El fraude del ‘chequefake’

 


200 euros en un cheque único y anual para compensar la subida de los precios de los alimentos a las familias con una renta conjunta anual inferior a 27.000 euros, que no sean pensionistas ni perceptores del ingreso mínimo vital. Los perceptores, además, tienen que cumplir otra condición, tener «un patrimonio inferior a 75.000,00 euros anuales (sic) a 31 de diciembre de 2022». Dejamos aparte la errata de indicar el límite en el patrimonio en «euros anuales», que muestra claramente el analfabetismo de las personas que Pedro Sánchez ha puesto a redactar el BOE; porque hasta un niño sabe que el patrimonio se mide a una fecha y no es como la renta, que se genera y se mide por períodos de tiempo. Nos quedamos con que para recibir el cheque alimenticio la familia no puede ser dueña ni de su casa.

200 euros para una familia de, por ejemplo, 4 miembros son 50 euros por persona, que en un cheque único anual daría para 4 euros al mes o, para que se vea más claro, menos de 0,14 euros al día. Esa familia que no tiene casa, ni es pensionista, ni percibe el ingreso mínimo vital, pero necesita ayuda para comer, podrá destinar la ayuda de Sánchez, por ejemplo, a comprar 2 manzanas o 2 yogures diarios a repartir entre los 4 que son en casa, o 1 barra de pan o 1 litro de leche para los 4 cada 2 días. Ayer en las noticias entrevistaban a gente anónima a la que le preguntaban qué les parece esta medida y sorprendentemente, varios contestaban algo así como: «No es mucho, pero algo es algo y toda ayuda es buena», demostrando que mucho votante español es tan analfabeto que podría escribir en el BOE de Sánchez.

200 euros al año para una familia que necesita ayuda para comer es una miseria, un despropósito, un insulto a la inteligencia. Y encima cuando en el mismo momento se nos anuncia un nuevo impuesto al plástico que encarecerá los alimentos básicos y nos dicen que se va a quitar la ayuda de 20 céntimos por litro de combustible que nos suponía a todos 12 euros cada vez que llenábamos el tanque, algo que tenemos que hacer varias veces al mes y que ya supone mucho más que esos 200 euros que sólo van a poder cobrar algunos. Como en un cutre truco de magia, Pedro Sánchez nos mete la mano en el bolsillo, nos saca la cartera, nos quita todos los billetes y con la otra mano nos devuelve la calderilla insistiéndonos en lo guapo y lo generoso que es él y pidiéndonos el voto, porque él se lo merece.

Sánchez le baja durante 6 meses el IVA al pan, la leche, la fruta, las verduras, la pasta y el aceite, pero no a la carne ni al pescado, sin ninguna explicación ni justificación. Quizá porque esta pequeñísima rebaja en unos productos que ya tenían un IVA superreducido que del 4% pasa al 0% y del 10% al 5%, apenas va a suponer unos céntimos cuando llenemos un carro de la compra, mientras que haberle bajado los impuestos a la carne y el pescado, con lo caros que están, habría supuesto una ayuda significativa, que es lo que a este Gobierno le estaban reclamando los partidos de la oposición. Todo en Sánchez es fraude, todo es engaño, mentira, manipulación y estafa. 2023 es el año electoral en el que los españoles, por fin, podremos decir en las urnas lo que nos parece la nefasta gestión del doctor Cum Fraude. Esperemos que no haya muchos bobos que se dejen engañar con el chequefake y se acuerden de los corruptos y violadores a los que ha rebajado las penas, los etarras liberados y los golpistas indultados.


Publicado el 29/12/2022 en Okdiario

La marmota catalana

 


El 2 de febrero de cada año la marmota Phil de Pensilvania sale de su madriguera, si no ve su sombra por ser un día nublado, la abandonará y eso significará que el invierno se va a terminar pronto. Pero si ve su sombra por tratarse de un día soleado, Phil se meterá de nuevo en la madriguera y eso implicará que el invierno aún va a durar seis duras semanas más. El nombre completo de Phil es «vidente de videntes, sabio de sabios, pronosticador de pronosticadores y profeta extraordinario del clima». En España no tenemos marmota, pero tenemos al presidente de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès, que al igual que sus antecesores Quim Torra, Carles Puigdemont y Artur Mas, desempeñan una función de predicción similar, pero con muchísimo mayor índice de acierto. Las probabilidades de que la marmota Phil de Pensilvania acierte con su predicción están, según las autoridades sobre el clima de EEUU y Canadá, por debajo del 40%; mientras que la marmota catalana acierta siempre, nunca falla, jamás se equivoca. Este sí que es un “profeta extraordinario”.

En su tradicional discurso de Navidad emitido por TV3, la marmota catalana, Pere Aragonés, ha planteado un «acuerdo entre nosotros sobre cuándo Cataluña debe poder volver a ejercer el derecho a decidir», que tiene que ser «en 2023». El presidente catalán dice que hay que ponerse de acuerdo «sobre en qué condiciones se debe volver a votar» para que «esta vez todas las partes se sientan incluidas y todo el mundo acepte el resultado». Tanto la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, como el ministro de Presidencia, Félix Bolaños y la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, lo han desmentido tajantemente: «No habrá referéndum de autodeterminación. Es inconstitucional. No se va a celebrar», han asegurado. Lo que confirma con total certeza y sin la menor duda que el referéndum sí se va a volver a celebrar.

La misma fiabilidad tienen las previsiones de la marmota catalana como certeza podemos tener en que Pedro Sánchez va a incumplir sus promesas. Así que, si sus ministros nos aseguran que no se va a celebrar ningún referéndum de autodeterminación en Cataluña, se confirma que, como ha anunciado Pere Aragonés, los catalanes volverán a sacar sus urnas de juguete el año que viene. La experiencia demuestra que eso es así. «Con Bildu no vamos a pactar. Si quieres lo digo 5 veces, o 20 veces durante la entrevista; con Bildu no vamos a pactar», dijo Sánchez en 2015. También negó en 2019 que pensara indultar a los golpistas catalanes. El Gobierno «acata» la sentencia, dijo, y acatar, precisó, significa «el cumplimiento íntegro» de las penas impuestas.

Por escrito, el Gobierno de Pedro Sánchez negó que fuera a modificar el delito de sedición en el Código Penal. Respecto al acercamiento de etarras, en 2018 el PSOE de Sánchez aseguraba que «no lo planteamos como ningún tipo de negociación: ni como reacción al comunicado de ETA ni en la negociación presupuestaria». Y ya los tenemos a todos en casa por Navidad. Y a Puigdemont, en la campaña electoral prometió que lo traería para ser juzgado: «Yo me comprometo, aquí y ahora, a traerle de vuelta a España», salió de su boca en un debate electoral. Sánchez es tan confiable como la marmota catalana, pero al revés, si promete que mientras él gobierne “nunca se va a celebrar un referéndum de ese tipo ni de forma regular ni irregular”, se confirma el peor de los pronósticos. Los golpistas ya le han sacado a Sánchez, primero la rebaja de la acusación de la fiscalía de rebelión a sedición, después su indulto, y más tarde la despenalización de la sedición y el abaratamiento de la malversación. Así que, cuando ahora Pere Aragonés anuncia que en 2023 volverán a celebrar un referéndum y Pedro Sánchez lo niega, ya tenemos otra vez a la marmota fuera de su madriguera y seguro que de nuevo se sale con la suya.


Publicado el 27/12/2022 en Okdiario

Hartos de Sánchez y su banda

 


Resulta terrible el hartazgo, infernal la fatiga y espantoso el agotamiento provocado por Pedro Sánchez y toda la cuadrilla de la que se ha rodeado. Durante muchísimo tiempo recordaremos este final de 2022 como esos días de pesadilla en los que se superaron todos los límites. Es imposible, ya nada nos sorprende, todo resulta previsible; el horror es monótono, cansino y aburrido. Sabemos que nada bueno se puede esperar del presidente del Gobierno y su mesnada, tanto los donnadies del Partido Sanchista de los que se ha rodeado para que le aplaudan, como sus socios en el Gobierno de coalición, liderados por esa pareja de niñatas incultas, incompetentes y analfabetas, pero engreídas en su burricie sólo por haber sido designadas a dedo para lucir una cartera ministerial que no merecen, por un Pablo Iglesias que, en la sombra, las sigue manejando con descaro.

Y pese a que todos sus crímenes ya están previstos, tanta acumulación provoca un horrible empacho. Las noticias son como ese vertedero municipal en el que una hilera interminable de camiones va depositando su carga de basura apestosa en la que, varias veces cada día, encontramos un cadáver en descomposición. El niño violado y asesinado que hoy apareció en un contenedor puede ser esa ley trans de Irene Montero que permitirá a los menores cambiar su sexo sin conocimiento de sus padres. El tronco humano sin cabeza ni extremidades que encontramos ayer entre los desperdicios sería esa ley del sólo sí es sí que ha rebajado las penas de 115 violadores, de los que al menos 16 están ya en la calle acechando a sus nuevas víctimas. Excrementos e inmundicias se acumulan sobre las pruebas del crimen diario ante el pavoroso desaliento de la audiencia.

Aburre ver salir a etarras de la cárcel mientras su brazo político es tratado con más respeto y dignidad que las víctimas de sus crímenes. Satura escuchar las provocaciones de golpistas indultados que están consiguiendo un Código Penal a la medida de sus futuros delitos. Cansa imaginar a los corruptos frotándose las manos ante una inminente rebaja de sus penas que les permitirá disfrutar impunemente del botín que nos han robado. Empachan tantas mentiras, tanta chulería, tanta desfachatez y tan poco recato en el abuso de unos votos que consiguieron diciendo que iban a hacer justo lo contrario de todo lo que luego los vemos llevar a cabo. La imagen de aquel Pedro Sánchez delante de una gigantesca bandera de España, dando un discurso en el Teatro Circo Price de Madrid, en su presentación como candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno en 2015, contrasta perfectamente con esa otra que se hizo cenando con Mohamed VI ante otra bandera de España, ahora puesta del revés. Chirría, pero no sorprende, sólo empalaga.

Y ante tanta hartura parece que solamente cabe el desaliento, que es lo único que no tenemos derecho a permitirnos. Los españoles no podemos desfallecer ahora, ni tirar la toalla y dar por perdida la esperanza de que, de alguna forma, tanto abuso tenga fin. La indigestión causada por la caterva que ahora escribe en el BOE no puede revolvernos contra la política, que es lo que en el fondo nos pide el cuerpo a todos; mandar a paseo a cualquiera que se suba a una tribuna para reclamar nuestro voto, pensando que son todos iguales y que ninguno se va a ocupar realmente de nuestros problemas. Ahora más que nunca tenemos que resistir, no podemos desfallecer. Cansados y aburridos, estamos obligados a confiar en que esta vez haya alguien que no nos quiera engañar y que de verdad vaya a ocuparse de recoger la basura y no de generarla, que es lo único que han hecho Sánchez y su banda.


Publicado el 22/12/2022 en Okdiario

El Tribunal Constitucional defiende la democracia

 


Pedro Sánchez tiene muchísimos problemas con la justicia y en esto coincide con sus socios golpistas de ERC. Casi se pierde la cuenta de la cantidad de sus actuaciones que han sido declaradas inconstitucionales, como los dos estados de alarma, la suspensión de actividad en el Congreso por la primera ola de la pandemia, la reforma que dejaba en manos de la justicia autonómica el aval de las restricciones por el covid, el nombramiento como presidenta de RTVE de Rosa María Mateo, la entrada de Pablo Iglesias e Iván Redondo, en el órgano rector del CNI, etc. El Tribunal Constitucional declaró nula también la ley del referéndum catalán de independencia del 1 de octubre. En aquella sentencia, los magistrados del Tribunal Constitucional afirmaron que el Parlamento de Cataluña incurrió «en muy graves quiebras del procedimiento legislativo», y advirtió de que «un poder que niega expresamente el derecho se niega a sí mismo como autoridad merecedora de acatamiento». Ni unos ni otros se lo han perdonado.

Sánchez está a punto de conseguir controlar el Tribunal Constitucional, como les ha prometido a sus socios catalanes. Para ello, ya ha renovado a los cuatro miembros a propuesta del Congreso y a los cuatro que le corresponden al Senado, ya que, por ley, el Tribunal Constitucional, que está compuesto por 12 miembros, se renueva por tercios cada 3 años. Así, los restantes 4 miembros del Tribunal Constitucional pendientes de renovación desde el mes de junio de 2022 son los 2 nombrados a propuesta del Gobierno, junto a otros 2 que le corresponde elegir al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano que ahora mismo se encuentra también paralizado y pendiente de renovación desde diciembre de 2018. Sánchez pretende que se renueven los 2 que le toca nombrar a él, con independencia de que el CGPJ no designe a los suyos y para ello recurre a todo tipo de triquiñuela de mal leguleyo.

El origen del problema de Sánchez para controlar el Tribunal Constitucional se encuentra en la incapacidad de Congreso y Senado para alcanzar la mayoría de tres quintos que exige la ley para la renovación del CGPJ. Según la normativa vigente desde 1985, los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial serán designados por las Cortes, 10 por el Congreso y 10 por el Senado, por un periodo de cinco años. Desde que Pedro Sánchez fue investido en junio de 2018, este consenso ha sido imposible. La coalición de Gobierno es respaldada por sus socios de investidura, pero los votos de independentistasgolpistas y proetarras, unidos a los de socialistas y comunistas, no se acercan a los tres quintos exigidos y Sánchez es incapaz de conseguir el respaldo del PP para cumplir con sus socios. Sin controlar el CGPJ, Sánchez está siendo incapaz de manejar el Tribunal Constitucional.

Exigir una mayoría de tres quintos para asuntos de trascendencia nacional fue uno de los grandes aciertos de esa Transición de la que ahora reniegan la extrema izquierda sanchista y sus socios comunistas, filoetarras y golpistas. Sólo gracias a esa exigencia de consenso, la suma de muchas minorías extremistas e independentistas no ha podido cambiar en su beneficio las reglas de juego democráticas. Sánchez puede indultar a los golpistas, sacar de la cárcel a todos los etarras, derogar la sedición, rebajar las penas a los corruptos y a los violadores, o desenterrar a Franco, porque suma los votos necesarios para todo ello. Pero gracias a nuestro pacto constitucional, todavía no puede actuar contra la unidad nacional, como pretenden sus socios, ni perpetuarse en el poder de manera antidemocrática, como le gustaría a él. Esta vez lo han frenado los magistrados del Tribunal Constitucional, pero es obligación de toda la ciudadanía defender la democracia con todos los instrumentos a nuestro alcance.


Publicado el 20/12/2022 en Okdiario

Twitter Files: las pruebas del delito


 

El pasado 10 de diciembre, apenas mes y medio después de que Elon Musk completara la compra de Twitter, el empresario sudafricano publicaba un escueto tuit en el que decía: “Twitter es a la vez una red social y la escena de un crimen”. Para entonces habían sido ya publicadas 3 de las 5 partes que hasta ahora conocemos de los llamados Archivos de Twitter (Twitter Files), una investigación llevada a cabo por los periodistas Matt Taibbi, Bari Weiss y Michael Shellenberger, a partir de los miles de documentos internos de la compañía a los que Musk les ha dado libre acceso. Tras leerlos ya hay quien opina que Elon Musk no ha comprado un negocio, sino las pruebas de un delito. Hagamos un breve repaso de la información que hasta ahora ha sido desvelada.

 

Parte 1, el portátil de Hunter Biden: Los partidos políticos contactan con Twitter para solicitarles que eliminen tuits, pero el sistema no estaba equilibrado, sino que se basaba en los contactos. Y dado que Twitter estaba abrumadoramente integrado por personas con una orientación política, había más canales abiertos a la izquierda (demócratas) que a la derecha (republicanos). Como resultado, se produjo un claro sesgo en las decisiones de moderación de contenido que se hace patente en los múltiples documentos sacados a la luz en los que podemos ver cómo y por qué Twitter censuró las noticias que hacían referencia a la información aparecida en el ordenador portátil de Hunter Biden, el hijo del entonces candidato a la presidencia de EEUU Joe Biden, incumpliendo deliberada y conscientemente las normas de Twitter. Impidieron que se difundiera la información publicada por el New York Post que demostraba que Biden se había reunido por intermediación de su hijo con una compañía gasista ucraniana cuando era vicepresidente. Llegando incluso a bloquear la cuenta del New York Post en la recta final de las elecciones. En resumen, las pruebas demuestran que, presionados por el Partido Demócrata, Twitter censuró esta información, vital en el proceso electoral, con la falsa excusa de que partía del hackeo al ordenador de Hunter Biden, sabiendo que esto era falso.

 

Parte 2, las listas negras: En secreto y sin informar a los usuarios, los empleados de Twitter crean listas negras, evitan artificialmente que determinados tuits se conviertan en tendencia y limitan la visibilidad de algunas cuentas o incluso de temas de actualidad. Algo que durante años ha sido negado públicamente por los directivos de la compañía, incluido su antiguo CEO, Jack Dorsey, que lo hizo en su comparecencia ante el Comité de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes en septiembre de 2018. Simplemente llamaban a esta práctica ‘Visibility Filtering’, aunque todos lo conocíamos como ‘shadow banning’.

 

Parte 3, la censura a Donald Trump (1): Twitter incumplió deliberada y conscientemente sus propias normas para cerrarle la cuenta al expresidente Donald Trump el 8 de enero de 2021, con la excusa del asalto al Capitolio del 6 de enero. Esta parte se centra en los hechos ocurridos durante la campaña electoral y el posterior recuento de votos de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, hasta el asalto al Capitolio del 6 de enero. Twitter creó un grupo formado por altos ejecutivos, encargados de la moderación a los llamados VIT (Very Important Tweeters). Estos altos ejecutivos también estaban en permanente contacto con las agencias federales de seguridad e inteligencia. En los documentos publicados se comprueba como los criterios de censura aplicados contra los republicanos en este período son extremadamente más duros que los utilizados contra los demócratas. Twitter utilizó contra Trump de forma arbitraria, todas las herramientas secretas de censura, antes de acabar cerrándole la cuenta.

 

Parte 4, la censura a Donald Trump (2): El 7 de enero de 2020 los ejecutivos de Twitter crearon las excusas para cerrar la cuenta de Trump y aplicaron un cambio de reglas sólo para Trump, sin expresar ni la menor preocupación por la libertad de expresión o las implicaciones democráticas de esta prohibición. Después del asalto al Capitolio crece la presión sobre el ex CEO de Twitter, Jack Dorsey, para que le cierre la cuenta a Trump. Hasta ese momento Twitter siempre se ha negado a reconocer la subjetividad de sus decisiones, escondiéndose detrás de unas reglas de funcionamiento en constante cambio. Y eso precisamente es lo que hicieron al día siguiente con la cuenta de Donald Trump.

 

Parte 5, la censura a Donald Trump (3): El 8 de enero de 2020, bajo la presión de cientos de empleados activistas, Twitter cierra definitivamente la cuenta a Trump, un presidente estadounidense en funciones, mientras que ellos mismos reconocen que no había violado las reglas. En los canales de comunicación interna de la compañía la opinión de que Trump iba a incitar al uso de la violencia era prácticamente unánime. El personal de Twitter encargado de evaluar los tuits aseguraba que no había incumplido sus reglas, pero casi todos estaban convencidos de que lo iba a hacer, por lo que exigían una censura preventiva que lo evitase a tiempo. Algo que finalmente se hizo alegando el “riesgo de más incitación a la violencia”.

 

Las pruebas publicadas por los periodistas independientes a los que Elon Musk ha dado acceso a los archivos internos de la compañía demuestran como un puñado de altos ejecutivos con una clara tendencia política de izquierdas tomaron partido en las elecciones presidenciales de Estados Unidos incumpliendo de forma consciente sus propias normas internas para beneficiar a los demócratas perjudicando a los republicanos. Y podemos estar absolutamente seguros de que lo mismo que se ha hecho en EEUU se ha hecho igual en otros países, incluida España. Sólo nos falta ver las pruebas de los delitos cometidos por Twitter España para beneficiar a la izquierda.


Publicado el 15/12/2022 en Okdiario

Malversación es robo y corrupción

 


El diccionario define la malversación como el delito que cometen las autoridades o funcionarios que sustraen (roban) o consienten que un tercero sustraiga (robe) caudales o efectos públicos que tienen a su cargo. Nuestro Código Penal amplía y matiza esta definición como el delito contra la Administración Pública en el que un funcionario o autoridad se apropia (roba) del dinero público de manera indebida o lo administra de forma desleal. En el delito se produce una administración desleal, un abuso de autoridad o una apropiación indebida (robo) del patrimonio de la Administración Pública. Podemos simplificar todo esto si decimos que la malversación es un tipo de robo que se concreta cuando el que lo comete es una autoridad o funcionario y lo robado es el patrimonio público que administra, con indiferencia de que lo robado acabe en su bolsillo, el de su partido o alguna causa en la que tenga tal interés personal, como para comprometerse a cometer un delito para beneficiarla.

Por tanto, el malversador es, claramente, un ladrón con la agravante de que nos roba a todos los que con nuestros impuestos hemos aportado los fondos robados. Y está claro que un ladrón es un corrupto como la copa de un pino, en el sentido de que la corrupción consiste en la mala utilización de las funciones de los políticos o funcionarios que usan su poder en provecho de sus propios intereses. Tan corrupto es, por tanto, el que nos roba a todos para enriquecerse él, como el que nos roba para, con ese dinero, mantenerse en el poder financiando sus campañas electorales o promocionando cualquier causa política que, finalmente, va a tener una influencia electoral directa o indirecta.

Es una milonga esto que dicen ahora los políticos del Partido Sanchista y sus socios golpistas de ERC de que van a reformar el delito de malversación, para diferenciar a partir de ahora los casos en que haya ánimo de lucro y los que no, con penas más bajas en este segundo supuesto, que es lo que ellos dicen que ocurrió en las condenas de Junqueras y compañía, que fueron condenados por el 1-O en lo que Rufián califica como un «conflicto político», que debe ser abordado como tal y no en los juzgados. Es evidente que «ánimo de lucro» existe siempre que alguien se corrompe y roba, sólo que hay distintos tipos de lucro. Pero lo mismo se lucró Iñaki Urdangarin cuando usó el Instituto Nóos para robarnos el dinero con el que mantener su altísimo nivel de vida, como los senadores y diputados del PSOE que nos robaron para, a través de la empresa Filesa, financiar ilegalmente a su partido en los años 80.

No existe ningún argumento para justificar que sea peor la corrupción del ladrón al que pillan con bolsas de dinero en su casa que la del ladrón que ya se ha gastado esas bolsas con nuestro dinero en su campaña electoral, o la corrupción del ladrón que ha usado esas bolsas de dinero, como en los ERE, para generar una trama que les permita comprar votos y voluntades y así mantenerse indefinidamente en el poder. Ni tampoco es diferente el lucro que ha obtenido el independentista catalán, que se ha corrompido robando nuestro dinero para financiar con esas bolsas de dinero un referéndum de autodeterminación ilegal que en realidad lo único que persigue es beneficiar los intereses electorales de esos políticos corruptos y ladrones. Si acaso cabe hacer alguna distinción, habría que agravar las penas de estos últimos corruptos que, además de robarnos, usan nuestro dinero en su beneficio propio de romper nuestra nación.


Publicado el 13/12/2022 en Okdiario

Toda la chusma amiga de Podemos


 

En Podemos no se privan de nada, no les falta ni uno. No hay golpista, terrorista, ladrón, violador o tirano que no cuente con el respaldo de la formación propiedad de Pablo Iglesias, que ahora pretende que parezca dirigida por la madre de sus hijos. Dentro de España los podemitas son socios de los herederos y sucesores de ETA, un partido como Bildu que cuenta entre sus líderes con condenados por pertenencia a la banda terrorista, que aún sigue justificando todos sus crímenes y que les organiza homenajes; para el que el calificativo de filoterrorista resulta impropio por benévolo. También son socios de los golpistas de ERC, para quienes trabajan desde el Gobierno colaborando con Pedro Sánchez primero en su indulto, más tarde en la despenalización de los delitos de sedición y de malversación, para finalmente facilitar que repitan con éxito el golpe de Estado fallido de 2017.

En el ámbito internacional los aliados de Podemos son igual de repugnantes que dentro de España, con el golpista peruano Pedro Castillo incluido dentro de sus amistades. “Una brizna de esperanza” y “una oportunidad para la democracia”, así era calificado Castillo por Yolanda Díaz, esa a la que Pablo Iglesias dejó en herencia su vicepresidencia y de la que dijo que sería “la primera mujer que presida un Gobierno en España”, gracias a su apoyo. El fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, que está apartado de la primera línea desde que fue descubierto intentando defraudar a Hacienda con el dinero que le regalaba la dictadura venezolana durante los primeros años de Podemos, pero desde las sombras continúa ayudando a su alumno Pablo Iglesias a manejar los hilos del partido, fue el primero en acudir a rendir pleitesía en la investidura del golpista peruano: «Amable con los débiles y firme con poderosos. ¡Cuánta esperanza!», decía Monedero del comunista Castillo.

La basura argentina también cuenta con el apoyo de Podemos, personalizado en la ladrona Cristina Fernández de Kirchner, condenada a seis años de cárcel e inhabilitación perpetua por haber robado más de 39 millones de euros en esta primera causa, pero a la que le esperan otros juicios por participar en una trama de corrupción por la que se le acusa de haber robado más de 1.000 millones de dólares, con los que ha incrementado su patrimonio personal en más de un 1.000%. Respecto a esta desvergonzada ladrona, Irene Montero afirma que: «La guerra judicial y mediática es la herramienta de los poderosos para frenar los avances democráticos. Buscan disciplinar a millones destruyendo a una. No les saldrá bien, somos más. Vicepresidenta, querida Cristina, todas contigo». Mientras la vicepresidenta Yolanda Díaz, anuncia que viajará a Argentina para mostrarle su apoyo, y la ministra Ione Belarra dice que «La persecución judicial y mediática contra los y las líderes populares que no pueden doblegar en las urnas es una constante de nuestro tiempo. No hay nada más antidemocrático. Todo nuestro apoyo desde Podemos a Cristina Fernández de Kirchner».

Podemos nació gracias al apoyo económico del régimen teocrático de los ayatolas de Irán que asesinan a las mujeres que se resisten a usar el velo. «A los iraníes les interesa que se difunda en España un discurso de izquierdas porque afecta a sus adversarios. ¿Lo aprovechamos o no lo aprovechamos? Para mí quien haga política tiene que asumir cabalgar contradicciones», afirmaba Pablo Iglesias para justificar que estaba recibiendo su dinero manchado de sangre. El dictador venezolano Hugo Chávez firmó de su puño y letra la concesión de 6,7 millones de dólares a los fundadores de Podemos para «que en España puedan crear consensos de fuerzas políticas y movimientos sociales, propiciando en ese país cambios políticos aún más afines al gobierno bolivariano».

Golpistas, terroristas, ladrones, narcodictadores, tiranos teocráticos asesinos de mujeres… toda la gentuza nacional o internacional es socia y amiga de Podemos con un único requisito; que colaboren con ellos en la lucha contra el capitalismo, la libertad y la democracia.


Publicado el 08/12/2022 en Okdiario

Los enterradores de Ciudadanos


Edmundo Bal piensa que él sería un enterrador fenomenal y se ha ofrecido para sepultar los restos de Ciudadanos. Razones no le faltan. Desde que se afilió al partido en marzo de 2019, tras ser cesado por Pedro Sánchez como responsable penal de la Abogacía del Estado por negarse a omitir la violencia en su acusación a los golpistas catalanes para que así se pudiera rebajar la acusación pública de rebelión a sedición, ha sido protagonista de los mayores descalabros del partido naranja. En noviembre de 2019, siendo el cuarto en las listas al Congreso por Madrid, se quedó sin escaño al bajar su partido de los 57 diputados conseguidos en abril a sólo 10. Pero finalmente consiguió su asiento ante la renuncia de Albert Rivera, que abandonó la política asumiendo su responsabilidad en lo ocurrido. En marzo de 2021 Edmundo Bal anunció que sería cabeza de lista en las elecciones autonómicas de Madrid y aquí la debacle fue aún mayor, ya que ni siendo el número uno consiguió escaño al quedarse Ciudadanos sin representación, habiendo recibido sólo un 3,5% de los votos. Con este currículum y una antigüedad de sólo tres años en el partido fundado hace 16, el Abogado del Estado entiende que no queda nadie mejor que él para liderar su desaparición y el reparto de la herencia.

Hasta hace unas semanas Edmundo era el número dos y mano derecha de Inés Arrimadas. Aunque quizá sería mejor calificarlo de mano izquierda, por su conocida tendencia ideológica hacia los planteamientos progresistas, materializada recientemente en el posicionamiento de su partido a favor de la ley del sí es sí de Pedro Sánchez e Irene Montero, que ha beneficiado ya a 52 violadores excarcelando al menos a 12 de ellos, gracias entre otros a los votos de Ciudadanos que siguió en esta decisión la recomendación del propio Bal a pesar de las dudas que existían sobre la norma. Edmundo Bal ha anunciado su candidatura para sustituir a Arrimadas, a la que ha pedido que se eche a un lado, criticándola por haber sacado a su partido del centro convirtiéndolo en un subalterno del PP: «Ciudadanos parece un partido de derechas y yo quiero que este partido vuelva a parecer liberal en el sentido liberal europeo, capaz de pactar a los dos lados, con conservadores y socialdemócrata». La veleta de siempre.

Inés Arrimadas no le ha hecho gracia el desafío de este recién llegado que ahora pretende sustituirla para encabezar la debacle final anunciada en todas las encuestas que sitúan las expectativas de Ciudadanos entre cero y un diputado en las próximas elecciones generales. Dice que ella no quiere que el final de su partido se convierta en una batalla campal así que, si Edmundo Bal no retira su anunciada candidatura, ella «presentará su candidatura a la asamblea del 15 de enero para evitar que vallamos a una absurda batalla campal, porque nuestro partido no se puede convertir en un partido más en el que los dirigentes se pelean por un sillón». El chiste se cuenta solo. Para evitar que haya una batalla campal, Arrimadas empuña sus armas para que su partido se convierta en una batalla campal.

Ciudadanos va a desaparecer por negarse a asumir el papel para el que fue creado en 2006 en Cataluña por un grupo de intelectuales de izquierdas que luchaban contra la conversión del Partido Socialista de Cataluña en una formación nacionalista. Ese papel convirtió al partido a la tercera fuerza del Congreso en 2019 y a Inés Arrimadas en la ganadora de las elecciones al Parlamento de Cataluña de diciembre de 2017. Por primera vez un partido no nacionalista ganaba allí unas elecciones, pero, sorprendentemente, Arrimadas no presentó su candidatura a la investidura y sólo 14 meses después, en febrero de 2019, renunció a su escaño de líder de la oposición para concurrir a las elecciones generales de abril de dicho año. Ciudadanos demostró que en España había hueco para un partido de izquierda no nacionalista que sustituyera al PSOE, pero una vez comprobado, sus líderes decidieron que no les gustaba representar ese papel y que preferían convertirse en la veleta naranja que resta votos de la derecha para acabar pactando con el PSOE. Y ahí no hay hueco, para engañar a los votantes ya está Pedro Sánchez, que lo hace mejor que ellos. Arrimadas y Bal competirán por convertirse en el enterrador del partido que pudo y no quiso.


Publicado el 06/12/2022 en Okdiario

Violencia política de la izquierda

 


La frase «no hay mejor defensa que un buen ataque», que tanto se usa en el deporte, se dice que está tomada de la obra El arte de la guerra, escrita en el siglo V antes de Cristo por el general, estratega militar y filósofo chino, Sun Tzu. En realidad en ese libro no aparece esa frase literal, sino que lo que dice es que «la invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad es una cuestión de ataque» y «la defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia». Lo que explica Sun Tzu es que primero debes construir una defensa que te haga invencible y que sólo cuando detectes debilidades en las defensas de tu enemigo debes pasar al ataque, si es que valoras que tienes medios suficientes para lograr el éxito. En el deporte todo el mundo entiende que si te lanzas como un loco al ataque, sin haber construido antes una buena defensa, te van a dar la del pulpo.

Esto es exactamente lo que le ha pasado a Irene Montero. Como sólo tiene una cultura de barniz, de buena apariencia pero completamente superficial, se quedó en la frase manida creyendo que podría defenderse sólo atacando, sin saber lo que de verdad significa ese concepto, y ahora le está cayendo una somanta de palos absolutamente merecida. Indignada y ofendida al ver cómo gracias a su ley del sólo sí es sí están reduciéndose las penas de los violadores, que ya han empezado a salir a la calle gracias a ella; decidió primero hacerse la víctima llorona para, una vez victimizada y habiendo recibido el respaldo de los suyos, lanzar un furibundo y desesperado ataque contra todos los que la critican.

Dice Irene Montero que asegurar que ocupa su cargo por ser la madre de los hijos de Pablo Iglesias es violencia política contra ella y contra todas las mujeres de extrema izquierda «feministas» y «demócratas» y, después de llorar, se lanza al ataque señalando como fascistas a toda la bancada de Vox. Y como ese ataque desesperado no ha sido suficiente para tapar la diaria excarcelación de violadores, unos días después ha arremetido contra el PP acusándolo de «promover la cultura de la violación”. Son las dentelladas desesperadas del lobo herido que, sin mucho cerebro, en vez de huir a sanar sus heridas, intenta salvarse atacando al cazador.

Resulta ridículo ver quejarse ahora a una representante del partido de extrema izquierda que importó del kirchnerismo argentino una violencia política que en España no conocíamos. Antes de Podemos, aquí no existían los escraches que ellos calificaron de «jarabe democrático». Fueron ellos los que ejercieron violencia política contra Rosa Díez en el salón de actos de la Facultad de Políticas de la Complutense, cuando Iglesias y Errejón no quisieron dejarla dar una conferencia llegando incluso a llamarla «asesina». A Cristina Cifuentes le escupieron, empujaron, insultaron y amenazaron de muerte cuando iba andando por la calle, teniendo que refugiarse en un restaurante. A la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría le montaron el escrache en la puerta de su casa, donde estaba su hijo recién nacido. Rita Maestre asaltó violentamente la capilla de la Complutense donde se desnudó entre gritos de «arderéis como en el 36» y «vamos a quemar la conferencia episcopal».

Isa Serra ha sido condenada por atacar violentamente a una mujer policía en un desahucio. Los seguidores de Vox fueron apedreados para intentar impedir su mitin en Vallecas. En el desfile del orgullo gay lanzaron orines, lejía y compresas mojadas a los simpatizantes de CiudadanosBegoña Villacís fue acosada e insultada dos días antes de dar a luz. A Isabel Díaz Ayuso lo más suave que le dicen es IDA y asesina. Son sólo algunos ejemplos, si pretendiéramos hacer un listado completo de todas las veces que el partido de Irene Montero ha ejercido la violencia política la lista sería aún más larga que la de los violadores que se han beneficiado ya de su reforma legal.

Pero siendo graves todos estos hechos de violencia política protagonizados por Podemos, ninguno es comparable con la violencia contra las víctimas de ETA ejercida por Pedro Sánchez, que ha blanqueado a los herederos de ETA sentándose a negociar con el partido político que lleva en sus filas a condenados por terrorismo, se sigue negando a criticar sus asesinatos y organiza homenajes a los etarras. Para asegurarse su apoyo, el presidente del Gobierno ha concedido lo que ETA exigió para no asesinar a Miguel Ángel Blanco, transfiriendo al Gobierno vasco las competencias de prisiones y trasladando allí a todos sus presos para que el PNV les aplique beneficios penitenciarios, en lo que ya ha sido bautizado como un indulto enmascarado. Cuando se habla de violencia política la izquierda tiene el puño de hierro y la mandíbula de cristal.

Publicado el 01/12/2022 en Okdiario

Los ultras del colegio La Salle


 

Como dijo el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, «un radical es alguien con los pies firmemente plantados en el aire». Un ultra es alguien inamovible de sus planteamientos extremos y radicales, que es capaz de cualquier cosa para no tener que ceder ni lo más mínimo en aquello que considera vital para él. Habitualmente calificamos a alguien de ultra o de radical con una connotación negativa, cuando consideramos que sus planteamientos extremos están equivocados, lo cual resultará en la mayoría de los casos una valoración subjetiva. Un ultra defensor de la vida entiende que los proabortistas son asesinos ultra inhumanos y estos a vez verán a los primeros como peligrosos extremistas morales o religiosos. Pero en el caso del suceso ocurrido con la bandera de España en el colegio La Salle de Palma podemos hacer una aproximación objetiva de los hechos que se conocen, para así identificar a la parte que ha actuado de manera extrema en este conflicto.

Por un lado, tenemos a unos adultos investidos del poder que les concede su posición de autoridad, como son la profesora de catalán y el equipo directivo de un centro concertado de enseñanza. Por el otro, tenemos a un grupo de 30 alumnos menores de edad que, de forma unánime, se han enfrentado a esa autoridad y han sido castigados por ello. Tanto en el comunicado emitido por el centro, como en las declaraciones de los padres de esos niños comprobamos que los alumnos tenían autorización para poner la bandera de España en el tablón de corcho del aula, en apoyo a la selección nacional de fútbol. Esto nadie lo discute. Tampoco hay discrepancias acerca de que Margalida Cunill, profesora de catalán del colegio La Salle de Palma, así como otros profesores del claustro, habían expresado a los alumnos su malestar por tener que dar clase con una bandera de España en el aula.

Para intentar solventar este malestar, el tutor de ese grupo añadió a la bandera, un cartel en el que escribió la leyenda «Vamos, Selección», para dejar claro que su interés no era político sino estrictamente deportivo. De esta forma queda también claro que el malestar que la bandera de España provoca en la profesora de catalán no es de carácter deportivo, sino exclusivamente político. Pero ni siquiera este cartel de apoyo expreso a la selección de fútbol sirvió para calmar el malestar de esta profesora quien, sintiéndose incapaz de llevar a cabo su trabajo delante de la bandera, ordenó que se quitara, a lo que la clase entera «actuando como grupo» se negó, dado que tenían el permiso de una instancia superior a ella, cosa que ni siquiera la dirección del centro ha negado.

Se producen, por tanto, dos insubordinaciones, pero el centro sólo habla de una de ellas; la de los alumnos que se enfrentan a la profesora de catalán y son expulsados como consecuencia de su desobediencia. Nada se nos dice acerca de la insubordinación de Margalida Cunill, la profesora de catalán que se niega a cumplir la decisión del tutor de esa clase, de la jefatura de estudios y del claustro de profesores que habían autorizado a los niños para colocar ahí su bandera. Es la insubordinación de esa profesora la que provoca que los menores no tengan más remedio de enfrentarse a ella para hacer valer sus derechos. Derechos que, por otro lado, no deberían precisar de ninguna autorización para ejercerse, puesto que están recogidos en nuestra Constitución, norma suprema del ordenamiento jurídico español, a la que están sujetos todos los poderes públicos y ciudadanos de España, incluidos los profesores de catalán de Palma.

Tanto la profesora de catalán que echó del colegio a los niños, como la dirección del centro, que los acusó injustamente de alterar la convivencia, escondiendo y amparando la insubordinación llevada a cabo por la profesora, son ultras en el peor sentido del término. Margalida Cunill es una supremacista ultranacionalista a la que provocan malestar los símbolos de la soberanía nacional, que llama «trapo» a la bandera española y que no consiente que le hablen en español. Y la dirección del centro es, cuando menos, un grupo de profesores ultracorporativos, que defienden las injusticias cometidas por uno de los suyos de manera radical e injusta. Todos ellos deberían ser apartados de la docencia de forma inmediata.

Publicado el 29/11/2022 en Okdiario

Las víctimas de Irene Montero no lloran


 Ayer Irene Montero había sido dejada sola en la bancada azul del Congreso durante el debate sobre los presupuestos del Ministerio de Igualdad para el año 2023. Ningún otro ministro de Pedro Sánchez quería estar a su lado cuando el resto de diputados le reprocharan el desaguisado que ha montado con su chapucera ley del sí es sí, en la que ha rebajado las penas a unos violadores que ya están empezando a salir de prisión gracias a ella. Rodeada de butacas vacías, sin nadie que quisiera salir retratado a su lado cuando todos le echaran en cara su semianalfabetismo, la vimos puesta en pie delante de su asiento y, con su brazo extendido, apuntar con el dedo a los diputados de Vox mientras gritaba enfurecida «les vamos a parar los pies a esta banda de fascistas», convertida en una nueva Pasionaria 2.0, tan cargada de odio como aquella, pero con menos callos en unas manos que no han dado un palo en su vida, excepto los tres meses que estuvo de cajera de un supermercado. Después se sentó y se puso a llorar.

Si pusiéramos esa fotografía en blanco y negro sería imposible no recordar aquella otra en la que Dolores Ibarruri, sin llorar, apuntaba con su dedo al diputado José Calvo Sotelo, líder de la oposición, gritándole airada eso de «este es tu último discurso» unos días antes de que un guardaespaldas del socialista Indalecio Prieto le descerrajara dos tiros en la nuca. De momento Irene Montero sólo se atreve a apuntar con el dedo. Ese mismo dedo con el que debió señalar la columna del Congreso de los Diputados detrás de la que ordenó que se sentara Tania Sánchez, la que había sido pareja de Pablo Iglesias hasta que ella se lo quitó. Escondida detrás de la columna jamás vimos lágrimas en Tania, primera víctima conocida de nuestra nueva Pasionaria, que supo rehacerse y, en vez de llorar, se enfrentó al macho alfa fundando Más Madrid, partido con el que lo humilló en las elecciones a la Asamblea de Madrid.

Como ministra, Irene Montero ha presentado dos proyectos de ley, el del sí es sí que ya ha sido aprobado, y el de la ley trans, que la tiene enfrentada a todas las feministas clásicas, que sostienen que ser mujer no puede ser un sentimiento y que no se puede usar la lucha por la igualdad de derechos para favorecer a los que dicen sentirse oprimidos. Tampoco estas se han puesto a llorar, sino que, por el contrario, se han movilizado para intentar que este bodrio legal no llegue a aprobarse. Como tampoco lloran las mujeres que están siendo víctimas del otro proyecto estrella de Irene Montero, con el que se están rebajando las penas e incluso sacando de prisión a sus violadores.

Lucía es una joven sevillana víctima de abusos sexuales desde los siete hasta los trece años, que ahora ve con impotencia como su violador ha pedido una rebaja de dos años en su condena de prisión, acogiéndose a la norma impulsada por Irene Montero. Mirando de frente a la cámara y sin llorar, Lucía le dice a la ministra que «en vez de proteger a las víctimas lo que está haciendo es ayudar a los agresores» y que «debería rectificar porque es algo que ha hecho mal». Y como Lucía hay cada vez más mujeres víctimas de Irene Montero por toda España que, en vez de ponerse a gimotear como ella, se están movilizando para que la ministra corrija sus errores. Las lágrimas de Irene Montero son las de la soberbia herida, la trepa cuya incapacidad ha sido puesta de manifiesto y sólo le queda llorar para dar penita y despertar compasión haciéndose pasar por la víctima que no es. Las víctimas de Irene Montero no lloran, aprietan los dientes y pelean contra ella.

Publicado el 24/11/2022 en Okdiario

¿Cuántas horas le quedan a Irene Montero?

 


Este jueves, 24 de noviembre, se votarán en el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado de 2023, junto con la reforma exprés del Código Penal para derogar el delito de sedición, que también podría incluir la modificación del delito de malversación que exigen los golpistas de ERC. También se aprobarán los nuevos impuestos para la banca y las empresas energéticas. Tras esa jornada maratoniana, Pedro Sánchez tiene asegurado un tranquilo final de legislatura de aquí hasta las elecciones generales, que deberán celebrarse antes de finales del próximo año. Podrá dedicarse íntegramente desde después de las vacaciones de Navidad y hasta la primavera, a la campaña electoral de los comicios municipales y autonómicos de mayo. Y desde después de las vacaciones de verano se centrará exclusivamente en su promoción personal para volver a renovar su presidencia, le cueste lo que le cueste.

Sánchez ya ha demostrado que no tiene ningún tipo de escrúpulo, que no le importa ni lo más mínimo incumplir sus promesas o quedar en ridículo haciendo justo lo contrario de lo que ha prometido, con tal de aferrarse al poder. Comenzó la legislatura abrazando al mismo Pablo Iglesias del que unos días antes decía que «no dormiría por las noches» si hubiera aceptado sus «imposiciones». Y va a conseguir agotarla con sólo 120 escaños, que sumados a los 35 de su socio de coalición están aún 20 votos por debajo de la mayoría necesaria para aprobar cualquier ley. A cambio de esos votos que las urnas no le dieron, ha vendido a las víctimas de ETA transfiriendo al País Vasco las competencias en prisiones y trasladando allí a todos los asesinos etarras para que el Gobierno vasco les conceda los beneficios penitenciarios que quiera. Para aferrarse al poder ha indultado a los golpistas catalanes, sacándolos de la cárcel sin cumplir las condenas que la justicia les impuso.

Y para terminar la legislatura, ha regado al PNV con millones de euros que salen de nuestros bolsillos, y va a derogar el delito de sedición y posiblemente el de malversación, como le exige ERC. Los votos de Podemos los ha comprado sentando a dos becarias semianalfabetas en el Consejo de Ministros y dejándolas hacer la chapucera reforma del sólo sí es sí que está rebajando las penas de los violadores; la de maltrato animal, que sitúa las penas por cazar animales silvestres por encima de las de violación; y la ley trans, que permite cambiar de sexo hasta tres veces en menos de dos años sin padres ni médicos. Con todas estas cesiones, Sánchez ha conseguido ya todo lo que necesita y a partir del jueves habrá llegado al punto en el que no tiene por qué ceder nada más. Puede volver a ser ese personaje ególatra, narcisista, presumido y egoísta que sólo tiene que mirar por sí mismo y sus intereses personales. El Pedro Sánchez de toda la vida.

Los gobiernos de coalición nunca agotan sus legislaturas, siempre se rompen antes para que los hasta entonces socios de gobierno se enfrenten en la campaña electoral. En 2008, el PSOE que gobernaba Galicia en coalición con el BNG, adelantó 3 meses las elecciones. En 2012, Patxi López, que gobernaba el País Vasco apoyado por el PP, adelantó las suyas más de 6 meses. El Gobierno de coalición entre PP y Cs en Andalucía, que podía haberse mantenido hasta finales de 2022, se rompió 8 meses antes. Sucedían a otro gobierno de coalición celebrado en 2015 entre el PSOE y Cs, que también se había roto meses antes de agotar la legislatura. En Madrid, el Gobierno entre PP y Cs de 2019 no llegó a los 2 años. Es muy difícil encontrar argumentos para pedirle a tus votantes que te voten a ti en vez de al socio que te ha mantenido en la presidencia y con quien has compartido todo lo que has hecho, sin dar motivos que te sitúen enfrente de ellos.

El presidente del Gobierno ha demostrado sobradamente que es un killer capaz de todo y que nunca hace absolutamente nada que no redunde en un narcisista y egoísta beneficio propio. A partir del próximo jueves, Pedro Sánchez ya no necesita ni a Irene Montero ni a su amiga de pupitre Ione Belarra. ¿Cuántas horas le quedan a la coalición de Gobierno?

Publicado el 22/11/2022 en Okdiario

¿Juezas machistas o políticas analfabetas?

 


Anoche eran 11, a primera hora de esta mañana ya iban 14 y mientras escribo estas líneas escucho por la radio que ya son 16 los condenados por abusos sexuales que se han beneficiado de reducciones de pena por causa de la entrada en vigor de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, más conocida como ley del sólo sí es sí auspiciada por Pedro Sánchez e Irene Montero y apoyada por Ciudadanos y el resto de los partidos políticos representados en nuestras Cámaras, excepto VOX y el PP. El ritmo al que se van conociendo las resoluciones es tan elevado que cualquier cifra que yo pusiera aquí ahora ya estaría superada a la hora que se publique este artículo. Y detrás de cada uno de estos violadores hay un número aún mayor de víctimas, porque en varios casos un abusador lo ha sido de varias mujeres o niños que en estos momentos asisten atónitos e indignados a un debate que sólo se acuerda de ellos para utilizarlos en batallas ideológicas que les son ajenas.

Llevábamos meses escuchando a decenas de expertos juristas anunciando que esto iba a pasar. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) advirtió en su informe preceptivo de febrero de 2021, que esta reforma provocaría la revisión a la baja de aquellas condenas en las que se hubieran impuesto penas conforme a la regulación anterior. Y no fueron los únicos, el Consejo Fiscal, el Consejo de Estado y el Consejo Económico y Social también plantearon objeciones en sus informes. Pero tanto la ministra de Igualdad, Irene Montero, como la delegada de Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, calificaron el asunto de «propaganda machista», llegando a asegurar en el Congreso hace sólo 15 días que «no se conoce una sola reducción de penas y no se va a conocer». Y ahora, cuando se han empezado a publicar las reducciones de penas anunciadas por todos los expertos, las podemitas acusan a las juezas de prevaricar y de estar «incumpliendo la ley por machismo».

Se da la circunstancia de que la mayoría de resoluciones judiciales que están rebajando las penas de los violadores son emitidas por mujeres jueces, pese a que este es el único caso en que Podemos no usa el lenguaje inclusivo cuando sólo habla de jueces machistas. Según el Informe sobre la Estructura de la Carrera Judicial, elaborado por el CGPJ, a 1 de enero de 2022 en España había 5.408 jueces y magistrados en activo, de los que 3.029 son mujeres, lo que supone una mayoría del 56% frente a sólo 2.379 hombres. La edad media de estas mujeres es de 52,8 años, con lo que, a la muerte de Franco, la juez media española tenía 5 ó 6 añitos. O sea, que el juez medio español es una mujer que no ha vivido el franquismo, pese a que las podemitas acusan a la Justicia de ser machista y franquista.

Las responsables de la elaboración de este engendro legal son la ministra Irene Montero, que tiene un grado en Psicología y disfrutaba de una beca para hacer su tesis doctoral cuando ascendió como un cohete hasta los puestos de responsabilidad en Podemos, con un currículum en el que tan sólo figuraba su experiencia como cajera de una cadena de electrodomésticos. La número 2 de su ministerio, Ángela Rodríguez, Pam, es una amiga de Irene Montero con un grado en Filosofía que, sin experiencia laboral ninguna, fue aupada como Secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género. Y la terna la completa la que fuera diputada por Podemos, Victoria Rosell, actual delegada del Gobierno contra la violencia de género y juez en excedencia, que aprobó su oposición con casi 30 años. Estas tres, con estos currículums, son las que están mandando a estudiar a las más altas instituciones judiciales españolas cuando las acusan a ellas por lo que está ocurriendo con las rebajas de las penas de los condenados por abusos sexuales.

El problema en Podemos es congénito. El partido nació y creció por el empuje de un Pablo Iglesias que previamente había sido promocionado por varios medios de comunicación que lo llevaban a todas sus tertulias y lo paseaban por sus platós de televisión. Con la ayuda del gobierno teocrático de Irán, que patrocinó sus plataformas de comunicación, y de los narcodictadores venezolanos, que lo financiaron «para crear en España fuerzas políticas aún más afines al Gobierno bolivariano», se fundó Podemos como un partido vertebrado alrededor de la figura mediática de Pablo Iglesias, quien desde entonces lo ha decorado con la apariencia de democracia interna y participación ciudadana cuando, en realidad, ha manejado su partido siguiendo el modelo mesiánico tan común en las organizaciones comunistas. Pablo Iglesias ha terminado echando de Podemos a todo el resto de personas que lo ayudaron a crearlo al mismo tiempo que ha expulsado a cualquier persona con talento que pudiera hacerle sombra a él, acabando rodeado de las más sumisas, que lógicamente coinciden con las menos formadas y preparadas.

Publicado el 17/11/2022 en Okdiario