motos, en Antena 3. Y hasta ha tenido tiempo para dejarse entrevistar durante una hora por un pequeñísimo diario digital de extrema izquierda como Infolibre, que por audiencia ocupa el puesto número 40 entre los digitales españoles, con 25 millones de usuarios únicos menos que OKDIARIO, que ocupa el segundo puesto en ese ranking de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD). Eso sí, a Évole le mintió con todo el descaro, diciéndole que no había concedido ninguna entrevista a los periodistas Ana Rosa QuintanaVicente Vallés o Carlos Herrera y no había acudido a medios como El MundoAbc o La Razón, porque «es que no he parado de trabajar», ya que ha tenido cuatro años que «no son normales» al tener que enfrentarse a una pandemia y las consecuencias de una guerra.

Pese a que todos podríamos enumerarle cientos, Pedro Sánchez sólo reconoce haber cometido dos errores durante su presidencia. Uno que califica como «técnico» al haber rebajado las penas a más de 1.127 violadores y pederastas, de los que más de 115 han sido excarcelados gracias al «error técnico» de Sánchez y Montero. Para reconocer su segundo error, Sánchez se disfraza de Donald Trump y como el expresidente estadounidense arremete contra la prensa que, según él, «se ha inflado de mentiras, manipulación y maldades» contra él y por ello su error ha sido no aparecer más en los medios, para evitar ese «veneno que iban metiendo en la sociedad con esto del sanchismo». Tras más de cuatro años sin bajarse del Falcon, Sánchez pretende mostrar ahora su imagen más llorona y lastimera. Se queja de como la prensa trata a alguien tan guapo, tan listo y tan bueno como él, provocando que, en vez de ir tendiendo alfombras por donde pisa su persona, le recibimos con pancartas de «¡Que te vote Txapote!», porque la malvada prensa nos tiene a todos engañados. Debe pensar que si a Pablo Iglesias le sirvió echarse a llorar cuando apareció la pintada del «Coletas rata» a dos kilómetros de la casa donde pasaba sus vacaciones asturianas, a él también le va a servir hacerse la víctima del «poder económico que marca el camino a la oposición política y la oposición mediática» contra él. «El que no llora, no mama», dice el refrán. Es indudable que Sánchez quiere seguir mamando y a poco que nos descuidemos, se queda con el biberón.


Publicado el 27/06/2023 en Okdiario

María Guardiola obedece instrucciones

 


Para las próximas elecciones generales, Badajoz ha perdido un diputado a favor de Valencia, por la variación de población en cada provincia. Así, la Comunidad Valenciana, con 5 millones de habitantes, tiene ya 33 diputados en el Congreso, mientras que, con 1 millón de habitantes, Extremadura tiene 9. Hasta el surgimiento de los nuevos partidos, los diputados extremeños se repartían entre PSOE y PP que, como mucho, se jugaban un diputado cada uno. Desde que surgieron Ciudadanos, Podemos y Vox, la diferencia ha llegado a ser de 2 arriba o abajo. Muy poca cosa comparada con lo que ocurre en la Comunidad Valenciana, donde el PP ha llegado a perder 11 diputados y el PSOE, 8.

Me van a perdonar ustedes este tremendo tostón de datos, pero me resultan imprescindibles para arrojar un poco de luz sobre el guirigay que María Guardiola ha formado en Extremadura, dinamitando cualquier esperanza de que el gobierno extremeño se pueda configurar antes del 23 de julio. La líder del PP extremeño lo es solo desde hace menos de un año. En julio de 2022 se celebraron unas primarias a las que no se presentaba José Antonio Monago, que había dirigido el partido hasta entonces. El que a todas luces parecía el líder natural que debía sustituir a Monago era Fernando Pizarro, el alcalde de Plasencia que ha conseguido este año su cuarta mayoría absoluta. Pero la intervención de Alberto Núñez Feijóo, que llevaba desde abril al frente del Partido Popular, hizo que Pizarro retirase su candidatura para que María Guardiola, hasta entonces simplemente concejal de Cáceres, fuera la única candidata.

Pese a ello, Guardiola dice que es libre de tomar sus propias decisiones y acusa a VOX de controlar desde Madrid lo que hacen en Extremadura. También en esto miente. Todos recordamos la entrevista que Ana Rosa Quintana le hizo a Feijóo el 1 de junio, en la que el líder del PP confirmó hasta en dos ocasiones que mantenía su oferta al PSOE para que gobierne la lista más votada, incluso aunque esta decisión le costase a su partido sacrificar el gobierno de Extremadura, donde el más votado ha sido el socialista Guillermo Fernández Vara. Pero en Extremadura, Feijóo sabe que sólo se está jugando 2 diputados como mucho, mientras que en Valencia se juega 11 o 12 y claro, no es lo mismo. Por eso, el Partido Popular ha firmado un gobierno de coalición en Valencia con Vox, el partido con el que la extremeña dice que no puede gobernar porque es machista, racista y homófobo.

Antes he escrito que lo de que a Guardiola le dejan tomar sus decisiones libremente es solo una de sus mentiras, porque hay muchas más. El mismo discurso en el que acusa a Vox de todas las barbaridades que se le ocurren está plagado de embustes populistas y simplificaciones de trazo gordo copiadas de lo que se escucha en los medios de comunicación de izquierdas, que son por los que se ha ido a hacer su gira de autobombo para disputarle a Yolanda Díaz el puesto como política más popular entre la progresía. Hoy se publica en la prensa extremeña que Guardiola ha consentido que en la localidad de Malpartida de Cáceres gobierne un condenado por maltrato machista, que era el anterior alcalde de su partido, quien, tras ser condenado, se presentó bajo otras siglas y consiguió ganar gracias a que María Guardiola hizo que el PP no presentase ningún candidato y además colocó como concejales en las listas del maltratador a una secretaria de la ejecutiva regional del PP y al presidente provincial de Nuevas Generaciones. El machismo es malo, según le convenga.

Extremadura, además de ser la región más pobre de España, tiene importantísimos problemas por falta de inversiones del Estado y muy pocos con el machismo, ni con el racismo, ni con la homofobia. Estas circunstancias no van a cambiar mientras las decisiones que más afectan a Extremadura la tomen partidos que la usan, priorizando otros intereses que no son los regionales. María Guardiola ha montado su teatrillo en el que intenta hacer creer que sus motivaciones son distintas, cuando es evidente que obedece instrucciones. Antes del 23 de julio no la van a dejar llegar a ningún acuerdo con VOX. Cuando pasen las elecciones generales, en función de lo que les interese a todos los partidos a nivel nacional, ya le dirán a ella lo que tiene que hacer.


Publicado el 22/06/2023 en Okdiario

Con Bildu no he pactado, si quiere se lo digo 20 veces

 


«Con Bildu no he pactado, si quiere se lo digo cinco veces, o 20. Con Bildu no he pactado. Con Bilduse lo repitono he pactado». Ésa habría sido la mejor respuesta que Pedro Sánchez le podría haber dado a Carlos Alsina en su entrevista de este lunes, cuando el periodista de Onda Cero le preguntó por sus pactos con los proetarras. Pero en vez de repetir modificada la misma frase que dijo en una entrevista de 2015, cuando prometió que «con Bildu no vamos a pactar», el presidente del Gobierno le dio la vuelta a sus palabras y en un espectacular ejercicio de cinismo dijo que «no ha gobernado con Bildu» puesto que «no hay ni consejeros ni ministros de Bildu en el Gobierno», volviendo a mentir sobre su primera mentira, ya que lo que él prometió «20 veces» fue que con Bildu no iba a pactarno que no pensaba gobernar con ellos.

Posteriormente, después de las elecciones generales de diciembre de 2015, cuando en febrero de 2016 logró el apoyo de Ciudadanos para ser investido, en una rueda de prensa aseguró que no se sentaría con Bildu para negociar su investidura, ni siquiera «para decirles que no» quería sus votos: «No me voy a reunir con Bildu». Ésta fue una de las promesas electorales fundamentales con las que Pedro Sánchez se presentó a las elecciones generales de 2019, después de haber ganado la moción de censura contra Mariano Rajoy con los votos favorables de Bildu. Sánchez prometió que con Bildu no iba a «pactar» y ni siquiera pensaba «negociar» con ellos. Su promesa no fue que no pensaba gobernar en coalición con Bildu, como asegura ahora mintiendo de nuevo.

Con Bildu, además de lograr sacar adelante la moción de censura contra Rajoy, Pedro Sánchez ha pactado presupuestos, ha aprobado la Ley de Memoria Democrática, que les permite blanquear la historia asesina de ETA; y la Ley de Vivienda, que hasta les dejó capitalizar dando ellos la rueda de prensa de su anuncio. Hasta la Ley Celaá y la reforma del CGPJ, que permitió a Sánchez asaltar el Tribunal Constitucional, fueron pactadas con Bildu. A cambio de todos estos pactos entre Sánchez y Bildu, el partido dirigido por Arnaldo Otegi, condenado y encarcelado hasta en cinco ocasiones por pertenecer a ETA, ha arrancado del líder socialista la expulsión de la Guardia Civil de Navarra, cediendo las competencias de Tráfico; así como la transferencia de las competencias sobre prisiones al Gobierno vasco, cárceles a las que han sido acercados todos los presos de la banda terrorista. Algo de lo que el mismo Otegi se jactaba diciendo que «si para sacar a 200 presos hay que votar los Presupuestos, los votaremos».

Hasta el último día, todo en Sánchez son mentiras y promesas incumplidas. Atreverse a negar todos los pactos a los que ha llegado con Bildu, sólo porque no ha hecho ministro a Otegi es de un descaro que avergüenza. Cuando Alsina le preguntó: «¿Por qué nos ha mentido tanto a los españoles?», Sánchez se puso a sí mismo «un notable como calificación» y dijo que ha «tratado siempre de cumplir con su palabra» y que había «tenido cambios de posición política en algunos asuntos». Y lo hizo sin sonrojarse ni mostrar el menor arrepentimiento ni pudor. Conseguir que los ciudadanos te voten prometiendo que vas a hacer algo y cuando alcanzas el poder hacer todo lo contrario, es cometer fraude electoral. En contra de lo prometido, Sánchez ha pactado con Bildu, ha formado gobierno con Podemos, ha indultado a los golpistas, ha despenalizado la sedición, ha rebajado la pena por malversación, ha sentado en el Tribunal Constitucional a su ministro de Justicia y ha hecho Fiscal General del Estado a otra ministra suya. Y ahora que está en una nueva campaña electoralSánchez vuelve a mentir diciendo que no ha hecho lo que todos le hemos visto hacer hace dos días y se piensa que así va a poder seguir engañando a sus votantes. Cada voto que Sánchez reciba el próximo 23J se corresponderá con un ciudadano que dice que llueve cuando él orina encima de él.


Publicado el 20/06/2023 en Okdiario

Ante todo mucha calma


 

A su primer álbum grabado en directo en 1992, los insolentes gallegos Siniestro Total decidieron llamarlo Ante todo mucha calma que es el eslogan que llevaban impresas sus camisetas desde unos años antes. Unas cuantas de esas camisetas deberíamos comprarnos los votantes y simpatizantes del Partido Popular y de Vox para llevarlas puestas todos los días hasta el 23 de julio, cuando nos la deberíamos cambiar por esa otra que dice Que te vote Txapote. Sería la mejor manera de ayudarnos a sobrellevar lo que va a pasar durante estos días en los que absolutamente todo hay que interpretarlo desde el punto de vista preelectoral. Hace falta mucha calma para asumir y entender lo que dice y hace un partido político que no es el que tú votas, que compite con el tuyo por un mismo sector del electorado, pero con el que irremediablemente estás condenado a entenderte.

Entre los sociólogos es común esa idea de que, en España, las elecciones se ganan en el centro y todos los estudios coinciden en que nuestra autoubicación ideológica media se encuentra entre el 4,5 y el 4,8 de una escala que va del 1 al 10, en la que 1 significa «lo más a la izquierda» y 10 «lo más a la derecha». Durante el bipartidismo, PSOE y PP tenían claro el rango de votantes a los que se dirigían, mientras los socialistas buscaban a los que podríamos aproximar entre el 3 y el 6 del anteriormente descrito, los populares optaban por el que va desde el 4 hasta el 7, coincidiendo, por tanto, en los que se encuentran entre el 4 y el 6, que eran quienes, con su voto o abstención, hacían ganar a uno u otro. Pero la irrupción de nuevos partidos hizo cambiar todo esto.

Para defenderse de Podemos, Pedro Sánchez ha escorado al PSOE a la izquierda, pactando con Bildu y ERC y dejando de competir con el PP por los votantes de centro izquierda, que durante algunos años Cs le disputó al PP. Pero una vez desaparecidos los naranjas, Alberto Núñez Feijóo no va a perder la oportunidad de ampliar su rango de votantes hacia el centro izquierda, espacio que, además de formar parte de su espectro natural, ha quedado sin competencia para él. Además, favorece al gallego que a su derecha lo que ha surgido es un partido constitucionalista como es Vox, que antepone su batalla ideológica contra la izquierda antes que intentar competir contra el PP, convirtiéndose por tanto más en un aliado que en un competidor.

Ante todo mucha calma. Podemos estar seguros de que, en términos generales, PP y Vox no van a permitir que se les escape ninguna opción para arrebatarle el poder a la izquierda, sobre todo en lugares importantes. Es posible que las disputas personales provoquen tensiones en sitios pequeños, pero no parece muy probable que esto ocurra en comunidades o grandes ayuntamientos. De cara a la campaña electoral ambos partidos demostrarán que compiten entre ellos, que responden a intereses diferentes y que el espectro ideológico al que pertenecen no es el mismo. El PP querrá querrán hacer ver que puede ser votado por la izquierda y Vox les criticará por alejarse de ellos y dirán que se están acercando al PSOE. Lo lógico durante una campaña electoral que se va a hacer muy larga. La segunda canción de aquel álbum en directo de Siniestro Total se llama Bailaré sobre tu tumba, seguro que no se la dedicaron al Gobierno de Pedro Sánchez, pero podemos volver a escucharla para no perder de vista el objetivo y así mantener, ante todo, mucha calma.


Publicado el 15/06/2023 en Okdiario

Yolanda hace leña del Podemos caído


 

Han pasado ya cuatro días desde que el pasado viernes Podemos anunciase que había aprobado integrarse en la coalición que lidera la actual vicepresidenta Yolanda Díaz y desaparecer como marca electoral de cara al 23J, a pesar de que Sumar ha vetado a Irene Montero, que no puede ir en sus listas. Y todavía estamos esperando a que la vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y lideresa de la nueva coalición de extrema izquierda, dé alguna explicación de por qué ha vetado a la madre de los hijos de Pablo Iglesias y, sólo por eso, actual ministra de Igualdad. Permítanme un ejercicio de imaginación. Supongamos a Yolanda Díaz vestida de blanco y rodeada de micrófonos de periodistas diciendo: «Entiendan que la disparidad del proyecto político que representó a lo largo de tanto tiempo la señora Irene Montero no adolece de mi compasión. Y, es más, muestra la disconformidad con el mismo. En este sentido, obviamente, descanse en paz».

Sólo he sustituido a Berlusconi por la de Podemos, el resto de la frase es literal. No hay por donde cogerla, está mal construida semántica y sintácticamente, demuestra que la que está hablando ignora el significado de la mitad de las palabras que usa y ni siquiera tiene claro lo que quiere expresar… pero a ella le suena así como a culto. No obstante, es fácil de interpretar. Lo que la comunista quiere decir es que a ella Berlusconi le caía mal y le molesta tener que darle el pésame a su familia. Que sería exactamente lo mismo que podría decirle a Irene Montero: «Mira, niñata, que te aguante el Coletas que aquí ya no vais a enredar más ni tú ni él. ¡A pastar!». No es que yo sienta una especial simpatía por esta Fashionaria del Piolet, pero pagaría por ver un ejercicio de sinceridad como ese.

Yolanda está haciendo leña del Podemos caído. Los tiene contra las cuerdas y ha decidido humillarlos más allá de lo que ninguno habríamos podido imaginar. El mejor puesto que les ofrece en sus listas es el quinto por Madrid, detrás de Errejón, para Ione Belarra, que a cambio de tan miserable trato debe entregar en bandeja de plata la cabeza de su amiguita de universidad, que la hizo a ella ministra y secretaria general de su partido. Y junto a la de Irene Montero viene un cesto con las cabezas del portavoz de Podemos Pablo Echenique y toda la cúpula del ministerio de Igualdad, incluidas la secretaria de Estado, Ángela Rodríguez Pam; la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell y la portavoz de la ejecutiva de Podemos y asesora del Ministerio de Igualdad, Isa Serra. El pack completo.

No hay nada más divertido que ver a los rojos liarse a pioletazos. En la misma frase en la que los de Podemos comunican a la prensa que se han bajado los pantalones hasta los tobillos, aceptando las humillantes condiciones que, para integrarse, les han impuesto los de Sumar; inmediatamente comienzan a criticar las condiciones que han aceptado, demostrando desde el principio que van a ser el socio más desleal y poco confiable y que, en cuanto puedan los van a traicionar. Se sospecha que para eso es para lo que han creado ese nuevo partido al que han llamado Juntas Sí Se Puede, pero que mejor deberían haber bautizado como Sólo Sí es Sí, porque en él van a presentarse todos los purgados por Yolanda Díaz, incumpliendo el trato al que acaban de llegar y volviendo a dividir el cada vez más escaso voto de la extrema izquierda. Adolecer no es sinónimo de carecer, sino que significa padecer algún defecto o enfermedad. Lo correcto sería decir que la extrema izquierda española adolece de indignidad y deslealtad y carece de vergüenza.


Publicado el 13/06/2023 en Okdiario

Yolanda Díaz puede enterrar a Podemos


 

Yolanda Díaz podemos llamarla la Fashionaria del Piolet, porque ha conseguido llegar a vicepresidenta y ministra traicionando y dejando tirados a todos los que ha usado para trepar. Todos los partidos por los que se presenta se hunden y sus compañeros pierden sus puestos, mientras su carrera personal sigue ascendiendo pese a que continuamente ha logrado siempre unos resultados electorales desastrosos. Ya ha arrasado con Izquierda Unida en Galicia, con En Marea y con Galicia en Común, y ahora puede enterrar a Podemos. Todos los proyectos de los que ha formado parte han acabado desapareciendo mientras ella lograba ascender, cambiando de estilista, de maquilladora y de peluquera, abrazada melosa a cualquiera que la ayude a subir, pronunciando discursos vacíos que no significan nada, pero suenan bien en ese tono meloso que la caracteriza. No dudará ahora en dejar sus piolets en las espaldas de Pablo Iglesias y sus marionetas, Irene Montero y Ione Belarra, si le sirve para volver a ascender ella.

La conjunción planetaria, que fue como la ex ministra Leire Pajín calificó a la coincidencia en el poder de Zapatero y Obama, puede de nuevo favorecerla. Coincide, por un lado, que Pablo Iglesias ha diseñado una estrategia personal que consiste en torpedear con todas sus fuerzas la coalición entre Podemos y Sumar, difundiendo bulos y mentiras que irriten a unos y otros y planteando exigencias inasumibles por ambas partes, para que finalmente el acuerdo resulte imposible. El que fuera vicepresidente primero pretende que en las próximas elecciones se estrellen todos los partidos de izquierdas para, desde su nueva plataforma mediática, culpar personalmente a todos sus líderes de que la derecha consiga el poder, convirtiéndose así él en el abanderado de una oposición exaltada y violenta que va a pasarse toda la próxima legislatura alterando el orden público e incendiando las calles.

También favorece a los intereses de Yolanda Díaz la sorprendente decisión de Pedro Sánchez de convocar precipitadamente elecciones para el 23 de julio, cogiéndolos a todos por sorpresa y con los deberes sin hacer. No hay tiempo para las primarias con las que los de Podemos pensaban infiltrarse en la nueva coalición, arrasando con los pocos puestos que tienen asegurado un escaño. Todas las negociaciones tienen que hacerse a prisa y corriendo y ahí Podemos pierde toda la ventaja que, en principio, suponía contar con una militancia más numerosa y organizada. Ahora la gallega tiene la sartén por el mango y lo sabe. Las guerrillas podemitas gritan desesperadas en todas las redes sociales implorando una unidad que en realidad sólo significa que suplican que les ofrezcan a los suyos cualquier puesto que puedan aceptar. Díaz se sabe con fuerza para imponer sus condiciones y obligar a Podemos a tragar con ellas.

Si los del partido morado quieren estar en puestos de primera fila van a tener que entregarle todo lo que les queda de valor. El ejemplo más cercano es lo que Cs hizo con UPyD. O se integran en una plataforma liderada por Yolanda Díaz y dejan que ella controle su estructura territorial y sus presupuestos, o van a sentir muy pronto el frío que hace fuera de las instituciones, que coincide con lo que quiere que ocurra Pablo Iglesias. Ni en su trayectoria para llegar a ser ministra y vicepresidenta, ni tampoco en su gestión al frente del ministerio, Yolanda Díaz nunca ha demostrado ser muy lista, la verdad. Pero también es cierto que, hasta ahora, siempre ha logrado que a ella le vaya bien. Si sabe jugar sus cartas, en las próximas horas tiene en sus manos la pala con la que enterrar a Podemos, el mayor peligro que nuestra democracia ha corrido en los últimos 50 años.


Publicado el 08/06/2023 en Okdiario

Que debata con ‘Txapote’

 



«Si a mí me dicen, por ejemplo, que va a haber un debate a cinco como el que propuso Atresmedia, yo no tengo ningún problema en debatir», dice Pedro Sánchez. «¿Y el cara a cara con Pablo Casado, que reiteradamente se lo ha pedido?», le pregunta entonces la periodista Julia Otero en su programa de Onda Cero, a lo que el presidente responde: «¿Y entonces qué ocurre con Podemos y Ciudadanos? Con más argumentos que Vox van a decir ‘oiga, yo también quiero ese debate’. Sostengo que el debate a cinco es el debate que se tiene que hacer en esta campaña electoral». La entrevista se produjo el 18 de abril de 2019, hace apenas 4 años. Finalmente, en aquella campaña electoral Pedro Sánchez participó en dos debates, uno en RTVE el 22 de abril y otro en Atresmedia al día siguiente, ambos junto a Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos). El candidato del PSOE se negó a hacer el cara a cara que le reclamaba el del PP.

En la siguiente convocatoria de noviembre de 2019, Pedro Sánchez también se negó a hacer ese cara a cara y esta vez participó sólo en un debate organizado por la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, que ofreció la señal para que pudiera verse simultáneamente a través de RTVE, Atresmedia y Forta y en el que participaron los cinco candidatos a la presidencia del Gobierno, incluido esta vez Santiago Abascal (Vox). Y sin dar ni la menor explicación, como es habitual cada vez que Pedro Sánchez cambia de opinión y hace lo contrario de lo que ha prometido, esta vez el presidente del Gobierno le ofrece seis debates cara a cara al líder del PP. «Proponemos formalmente que cada semana se celebre un debate cara a cara entre los dos principales candidatos a la presidencia del Gobierno en los principales medios de comunicación. Cara a cara. Lo haríamos cada una de las semanas, el próximo lunes la primera, en los 6 principales medios de comunicación», ha dicho Sánchez.

La respuesta del Partido Popular no se ha hecho esperar. «No tengo ningún problema en tener un debate cara a cara con el señor Sánchez. Y a partir de ahí, deje por favor a los grupos y a los jefes de campaña que decidan cuál es el formato y cuántos, cuáles y en dónde», ha afirmado Alberto Núñez Feijóo este martes en una entrevista al programa Más de Uno de Onda Cero. Después de que ayer el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, calificara como «excentricidad» la ocurrencia de tener hasta seis debates cara a cara: «Entendemos la ansiedad de Pedro Sánchez, pero le pedimos calma, no estamos para excentricidades», dijo en nombre del PP. Por su parte, la líder de la plataforma Sumar, Yolanda Díaz, ha criticado la propuesta del presidente del Gobierno, diciendo que «España es más que un debate entre dos hombres». Y Santiago Abascal afirma que se trata de «resabios del bipartidismo» y que «con esta propuesta, Sánchez demuestra que teme debatir con Vox».

El motivo por el que Pedro Sánchez ha cambiado tan radicalmente de criterio es obvio, en 2019 él veía que tenía buenas expectativas para ganar aquellas elecciones, convocadas más de un año después del éxito de su moción de censura contra Mariano Rajoy, tiempo en el que había estado gobernando en solitario. Mientras que ahora, tras haberse asociado con la extrema izquierda, los golpistas catalanes y los proetarras vascos, y después del fracaso del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales, Sánchez se sabe perdedor e intenta hacer lo que sea para reducir la debacle a la que inexorablemente se ve encaminado. A la desesperada ha convocado las elecciones en la fecha en la que él piensa que más daño puede hacer a sus socios de Gobierno, que es precisamente a los que quiere dejar fuera de los debates. Sánchez quiere convertirse en el único representante de la extrema izquierda en España y por eso ha convocado las elecciones sin tiempo para que Sumar y Podemos hagan otra cosa que atacarse entre ellos por un puesto en las listas, como efectivamente están haciendo. Y ahora los quiere eliminar hasta de los debates televisivos.

Feijóo y Abascal no deben tener ningún temor a ponerse delante de una cámara a debatir con Sánchez. Son tantos los reproches que se le pueden hacer que debatir con él es cosa de niños. Las cesiones ante Bildu, los etarras trasladados y liberados, los indultos a sus socios golpistas catalanes, la excarcelación de cientos de pederastas y violadores… la lista es casi infinita. Pero, aunque les beneficie confrontar con él, los líderes de Vox y PP deben tener en cuenta que debatir con Sánchez es igual que hacerlo con Txapote y cualquier demócrata se lo pensaría dos veces antes de caer tan bajo.


Publicado el 06/06/2023 en Okdiario

Sólo puede quedar uno… y quiere ser Sánchez

 


Quien diga que es capaz de prever lo que va a hacer Pedro Sánchez, miente. El presidente del Gobierno podría ser diagnosticado por algún psiquiatra experto, pero ni el mejor de ellos es capaz de averiguar lo que va a hacer y ni siquiera de explicar por qué ha hecho algo. Pero nos pagan por intentarlo y tenemos que hacer nuestro trabajo lo mejor que sepamos y poniendo en ello todo nuestro esfuerzo, experiencia y conocimientos. Quizá acertemos o es posible que no, no se nos va a juzgar por ello siempre que trabajemos con honestidad. Lo que se debe esperar de nuestro análisis es que apliquemos un sentido común que, evidentemente, no es la forma como actúa Sánchez desde hace muchos años, para aportar a nuestros lectores un punto de vista de lo que está pasando que les sirva a ellos para sacar sus propias conclusiones.

Tres días después de que Pedro Sánchez anunciara que disolvía inmediatamente las Cortes y adelantaba las elecciones al próximo 23 de julio, todavía hay analistas que opinan que pronto comunicará que no piensa ser el candidato del PSOE y que a partir de ahora se va a dedicar a otras cosas, como optar a la secretaría general de la OTAN o algún otro puesto de relumbrón internacional, que nadie duda de que sea su objetivo para cuando deje la presidencia. Yo, personalmente, cuando hizo el anuncio de elecciones, pensé que era posible que al día siguiente comunicara ante su partido que no se presentaría. Pero viendo el vergonzoso espectáculo que dio ayer miércoles en la reunión de la interparlamentaria del PSOE, siendo recibido entre aplausos y vítores por todos sus diputados y senadores, sonriendo agradecido con una mano en el corazón, tras la tremenda derrota del domingo; pienso que sí se va a presentar a la reelección. Aunque insisto en que es un demente que siempre nos puede sorprender.

Pero, tras escuchar su discurso en el que se refirió en decenas de ocasiones a PP y VOX como «derecha extrema y extrema derecha»; habló de la herencia franquista del PP; equiparó a la derecha española con el trumpismo estadounidense para pronosticar que la oposición va a asaltar las Cortes cuando él gane las elecciones, cosa que, por cierto, sólo han hecho sus socios de Podemos y ERC; repitió incansablemente que en estas elecciones autonómicas y municipales lo que ha pasado es que ha habido una «ola reaccionaria» contra sus democráticos avances sociales; con un discurso que en el PSOE sólo se recuerda de cuando los hacía Largo Caballero en los años 30 del siglo pasado, intentando provocar la guerra civil; estaremos todos de acuerdo en que está claro que se piensa presentar y ya tiene decidido que «o yo, o la extrema derecha», será el eslogan de su campaña electoral.

Cuando Pablo Iglesias fue pasando su guadaña por los pies de todos sus camaradas con los que había fundado Podemos, hasta quedarse solo al frente del partido, todos repetimos aquello de «sólo puede quedar uno». Y ese «uno» creíamos que era él, aunque tras su estrepitoso fracaso cuando se presentó como número uno en las autonómicas de Madrid, quisiera hacer creer que dejaba Podemos en manos de la madre de sus hijos y de su amiguita de universidad, a las que vemos cada día que maneja como a marionetas. Ahora que Yolanda Díaz ha fundado su partido Sumar, con el que Izquierda Unida y el Partido Comunista de España parece que intentan quitarse de encima a los morados, muchos han creído que el «uno» podía ser la trepa gallega. Pero Pedro Sánchez lo tiene muy claro, en la extrema izquierda española sólo puede quedar uno y ese no va a ser otro que él. El Largo Caballero del Falcon está dispuesto a todo por mantener la presidencia. Y cuando he escrito ese «todo» yo también he sentido que el bello se me ponía de punta, igual que vosotros.


Publicado el 01/06/2023 en Okdiario