PSOE: banda criminal

 


Este miércoles, en el debate sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2023, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, quiso que todos recordásemos el pasado criminal del Partido Socialista. En su réplica al portavoz parlamentario de VOX en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, la socialista dijo: «Yo creía que iba a subir usted a esta tribuna y le iba usted a pedir perdón a la bancada del Partido Socialista, porque el vicepresidente de Castilla León dijo ayer que Sánchez era el líder de una banda criminal». En relación con las palabras pronunciadas en las cortes castellanoleonesas por Juan García-Gallardo, quien acusó a Sánchez de liderar una «banda criminal». La respuesta de Espinosa de los Monteros a la ministra no se hizo esperar: «Que el partido socialista tiene un pasado criminal no lo pone nadie en duda, nadie que conozca la historia». Repasemos esa historia.

Vamos a empezar por lo más cercano. A cambio de ser investido presidente y para que le aprueben los Presupuestos, Pedro Sánchez ha transferido las competencias de prisiones al País Vasco, donde lleva acercados a 149 etarras, 138 al País Vasco y 11 a Navarra, entre los que se encuentran Txapote, el asesino entre otros muchos de Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica y Gregorio Ordóñez; y Henri Parot, imputado por 82 asesinatos, entre ellos los de la voladura de la casa cuartel de Zaragoza, donde asesinó a cinco niñas. Sólo le quedan 30 etarras por trasladar y la AVT estima que para estas Navidades estarán ya todos allí, donde gozarán de un indulto encubierto, ya que el Gobierno vasco ha otorgado ya el tercer grado a más de 30 de los etarras trasladados. ¿No es criminal esta traición a las víctimas de ETA?

Para ser investido y mantenerse en el poder, Sánchez necesita también los votos de los golpistas de ERC. Por eso, lo primero que hizo fue ordenar a la Abogacía del Estado que rebajara su acusación de rebelión a sedición. Más tarde los indultó sin que lo solicitaran, sin arrepentimiento y sin comprometerse a no volver a hacerlo, tan sólo a cambio de que le aprobaran unos Presupuestos. Y ahora, a cambio de que le vuelvan a aprobar otros, reconoce estar negociando con ellos la rebaja del delito de sedición por el que fueron condenados para que puedan volver a presentarse a las elecciones y así dar otro golpe de Estado, como han prometido hacer. ¿Tampoco es criminal ir de la mano de los golpistas?

Retrocedamos unos meses. A finales de 2019 los que fueran presidentes del PSOE, Chaves y Griñán, fueron condenados junto a otros 17 altos cargos socialistas entre los que destacan la exministra Magdalena Álvarez y varios ex consejeros; por diseñar un «procedimiento específico» con el que repartieron de forma arbitraria y opaca 680 millones de euros que deberían haberse destinado a ayudas sociolaborales, pero acabaron malversados en comisiones usándose hasta para pagar juergas con cocaína en los prostíbulos más caros de Andalucía. ¿Acaso no es criminal robar así a los parados?

En 1998 dos altos cargos socialistas, José Barrionuevo, ministro de interior y Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad, fueron condenados por el secuestro de Segundo Marey, reivindicado por la organización terrorista GAL, y por el delito de malversación de caudales públicos. En 1997 ocho personas entre las que se encontraban el senador socialista Josep María Sala, el diputado del PSOE Carlos Navarro y la coordinadora de finanzas del partido Aída Álvarez, fueron condenadas en el caso Filesa, trama en la que quedó acreditada la financiación irregular del PSOE con más de 1.200 millones de pesetas para la campaña electoral de 1989, en la que Felipe González revalidó su tercera mayoría absoluta. ¿Ni la creación de una banda terrorista ni la financiación ilegal les parece criminal?

Pero es que, si echamos la vista más atrás, los pelos se ponen de punta. Su fundador, Pablo Iglesias, presumía de haber participado en la Semana Trágica de Barcelona de 1909 en la que quemaron 80 iglesias y conventos y murieron 78 personas. En 1923, el PSOE colaboró con la dictadura del General Primo de Rivera. En octubre de 1934, los socialistas promovieron una huelga general que desembocó en un golpe de Estado contra la II República con las armas conseguidas por el socialista Indalecio Prieto. El 1 de julio de 1936 el diputado Ángel Galarza (PSOE) amenazó de muerte en el Congreso a Calvo Sotelo, que fue asesinado doce días después por Luis Cuenca Estevas (PSOE), guardaespaldas de Indalecio Prieto (PSOE). Los socialistas Largo Caballero y Negrín expoliaron más de 500 toneladas del oro del banco de España que enviaron a Moscú, y se llevaron al exilio todas las joyas robadas a los españoles. Durante la Guerra Civil, el PSOE y su sindicato UGT gestionaron entre 42 y 92 checas, según la fuente, lugares donde, al margen de la ley y sin garantía, se detenía, interrogaba, violaba, torturaba y asesinaba a quienes les daba la gana. ¿Ninguno de estos hechos históricos le parece criminal a la ministra Montero?

Hace poco más de un año, en un acto de la campaña para las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2019, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se refería a los casos de corrupción que han salpicado al PP con estas palabras: «AvalMadrid, Lezo, Púnica, másteres, todas esas operaciones criminales, vamos a decirlo, de una organización criminal, que realmente han mostrado lo peor de la política y del servicio público». Incluso la misma socialista que ahora exige que García-Gallardo se retracte, hace menos de un año y en las mismas cortes de Castilla y León, también acusó al PP de ser «un partido organizado criminalmente para delinquir». Hay que tener la cara muy dura para llamar criminales a otros por una Gürtel o unos másteres, olvidándose de sus golpes de Estado, asesinatos, checas, terrorismo de Estado, expolios y la infinita lista de crímenes cometidos por este mismo Partido Socialista que hoy traslada a Txapote e indulta a Junqueras a cambio de que proetarras y golpistas les mantengan en el poder.


Publicado el 27/10/2022 en Okdiario

Que te quiera Junqueras y te vote Txapote

 


Cuando Pedro Sánchez estaba en la oposición, hace apenas cuatro años, formaba parte de los llamados constitucionalistas que apoyaban la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña y decía cosas como que “lo que se produjo el pasado 6 y 7 de septiembre (de 2017) en el Parlamento de Cataluña se puede entender como un delito de rebelión, yo creo que lógicamente lo es, clarísimamente ha habido un delito de rebelión en España”. Estas palabras las pronunció en una entrevista en Antena 3, el 17 de mayo de 2018, tan sólo un par de semanas antes de la moción de censura que le llevó a la presidencia del Gobierno gracias al apoyo de los golpistas catalanes; lo que le hizo cambiar de opinión, ordenando inmediatamente a la Abogacía del Estado que rebajara su acusación de rebelión a sedición. Lo explicó en el Congreso el 26 de octubre de 2018, diciendo que “el delito de rebelión se tiene que dar por militares o por civiles armados a la orden de militares”.

«El presidente del Gobierno nunca ha dicho que ha visto un delito de rebelión en Cataluña. El presidente del Gobierno no ha dicho eso nunca», explicaba Carmen Calvo, por entonces vicepresidenta y ministra de la Presidencia de Sánchez, queriendo decir que Sánchez se ha transmutado por el poder de la investidura, dejando de ser la persona que era antes de convertirse en presidente del Gobierno y convirtiéndose en otro ser distinto, de opiniones diferentes. La importancia de este cambio está en que una condena por rebelión conlleva hasta 30 años de prisión e inhabilitación, mientras que la de sedición tiene una condena máxima de 15 años. Así los golpistas catalanes fueron condenados a penas que iban desde los 13 años de Junqueras hasta los 9 de los Jordis.

Pero esta no ha sido la única transmutación sufrida por Sánchez. El 14 de octubre de 2019, en plena campaña de las elecciones generales del 10-N, se comprometió en público a que los golpistas condenados por el Tribunal Supremo cumplirían íntegramente sus penas. “Conocido el sentido de la sentencia del Tribunal Supremo quiero manifestar el absoluto respeto y el acatamiento de la misma por parte del Gobierno de España y el acatamiento significa su cumplimiento, reitero, su íntegro cumplimiento”, aseguró. Pero ése era el Pedro Sánchez candidato, una vez investido volvió a transmutar y les concedió el indulto sin que reunieran ninguna de las tres condiciones imprescindibles, ya que ni lo habían solicitado por ellos mismos, ni habían manifestado arrepentimiento, ni habían acatado la Constitución. Pero este indulto que sacó de la cárcel a los golpistas tras pasar poco más de tres años en prisión, no afectó a la condena de inhabilitación absoluta que sigue afectando a todos ellos.

Para arreglar ese problemilla de los golpistas, Sánchez ha vuelto a transmutar y está negociando con ellos una reforma del Código Penal que rebaje las penas que afectan al delito de sedición, para que puedan volverse a presentar a las elecciones, ocupen de nuevo cargos públicos y estén en condiciones de volver a declarar la independencia de Cataluña dando otro golpe de Estado, como han asegurado que van a hacer, pero ahora con la experiencia de que les sale casi gratis. No es el mismo Pedro Sánchez que decía que Junqueras y compañía habían cometido un delito de rebelión por el que debían cumplir íntegramente 30 años de condena, se ha convertido en otra persona que ahora indulta golpistas y cambia las leyes para que puedan volver a hacerlo. Ahora es el Pedro Sánchez que traslada a todos los presos etarras a cárceles controladas por un Gobierno vasco al que ha transferido las competencias de prisiones para que puedan sacarlos a la calle mediante otro indulto encubierto. Así, que te quiera Junqueras y te vote Txapote.


Publicado el 25/10/2022 en Okdiario

Vocales de Podemos en el CGPJ

 


Dice la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que es “vital para nuestro país retomar el respeto a las instituciones” y aclara que para ella eso significa que se va a cumplir el acuerdo entre PSOE y Podemos para conformar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) incluyendo a vocales propuestos por la formación ‘morada’. Por su parte, el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ha reconocido que aspiran a que Victoria Rosell, actual delegada del Gobierno contra la violencia de género y juez en excedencia, pueda ser vocal en el CGPJ, recalcando que es «una de nuestras candidatas preferidas».

Victoria Rosell fue elegida diputada en 2015 como cabeza de lista por Podemos en Las Palmas y volvió a salir reelegida en 2019, pero renunció al escaño en enero de 2020 para ser nombrada delegada del Gobierno contra la Violencia de Género. Se hizo famosa en 2016 por los ‘pollos’ que montaba cada vez que pasaba por el aeropuerto de Gran Canaria, donde pretendía que le permitieran hacer uso de unos privilegios que no le correspondían. Se enfadaba cuando no le dejaban utilizar la Sala de Autoridades y la liaba cuando la Guardia Civil le pedía que se identificase o sacara su ordenador personal de la maleta, como tiene que hacer todo hijo de vecino. ‘Tú no sabes quién soy yo’, era la frase que salía de su boca cada vez que un empleado del aeropuerto o alguna autoridad le impedía salirse con la suya. Con esos antecedentes, la podemita fue propuesta por su partido primero como ministra de Justicia, y más tarde como vocal del CGPJ, cargo que parece estar a punto de conseguir.

La Constitución española dice en su artículo 122 que los 20 miembros del CGPJ serán elegidos “12 entre Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca la ley orgánica; cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados, y cuatro a propuesta del Senado, elegidos en ambos casos por mayoría de tres quintos”. Es evidente que si los ‘padres’ de la Constitución hubieran querido que los 20 vocales fueran elegidos por el Congreso y el Senado no habrían redactado así este artículo. Por eso, la Ley Orgánica del CGPJ aprobada el 12 de enero de 1980, apenas unos meses después de la entrada en vigor de la Constitución, estableció en su artículo 12 que “los vocales del Consejo General de procedencia judicial (12) serán elegidos por todos los jueces y magistrados que se encuentren en servicio activo”. Pero este método solo aguantó cinco años hasta que en 1985 el socialista Felipe González, viendo que una justicia independiente no se plegaba a sus deseos, lo cambió para que todos sus 20 miembros fueran nombrados por las Cortes.

Fue entonces cuando Alfonso Guerra anunció que “¡Montesquieu ha muerto!” porque se ponía fin a la idea defendida por el filósofo francés de que los tres poderes del Estado, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, deben ser ejercidos por órganos del gobierno distintos, autónomos e independientes, lo que choca con la idea de la izquierda, que considera que no debe existir ningún poder ni control que quede fuera de su alcance. Desde entonces los partidos políticos se han venido repartiendo los asientos del CGPJ en base a sus correspondientes cuotas de poder. En 2001 un Aznar con mayoría absoluta pactó con el PSOE que las asociaciones de jueces propusieran a 36 candidatos entre los que las Cámaras elegirían a 12 vocales. Y en 2013 un Rajoy también con una mayoría absoluta conseguida con un programa electoral en el que se comprometió a volver al sistema de elección anterior a 1985, aprobó finalmente una nueva reforma contraria a su programa electoral de manera que los 20 vocales fueran designados directamente por el Parlamento, sin elecciones previas en la carrera judicial.

Partido Popular y PSOE se han venido repartiendo a los jueces sin escrúpulos hasta que Pedro Sánchez llegó al poder de la mano de los comunistas antisistema, los proetarras y los golpistas catalanes, de quienes depende y con los que se ha comprometido a repartirse la justicia, como repetidamente han anunciado los representantes de la extrema izquierda en el Gobierno. Es posible que los votantes del PP no vieran con muy buenos ojos que los nombramientos judiciales recayeran en personajes como Otegui, Puigdemont, Rufián o Echenique, declarados enemigos de nuestro régimen democrático. Por eso Pablo Casado aguantó durante cuatro largos años las presiones de toda la prensa de izquierda, negándose a renovar el CGPJ si no se cambiaba la forma de elección de los jueces. Pero ahora parece que Feijóo está negociando nombres, a cambio de que el PSOE se comprometa a cambiar en un futuro incierto la forma de elección de los jueces.

Podemos imaginarnos ya a la podemita Victoria Rosell entrando en la sala de reuniones del CGPJ y diciéndole al ujier que le abre la puerta: tú no sabes quién soy yo. Dice nuestra Constitución en su artículo 117 que “la Justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley”. Es imposible que nadie asocie la cualidad de independencia a una podemita que ha sido cabeza de lista de su partido en dos elecciones generales, diputada de Podemos y ahora ejerce en nombre de su partido como delegada del Gobierno contra la violencia de género. Lo próximo puede ser poner a Txapote del presidente del Tribunal Constitucional.

Publicado el 20/10/2022 en Okdiario

Las lecciones de democracia del PSOE


 

El 15 de junio de 2017, hace más de 5 años, se cumplieron 40 años de las primeras elecciones democráticas celebradas un año y medio después de la muerte de Franco. Aquellas primeras elecciones democráticas que dieron paso a la legislatura constituyente, las ganó la UCD de Adolfo Suárez con una holgada mayoría y 47 escaños de diferencia con un PSOE que fue segundo. Después de aprobada la Constitución de 1978 se celebraron unas nuevas elecciones generales en marzo de 1979 y en ellas Adolfo Suárez mejoró sus resultados obteniendo tres diputados más, manteniendo la distancia de 47 escaños con un PSOE que volvió a quedar segundo. Las siguientes elecciones generales, las primeras que ganó el PSOE hace ahora 40 años, se celebraron a finales de octubre de 1982, unos meses después del intento de golpe de Estado de los generales Armada y Milans del Bosch y el teniente coronel Tejero.

Aquellas elecciones de 1982 tuvieron que adelantarse 6 meses por el juego sucio del PSOE y la ambición de Felipe González. La primera legislatura después de aprobada la Constitución debería haber sido tranquila para Adolfo Suárez, ya que su partido contaba con 168 de los 350 diputados y la Coalición Democrática de Manuel Fraga tenía 10; pero terminó siendo una pesadilla para él. La crisis del petróleo había traído un problema de paro hasta entonces desconocido, que unido a los incesantes atentados de la banda terrorista ETA, con casi 100 asesinatos cada año, animaron a los socialistas a presentar, en mayo de 1980, una moción de censura que perdieron, pero que fue utilizada para desestabilizar al Gobierno y promocionar la figura de Felipe González. Finalmente, Suárez se vio forzado a dimitir en enero de 1981 y su sucesor, Leopoldo Calvo-Sotelo tuvo que adelantar las elecciones, como quería el PSOE.

Cuando el PSOE de Felipe González ganó por mayoría absoluta las elecciones de 1982, España llevaba ya cinco años de democracia, desde 1977. En esos años más los dos anteriores, desde la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, se llevó a cabo la Transición, un proceso de tránsito ordenado y pacífico hacia la democracia que se ha convertido en un modelo a imitar por otros países. En la Transición los españoles decidimos perdonarnos mutuamente los desmanes cometidos antes, durante y después de la Guerra Civil, en pos de una paz y una unidad que permitiera sanar nuestras heridas y mirar al futuro con esperanza. Pero ni Felipe González ni el PSOE tuvieron ninguna relevancia en la Transición. Sus protagonistas fueron Juan Carlos I, Adolfo Suárez, Santiago Carrillo, Manuel Fraga y hasta Nicolás Redondo y Marcelino Camacho. Entre los 7 ponentes llamados padres de la Constitución sólo había un socialista, Gregorio Peces-Barba, y Felipe González era sólo ese joven con chaqueta de pana que Alfonso Guerra decía que llegaba oliendo a establos.

El PSOE es un partido con 143 años de sangrienta historia bolchevique, golpista, terrorista y corrupta. Su fundador, Pablo Iglesias, presumía de haber participado en la Semana Trágica de Barcelona de 1909 en la que quemaron 80 iglesias y conventos y murieron 78 personas. Colaboraron con la dictadura del General Primo de Rivera en 1923. En octubre de 1934 los socialistas promovieron una huelga general que desembocó en un golpe de Estado contra la II República. El 1 de julio de 1936 el diputado Ángel Galarza (PSOE) amenazó de muerte en el Congreso a Calvo Sotelo, que fue asesinado doce días después por Luis Cuenca Estevas (PSOE), guardaespaldas de Indalecio Prieto (PSOE). Los socialistas Largo Caballero y Negrín expoliaron más de 500 toneladas del oro del banco de España que enviaron a Moscú junto a todas las joyas robadas a los españoles. Después de la Transición el PSOE creó y financió el terrorismo de Estado de los GAL. Financiaron su partido con Filesa y han robado 680 millones de euros a los parados andaluces para gastárselos en drogas y prostitutas, por lo que tienen a dos presidentes condenados. Pocas lecciones de democracia puede dar este partido que celebra ahora el 40 aniversario de su llegada al poder como si con ellos hubiera llegado la democracia a España.


Publicado el 18/10/2022 en Okdiario

Txapote, Junqueras y Mohamed no abuchean a Sánchez


 

A Pedro Sánchez se le abuchea cada vez que aparece en público. A él le disgusta y probablemente no lo entiende. Sánchez se ve a sí mismo tan guapo, tan alto, tan apuesto, tan elegante, tan atractivo… se quiere tanto que no le entra en la cabeza que no pueda salir a la calle sin que le griten y le insulten. También es verdad que está poco habituado. Acostumbra a rodearse de palmeros, y sobre todo palmeras, que no se cortan un pelo en mostrarle continuamente cuánto lo admiran. Personajes de medio pelo cuyo único mérito es dejar que se les caiga la baba ante él cuando lo miran con arrobo, que le aplauden al verlo andar con ese estilo chulesco que le caracteriza, a lo John Travolta interpretando a Tony Manero en Fiebre del sábado noche. Y ahora hasta ha tenido que cancelar la operación «piel con piel» para evitarse escenas como la ocurrida en Madrid.

Ayer a Sánchez le salió mal la jugada. El año pasado también llegó tarde a la tribuna del desfile de la Fiesta Nacional del 12 de octubre, pero lo hizo con el tiempo justo para saludar a las autoridades y colocarse en su sitio en el momento exacto en el que el coche del Rey llegaba, aunque para eso el vehículo del Monarca había tenido que ralentizar su marcha, pero no se notó tanto como este año. Es lo que pasa cuando se apura tanto. Como Sánchez sabe que en cuanto se baje del coche y se anuncie por megafonía su llegada van a comenzar los gritos, los insultos y los abucheos, intentó hacer como el año pasado y llegar justo a la vez que el Rey, porque en cuanto aparezca Su Majestad los gritos se van a convertir en aplausos, por el cariño y la admiración que Felipe VI recibe de los españoles en toda ocasión. Pero, por tanto, apurar ayer se pasó e hizo que el Rey tuviera que esperarle durante un minuto sin poder bajarse del coche.

Y lógicamente el efecto ha sido justo el contrario de lo que él esperaba. En vez de pasar desapercibido como era su deseo, lo que ha logrado con su retraso -dicho sea con el respeto que no merece y sin segundos sentidos-, ha sido que el abucheo sea la noticia más comentada del día. Los gritos han ocupado hoy todas las portadas haciendo irritar a todos los progres españoles que se muestran muy ofendidos, tratando de ultras y fachas a los ciudadanos que libremente expresan la nefasta opinión que les merece el presidente del Gobierno menos votado de la historia de nuestra democracia.

Pero quienes abuchean a Sánchez no son ni ultras ni fachas. En realidad, tan sólo Txapote, Junqueras y Mohamed VI no tienen motivos para abuchear a Sánchez. Si el presidente quiere ser recibido con aplausos lo que tiene que hacer es darse un paseo por esas cárceles vascas a las que ha trasladado a los más sanguinarios asesinos etarras, después de transferir las competencias de prisiones al Gobierno del PNV. Allí le aplaudirán con las orejas TxapoteTxeroki y Henri Parot. Otra opción para Sánchez puede ser darse un paseo por la Meridiana de Barcelona, donde a diario cortaban el tráfico los independentistas que protestaban por las condenas a los golpistas ya indultados por el Gobierno. En Barcelona Sánchez será aclamado por Junqueras, Romeva y los Jordis. También puede salir tranquilamente por las calles de Rabat, después de haber obedecido las instrucciones de Mohamed VI para entregarle el Sáhara, enfrentándonos con Argelia y perdiendo el suministro de todo su gas barato. Ningún enemigo de España abucheará a Sánchez, de eso puede estar seguro.


Publicado el 13/10/2022 en Okdiario

¡Vamos a volver al 36!

 


Progres y ultras de extrema izquierda llevan unos días sin poder dejar de llorar, primero porque los niños del Colegio Mayor Elías Ahúja gritaron por las ventanas “putas, salid de vuestras madrigueras” y ahora porque Los Meconios e InfoVlogger cantaron “vamos a volver al 36, la izquierda que gobierna ya se llama Frente Popular” en el Viva 22 de Vox. Para progres y comunistas ninguna de estas frases está amparada por la libertad de expresión ni por la creatividad de los artistas, porque son homófobas, fascistas, machistas y heteropatriarcales y merecen el denodado esfuerzo de una fiscalía que ya todos sabemos de quién depende. Pero vamos a hacer memoria.

«Sobre las 13,00 horas del día 10 de marzo de 2011, la acusada Rita Maestre… entró junto con un grupo de personas a la Capilla del Campus de Somosaguas… se quitó la camiseta, quedándose en sujetador, y… se dirigieron hacia fuera de la Capilla gritando: “Vamos a quemar la Conferencia Episcopal”, “menos rosarios y más bolas chinas”, “contra el Vaticano poder clitoriano”, “sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios”». Palabras literales de los hechos probados de la sentencia que condenó a Rita Maestre. También dice la sentencia que algunos testigos escucharon gritar «el Papa no nos deja comernos las almejas» y «arderéis como en el 36». Con este único mérito, ya que antes de eso Rita Maestre sólo había trabajado cinco meses como dependienta en El Corte Inglés y dos meses haciendo encuestas en el Metro de Madrid, Podemos la hizo secretaria de Políticas del Bienestar y la presentó en sus listas al Ayuntamiento de Madrid, donde lleva siete años transitando entre los partidos de la extrema izquierda más radical.

«Jorge Campos merece una bomba de destrucción nuclear», «llegaremos a la nuez de tu cuello, cabrón, encontrándonos en el palacio del Borbón», “que explote un bus del PP con nitroglicerina cargada”, “Sofía en una moneda pero fusilada”, «a ver si ETA pone una bomba y explota”, «tu bandera española está más bonita en llamas, igual que un puto Patrol de la guardia cuando estalla», «Cospedal no reiría tanto en un zulo a cuarenta grados”, «el Rey tiene una cita en la plaza del pueblo, una soga al cuello y que le caiga el peso de la ley”… Son sólo algunas de las frases por las que Valtonyc fue condenado a 3 años y medio de prisión. El rapero informó de que algunas de estas canciones fueron un encargo directo de Pablo Iglesias quien, como toda la extrema izquierda española, nunca ha dejado de defenderlo.

“Ojalá vuelvan los GRAPO y te pongan de rodillas”, “mi hermano entra en la sede del PP gritando ¡Gora ETA!”, “los GRAPO eran defensa propia ante el imperialismo”, “no me da pena tu tiro en la nuca, capitalista”, “todas las mansiones se deberían quemar u okupar”, “Bin Laden no existe, son los padres”… Son una pequeña muestra de las lindezas por las que Pablo Hasél permanece en prisión, lo que para Podemos es una anormalidad democrática y pide para él un indulto sin arrepentimiento.

La libertad de expresión le importa una higa a la izquierda, lo que quieren progres y comunistas es que los demócratas caigamos en su trampa y nos distraigamos con los gritos del Ahúja y las canciones de Los Meconios para que pasen por alto las colas del hambre y la pobreza energética; y que no nos enteremos de que, como informó el sábado el diputado Pablo Cambronero, el Gobierno feminista que nos sube los impuestos, según ellos, para Sanidad y Educación, ha reconocido por escrito que no financia, «por ser demasiado caro», un nuevo fármaco contra el cáncer de mama triple negativo metastásico que reduce el riesgo de muerte en un 49%. Volver al 36 sólo lo quieren los comunistas que piensan que esta vez pueden ganar la guerra que perdieron; los demócratas nos conformamos con echarlos a ellos, como en el 39, para devolverlos a los perros y las flautas que nunca debimos permitirles abandonar.


Publicado el 11/10/2022 en Okdiario

Ahúja se escribe con tilde

 


Elías Ahúja y Andría fue un filántropo, político, comerciante y académico español que, pese a que murió en el exilio acosado por un régimen franquista que lo acusaba de pertenecer a la masonería, nunca dejó de hacer obras de beneficencia en España, construyendo hospitales, comedores y escuelas para los presos, viudas y huérfanos. En 1969 la Fundación Elías Ahúja levantó el Colegio Mayor que lleva su nombre en Madrid, y encomendó su gestión a la Orden de San Agustín. Y en octubre de 2022 su apellido saltó a los medios de comunicación y las redes sociales, que mayoritariamente lo escribieron sin tilde para demostrar que les importa un pimiento la verdad y que sólo les interesa usar cualquier chorrada para difundir su ridículo discurso con lo que para la extrema izquierda es políticamente correcto, logrando que la derecha acomplejada les siga la corriente de forma absurda.

Nadie que haya pasado por la Universidad, aunque sólo fuera para jugar al mus en la cafetería, puede escandalizarse de verdad por las chorradas que gritan los niñatos malcriados del Colegio Mayor Elías Ahúja, con tilde, así como tampoco se le deben dedicar ni dos segundos a la absurda respuesta de las crías pijas y descerebradas del Colegio Mayor Santa Mónica, que participan en tan lamentable como insignificante episodio. Es una gilipollez típica de unos becerros hiper hormonados e inmaduros que no tienen mayores preocupaciones en una vida privilegiada que se les está dando regalada. Lo único bueno que se puede decir de ellos es que a casi todos se les pasará pronto tanta tontería y que la mayoría se convertirán en personas de provecho cuando superen su actual infantilismo.

Por desgracia no podemos decir lo mismo de aquellos que han saltado con unas formas claramente impostadas y exageradas para convertir esta chiquillada descerebrada pero insignificante en algo más trascendente que, por ejemplo, la infinidad de violaciones en grupo llevadas a cabo por manadas de inmigrantes ilegales con las que ellos mismos miran para otro lado. Porque, ¿cómo va a ser más importante que unos adolescentes atolondrados griten por la ventana “putas, salid de vuestras madrigueras” a que el maduro vicepresidente del Gobierno de España deje dicho por escrito que desea “azotar hasta que sangre” a una periodista que no es de su cuerda? ¿Cómo es posible que un adulto que ocupa la portavocía en el Congreso de uno de los partidos de la coalición de Gobierno cantara como si tuviera gracia “chúpame la minga, Dominga, que tiene sustancia”, y ahora diga hiperventilando que esta idiotez de niñatos “está diseñada para aterrorizar a las chicas del colegio de enfrente”, cuando ellas mismas han salido a desmentirlo públicamente?

Pero si las reacciones de la extrema izquierda han sido ridículas y sobreactuadas, no se han quedado atrás las de la derecha. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se apresuró en ser de los primeros en calificar la chiquillada de “inadmisible e intolerable”, llegando a asegurar que los chiquillos “lo que tienen que hacer es dejar ellos la caverna”. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, muy seria ella, dice que esta idiotez refleja un «repugnante machismo». Ni siquiera algunos líderes de Vox han perdido la oportunidad de hacer el ridículo y así su portavoz en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ha dicho que está “indignada” por esas imágenes; mientras que el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega-Smith, dice que “no puede entender esto como una broma y como un juego”. Con un par.

Se han confundido todos, demuestran que no saben a quiénes tienen enfrente. Lo que está obligado a responder cualquier líder de la oposición con dos dedos de frente cuando le pregunten por la gansada de los niñatos pijos del Colegio Mayor Elías Ahúja, con tilde, es que ayer Pedro Sánchez y su Gobierno subieron los impuestos a los españoles para elevarse ellos sus sueldos un 4%, al mismo tiempo que el Congreso aprobaba la tramitación del derecho al aborto sin permiso paterno a partir de 16 años, una la ley trans que permitirá realizar el cambio de sexo a partir de los 12 años; y la ley animal que concede más derechos a un hámster que a un niño aún no nacido. ¡No aprendemos!

Publicado el 07/10/2022 en Okdiario

El mayor gasto de la historia para un año electoral


 

La noticia la adelantaba Yolanda Díaz a las 8:07 de la mañana, el Gobierno tripartito formado por el partido sanchista, lo poco que queda de Podemos y lo que sea que lidera la propia vicepresidenta segunda; ha vuelto a ponerse de acuerdo para aprobar sus terceros Presupuestos Generales del Estado. Unas cuentas que, según Moncloa, incorporarán el mayor gasto social de la historia de España. El acuerdo, confirmado más tarde por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y por Pedro Sánchez, se ha alcanzado con nocturnidad porque la misma Yolanda Díaz negaba anoche, en una entrevista en La Ser, que se hubiera logrado el mismo pasadas las 10 de la noche. Tenían la posibilidad de haber prorrogado los de este año, pero han preferido aprobar unos nuevos aumentando todas las partidas de gasto, para presentarse con ellos a las próximas elecciones, que los letrados del Congreso de los Diputados han informado de que deberán celebrarse antes del 10 de diciembre de 2023.

Con una inflación rondando el 10%, que nos convierte en líderes de otro vergonzoso ranking mundial, muy por encima de Alemania, Francia, Italia o Estados Unidos; estos presupuestos contribuirán a cronificar las subidas de precios en España. Tal y como el ganador del Premio Nobel de economía Milton Friedman dejó escrito desde 1963 en su libro A monetary History of the United States, 1867-1960, «la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario». Los precios varían según la oferta monetaria y cuanto más dinero hay en circulación, menos valor tiene. Cuando el Gobierno dispara el gasto público nos condena a todos a sufrir durante meses la alta inflación y a nuestros hijos y nietos a pagar con sus impuestos la deuda que inevitablemente irá en aumento.

El gasto en pensiones absorbió ya el 37% de los Presupuestos de 2022 y es una cifra que viene aumentando significativamente año tras año. En 2002 dedicábamos 65.000 millones de euros a pensiones, en 2012, 112.000 millones de euros y en 2022, 171.000 millones que representan ya el 12% del PIB. Yolanda Díaz acaba de anunciar que «todas las pensiones, sean contributivas o no, se incrementarán para que mantengan su poder adquisitivo frente al alza inflacionista», y además «el Ingreso Mínimo Vital aumentará en los mismos términos que las pensiones» e «incrementaremos el salario de los empleados y empleadas públicas hasta un 9,5% en tres años». Medidas que son todas muy inflacionistas y que tan sólo pueden entenderse como pura propaganda electoral que se despreocupa de las consecuencias a corto y medio plazo con tal de presentarse a las próximas elecciones con un discurso populista que se olvide de lo que inevitablemente va a pasar con el precio de la cesta de la compra.

Pero pese a lo anunciado por Pedro Sánchez, la verdad es que el Consejo de Ministros no tiene facultades para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, porque nuestra Constitución señala que el Gobierno sólo los elabora y deberán ser aprobados por las Cortes Generales, donde Sánchez volverá a demostrar que no tiene escrúpulos para pagar la cuota que le exijan los golpistas de ERC, los proetarras de Bildu y los recoge nueces del PNV, y ahí el gasto no va a ser sólo económico. A cambio de los Presupuestos de años anteriores, el Gobierno ya ha indultado a Junqueras y el resto de los presos independentistas condenados por el golpe de Estado catalán; igual que ha procedido al indulto encubierto de Txapote, el asesino de Miguel Ángel BlancoGregorio Ordóñez y Fernando Múgica, junto a todos los terroristas de ETA trasladados por Sánchez y Marlaska a las prisiones transferidas al Gobierno vasco. Por estos últimos Presupuestos, Sánchez volverá a pagar lo que le pidan, sea lo que sea; un referéndum de independencia, una amnistía, expulsar al ejército, la Policía y la Guardia Civil… cualquier cosa. Sánchez ya ha demostrado que no tiene escrúpulos ni vergüenza y que es capaz de todo para lograr sus objetivos; ERC y Bildu lo saben y lo aprovecharán para intentar destruir a España, porque también son conscientes de que puede ser su última oportunidad.

Publicado el 04/10/2022 en Okdiario