‘Carles I’, emperador de los ‘Països Catalans’

 


Todos dais por seguro que lo que el golpista Puigdemont le va a exigir a Pedro Sánchez a cambio de permitirle seguir cuatro años más a bordo del Falcon, va a ser la amnistía y un referéndum de autodeterminación. Pero eso es porque sois muy jóvenes y no conocéis bien a este nazionalista catalán de extrema derecha, fugado a Waterloo. Lo primero que va a exigir será ser investido como emperador de los Països Catalans, en una ceremonia que tendrá lugar en el Palacio Real Mayor de Barcelona, en el centro del barrio gótico, en la plaza del Rey; edificio que posteriormente tendrá que ser restaurado y ampliado a cargo del erario español, añadiéndole las instalaciones de la catedral gótica de Barcelona, que está al lado, así como las del vecino Museo de Historia de Barcelona (Muhba); para conformar la que será una residencia digna del honorable emperador Carles I y su descendencia.

Al acto de coronación deberán asistir los reyes de todas las monarquías europeas, africanas y asiáticas, así como los presidentes de las repúblicas más importantes. Será inexcusable la presencia de Carlos III del Reino UnidoGuillermo de HolandaFelipe de BélgicaMargarita II de DinamarcaCarlos Gustavo de Suecia, Harald de Noruega y, por supuesto, el emperador Naruhito. Así como Joe BidenEmmanuel MacronJustin Trudeau y el alemán Frank-Walter Steinmeier. Los reyes de España, Felipe VI y Letizia deberán acudir con un capirote de penitentes, descalzos, en actitud humilde y sumisa. El evento será aprovechado para el reconocimiento internacional de los nuevos Països Catalans, en los que se unirán Cataluña, la Comunidad Valenciana, Baleares, la comarca francesa de Occitania, Andorra, las tres provincias aragonesas; y por último un par de islas del caribe, que podrían ser las antillanas San Cristóbal y Nieves que, como todo el mundo sabe, pertenecen en propiedad al emperador de los Països Catalans, en herencia perpetua del catalán Cristóbal Colón.

Esto sólo para empezar. Por supuesto, habrá más exigencias. Si Sánchez quiere seguir siendo presidente, tendrá que nombrar vicepresidenta de su gobierno a la periodista rumana Marcela Topor, la emperadora consorte, que además tendrá que ser coronada Miss España y Miss Universo para los próximos 85 años. El ministro de Economía de Sánchez deberá ser Jordi Turull y al frente de Hacienda habrá de ser nombrada Laura Borràs, ambos con plenos poderes de disposición presupuestaria presente y futura. La enseñanza pública y privada, desde las escuelas infantiles a la universidad en toda España deberá impartirse exclusivamente en catalán. Todos los funcionarios deberán acreditar como mínimo el nivel C2 de catalán, que será el único idioma con el que se podrá atender a los ciudadanos de toda España.

Y por supuesto, las televisiones públicas y privadas de toda España, así como todas las emisoras de radio, emitirán las 24 horas en catalán. La prensa escrita y digital, deberá editarse sólo en catalán. El Barça deberá ser proclamado eterno campeón de la liga, de la copa del rey, que pasará a denominarse copa del emperador de los Països Catalans, de la Champions League y de la NBA, en un compromiso irrevocable que deberá firmar en persona Florentino Pérez. Quedarán prohibidos el gazpacho, la tortilla de patatas, las bravas, los callos y el cocido madrileño y deberemos comer a diario pantumaca, sobrasada, calçot y los domingos paella catalana; con pena de prisión de 6 años y un día para todo el que incumpla tan sana dieta. Y en todo el mundo, los restaurantes McDonald’s serán renombrados como McCarle’s y los Burguer King pasarán a llamarse Burguer Emperador Puigdemont. A partir de aquí se podrá empezar a negociar con Junts a ver qué es lo que nos quieren sacar.


Publicado el 27/07/2023 en Okdiario

El centroderecha tiene que aprender a ganar


 

Hace ya casi 2.000 años desde que el pensador romano, Plinio el Viejo, dejó escrito en su Historia Natural que «los avestruces imaginan que cuando han escondido su cabeza y su cuello dentro de un arbusto, todo su cuerpo está oculto». Es un mito, la verdad es que no hacen eso, sino que salen corriendo a más de 70 km/h cuando se les acerca algún depredador. Pero la imagen de un avestruz, con su pequeña cabeza y su largo y estrecho cuello del color de la tierra y siempre picoteando en el suelo, ha favorecido que se mantenga hasta nuestros días. Quizá la imagen de un niño pequeño tapándose la cara con las dos manos cuando tiene miedo sea más adecuada para representar a una persona inmadura que sólo piensa en esconderse para no ver un problema.

Sorprendentemente, esta ha sido la reacción de muchos prestigiosos analistas políticos ante los nefastos e inesperados resultados electorales del pasado domingo. Se les ha ocurrido que para echar a Sánchez tiene que desaparecer Vox. A los malos empresarios la mejor solución que se les ocurre para hacer crecer sus negocios también es que desaparezca su competencia, igual que los malos deportistas piensan que mejorarían si se retirasen sus competidores. Que «un caballo nunca corre tan rápido como cuando tiene que alcanzar y superar a otros caballos», lo dijo el poeta romano, Ovidio. Y Tim Cook, el sucesor de Steve Jobs al frente de Apple, actualizó el mismo concepto diciendo que «la realidad es que amamos la competencia, en Apple pensamos que ésta nos hace mejores a todos».

La competencia nos obliga a salir de nuestra zona de confort y nos empuja a hacer las cosas cada vez mejor. Y es una realidad con la que tenemos que enfrentarnos sin esconder la cabeza en la tierra y sin taparnos los ojos con las dos manos. Vox no va a desaparecer porque sea la única manera que se le ocurre a los votantes y dirigentes del PP para ganar unas elecciones. Del mismo modo que la izquierda se articula alrededor de un partido socialista, otro comunista y muchos independentistas; tendrán que aprender a ganar elecciones con un partido de centro y otro de derechas. Conservadores, liberales y demócrata-cristianos; regionalistas, nacionalistas y centralistas; provida y abortistas; feministas y anti género… no se les puede pedir que estén de acuerdo en todo, pero se les debe exigir que sean capaces de plantear una estrategia que tenga éxito y no nos condenen a todos a vivir sometidos al socialismo.

Estrategia que comienza por asumir los errores que todos han cometido. Porque, si después de pactar con Bilduindultar a los golpistas, malbaratar la malversación, acercar a todos los etarras a sus casas, soltar a cientos de violadores rebajando las penas de miles de ellos y arruinar nuestra economía; Pedro Sánchez ha sido capaz de ganar 1 millón de votos respecto a 2019 y 1,5 millones en relación a las elecciones municipales de hace solo dos meses; es evidente que es la oposición la que ha fracasado estrepitosamente. Hoy publica OKDIARIO que, si los votantes de la derecha hubieran optimizado su voto en nueve provincias, PP y VOox estarían celebrando una mayoría absoluta de 178 escaños. Esa responsabilidad les corresponde a los dirigentes políticos, ese debe de ser su trabajo, no el de los votantes.

Se han equivocado los líderes de Vox que han llevado a cabo absurdas batallas por la utilización de una palabra en vez de otra, distrayendo la atención de lo verdaderamente importante y dando argumentos a quienes les tachan de extremistas. También fue un error la lona en la que Ayuso y Feijóo estaban al lado de OtegiPuigdemont y Junqueras; igual que lo han sido las muchas veces que el mismo Feijóo ha llamado extrema derecha a los de Abascal, así como las absurdas declaraciones de María Guardiola y Fernando López Miras, demonizando a Vox exactamente igual que hace la izquierda. Vender la piel del oso antes de cazarlo, haciendo creer a los votantes que el PP estaba cerca de conseguir la mayoría absoluta, tampoco ha sido muy buena idea. Como tampoco lo es apelar al voto útil para intentar quitarse escaños entre ellos, favoreciendo así a la izquierda.

Sólo Aznar en 1996 logró ganar con una participación mayor del 70%, y lo tuvo que hacer con el Pacto del Majestic para gobernar gracias a CiU y PNV. Desde entonces, el PP sólo ha ganado cuando la participación ha sido baja, como el 68,7% de la mayoría absoluta de Aznar en el 2000, o el 68.9% de la de Rajoy en 2011. Cuando la participación es mayor siempre gana la izquierda. El PP ha contribuido a la movilización de la izquierda, compartiendo con ellos la estigmatización de su único e imprescindible aliado, algo que al mismo tiempo les perjudicaba a ellos directamente, por los múltiples pactos a los que estaban llegando y los que inevitablemente tendrán que hacer en el futuro. El domingo la participación llegó al 70,4% y ya vemos dónde han ido esos votos.

No tienen por qué desaparecer Vox ni el PP, pero ambos partidos están obligados a entenderse y encontrar una estrategia común que sea eficaz para derrotar al socialismo. Si no lo hacen, seremos los votantes los que nos daremos cuenta de que no son la herramienta que necesitamos y seremos nosotros los que acabaremos con los que no nos sirvan; lo mismo si hoy tienen 8 millones de votos, como si tienen 3. Ya lo hemos hecho otras veces, avisados quedan.


Publicado el 25/07/2023 en Okdiario

A Sánchez le votó Txapote, Feijóo se confundió y los españoles volveremos a votar


 

Teníamos muchos motivos para estar hasta el gorro de Sánchez, pero los votantes han aprobado sus pactos con Bildu, aunque tendrá complicado reeditar un gobierno frankenstein como el actual, ya que estará en manos de los siete diputados de Junts que sólo apoyarán a Sánchez a cambio de un referéndum de independencia y la amnistía de Puigdemont, amenazando con un bloqueo que nos lleve a la repetición de elecciones.

Tradicionalmente, se suele decir que aquí no se ganan las elecciones desde la oposición, sino que se pierden desde el Gobierno. Pedro Sánchez ha dado infinidad de razones para que los españoles de centro y derecha quisiéramos echarlo. Sus infinitas mentiras, su soberbia sin fin, el enfrentamiento revanchista contra todos los que opinan distinto a él, los recortes de libertades excusados por la crisis del Covid, la mala gestión económica, las subidas de impuestos, los pactos con la extrema izquierda, haber puesto en libertad a infinidad de violadores y pederastas… todos ellos son motivos para que la oposición le criticase, pero ninguno podía hacerle perder las elecciones.

El PSOE debería haber obtenido los peores resultados de su historia por las ofensas a sus propios electores de izquierdas. El eslogan «!Que te vote Txapote!» responde a una realidad que los votantes del PSOE le han querido perdonar. Aquella promesa incumplida de que «con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo digo 20 veces», a sus votantes no les ha importado. A los radicalizados votantes socialistas les ha parecido bien que Sánchez haya hecho que el PSOE pacte con los proetarras de Bildu y con los golpistas de ERC, aferrándose a ellos para mantenerse en el poder y que, a cambio de su apoyo, haya indultado a los golpistas, derogado el delito de sedición y rebajado el de malversación. Y lo que es más grave si cabe, que haya transferido las competencias de prisiones al País Vasco y después haya trasladado allí hasta al último de los terroristas en prisión. Al PSOE no le quedan votantes decentes a los que avergüence ver el logotipo de su partido junto al de Bildu. Con todo, el PSOE ha conseguido subir hasta 122 escaños, que hasta le dan opciones de Gobierno cediendo ante Junts, algo que en Sánchez no se puede descartar.

Con 136 escaños el Partido Popular gana las elecciones porque, con un PSOE completamente escorado a la extrema izquierda, ha recogido los votos que se le marcharon a Ciudadanos. Pero las indecisiones de un Feijóo que hasta el último momento ha estado diciendo que hablaría antes con el PSOE que con Vox, han perjudicado electoralmente a un PP que ha quedado muy lejos de lo que le pronosticaban las encuestas y no podrá formar Gobierno. Claramente, su estrategia de apelar al voto útil ha beneficiado a la izquierda y ha tenido como consecuencia que VOX baje hasta los 33 escaños, que sumados a los del PP no son suficientes para gobernar.

Sumar ha restado. Con 31 diputados, Yolanda Díaz devuelve a la extrema izquierda unos resultados similares a los que conseguía Julio Anguita para Izquierda Unida en los años 90. ERC baja de 13 a siete diputados porque muchos de sus votantes han pensado que es mejor para ellos tener a Sánchez en la Moncloa. Bildu sube de cinco a seis escaños que le gana al PNV, que baja de seis a cinco, igual que Junts, de ocho a siete. La llave de la gobernabilidad la tiene el fugado Puigdemont, que tiene en su mano forzar la repetición de elecciones, a no ser que Feijóo ofrezca sus votos a Sánchez y este los acepte y no prefiera hacernos volver a votar.


Publicado el 24/07/2023 en Okdiario

El ‘déjà vu’ del voto útil


 

Es como un interminable déjà vu. Tengo la extraña sensación de que esto que estamos viviendo en este justo momento no es más que la repetición de una experiencia del pasado. El día de la marmota que vuelve elección tras elección. En marzo de 2019, unas semanas antes de las primeras elecciones generales que se celebraron ese año, Eduardo Inda entrevistaba a Pablo Casado en el bar de Alsasua donde se dio una paliza a dos guardias civiles y a sus novias. En ella, el presidente de los populares pidió «optimizar todos los apoyos en el PP como única alternativa válida a Pedro Sánchez». Lo mismo volvió a pedir en las elecciones de noviembre de ese mismo año, afirmando que la única manera de evitar la ingobernabilidad que auguraban los sondeos era que los votantes de Ciudadanos y Vox se aglutinasen en el PP. Igual que han hecho en todas las elecciones autonómicas y municipales.

La constante apelación al voto útil es la desvergonzada forma que tienen los partidos políticos de pedir a los electores que les voten, aunque sea con la nariz tapada, en base a un supuesto interés general que sólo ellos creen representar. El argumento es completamente falaz, ya que traspasa al votante la responsabilidad por las consecuencias de la mala gestión de los políticos. El candidato que apela al voto útil pide recibir el voto del elector que ya había decidido no votarle y que tomó esta decisión en función de su experiencia, pero se le advierte de que será por su culpa si gana otro. Así se intenta no recibir ningún castigo, por mucho que uno se corrompa, incumpla sus promesas y defraude a sus antiguos votantes. Haya hecho lo que haya hecho, hay que votarle porque si no ganará otro que es peor que él.

Antes de que surgieran los nuevos partidos que llevan unos años presentándose a las elecciones, en tiempos del bipartidismo, esta era una realidad innegable de la que era difícil escapar. En más de una ocasión, todos hemos tenido que votar con la nariz tapada al que considerábamos que era el menos malo, aunque no nos acabase de convencer, para así tratar de evitar que nos gobernase el peor. Pero eso ya no es así y ahora la apelación al voto útil va contra el sentido común. Si cualquier partido defrauda a sus votantes, pero éstos, teniendo otra alternativa, vuelven a votarlo porque les dicen que es lo que tienen que hacer para evitar un mal mayor, le transmiten el mensaje de que puede volver a hacerlo con total impunidad. Un voto cautivo bastante poco democrático.

Para convencer a estos votantes defraudados se llega hasta a hacer trampas con las encuestas y la aplicación de la regla D’Hont, haciendo creer que se van a perder sus votos y obviando que lo más probable es que, si, por ejemplo, Vox está cerca de conseguir un escaño, pero, por la apelación al voto útil, un puñado de sus votantes se cambian al PP, quien va a salir beneficiado será Sumar, que puede así lograr ese escaño en disputa. Todos los demócratas compartimos el objetivo prioritario de echar a Sánchez para derogar el sanchismo, pero no todos compartimos cuál es la mejor forma de hacerlo. Vox ya ha demostrado que ha sido útil para vencer al socialismo en la Comunidad ValencianaExtremadura, Castilla y León, y antes en AndalucíaMurcia, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, así como en muchísimos otros ayuntamientos. Desde que se terminó el bipartidismo, el único voto útil es al partido que mejor represente las ideas de cada uno y en el que cada cual piense que más se puede confiar. La responsabilidad de los electores llega hasta ahí. Después serán los elegidos los que tengan la obligación de llegar a los acuerdos que sean necesarios para llevar a cabo sus promesas sin defraudarles. Que cada palo aguante su vela y cada candidato su responsabilidad.


Publicado el 20/07/2023 en Okdiario

¿Quién se iba a pensar lo del voto por correo?


 

¿Quién se iba a pensar que en la España de 2023 se pudiera montar un follón como éste, que hiciera que, según Comisiones Obreras, ayer lunes hubiera todavía un millón de españoles que han solicitado votar por correo y a tres días de que termine el plazo aún no hubieran conseguido hacerlo? ¿O que hoy martes, Correos reconozca que tiene casi medio millón de papeletas que no ha sido capaz de entregar a sus destinatarios, porque dicen que no los encuentran en sus domicilios? ¿O que muchos españoles residentes en el extranjero estén denunciando que los retrasos que está habiendo en la entrega de la documentación están provocando que vayan a quedarse sin votar? ¿O que hayan pasado semanas en las que toda la prensa ha estado diciendo que teníamos que indicar como domicilio para que nos enviaran la documentación, aquel en el que fuéramos a encontrarnos desde el 3 hasta el 16 de julio y que el lunes la Junta Electoral aclarase que hasta el día 20 todavía puede estar Correos entregando esta documentación?

¿Quién se iba a pensar que tenemos un Estado tan eficaz cuando quiere y tan ineficaz para esto? Como ayer explicó Santiago Abascal: «Un Estado tan eficaz para perseguir al ciudadano por la infracción más leve, como cuando aparca mal, que saben que el coche es suyo porque lo tienen en la base de datos, le llega la multa a casa y si no puede pagarla porque no alcanza a pagar la factura de la luz, le llega el embargo, porque también saben su cuenta. El Estado es eficacísimo. Y resulta que el Estado es completamente ineficaz, yo creo que de manera voluntaria, para hacer que medio millón de españoles puedan ejercer su principal derecho político». ¿Es lógico pensar que todo este follón con el voto por correo es intencionado, como dice el líder de Vox, o eso le acerca al trumpismo, como afirman los progres? Retrocedamos muy pocos años atrás y veamos lo que pasó las últimas veces que el PSOE ganó unas elecciones en España.

Una semana antes de las elecciones del 14 de marzo de 2004 todas las encuestas daban como seguro ganador al Partido Popular y la única duda es si conseguiría renovar la mayoría absoluta lograda el año 2000 por Aznar. ¿Quién se iba a pensar que el mayor atentado terrorista de la historia, cometido 3 días antes de las elecciones, iba a provocar que se suspendiera la campaña electoral hasta que, en plena jornada de reflexión, las sedes del PP fueran rodeadas de manifestantes y el responsable de Estrategia Electoral del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechase para dar una rueda de prensa ilegal en la que pronunció una frase que quedó grabada para la historia, diciendo que «los ciudadanos se merecen un gobierno que no les mienta»; y con todo eso no se iban a suspender las elecciones del día siguiente en las que, contra todo pronóstico, José Luis Rodríguez Zapatero se alzó con la victoria?

Cuatro años más tarde, en las elecciones de marzo de 2008, cuando ya eran evidentes los efectos de la crisis económica que Zapatero y su ministro de Economía Pedro Solbes se esforzaban en negar mientras todas las encuestas pronosticaban algo muy cercano al empate técnico entre Zapatero y Rajoy, ¿quién se iba a pensar que ETA iba a irrumpir sangrientamente en la campaña electoral asesinando al exconcejal socialista de Mondragón, Isaías Carrasco, provocando de nuevo que se suspendiera la campaña, se anularan todos los actos de cierre previstos y que de nuevo contra todas las predicciones, Zapatero volviera a ganar las elecciones? ¿Quién se lo iba a pensar?

Quizá la pregunta no esté siendo la correcta. Es posible que lo que nos tuviéramos que haber preguntado es cómo se puede confiar en un PSOE liderado por un presidente embustero, endiosado, narcisista, maquiavélico, carente de toda empatía y de remordimientos; que ha convocado elecciones con media España de vacaciones y teniendo al frente de Correos a un acreditado incompetente, cuyo único mérito es haber sido el amigo personal que le acompañó en la gira que se hicieron en coche para conseguir la secretaría general del partido en las primarias de mayo de 2017. Una vez visto lo que ha pasado debemos concluir que no se podía confiar en un voto por correos en manos de Pedro Sánchez y hacernos cruces con lo que todavía puede pasar de aquí al domingo.


Publicado el 18/07/2023 en Okdiario

A la ciclista Ribera el clima le importa una higa

 


Muchísimas veces las formas son reflejo del fondo. Por ejemplo, aquel vídeo en el que vimos a Pablo Iglesias tapándole la boca a Irene Montero en un mitin de Podemos o mucho más reciente, la imagen de un Pedro Sánchez desquiciado, incapaz de mantenerse callado sin interrumpir a Alberto Núñez Feijóo en el cara a cara del pasado lunes. En el primero confirmamos que, en realidad, Iglesias es un carca machista y su pareja una mujer sumisa ante su pareja. Y en la segunda toda España pudo comprobar que el presidente del Gobierno es un déspota autoritario y engreído. La imagen de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, llegando en bicicleta a la reunión de ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea en Valladolid, acompañada de dos cochazos diésel desde los que le van haciendo fotografías, circulando por un carril bici, en sentido contrario, con uno de sus asesores sacando medio cuerpo fuera del coche, para fotografiarla mejor, no es ninguna anécdota porque tiene mucho fondo detrás.

Corrió el rumor de que los 188 kilómetros por autopista y autovía que separan Madrid de Valladolid, los había hecho movilizando el Falcon, el helicóptero Super Puma y un Airbus, igual que hizo su jefe, Pedro Sánchez, cuando se desplazó así a Valladolid para acudir a la cumbre Hispano-Portuguesa de noviembre de 2018. Pero finalmente esta noticia tan creíble fue desmentida porque se conoce que todos los medios aéreos debió llevárselos el presidente del Gobierno a la cumbre de la OTAN celebrada en Lituania y a Ribera le tocó ir en coche hasta el hotel de Valladolid, donde se pasó a la bicicleta para hacer por sentido contrario y cortando el tráfico, los 100 metros que la separaban del Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano de Valladolid. Allí es donde se celebra la reunión de ministros de Medio Ambiente y Energía de la Unión Europea, y en ella se espera que Ribera y sus colegas acerquen posturas para tener una posición común en la próxima Cumbre del Clima de la ONU.

Ribera debe ser de las que piensan que, como se dice en el deporte, la mejor defensa es un buen ataque. Así que ayer, cuando la entrevistó Antonio García Ferreras en Al Rojo Vivo, la ministra trató de desviar la atención diciendo que la polémica se debía a que, «a los negacionistas del cambio climático les ha ofendido que yo coja una bicicleta». Algo así como si un ladrón pillado infraganti atracando un estanco a mano armada se defendiera diciendo que le detienen los que quieren que todos muramos de cáncer de pulmón. Un sindiós. La polémica viene porque el socialista Óscar Puente ha perdido la alcaldía de Valladolid tras dos legislaturas en las que ha estado gobernando con una coalición de Izquierda Unida y Equo. El nuevo alcalde del PP, Jesús Julio Carnero, ha llegado a un acuerdo con los tres concejales de Vox para ser investido y uno de sus primeros anuncios ha sido que van a cambiar la caótica ordenanza de movilidad impuesta por el socialista, eliminando un carril bici que ha convertido a Valladolid en una ciudad «atascada y caótica».

El paripé de los 100 metros en bici de la ministra Ribera, rodeada de coches desde los que le van haciendo fotografías, dice ella que servía para «rendir homenaje a todos los alcaldes y las alcaldesas que entienden que es fundamental trabajar por una movilidad distinta en las ciudades», como el socialista derrotado Óscar Puente. Pero el ridículo ha sido tan grande que tan bochornoso vídeo ha tenido repercusión internacional. La cadena de televisión australiana Sky News se ha mofado de la hipocresía de Teresa Ribera. «Esta gente da mala fama a los payasos», dijo el comentarista. Hasta el luchador Conor McGregor ha estallado contra el postureo del Gobierno de Sánchez. «Continúa el ridículo», escribió. Pero peor que la forma es el fondo. La verdad es que Teresa Ribera no fue en Falcon porque Sánchez lo estaba ocupando en la cumbre de la OTAN, pero a la socialista, como a todo el resto de ministros de la Unión Europea que sí acudieron a la reunión sobre el clima en sus contaminantes jets privados, el clima les importa una higa. Usan el cambio climático para imponer su ideología, y su hipocresía la pagamos los ciudadanos que no podemos mantener las carísimas consecuencias de su postureo.


Publicado el 13/07/2023 en Okdiario

El timo de la lista más votada

 


Ayer el debate entre Feijóo y Sánchez no fue un cara a cara, fue un frontón. Como si fuera un niño chico que en el patio de un colegio infantil no para de gritar que «¡rebota, rebota y en tu cara explota!», el presidente del Gobierno repitió una y otra vez la muletilla que «sanchismo: PP y Vox son lo mismo». Cuando el del PP le echó en cara su nefasta gestión económica que ha hecho que España sea el último país de la Unión Europea en recuperar el PIB prepandemia, Sánchez contestó que el PP ha pactado con Vox. Y lo mismo hizo cuando le afeó el maquillaje de la cifra real de paro con el invento de los fijos discontinuos que no trabajan, pero no cuentan como parados… Vox. Cuando le explicó varios casos reales de violadores y pederastas que habían sido excarcelados por su ley del sólo sí es sí… que Vox.

«PP y Vox son lo mismo» fue la única respuesta de Pedro Sánchez a los indultos a los golpistas, a los pactos con Bildu y ERC, a las cesiones ante Marruecos, a los viajes privados en Falcon y a toda la ristra de mentiras que adornan al que desde el principio conocimos como Cum Fraude. El presidente del Gobierno sólo fue al debate a decirle a los españoles que por mucho que les haya mentido, defraudado y arruinado él, la alternativa sólo puede ser un Gobierno de coalición entre PP y Vox que, según él, significará un retroceso brutal en todos los avances sociales que cree haber conseguido. Y por mucho que algo así resultaba bastante previsible y el equipo de Feijóo debería haberlo llevado preparado, la única respuesta que el del PP quiso utilizar fue repetir hasta la saciedad su oferta para que gobierne la minoría más votada, sin necesidad de pactar con otros partidos hasta conseguir sumar la mayoría.

«Aprovecho para hacerle una propuesta al señor Sánchez. Yo no gobernaré si no gano las elecciones. ¿El señor Sánchez acepta que no se presentará a la investidura si no es la fuerza más votada? Yo sí lo acepto», repitió una y otra vez Feijóo, asumiendo el mismo cordón sanitario de la izquierda contra el partido de las víctimas de ETA, Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara, al que el PP acepta que se sitúe en el mismo nivel del Bildu que tiene como candidatos a infinidad de etarras condenados. En realidad, Feijóo jamás se ha negado a recibir los votos de Vox. Gracias a ellos ha conseguido hacerse con más de 50 alcaldías en municipios en los que el PSOE fue el más votado, ha logrado gobernar en otros más de 150 municipios en los que no tenía mayoría, ha conquistado los gobiernos de Castilla y León, Valencia y Extremadura y otros como el de Murcia que aún se están negociando. Y le ha cedido a Vox la presidencia de la mesa de los parlamentos autonómicos de Aragón, Baleares y la Comunidad Valenciana. Pero lo ha hecho poniendo cara de asquito y ofreciendo antes el acuerdo al PSOE.

Que gobierne la minoría más votada es, además de antidemocrático e inconstitucional, un fraude y una ofensa a los votantes. Las elecciones en España no se diseñaron como un sistema de doble vuelta al estilo del que se usa en Francia y en el que los votantes pueden opinar cuál es su primera y su segunda opción. Permitir que, sin sistema de doble vuelta, gobierne siempre el más votado otorga el poder a una minoría que resulta indeseada por la mayoría. En España no elegimos directamente al presidente del Gobierno, votamos a los partidos y son los diputados electos los que tienen que ponerse de acuerdo sobre quién será el presidente. En democracia debe cumplirse la voluntad de la mayoría, respetando los derechos de las minorías. Si Feijóo permite que gobierne Sánchez pudiendo formar una alternativa, estaría estafando a sus votantes. Pero también lo haría si aceptase gobernar él, negándose a negociar y llegar a acuerdos con el partido que le permita alcanzar una mayoría que el PP solo no consiga. Dijo Winston Churchill que «la democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás». Feijóo debe dejar de tratar a sus votantes como a niños y defender los potentes argumentos que el PP tiene para llegar a acuerdos con Vox para derogar el sanchismo.


Publicado el 11/07/2023 en Okdiario

Un pederasta en el armario de Yolanda Díaz


 

En abril de 2016 Yolanda Díaz llevaba apenas 3 meses como diputada en el Congreso. Había conseguido su escaño como número 2 por la provincia de La Coruña de la coalición electoral En Marea, formada por Esquerda Unida, Podemos y Anova, que a su vez fue la escisión del BNG liderada por Xosé Manuel Beiras. Antes de llegar al Congreso, Yolanda Díaz había sido concejal en el Ayuntamiento de Ferrol desde 2003 hasta 2012 y posteriormente diputada del Parlamento de Galicia, desde 2012 hasta enero de 2016. El día 15 de ese mes de abril de 2016 la hoy líder de Sumar se vio forzada a aparecer ante los medios de comunicación en relación con la detención por un delito de pornografía infantil del que fuera su asesor primero en el Ayuntamiento de Ferrol y posteriormente en el Parlamento de Galicia, Ramiro Santalices.

«Hemos procedido inmediatamente, rescindiendo su contrato y suspendiendo de militancia a esta persona», fueron sus palabras. Y añadió «actuamos correctamente desde el minuto menos uno y esto es lo que tenemos que decir políticamente». Cuando los dos exmilitantes de Esquerda Unida, José Loureiro y Mercedes Salvatierra, escucharon ese «desde el minuto menos uno» se les debieron abrir las carnes, porque a ellos Yolanda Díaz los había expulsado del partido siete años antes por denunciar unos hechos similares que también podrían haber sido cometidos por la misma persona. Ramiro Santalices fue finalmente condenado a un año de prisión por un delito de posesión de pornografía infantil en concurso con otro de distribución, al demostrase que, desde su ordenador del Parlamento Gallego, el asesor de Yolanda Díaz compartía documentos fotográficos con otros usuarios, planeaba encuentros para masturbarse y reconocía que «le gustaba abusar de niñas de 10 a 12 años».

El 2 de febrero de 2009 Yolanda Díaz era la Coordinadora nacional de Esquerda Unida y además también era concejal en Ferrol. Ese día, varios militantes de Izquierda Unida descubrieron archivos pedófilos en un ordenador que tenían en la sede del partido. El equipo estaba a disposición de las 10 o 12 personas que tenían llave de la sede, pero las sospechas apuntaban a este mismo Ramiro Santalices que, por ser asesor de Yolanda Díaz en el ayuntamiento “tenía llave de la sede, vivía solo y se solía quedar hasta altas horas en la oficina”, lo que coincidía con el hecho de que “las búsquedas se hacían a altas horas de la noche”. Los militantes de Izquierda Unida que descubrieron estos hechos hablaron con Yolanda Díaz como coordinadora nacional y esta «le restó importancia» a lo que habían encontrado, alegando que «será un virus». No conformes con la respuesta de sus superiores, el 4 de febrero, Salvatierra y Loureiro acudieron a la comisaría y cuando se lo comunicaron al partido, Izquierda Unida les denunció a ellos por difundir falsas y graves acusaciones contra la organización política. Y tras una investigación interna, fueron expulsados del partido.

Los hechos ocurridos en 2009 fueron archivados por el Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol pese a que el juez concluyó que hubo una infracción penal, pero no se pudo demostrar quién la había cometido. Yolanda Díaz encabezó la lista de Esquerda Unida para las elecciones al Parlamento de Galicia de octubre de 2012, en coalición con Anova y Equo, y la gallega ocupó la viceportavocía del grupo en el Parlamento de Galicia, para lo que se llevó con ella como asesor a Ramiro Santalices, manteniendo en él su confianza pese a las sospechas de que consumía material pedófilo usando un ordenador del partido. Finalmente, este asesor de Yolanda Díaz fue condenado por unos hechos similares desde otro ordenador de la oficina de su partido en la sede del Parlamento de Galicia. Hoy, cuando José Loureiro y Mercedes Salvatierra, los dos miembros de Esquerda Unida expulsados por denunciar lo que estaba pasando, ven que Yolanda Díaz pretende ser la primera presidenta del Gobierno de España convirtiéndose en la imagen de una izquierda dialogante, no pueden dejar de recordar lo que les hizo a ellos cuando intentaron impedir que un pederasta continuara a su lado.


Publicado el 06/07/2023 en Okdiario

Yolanda Díaz compra votos a jóvenes y vagos

 


El artículo 146 de la Ley del Régimen Electoral General (LOREG) establece «pena de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses, así como inhabilitación especial para el derecho del sufragio pasivo» para quienes «por medio de recompensa, dádivas, remuneraciones o promesas de las mismas, soliciten directa o indirectamente el voto de algún elector». El domingo, en una entrevista en El MundoYolanda Díaz anunció su intención de comprarle el voto a los más jóvenes comunicando que iba a «dar 20.000 euros a todo el que cumpla 18 años, para emprender o formarse». La vicepresidenta segunda del Gobiernoministra de Trabajo y candidata por la formación de ultraizquierda, Sumar ha llamado a esta propuesta la «herencia universal», la ha valorado en 8.000 millones de euros que saldrían, según ella, de nuevos impuestos a los más ricos y que se les regalarían a todos los jóvenes, incluidos los hijos de esos más ricos. Si esto no es intentar comprar votos, yo ya no sé qué lo puede ser.

Las encuestas no le van a Yolanda Díaz como ella esperaba. Está perdiendo más de medio millón de los votos que Podemos consiguió en 2019 y todo apunta a que no va a superar los 35 diputados, que serían 4 o 5 menos de los que, por separado, lograron los partidos que integran la plataforma Sumar. Esta caída, unida al descenso del PSOE, hace que las posibilidades de repetir el Gobierno de coalición se esfumen, por lo que, a la desesperada, está lanzando propuestas populistas cada vez menos pensadas. La de la «herencia universal» que anunció el domingo ya tuvo que corregirla ayer, cuando se dio cuenta de que la había enfocado a muchos jóvenes que el 23 de julio aún no la van a poder votar, y encima había enfadado a los que sí pueden hacerlo así que, sin ni siquiera sonrojarse, la cambió.

Ahora dice que esos 20.000 euros se los va a dar no cuando cumplan 18 años, como había anunciado, sino a todos los menores de 23, que esos sí le pueden votar. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay unos 2,5 millones de jóvenes españoles entre 18 y 23 años. Para darles 20.000 euros a cada uno, Yolanda Díaz necesita más de 50 mil millones de euros el primer año y luego otros 9 mil millones cada año, para los que vayan cumpliendo los 18. En una legislatura estamos hablando de más de 85 mil millones de euros, que es, aproximadamente, la mitad de todo el gasto previsto en los Presupuestos Generales del Estado de 2023. La idiotez es tan evidente que no necesita más comentarios. La otra idea «brillante» que se le ha ocurrido es la de rebajar la jornada laboral sin tocar el salario para que, de aquí a una década, trabajemos sólo 4 días a la semana, con jornadas que se acorten para terminar antes de las 6 de la tarde, cambiando los horarios comerciales. Lo resume así la gallega: «tiempo para vivir, para pensar, para aburrirse y hacer lo que nos guste». En busca del voto de los más vagos.

En el año 2010 la Audiencia Provincial de Madrid sentenció que a las promesas electorales incumplidas por los partidos políticos no les son aplicables las normas sobre publicidad engañosa. Leyes redactadas por políticos con las que cada vez es más difícil que la sociedad les impida hacer lo que les dé la gana. Con el delito electoral pasa lo mismo, si la policía detiene a un intermediario comprando votos para un candidato será castigado el intermediario, pero el político al que iba destinado ese voto como mucho será inhabilitado durante un cortísimo número de meses, pasados los cuales podrá volver a intentarlo, como acabamos de ver en Melilla. Yolanda Díaz está prometiendo un dinero que es imposible pagarlo a unos jóvenes que aceptarían vender su voto, engañados. Debería ser delito, pero me temo que ningún político apoye una ley que castigue esto.


Publicado el 04/07/2023 en Okdiario