Cláusulas suelo: podemismo judicial


Declarar nulas las “cláusulas suelo” de las hipotecas es una barbaridad, pero no del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que acaba de sentenciar el carácter retroactivo de esa nulidad, sino de nuestro Tribunal Supremo, que las declaró nulas a partir de su sentencia de mayo de 2013 “para quienes oferten en sus contratos cláusulas idénticas a las declaradas nulas, cuando no se hallen completadas por otras que eliminen los aspectos declarados abusivos”. El Supremo tomó esta decisión porque entendió que dichas cláusulas no superaban el control de claridad exigible ya que “no existen simulaciones de escenarios diversos relacionados con el comportamiento razonablemente previsible del tipo de interés en el momento de contratar” y por la “inexistencia de advertencia previa clara y comprensible sobre el coste comparativo con otros productos de la propia entidad”. O sea, las anuló porque, con carácter general, ninguno sabíais lo que estabais firmando ni quisisteis que algún profesional os asesorara en aquellos años en los que creíais que el director de vuestra entidad financiera era en realidad vuestro amigo de toda la vida, ése que siempre os aconsejaba lo mejor para vosotros en vez de lo que más comisiones le haría cobrar a él.
Como argumento contra la retroactividad, el Supremo dijo que “es notorio que la retroactividad de la sentencia generaría el riesgo de trastornos graves con trascendencia al orden público económico”. O sea, que hacer Justicia —con mayúsculas— iba a salir muy caro, así que lo mejor era hacer sólo una pequeña justicita —muy diminutiva—. Lógicamente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea no ha aceptado este ridículo argumento y ha sentenciado que si los tribunales españoles declaran que la cláusula es nula, lo será con efectos desde que se firmó el contrato, cueste lo que cueste.
Declarar que una cláusula es nula porque no se incluyeron las simulaciones a las que alude el Supremo es tan absurdo como si yo, que soy economista y sé hacer esas simulaciones, pretendiera que ahora mi banco me las anulase, cosa que no voy a hacer, porque jamás he aceptado firmar una cláusula suelo. Pero el motivo por el que yo no las he aceptado es porque mi aversión a ese riesgo ha sido siempre elevada, no porque yo tuviera una formación especial o manejase una información privilegiada. Yo he preferido firmar hipotecas a tipo fijo, o con diferenciales más altos, antes que aceptar ese suelo. Sin embargo he asesorado a mi hermana en la firma de sus préstamos hipotecarios y ella, con mi misma información, ha elegido aceptar cláusulas suelo, porque a cambio le ofrecían diferenciales mucho más bajos. ¿Os imagináis que yo ahora reclamase a mi banco ese diferencial más alto que acepté a cambio de no tener suelo? ¡De locos! Pues tampoco es justo que se las anulen a mi hermana, porque os aseguro que ella sabía lo que firmaba, y como mi hermana hay miles.
Hay quien me dice de buena fe que ellos ni siquiera sabían que la tenían, que el banco no se lo dijo —o no se enteraron— ni tampoco el notario —o tampoco se enteraron—, y quizá en esos casos estaría justificada su anulación. Pero a mí me cuesta creer que haya muchos casos en los que el consumidor no tenga ninguna responsabilidad por no haberse enterado de lo que estaba firmando. Porque en aquellos años es difícil que alguien no supiera qué eran las cláusulas suelo, era algo de lo que casi todo el mundo hablaba, algo por lo que todos te preguntaban cuando decías que ibas a firmar una hipoteca, una de sus condiciones más importantes y conocida. En cualquier caso, anularlas de forma general es hacer política desde los juzgados. Contra los bancos y a favor de La Gente® ¡SÍ, SE PUEDE!

Publicado el 27/12/2016 en OKdiario

El teatro de Vistalegre


Sin la menor duda, el próximo día 12 de febrero, en el Palacio de Vistalegre, Pablo Iglesias va a ser proclamado por aclamación como único e indiscutible líder de la secta podemita. No puede ser de otra manera. Pero hasta que llegue ese día tendremos que seguir soportando el soporífero e insufrible teatrillo con el que pretenden aparentar ser un partido moderno y democrático, en lugar del chiringuito populista que en realidad son. Teatro Pablo, lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro; como cantaba La Lupe. Todo en Podemos es teatro, decorados de cartón piedra y atrezo barato.
Se encierran durante dos horas en un despacho, sin testigos, Iglesias y Errejón, a ver, por ejemplo, algún partido de la NBA; y cuando salen declaran, muy serios y circunspectos ambos, que han llegado a un “acuerdo de mínimos” sobre los nombres de los organizadores del Vistalegre II. Y la ‘cla’ se desangra las manos aplaudiendo entusiasmada ante ese derroche de flexibilidad democrática, y los cientos de miembros de grupos secretos de Telegram y Whatsapp reciben al instante las consignas y la cartelería con la que deben inundar las redes sociales, que será a su vez redistribuida por otros miles de trolls podemitas, deseosos de contribuir para que hasta el último abducido por la secta podemita comprenda como de moderno y democrático es Podemos. Que hay que ser muy facha para negarlo. Aunque en realidad esos nombres los ha designado el líder a dedo.
Pero vamos a ver, ¿en serio alguien se imagina a Podemos sin Pablo Iglesias? ¿Acaso sería posible el nazismo sin Hitler o el fascismo sin Mussolini? ¿Cuánto pensáis que durará el chavismo sin Chávez o el castrismo sin Castro? Podemos es populismo, ni siquiera ellos lo niegan, sólo pretenden cambiarle el significado a una palabra que todos sabemos perfectamente lo que significa. Y el populista es un líder carismático que pretende hacerse pasar por uno salido del pueblo o, como ellos dicen, de La Gente®, para enfrentarse a los culpables de todos sus problemas, ese enemigo común que Podemos ha identificado como La Casta®. Sin líder carismático se derrumba el populismo.
Y en Podemos no hay ni habrá más líder carismático que Pablo Iglesias. Haced conmigo el ejercicio de buscar otro y veréis que risa. Analizad el carisma de Errejón, Monedero, Bescansa, Echenique, Espinar, Montero… A todos estos no les votaría ni su propia familia, como el padre de alguno de ellos ha confesado. Y sin Pablo Iglesias se les acaba el chollo a todos ellos en dos telediarios. Los podemitas lo saben, pero son expertos en marketing político y por eso intentan dar la imagen de partido moderno y democrático aparentando lo que no son. Y así llevan meses haciendo como si existieran alternativas, familias, tendencias y proyectos diferentes a los de su amado líder carismático, que a todos da de comer sin pegar palo al agua, llevando una vida de marqueses que ni se habrían atrevido a soñar. Distintas sensibilidades que duran lo que tarda el macho alfa en coger la fusta para azotar a una periodista crítica, hasta que sangre. Entonces prietas las filas, al líder de la secta no se le tose, que el que se mueve no sale en la foto y el que discrepa desaparece, con piolet… o manejando la lista.
Publicado el 22/12/2016 en OKdiario

Queridos musulmanes: luchad junto a nosotros


El pasado domingo, en la iglesia adyacente a la catedral copta de El Cairo, un terrorista islámico de apenas 22 años de edad hizo estallar una bomba con doce kilos de TNT, asesinando a 24 personas e hiriendo a otras 48. Ese mismo día, el grupo terrorista islámico Boko Haram hizo estallar a dos niñas de siete y ocho años en un mercado de Nigeria, asesinando a tres personas e hiriendo a otras 17. El viernes dos terroristas de este mismo grupo islamista, haciéndose explotar, asesinaron a otras 56 personas en otro mercado de Nigeria. Cada día, a cada hora; desde el siglo VII, hasta hoy. Ocurre allí, entre ellos o contra los que no son como ellos, y ocurre aquí, entre nosotros.
El 11 de septiembre de 2001 asesinaron a más de 3.000 personas en Estados Unidos, el 11 de marzo de 2004 a 191 en Madrid, en julio de 2005 a 56 en Londres, en enero y en noviembre de 2015 a 12 y a 130 en París, en marzo de 2016 a 32 en Bruselas, en julio a 86 en Niza… Son sólo algunos de los que más nos han impactado. Muerte, sangre y destrucción con los que pretenden islamizar nuestra sociedad. Porque ése es el objetivo del terrorismo islamista, restaurar la grandeza de siglos pasados del Islam y extenderlo por todo el planeta, mejor por las malas que por las buenas.
Cuando ocurrieron los atentados de París todos conocimos Molenbeek, ese barrio de Bruselas que el Ministro de Interior belga dice que “las autoridades no controlan”. Y existen muchos barrios similares en Europa, son las llamadas ‘No Go Zones’ o como eufemísticamente las llaman en Francia, ‘Zonas Urbanas Sensibles’, barrios en los que los policías sólo se atreven a entrar armados como marines en Vietnam. En esos barrios se han creado miniestados islámicos regidos por la ley islámica. Me ha contado un amigo algunas de sus numerosas experiencias cuando vivía en París, os resumiré aquí sólo una de ellas. Iba en el metro con una amiga francesa cuando a su vagón subió un grupo de musulmanes jóvenes que inmediatamente empezaron a insultarla porque iba maquillada. “Puta (sic), te reventaba” le gritaban mientras le escupían a la cara, le tiraban del pelo y le apretaban fuertemente los senos. Entre sollozos su amiga le susurraba, “Por favor, baja la cabeza, ni los mires, déjales hacer, que si les miras nos matan”. Y él se tuvo que tragar sus lágrimas, clavándose las uñas hasta sangrar, porque sabía que esa era la verdad, que si los miraba los matarían a ellos dos también.
Queridísimas y queridísimos musulmanas y musulmanes: os amamos. Os queremos aquí, trabajando junto a nosotros en nuestros países, para crear entre todos una sociedad mejor y más justa. Pero haceros un favor, borrad ya ese engendro de palabra inventada, esa ‘islamofobia’ a la que dedicáis todos vuestros esfuerzos y uniros a nosotros en la lucha contra la violencia islamista. Haceros querer, ganaros nuestro cariño y respeto, protestad en contra y no consintáis tanta violencia, tanto machismo, tanta muerte, tantas lágrimas como causan todos estos malnacidos hijos de Satanás. Lo demás va a venir sólo de forma natural. Pero si todos vuestros esfuerzos se dirigen únicamente a luchar contra esa pretendida ‘islamofobia’ la verdad es que vosotros también os convertís en una parte más del problema y habrá que combatiros por todos los medios legales. Porque si no estáis con nosotros en esta lucha por las libertades es bastante evidente con quienes estáis.
Publicado el 13/12/2016 en OKdiario

Los discursos de Podemos caben en un tuit


“La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales. Afirmación – apertura.”… y así todo. Con este tipo de cosas hacen creer a sus seguidores que son alguien, que tienen un discurso, que saben, que entienden, pero es sólo postureo, y es que no dan para más. Pablo Iglesias es profesor interino, Errejón acaba de terminar su doctorado y apenas “trabajó” lo de su ‘beca black’, Espinar no tiene ni el doctorado y ha trabajado de teleoperador e Irene Montero tres cuartos de lo mismo. Les llaman la casta universitaria, pero no llegan ni a eso. Ya no es que no sean catedráticos, es que no son ni profesores titulares. Y en política les pasa lo mismo, dan para un tuit, pero no se les puede pedir nada más.
Tengo un amigo que compara Twitter con una tasca de borrachos en donde cada uno suelta las mayores burradas que se le ocurren y cuanto más bestias son, más éxito tienen y más se les aplaude. Y yo no puedo negar que tenga algo de razón; no todo en Twitter es eso, pero sí que hay mucho de eso en la red. Y en esa tasca de borrachos los podemitas son líderes de opinión. A ese nivel sí que están sus discursos, como los de Garzón o Rufián. Entre los miles de trols podemitas sus discursos parecen los de don Antonio Maura.
Es el nivel adecuado para La Generación Más Preparada de la Galaxia, esos a los que en el resto del mundo llaman “millennials” y aquí muchos identificamos con el 15-M. La generación Peter Pan, sobreprotegidos, consentidos y maleducados; una generación que se nos ha quemado en el horno y ya tiene poca solución. Se les ha dado todo gratis, se les ha hecho creer que aún merecían mucho más, se les han creado unas expectativas que ahora, sin esforzarse mucho, no van a poder cumplir. Se han frustrado y como no son capaces de esforzarse, sólo saben protestar. Desprecian a sus mayores, esos que para dárselo todo a ellos tuvieron que luchar y sacrificarse tanto, pero no supieron enseñarles el valor del esfuerzo. Obviamente existen excepciones, existen jóvenes de su misma edad que sí luchan, que sí se esfuerzan y que no están frustrados por no recibirlo todo gratis. Pero los “millennials” españoles son todos podemitas y son el público al que dirigen sus tuits Carolina Bescansa o Echenique, cuando vomitan su odio.
‪Si políticos de la Segunda República como Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Alcalá Zamora, Julián Besteiro o Manuel Azaña pudieran darse una vuelta por nuestro Parlamento actual y alcanzasen a comprender a qué están dedicando su atención los podemitas, móvil en mano, y leyeran lo que escriben, y escucharan lo que dicen y supieran lo que piensan; pensarían que los españoles nos hemos vuelto locos al elegir a unos representantes tan mediocres… y, en buena parte, tendrían razón. Ciudadanos mediocres, frustrados, exigentes y vagos eligen, de entre ellos, a los que mejor les representan, a los que mejor expresan su ira… en un simple tuit.

Publicado el 06/12/2016 en OKdiario

Pablo Iglesias sólo llora al comunista que le paga


Ha muerto un tirano pero hay poco que celebrar, porque continúa la tiranía. Quienes amamos la libertad y aborrecemos cualquier forma de dictadura reservamos nuestro brindis para cuando la democracia llegue a nuestros hermanos cubanos. Causa sonrojo ver cómo algunos distinguen a los dictadores por su color y cuando el tirano es rojo lo llaman revolucionario, lo amparan y lo justifican vergonzosamente. En realidad, los tiranos se respetan entre ellos, por eso Fidel Castro ordenó tres días de luto oficial en Cuba el día que Franco falleció. Se reconocen iguales, como nosotros vemos las similitudes entre las extremas derecha e izquierda, tantas que muchísimas veces nos cuesta distinguir a un fascista de un antifascista.
Pero es natural que la muerte de Fidel Castro la celebren los familiares de los miles de asesinados con sus propias manos por el feroz tirano, o por sus órdenes directas, que viene a ser lo mismo. Fusilamientos, ejecuciones extrajudiciales, desaparecidos, presos de conciencia -muchos de ellos fallecidos en huelgas de hambre- represaliados, exiliados, encarcelados… o simplemente víctimas de la feroz pobreza y represión a las que el dictador sometió a su pueblo, están de enhorabuena, y muestran su alegría. Cualquier persona decente debe sentirse satisfecha cuando un malvado deja de hacer daño, aunque con algo de amargura por no verle rendir cuentas por todo el mal causado. Cercana está también la hora de su hermano Raúl, tan culpable como Fidel de tanto mal. Esperemos que antes de morir, él sí pague por sus actos ante la justicia terrenal.
Cabía esperar de nuestros castristas patrios que rindieran un homenaje al dictador comunista al menos a un nivel similar al que ofrecieron cuando murió su delfín venezolano. Todos recordamos a Pablo Iglesias, Errejón y Monedero llorando como plañideras durante meses, cuando Satanás reclamó para su infierno a Hugo Chávez. Tenemos vídeos de todos ellos homenajeando al tirano venezolano y esperábamos algo similar ante la muerte de su mentor. Pero no ha sido así, en absoluto. El paleocomunista Alberto Garzón sí, él no se ha cortado en absoluto a la hora de demostrar que, si le dejáramos, Garzón llenaría nuestro país de pelotones de fusilamiento, cárceles para opositores y pateras de salida, imitando a todos sus adorados tiranos comunistas. Pero a Alberto Garzón hace ya tiempo que no le toman en serio ni los suyos. Y hacen bien, porque este ridículo muchachito sólo sirve para hacernos reír.
Pero el líder de la secta podemita ha estado tibio, ni frío ni caliente. Pablo Iglesias lo ha despachado hablado de “luces y sombras” en el expediente de Fidel Castro y ha cambiado de tema. Ni siquiera viajará a Cuba a rendir pleitesía en sus funerales. No seré yo quien defienda ni excuse al podemita, tan sólo quiero dejar constancia de la diferencia de actitud de Pablo Iglesias cuando el fallecido es un tirano comunista del que ha recibido muchísimos millones de euros a través de fundaciones, de trabajos que nadie ha visto y que se retribuyen descomunalmente, de becas, asesorías y excusas de financiación varias; a cuando el fallecido es otro tirano comunista pobre, que a él no le ha dado ni un euro. Pablo Iglesias sólo llora al comunista que le paga, si el comunista es pobre… ni luces ni sombras. A la vista está, que cada cual saque sus conclusiones.

Publicado el 29/11/2016 en OKdiario

Lagarder: ‘Mocito feliz’ versión gritona


Debemos condenar la violencia siempre, no sirven excusas. No vale decir que hay que ser muy descerebrado para meterse un 20N en un acto de homenaje a Franco, con una pancarta en la que lo llama asesino, insultando a todos los allí presentes; o que lo raro es que saliera de allí sin ni siquiera rasguños, según el parte médico que él mismo muestra. Ni siquiera sirve justificarlo con que se presentara con dos cámaras con las que poder editar un vídeo en el que se cortasen todos sus insultos a los falangistas y sólo quedase grabada su respuesta violenta. No, hay que condenar la agresión, y se condena.
Porque si de alguna forma se disculpase esta agresión seríamos iguales a los que dicen que la culpa de que 30 proetarras le diesen una paliza a dos guardias civiles y a sus novias, en un bar de Alsasua, fue de los pobres agredidos, que estaban allí provocando. ¿O acaso no es indigno decir que la pobre cajera del Mercadona de Écija, que intentó impedir que la mala bestia del podemita Andrés Bódalo robara en su empresa, se merecía que le pegaran? ¿O vais a tener la poca vergüenza de justificar la agresión a la pobre dueña de una heladería de Úbeda, embarazada de seis meses, a la que el mismo malnacido de Bódalo maltrató violentamente por intentar impedir que le destrozasen su negocio?
No, de ninguna manera, la violencia debemos condenarla siempre. Lo mismo que hay que condenar la paliza que tres comunistas, hijos del diablo, le dieron a la pobre Inma Seguí, presidenta de Vox en Cuenca, a la salida de su casa; como la salvaje agresión que este verano sufrieron dos chicas en un puesto de apoyo a la selección española de fútbol, en Barcelona. Condenamos a los violentos franquistas, a los violentos sindicalistas, a los violentos proetarras, a los violentos podemitas, a los violentos secesionistas y condenamos la violencia del criminal que iba a una manifestación cargado de artefactos explosivos, se llame Alfon, o Mateo Morral. Yo también condeno esta agresión, porque yo las condeno todas. Y me felicito de que consiguiera salir de la boca del lobo en la que se metió para grabar su vídeo sin ni siquiera un rasguño.
Pero por lo que de ninguna manera voy a pasar es por llamar “Activista” a Lagarder. Éste sólo es un Mocito Feliz que se nos ha venido de Rumanía a vivir del cuento. El activismo no es ese teatro cutre que él hace. El activismo supone esfuerzo y sacrificio. Alguien que voluntariamente deja su trabajo como traductor de la policía para dedicarse a vivir del esfuerzo de los demás no puede llamarse activista. Él sólo se dedica a montar ‘shows’ para salir en la prensa y conseguir popularidad en las redes sociales, insultando a todos los que le ofrecen esa caridad que exige como derecho. Si a Lagarder le llamásemos “activista” estaríamos denigrando a los miles de voluntarios que de verdad ayudan. Yo lo voy a quedar en Mocito Feliz y de ahí no paso, ni con la paliza, ni con el mucho cuento que le echa a la vida. Me va a llamar neonazi, ya lo sé. Yo a los neonazis y a los paleocomunistas como él es que de verdad, me cuesta distinguirlos, me parecen primos hermanos, y ya os digo que yo a él no me parezco. Yo me esfuerzo, yo trabajo, yo sí ayudo a los demás. Mocito Feliz Gritón es un fraude.

Publicado el 22/11/2016 en OKdiario

Trump e Iglesias se parecen como un huevo a una castaña


Puestos a forzar la retórica, tanto un huevo como una castaña son alimentos, pero nadie con sentido común diría que se parecen. Pues lo mismo ocurre entre Iglesias y Trump, ambos son populistas, pero no les une casi nada más. El populismo es una tendencia política que pretende atraerse a las clases populares ofreciendo, demagógicamente, soluciones simples pero falsas a problemas complejos. El populista es un líder carismático que pretende hacerse pasar por uno salido del pueblo y enfrentado al establishment, como le llama Trump, o a la “casta”, como Pablo Iglesias copió de Hugo Chávez, al que convierte en el enemigo al que culpar de los males de La Gente©. Ambos coinciden en esto, pero casi en nada más.
Y ya me gustaría a mí que Iglesias se pareciera a Trump, porque en casi todo lo que se diferencian salimos perdiendo. Trump ha ganado las elecciones —y ganar ya es una diferencia fundamental con Iglesias— usando el eslogan “hacer a América grande de nuevo”; ama a los EEUU y ofrece a sus votantes devolver a su país el esplendor perdido. Por el contrario Pablo Iglesias tiene que esforzarse para disimular su verdadero sentimiento antiespañol y así recurre al término “patriota” despojándolo de su auténtico significado para hacernos creer que, en realidad, patriota significa algo así como ‘progre’. Trump respeta y hará respetar su Constitución, mientras que Iglesias insulta a quienes redactaron la nuestra y promete cargársela en cuanto pueda.
Trump propone ordenar la inmigración en su país, repatriando a todos los inmigrantes ilegales que hayan cometido delitos en EEUU. Lo mismo que ha hecho su predecesor, Obama, quien lleva ya expulsados a casi tres millones de inmigrantes ilegales, sólo la mitad de ellos con antecedentes penales. Por el contrario, Pablo Iglesias llegó a proponer una Renta Básica Universal para los inmigrantes ilegales a los que pretende acoger con los brazos abiertos -‘Refugees Welcome’- olvidando el paro y el déficit que padecemos. Trump propone bajar impuestos, legislar menos y reducir el tamaño del sector público. Iglesias, en su primera iniciativa parlamentaria, ha propuesto una “ley de emergencia social” para suministrar sanidad, luz, calefacción y vivienda a todos los que no se lo puedan permitir. Donald Trump exige actuar con “dureza e inteligencia” contra el terrorismo. Pablo Iglesias rinde homenajes al etarra Otegi y dice que los terroristas deberían salir ya de las cárceles.
Trump se graduó en la Escuela de Negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania, una de las más prestigiosas del mundo, tercera o cuarta en todos los ‘rankings’. Iglesias estudió en la Complutense, a la que el prestigioso ‘Academic Ranking of World Universities’ sitúa entre los puestos 301 y 400 a nivel mundial. Uno es un empresario de éxito gracias a su esfuerzo e inteligencia, el otro es un funcionario que ni siquiera ha conseguido una plaza de profesor titular. Pero lo que fundamentalmente les diferencia es que Pablo Iglesias pretende imponer su esquema moral y decirle a la gente lo que es correcto sentir y pensar, mientras que Donald Trump, como buen vendedor, adapta su discurso al sentir popular, no pretende imponer su moral. Probablemente, a lo de Pablo Iglesias haya que llamarle de otra manera, puede que el término populista no sea el más adecuado para quien, en realidad, no pretende lo mismo que su pueblo, sino cambiar a éste para que pretenda lo mismo que él.Quizá haya que empezar a llamar a Pablo Iglesias tan sólo comunista, para distinguirlo de los populistas como Trump.

Publicado el 15/11/2016 en OKdiario

¿Por qué Hillary Clinton no es un mal menor?


Para explicaros por qué yo jamás votaría a Hillary Clinton bastaría recordaros que le han mostrado su apoyo tanto Zapatero como Pedro Sánchez y hasta Miquel Iceta y esto ya debería ser suficiente para sospechar de ella. Pero viendo la apabullante campaña que existe contra su contrincante, Donald Trump, sostenida por el ‘establishment’ y los grandes emporios de la comunicación a nivel mundial, es posible que sea necesario algún argumento más.
Resulta extraño que esta mujer tenga el respaldo de la izquierda española. En primer lugar porque forma parte de una de esas familias que vienen a configurar lo más parecido a una monarquía en los Estados Unidos de América. Como antes hicieron los Roosevelt y los Kennedy, si gana Hillary, los Bush y los Clinton habrán gobernado durante 24 de los últimos 32 años. Y en segundo lugar por sus finanzas. Hillary confesó en una entrevista a la ABC que Bill y ella dejaron la Casa Blanca “no sólo en bancarrota, sino con muchas deudas”. Pero desde entonces se convirtieron en una máquina de generar dinero. La pareja ha ingresado 154 millones de dólares por 728 conferencias desde 2001. De ellos, casi un tercio los facturó Bill mientras Hillary era secretaria de Estado y la mitad del total procede del extranjero, por ejemplo de Moscú, Pekín o Arabia Saudí. Además de eso, tienen una fundación que recibe millonarias donaciones procedentes de Arabia Saudí, Kuwait, Omán, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, entre otros. La Fundación Clinton recibió 8,6 millones de dólares de la fundación ucraniana Victor Pinchuk. También recibió millones procedentes de consorcios con intereses en Colombia, previamente a que Hillary apoyara un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Colombia.
Otra cuestión que hace desconfiar de ella es que entre 2009 y 2013 utilizó su cuenta privada de correo electrónico para sus comunicaciones oficiales, incluidos varios cientos de mensajes que más tardes fueron marcados como clasificados. Grave imprudencia que hace sospechar que lo hizo para que sus comunicaciones quedaran fuera de los registros oficiales y del escrutinio público, pese a poner en peligro la seguridad nacional. En general, su carrera política no ha sido nada brillante. Junto al escándalo del uso de su correo privado tiene otras manchas, como su fracasado intento de reformar la seguridad social y su nefasta gestión del ataque al consulado estadounidense en Libia en 2012. Y está salpicada por escándalos, unos con nombres de mujer como los de las ‘antiguas’ Monica Lewinsky o Gennifer Flowers o la ‘moderna’ ‘Energizer’; y otros con nombre de chanchullos, como el ‘Whitewater’ y el ‘Travelgate’.
Pero lo que menos me gusta de esta señora, a cuyo favor parece contar sólo su condición de mujer y el miedo a Trump, son sus ideas políticas. En USA, liberal significa algo parecido a socialista o progresista, y Hillary representa ese tipo de ‘liberalismo’ a la perfección. Propone subidas de impuestos, aumento del salario mínimo, endurecimiento de la legislación contra el ‘fracking’ impulsando las energías ‘limpias’ mediante grandes inversiones públicas, mayor asistencia social, regularización de inmigrantes indocumentados, en 2008 apoyó el rescate de las instituciones financieras afectadas de Wall Street, y está a favor de la prohibición de las armas. Respecto a la religión, Hillary ha declarado: “Los códigos culturales profundamente arraigados, las creencias religiosas y las fobias estructurales han de modificarse. Los gobiernos deben emplear sus recursos coercitivos para redefinir los dogmas religiosos tradicionales”. Toda una progre, capaz de todo por el poder y el dinero. No, Hillary Clinton no es un mal menor, representa todo lo que yo no querría para mi país.

Publicado el 08/11/2016 en OKdiario

El odio que mueve a Pablo Iglesias


Como hemos visto todos, el odio, la ira y la violencia no sólo han rodeado el Congreso de los Diputados, sino que se han metido dentro. Pablo Iglesias se ha quitado el disfraz de “socialdemócrata del norte” para entrar en el Congreso puño en alto, un gesto usado por comunistas, anarquistas y etarras, y asociado a los regímenes más antidemocráticos. Y ya sin careta, ha dejado patente en sus discursos, en sus gestos y en sus trifulcas parlamentarias que, como a todo comunista, tan sólo le impulsa el odio. Odio que puede ser genético, como en su caso, o adquirido, como en el caso de los demás pijos progres podemitas, niños de papá, hijos de altos funcionarios y de lastarjetas black.
Pablo Iglesias heredó ese odio de su abuelo Manuel quien, en 1936, antes de huir de su pueblo natal, Villafranca de los Barros, ejercía como delegado gubernativo y “perseguidor” de sus paisanos de derechas. Fue juzgado y condenado a muerte, aunque sólo pasó cinco años en prisión obteniendo posteriormente un empleo como alto funcionario. De su abuelo Manuel el odio genético pasó a su padre, Javier, también alto funcionario y militante del grupo terrorista Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), con quienes participó en varias acciones subversivas que también le llevaron a la cárcel.
Las desagradables trifulcas parlamentarias que hemos tenido que soportar desde que Pablo Iglesias ha llegado al Congreso no son exclusivas del comunismo. Ya en las Cortes liberales de Cádiz, a principios del siglo XIX, se vivieron situaciones tan violentas y grotescas como las actuales. Y tampoco son sólo propias de España, hasta en el Parlamento británico y en el de la Unión Europea se pueden ver escenas similares. Y no digamos ya en los de Ucrania, Italia, Japón o Panamá. No, las broncas parlamentarias no son exclusivas del comunismo, lo que en realidad caracteriza a los comunistas es el odio, ese odio que todos vemos reflejado en cada gesto y en cada discurso de Pablo Iglesias.
Y es que, como dijo Henry Hazlitt “todo el evangelio de Karl Marx puede resumirse en una sola frase: odia al hombre que esté mejor que tú.” La lucha de clases, la crítica al capitalismo, el acceso violento de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción, el materialismo dialéctico, etc., son sólo excusas para el odio y la envidia. En España podemos ver cómo los podemitas tratan a nuestros mejores empresarios, como Amancio Ortega. Jamás reconocerán que su fortuna es el fruto de su esfuerzo, ni que de su trabajo se benefician sus miles de empleados por todo el mundo y disfrutamos con él sus clientes. La envidia y el odio atribuye todo lo que Ortega ha conseguido a la explotación de los débiles y al robo. Si no eres comunista podrás ver cómo fracasan los más perezosos y los más estúpidos, pero esta idea para un podemita es fascista, porque los comunistas siempre le echarán la culpa de su fracaso a los que tienen éxito. Y esta envidia se convierte en frustración y la frustración en ira. Y Pablo Iglesias ha aprendido de sus mayores a utilizar ese odio en beneficio propio. Como ellos, aupado en el odio y la ira, acabará de alto funcionario y viviendo sin dar un palo al agua, se ganará el pan con el sudor del de enfrente; como su padre y su abuelo, comunistas todos, odiadores todos, vividores todos.

Publicado el 02/11/2016 en OKdiario

La abstención es lo de menos si el PSOE sigue jugando a ser Podemos


Lo de menos es si el PSOE se va a abstener para permitir la investidura de Rajoy, porque Rajoy será presidente no por su abstención, sino porque ganó las elecciones del 20D, ganó aún más las del 26J, y arrasaría en unas terceras elecciones. Lo verdaderamente importante es si han aprendido la lección, si van a recuperar la cordura, si van a abandonar el frentismo ‘guerracivilista’ de Zapatero, si van a volver al centro izquierda moderado y si por fin van a empezar a enfrentarse a Podemos. Porque ya lo dijo hace tiempo el socialista Nicolás Redondo Terreros: “Si jugamos a Podemos, gana Podemos”. Y tampoco es que hubiera que ser adivino para verlo, porque Pablo Iglesias ha dicho y escrito repetidamente que su principal objetivo es acabar con el PSOE para ocupar él su sitio.
En el panorama político español surgieron dos nuevas fuerzas políticas. En el centro izquierda, Ciudadanos, y en la extrema izquierda, Podemos. Evidentemente Ciudadanos ha restado votos tanto a PP como a PSOE, mientras que Podemos ha obtenido los suyos del PSOE y de las ultraizquierdas nacionalistas. Pero la forma como PP y PSOE se han enfrentado a estas dos nuevas formaciones ha sido radicalmente diferente. El PP de Rajoy es desde el principio un partido socialdemócrata moderado, y no ha dejado de serlo para enfrentarse a la nueva situación, ni ha radicalizado su discurso. Y aún así muchos de sus votantes, liberales o conservadores, les han seguido votando con la nariz tapada, para evitar males mayores.
Pero el PSOE de Zapatero y de Pedro Sánchez, por el contrario, sí ha modificado su discurso, abandonando el centro y las posiciones moderadas y mostrándose tan frentista, ‘guerracivilista’, republicano y pronacionalista como Podemos. Y a la vista están los resultados obtenidos por unos y otros. Los 85 diputados que tiene el PSOE son, de lejos, los peores resultados de su historia, al igual que le ocurre en numerosas comunidades y capitales importantes, donde, a toda velocidad, Podemos los está devorando, como ya anunció Pablo Iglesias que iba a hacer. Estando todo tan anunciado sorprende que el PSOE siga cometiendo ese mismo error ayuntamiento tras ayuntamiento, comunidad autónoma tras comunidad autónoma, elección tras elección; siguen dando alas a Podemos, siguen jugando a ser Podemos, siguen perdiendo contra ellos. La estrategia correcta es evidente: el PSOE debe situar a Podemos en la extrema izquierda separatista, que es su sitio natural -en el que no deben obtener más del 15% de los votos- y convertirse ellos en un centro-izquierda moderno, moderado, socialdemócrata y dialogante.
Sin embargo, las declaraciones de los líderes del PSOE demuestran que no es esto lo que van a hacer. No han echado a Pedro Sánchez por entregarse en brazos de Podemos, sino por perder elección tras elección. No proponen la abstención en la investidura de Rajoy para contribuir al bienestar de los españoles, sino para no enfrentarse a unas elecciones con un claro pronóstico desfavorable. Y nada más. Continuarán igual de podemizados, se negarán a cualquier diálogo con un PP al que ellos mismos han convertido en Satanás para sus propias bases, con su idea de que todo lo que no sea de izquierdas es herencia de los fascistas asesinos de la guerra civil y de los culpables de los asesinatos del 11M; por lo que hay que rechazar cualquier pacto con el PP. Y seguirán simpatizando con todos los secesionistas. Y jugando a ser Podemos, serán derrotados por Podemos, si no en seis meses en 12. Ojalá me equivoque… o quizás sea mejor que ocurra así.

Publicado el 25/10/2016 en OKdiario

Historias de Alsasua


Alsasua es un pequeño municipio navarro, de poco más de 7.000 habitantes, ubicado en el valle de la Burunda, a menos de 6 kilómetros de la provincia de Guipúzcoa, los mismos que les separan de la de Álava; más cerca de Vitoria que de Pamplona.  Hasta mediados del siglo XX Alsasua apenas llegaba a los 3.500 habitantes, pero en 1956 se trasladaron allí, desde Irún, los talleres del vasco Sunsundegui, dedicados al mantenimiento de trenes de Renfe, y eso duplicó su población, básicamente por la llegada de extremeños que transformaron su economía rural en industrial. Hoy muchos de los habitantes del pueblo son hijos y nietos de aquellos esforzados trabajadores extremeños. En los años 80 su alcalde era del PSOE, en los 90 cambió al PNV y ya a partir de 1999 ha sido gobernada por independentistas vascos de Euskal Herritarrok, Aralar, Nafarroa Bai y Bildu, siendo desde hace un par de años regida por Geroa Bai con el apoyo de EH-Bildu. Los abuelos extremeños del PSOE, los hijos del PNV y los nietos… los nietos se dedican a dar palizas  a guardias civiles y a sus novias.
La novedad de estas palizas a guardias civiles y a sus novias es que ahora, gracias a Dios, y al esfuerzo de años de exitosa lucha contra el terrorismo de nuestros policías y guardias civiles, no los asesinan. Como cuando el 9 de enero de 1980 ametrallaron en Alsasua al ex guardia civil Sebastián Arroyo. O cuando, en diciembre de 1988, lanzaron cuatro granadas contra el cuartel de la guardia civil de Alsasua, arrancando una pierna con una trampa bomba al cabo José Aguilar García, mientras rastreaba los alrededores. También es novedad que han pasado de las agresiones “virtuales” de los últimos años, a las agresiones reales. Porque de agresiones deben calificarse las que se producen cada año en ese aquelarre al que llaman ‘Ospa Eguna’, con el visto bueno, y supongo que hasta la sonrisa cómplice, de nuestros jueces más progres.
El ‘Ospa Eguna’, que se traduce del vascuence como ‘El día de la huida’, es un acto organizado cada año por los independentistas alsasuarras –entre ellos los dos detenidos por la paliza a los guardias civiles- la semana antes de sus fiestas patronales. En él exigen la expulsión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado del País Vasco y Navarra. Y lo hacen pateando, quemando y ahorcando a muñecos que representan a guardias civiles, y parodiando a S.M. el Rey, desde el balcón del ayuntamiento, con distintivos nazis, amparados por los dirigentes consistoriales. En uno de esos aquelarres, la entonces alcaldesa, Garazi Urrestarazu de Bildu, se dirigió a los miembros de la Benemérita, diciendo: “Hijos de puta, me cago en vuestra calavera”. Y todos sabemos que cuando los de Bildu hablan de calaveras no lo hacen metafóricamente. Pero el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz –qué guapo y qué moderno- archivó la causa contra la alcaldesa abertzale al considerar que pudo ser de “mal gusto” pero “inocua”. Tan “inocua” era la amenaza, que sus cachorros de fieras sarnosas la han llevado a la práctica. Unos señalan y amenazan y otros actúan y golpean; como han hecho siempre.
Todos tenemos amigos o familiares guardias civiles, los conocemos y por eso los queremos y respetamos. Sabemos cómo se sacrifican hasta límites inhumanos por nuestro bienestar y seguridad. Y también todos conocemos a los perros abertzales; esos nietos de extremeños, avergonzados de unos orígenes “maquetos” de los que deberían estar más que orgullosos. Todos sabemos distinguir la verdad de la mentira y el bien del mal. Yo estaré siempre del lado del bien y de la verdad y por eso, sin la menor duda, condeno el odio que amarga las entrañas de esos malnacidos hijos del diablo, a los que algunos jueces, guapos y modernos, permiten total impunidad.

Publicado el 18/10/2016 en OKdiario

¿Quién quieres ser Pablo Iglesias, Dr. Jekyll o Mr. Hyde?



Pocos días antes de las elecciones del pasado 26J, cuando los podemitas se veían ya dando ese sorpasso al PSOE que le vaticinaban las encuestas y que finalmente se quedó en un bluf, Pablo Iglesias se definía a sí mismo como “socialdemócrata y patriota”. En aquellas fechas desde Podemos no paraban de repetir que su modelo eran los países nórdicos. Iglesias se arrogaba así el papel de nuevo líder de la socialdemocracia nórdica en España, dando también por fracasada la ‘tercera vía’, centrista y reformista. Pero esa evolución del comunismo a la socialdemocracia nórdica fue sólo un paso más en su tránsito desde su primitiva lucha contra el poder, en la que le descubrimos todos, hasta esta nueva lucha para conseguir el poder, en la que está ahora. Como buen camaleón su piel se adapta a sus intereses, el fin justifica cualquier medio y ahora, tras su fracaso en las pasadas elecciones, no le produce la menor vergüenza renegar de su disfraz socialdemócrata y volverse a vestir de comunista y antisistema, única y exclusivamente porque piensa que eso le va a proporcionar más votos.
Así, el pasado domingo Iglesias celebra el aniversario de la muerte del genocida, asesino y terrorista Ernesto Che Guevara, el ‘Carnicero de La Cabaña’,  tuiteando: “Dispara cobarde, sólo vas a matar a un hombre. A 49 años de ser asesinado, los que llaman criminal al Che, ni siquiera llegan a cobardes”. Dejando aparte que la cita es completamente falsa y que el tuit está redactado como podría hacerlo cualquier analfabeto funcional, el mensaje posiciona a Iglesias en el lugar desde el que él desea afrontar los próximos meses, en los que hará oposición al PP y al PSOE desde la más extrema de las izquierdas. En el mismo sentido Podemos ha decidido negarse a participar en la celebración de la Fiesta Nacional y no enviarán ningún representante ni al desfile militar ni a la recepción que ofrecen los Reyes en el Palacio Real. Fiesta que Pablo Iglesias dice que “estará llena de antipatriotas por mucho esmoquin que lleven”.
En un acto con los círculos celebrado el pasado día 7 en el cine Palafox de Madrid, Iglesias lanzó mensajes como “por nuestras venas corre la sangre de los luchadores antifranquistas, corre la sangre de los que representaron al movimiento obrero y debemos asumir el ‘empoderamiento’ militante”; “es imprescindible podemizarse”; “hay que construir contrapoder en los bares y discotecas”; “para ser más, tenemos que empezar a arremangarnos y cavar en las trincheras de la sociedad civil, “frente a los partidos de cuadros, donde todos cobran, nosotros necesitamos una militancia que lleve el combate de Podemos. Hace falta sindicalismo con coraje de una vez”. Un par de días antes ya había afirmado que Podemos no debería dejar de ser populista hasta que alcanzara el poder.
No seré yo quien defienda a los socialdemócratas, ni siquiera a los nórdicos. En mi opinión el PSOE es un partido con 137 años de sangrienta historia bolchevique, golpista, terrorista y corrupta y todos saldríamos ganando con su desaparición. Pero lo más que pueden hacer los socialdemócratas de nuestros días es volver a arruinarnos otra vez, como hacen cada vez que han alcanzado el poder. Mucho más peligro tiene hoy el populismo neocomunista y chavista, estos no sólo nos arruinan, que también, sino que siempre traen de la mano destrucción y muerte. Pablo Iglesias socialdemócrata es el ambicioso, antisocial y engreído Dr. Jekyll, pero como populista y comunista es el perverso y repugnante Mr. Hyde. Aunque, en realidad, los dos son el mismo.

Publicado el 12/10/2016 en OKdiario

Ahora le toca irse a Rajoy


Aún no está claro cómo va a acabar la brutal lucha fratricida abierta actualmente en el PSOE, aunque los barones han asumido el poder parece evidente que Sánchez conserva el respaldo de una gran parte de las bases del partido, que le auparon a la secretaría general hace apenas un par de años. Respaldo que en estos momentos se sustenta en el frontal rechazo a Rajoy y al PP. Se equivocan quienes piensen que los barones han echado a Sánchez por el “no es no” —en eso casi hay unanimidad— o por negociar con Podemos —todos ellos lo hacen—. Tan sólo se ha tratado de una lucha por el poder consecuencia de los nefastos resultados electorales de Sánchez, tan simple y tan vulgar como eso. Ahora el PSOE debe elegir qué hace, pero no tiene ninguna alternativa buena. Si se abstienen y permiten gobernar a Rajoy, Podemos ocupará, en la práctica, la jefatura de la oposición y los machacarán en las próximas elecciones. Pero si no lo hacen es casi seguro que el sorpasso se produzca en diciembre. ¿Susto o muerte?
Además ser investido con tan sólo 137 diputados no es el mejor escenario para el PP, ya que no acabaría la actual situación de bloqueo. ¿Qué gestión, qué reformas, qué presupuestos podrían sacar adelante en un Congreso que les es completamente hostil? De ser investido así la situación de desgobierno se prolongaría hasta que, inevitablemente, se convocaran elecciones anticipadas, con lo que aún la agonía sería más larga y perjudicial.  Porque el PSOE plantearía una moción de censura en el momento en que se viera con fuerzas para enfrentarse de nuevo a Podemos. Lo malo para los populares es que la decisión no está en sus manos. Constitucionalmente es al Rey a quien le compete consultar a los partidos y decidir si propone de nuevo a Rajoy, en función de lo que le digan. Y nadie entendería que éste volviera a rechazar presentarse si el PSOE anuncia públicamente que se abstendría, a no ser que cometieran el tremendo error de exigir condiciones que justificaran esta negativa ante sus votantes.
En cualquier caso ahora a los populares les toca sentarse a ver cómo acaba la batalla de Ferraz y si finalmente deciden llevarnos de nuevo a las urnas o no. Pero al minuto siguiente a que se decidan Rajoy debe dar un paso adelante, convocar el Congreso Nacional  de su partido, que lleva ya dos años aplazando, para ser sustituido como candidato a presidente del Gobierno, bajo la fórmula ‘un militante un voto’ y no mediante los antiguos compromisarios. No antes de que se decida el PSOE, porque esto impediría las terceras elecciones, que es la mejor opción para el PP, pero sí inmediatamente después. Rajoy no debería ser el candidato en unas terceras elecciones, él es el principal motivo de que su partido haya perdido tres millones de votos desde 2011, sobre todo porque sus votantes están hartos de subidas de impuestos, de incumplimientos de su programa electoral, de su permisividad con los secesionistas y su actitud ante la corrupción de los miembros de su partido.
Pero también debe marcharse aunque no haya terceras elecciones, para facilitar así la gobernabilidad de España, porque esa es la justificación que necesitan los socialistas para abstenerse en la sesión de investidura sin entregar la jefatura de la oposición a Podemos. La renuncia de Rajoy permitiría al PSOE mantenerse como líderes de la oposición, en detrimento de Podemos y, en consecuencia, en beneficio de España. Es el momento de reformar y renovar el PP para volver a ilusionar a sus bases y a sus votantes. Deben celebrar ese Congreso Nacional pendiente, olvidarse del ya superado modelo de compromisarios y darles el voto a sus militantes. Sólo así el PP puede aspirar a recuperar los votantes perdidos y garantizar la gobernabilidad de España, alejando los riesgos del populismo bolivariano y del secesionismo. Por el bien del PP y por el bien de España.

Publicado el 05/10/2016 en OKdiario

Cansados de Ciudadanos


El viernes pasado, el último día de la campaña electoral del 25S en Bilbao, durante un desayuno de Nueva Economía Fórum, Albert Rivera dijo que había que “abrir la mano a la convivencia para que no haya líneas divisorias, para que no haya ni buenos ni malos, para que en el País Vasco paséis página…” y se quedó tan ancho. Estas declaraciones, tan parecidas a las que puede hacer otro de los invitados a esos desayunos, el presunto “hombre de paz” Arnaldo Otegi, provocaron inmediatamente tanta polémica que el propio Rivera se vio obligado a tuitear inmediatamente un mensaje que decía: “Pasamos página, pero no olvidamos. Habrá justicia, y no aceptaremos lecciones de quienes apretaron el gatillo”. O sea, que se pasará página sin buenos ni malos pero no se aceptarán lecciones. Ni se desdecía, ni rectificaba, ni aclaraba nada de lo dicho. Así que el portavoz bloqueador, Juan Carlos Girauta, se vio obligado a intervenir también, con el estilo chulesco y tabernario que le caracteriza, contestando lo siguiente a otro tuitero que, escandalizado, exigía explicaciones más concretas: “Ya se lo concreto yo: M.A. Blanco era un hombre bueno; quien lo asesinó, un malnacido. ¿Lo va viendo más claro?”. Tan claro como la noche más oscura.
Hay quienes achacan todo este embrollo a un simple problema de comunicación pero es extraño, porque si algo sabe hacer bien Albert Rivera es comunicar. En realidad, es lo único que hasta el momento ha demostrado que sabe hacer bien. Esa facilidad de discurso es la que le ha permitido convertirse en el más liberal de los socialdemócratas, o el más socialdemócrata de los liberales, según convenga. Rivera es un gran orador, tiene un discurso fluido con el que siempre sabe decirle a cada uno lo que quiere escuchar, y sabe cambiar su discurso radicalmente de un día para otro. Puede perfectamente un día decir que en ningún caso votará sí a Pedro Sánchez y al siguiente votarle y afear la conducta de los que votan no. También es capaz de mantener con desparpajo que se abstendrá en la investidura de Rajoy un día antes de confirmar que votará que sí. Así que debemos pensar que él cree que los vascos quieren escucharle decir que deben pasar página sin que se vuelva a hablar de buenos y malos.
Se le da bien hablar a Rivera, como también se le da bien venderse por mucho más de lo que vale, y rodearse de caras bonitas y sonrientes; de forma que hay quienes comparamos a los candidatos de Ciudadanos con los concursantes de Operación Triunfo: guapos, con buena voz, agradables… pero carentes de formación “musical” y sin “peso en la partitura”. Pura pose. Así, la formación de Albert Rivera ha resultado irrelevante en el País Vasco y Galicia, donde han sido incapaces de sacar un sólo diputado en estas elecciones, lo mismo que les ocurrió en Navarra, Castilla-La Mancha y Canarias. En el País Vasco, Ciudadanos no ha conseguido el escaño que sí consiguió UPyD hace cuatro años, obteniendo 21.362 votos, el 2,02%, casi la mitad de los 40.326 votos el 26-J, mientras que en Galicia ha sacado poco más de 48.103 votos, el 3,38%, frente a los 133.938 votos conseguidos en las elecciones generales del 26J.
En Cataluña, Ciudadanos es otra cosa, allí desempeñan un papel fundamental y su aportación a la regeneración democrática de la Comunidad Autónoma está siendo decisiva. Por eso éramos muchos los que anhelábamos su salto a la política nacional. Pero parece que este salto les ha venido grande, que no lo dieron estando suficientemente preparados, y es una lástima. En España es necesario y hay hueco para un partido liberal importante, que no sea ni de izquierdas ni de derechas. Ciudadanos podría haber ocupado ese hueco, pero no hay sitio para otro partido socialista más, como están comprobando elección tras elección.

Publicado el 25/09/2016 en OKdiario

Urkullu seguirá siendo lehendakari… Y Sánchez secretario general


Como todos suponíamos, Urkullu seguirá siendo lehendakari tras las primeras elecciones vascas que han resultado predecibles en los últimos años. En 2009 los vascos fueron a votar con la izquierda abertzale ilegalizada por primera y única vez en la democracia. Además el candidato jeltzale, Ibarretxe, tratando de recoger el voto de los ilegalizados proetarras, había radicalizado su discurso al punto de llegar a proponer una consulta soberanista ilegal en octubre de 2008, que fue finalmente impedida por el Tribunal Constitucional (TC). A Ibarretxe le salió fatal la jugada alejando a sus propios votantes y perdiendo la Lehendakaritza a favor del socialista Patxi López, a quien regaló el cargo un PP que sólo recibió a cambio su desprecio eterno. Más tarde, el 20 de octubre de 2011 ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada con lo que las siguientes elecciones, celebradas justo un año después, fue la primera vez que los vascos votaron sin la amenaza terrorista. Pero con los proetarras de nuevo legalizados por 6 votos a 5 en el TC. En estas circunstancias y pese a conseguir aún 3 escaños menos que Ibarretxe en su derrota de 2009, Urkullu fue investido lehendakari sólo con los votos de sus 27 diputados, frente a los 21 votos conseguidos por la candidata de Bildu, por la abstención de los 16 socialistas, los 10 del PP y el de UPyD.
En esta ocasión no se esperaban sorpresas. La posibilidad de que un bloque a la Navarra entre los extremistas de Bildu y Podemos, consiguiera más escaños que el PNV, que finalmente no ha ocurrido, no habría tenido en realidad efectos prácticos ya que socialistas y populares siempre evitarían que alcancen el poder entregándoselo a Urkullu, quien ni siquiera necesitaría ofrecer nada a cambio. Tan sólo quedaba la duda de si el creciente desprestigio de Podemos, a los que cuanto más se les conoce menos se les vota, les llevaría, de ser los más votados el pasado 26J, a ser segundos o terceros, como finalmente han sido.
En clave nacional no es probable que el PNV modifique su posición por estos resultados. En realidad para la investidura no necesitan ni al PSOE ni al PP, ya que su única alternativa son los extremistas y a estos sí que no los van a apoyar ninguno de los dos. Pero es trascendente que el PNV suma mayoría absoluta tanto con el PSOE como con el PP, pero también con Bildu y hasta con Podemos; por lo que lo más probable es que vaya cambiando de apoyo según le convenga en cada caso. Un PP liderado por un Alfonso Alonso que se ha demostrado tan poco atractivo como su madrina, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría; aunque ambos podrán decir que la sangre finalmente no ha llegado al río, ya que, contra lo pronosticado, sólo han perdido uno de los 10 diputados que hicieron dimitir a Basagoiti tras las pasadas elecciones. También parecía claro que Ciudadanos no iba a ser capaz de mantener el escaño de UPyD.
Pero sobre todo interesaba ver cómo de bajo es capaz de caer el PSOE y seguir soportando el lastre de Pedro Sánchez. Con toda seguridad Sánchez va a vender como un enorme éxito haber perdido 7 escaños, obteniendo de nuevo los peores resultados históricos de su partido, ya que había encuestas que decían que aún iba a perder alguno más. Y es que algo tendrá que decir, ya que no piensa dimitir. Sánchez tiene asegurada la Secretaría General del PSOE haga lo que haga y pierda lo que pierda, simplemente porque no existe otro candidato, ni mejor —que lo sería cualquiera— ni peor que él —que ya es difícil hasta de imaginar—. Lo único que tiene que hacer Sánchez es entretener al público con sus trucos de mago malo; ‘misdirection’ que distraen la atención sobre su único objetivo: ser el candidato del PSOE en unas terceras elecciones en las que está convencido de que mejorará su posición frente a su único oponente, que no es Mariano Rajoy ni Susana Díaz, sino Pablo Iglesias, quien sigue cuesta abajo y sin frenos; al tiempo que intenta hacer creer que tendremos que votar de nuevo por culpa de los demás, porque él ha intentado evitarlas. Y si no… al tiempo.

Publicado el 25/09/2016 en OKdiario

El porqué de la doble vara de medir


Que en España existe una doble vara de medir según la cual a la izquierda se le consiente absolutamente todo mientras que la derecha, acomplejada, debe hacerse perdonar continuamente hasta su existencia, es algo tan evidente que no merece la pena perder mucho tiempo enumerando la infinidad de ejemplos que sustentan esta afirmación. A mí me interesa más hablar sobre los motivos que provocan que esto sea así y para ello voy a hacer un esbozo de la historia de los dos grandes partidos españoles.
El PSOE es un partido con 137 años de sangrienta historia bolchevique, golpista, terrorista y corrupta. Fue fundado marxista y revolucionario en 1879 por Pablo Iglesias, quien en sesión parlamentaria del 7 de julio de 1910 amenazaba de muerte al ex presidente del Gobierno y jefe del partido conservador Antonio Maura, y reconocía su participación en la Semana Trágica de Barcelona de 1909 en la que quemaron 80 iglesias y conventos y murieron 78 personas. 15 días después, el socialista Manuel Posa Roca disparó contra Antonio Maura, hiriéndole en la pierna y el brazo. En 1917 el PSOE apoyó la Huelga General Revolucionaria que trató de destruir el sistema legalmente establecido mediante la violencia callejera para sustituirlo por un nuevo régimen revolucionario y bolchevique. Esta huelga provocó 100 muertos. En 1933, el socialista Largo Caballero -el Lenin español- creó el grupo paramilitar de las Juventudes Socialistas, los chíbiris, quienes recibían instrucción militar y sembraban el terror en las calles. En 1934 el PSOE, de la mano de Indalecio Prieto, organizó y proporcionó las armas para otra nueva Huelga General Revolucionaria, un movimiento armado organizado por los socialistas en toda España que sólo arraigó en Asturias con el apoyo de los anarquistas, el cual se saldó con más de 1.000 muertos. Entre febrero y julio de 1936, en la Primavera Trágica, los socialistas, liderados por Largo Caballero,  provocaron cientos de incidentes con 262 muertos y centenares de iglesias y conventos asaltados e incendiados. El 13 de julio de 1936 un grupo de socialistas secuestraron y asesinaron al líder de la derecha monárquica, José Calvo Sotelo. Ya en la democracia, Felipe González, quien sólo tres años antes había llevado al PSOE del marxismo a la socialdemocracia, alcanzó el poder en 1982. Este nuevo PSOE socialdemócrata de Felipe González organizó el terrorismo de Estado de los GAL y generalizó la corrupción —Fondos Reservados, Roldán, Juan Guerra, Filesa— todo lo cual no impidió al PSOE alcanzar de nuevo el poder en 2004 con José Luis Rodríguez Zapatero, quien con los millones invertidos en su Ley de Memoria Histórica y su Educación para la Ciudadanía, sentó las bases para el resurgimiento delguerracivilismo y el nacimiento de Podemos.
El PP, antes AP, fue fundado en 1976 como una federación de otras pequeñas agrupaciones políticas, principalmente por exjerarcas franquistas, los llamados “siete magníficos”. Su primer presidente fue Federico Silva Muñoz, Ministro de Obras Públicas con Franco y su primer secretario general y candidato a presidente del Gobierno, Manuel Fraga Iribarne, Ministro franquista de Información y Turismo. Durante los años de la dictadura franquista las escuelas españolas enseñaron una Historia falseada en la que la Guerra Civil había sido una Cruzada y una Guerra de Liberación contrarrevolucionaria, anticomunista y antiseparatista, en defensa de la ley y el orden. El carácter sangriento de la represión quedó silenciado durante décadas, los muertos del lado republicano se hacinaron olvidados en las cunetas y a los del bando golpista se les erigieron monumentos por doquier. Muerto Franco la Transición española se convirtió en un modelo a imitar por otros países, por los cambios pacíficos y negociados que nos trajeron la democracia actual. Pero la derecha cometió un error cuyas consecuencias hemos empezado a ver hace poco, pensó que si ellos olvidaban el pasado sangriento y golpista del PSOE se harían perdonar a su vez su pasado franquista y esto no ha sido así. La Historia que se estudia ahora es igual de falsa que la franquista, pero de signo contrario. Ahora enseñan que la Segunda República era un régimen democrático ideal donde se convivía en paz y armonía, la cual vinieron a romper unos sanguinarios fascistas. Se ha convertido en mártires a los asesinos del bando republicano y en monstruos a sus víctimas y eso lo han aprendido así muchos votantes actuales.
Y es que la diferencia está en los votantes, no en los líderes políticos. Los líderes de todos los partidos, incluidos los nuevos, usan la corrupción como una herramienta que permite desprestigiar al contrario y alcanzar el poder a los suyos, en esto no se diferencia ninguno. Pero los votantes sí son diferentes. Son los votantes de Podemos los que no le dan ninguna importancia a que Rita Maestre haya sido condenada, a labeca black de Errejón, a los chanchullos de Monedero ni a los millones de Venezuela e Irán. Son los votantes del PSOE los que se olvidan de Indalecio Prieto y Largo Caballero y perdonan los GAL, Filesa y los EREs. Y hasta al etarra Otegi lo transforman en un preso político y “hombre de paz”. Mientras que los votantes de derechas no pasan ni una, no le perdonan unos simples trajes a Francisco Camps, ni el pitufeo de Rita Barberá, piden cuentas a Rajoy por el dinero que Bárcenas se llevó a Suiza y hacen dimitir a Soria por mentir en unas explicaciones que no estaba obligado a dar, por no haber cometido ni ilegalidad ni inmoralidad alguna. El español de izquierdas no siente vergüenza porque se cree heredero de los santos de la Segunda República, mientras que el de derechas se la coge con papel de fumar, creyéndose hijo del fascismo. Unos se enorgullecen de su pasado golpista y terrorista mientras que a los otros les avergüenza su origen franquista… y así nos va. Hasta que en España no se estudie la verdad de la Guerra Civil, sin tergiversaciones partidistas ni falsos héroes, hasta que asumamos lo que ocurrió y las vergüenzas se repartan a todos por igual, la derecha tendrá que seguir haciéndose perdonar cada día. La pretendida superioridad moral de la izquierda no es más que ignorancia de su verdadera historia.
Publicado el 19/09/2016 en OKdiario

De liberales, fachas e independentistas catalanes


Los liberales somos muy dados a dar y quitar carnets. Liberal clásico, libertario, minarquista, anarcocapitalista, liberalconservador… todo el día con la libertad individual en la boca pero parece que lo que más nos gusta es decirle a los demás liberales lo poco liberales que son. Y uno de los debates que más carnets pone en duda es el del pretendido derecho a decidir de los secesionistas catalanes. Aquí a la que te descuidas dejas de ser liberal y te conviertes en facha, estés del lado que estés. Porque los nacionalistas catalanes dicen que los que no les dejan decidir son los fachas españolistas y los nacionalistas españoles aseguran que son los fachas nacionalistas catalanes los que quieren decidir por los demás. Y en este debate los liberales también nos dividimos, como los demás. Yo quiero explicar mi punto de vista liberal…  y enfurruñado, o sea, estrictamente personal.

Como liberal lo primero que me planteo es dónde reside la soberanía, para unos la soberanía reside en la nación española y para otros en la nación catalana. La nación española niega la soberanía de esa entidad menor catalana igual que la nación catalana le niega la soberanía a su entidad menor del Valle de Arán y esta a su vez se la negará al terçon de Marcatosa y esta al municipio de Vilac, y así sucesivamente. Nadie renuncia a su soberanía para regalársela a otro. Pero pocos liberales negarán que la soberanía no debe residir en un grupo, sino en el individuo y que sólo éste, expresa y voluntariamente, puede consentir en delegar en un grupo parte de sus libertades. Así, cualquier persona debería poder dejar de ser español para integrarse en el nuevo grupo que mejor le plazca, ya sea catalán, aranés, de cualquier entidad menor… o de ninguna. Pero los nacionalistas catalanes reclaman para ese grupo, no voluntario sino forzoso y excluyente de personas, un derecho a decidir que niegan a otros grupos menores con lo que convierten en privilegio lo que reclaman como si fuera un derecho.

De este modo resulta evidente que el derecho a decidir que reclaman los nacionalistas no es en defensa de los derechos individuales, pero algunos secesionistas argumentan que no siendo un ideal, sí es un paso en el camino correcto, puesto que se plantea como una libertad añadida a las ya existentes y está encaminada hacia un Estado más pequeño. Parecen querer decir que Cuba es más libre que USA, y Corea del Norte más liberal que Australia, porque son más pequeños. La libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos es aún menor en Cataluña que en el resto de España, las sanciones a los comercios que no rotulan en catalán no son ejemplos de liberalismo, las faltas de respeto a las opiniones diferentes, la uniformidad y el adoctrinamiento nacionalistas tampoco son en absoluto liberales. No, el pretendido nuevo Estado catalán no lleva el camino de la libertad sino todo el contrario, el de un nacionalismo rancio, liberticida y excluyente al que como liberal, me opongo.

Pero es que, además, el sometimiento a la ley, tanto de los individuos como del Estado, es la única forma de garantizar los derechos y libertades individuales. La propiedad privada, la libertad individual y el sometimiento a la ley son tres pilares del liberalismo. El Estado está limitado a actuar en el ámbito que le permite las leyes consensuadas, que deben ser modificadas conforme a los procedimientos democráticos previstos. Se puede plantear la secesión pero sólo cumpliendo la legalidad y los procedimientos democráticos para modificar la Constitución que a todos nos obliga. No, de ninguna manera, sin sometimiento a la ley no existe libertad. El nacionalismo ha sido siempre la excusa perfecta de los políticos para recortar nuestros derechos y aumentar su poder, pero al menos que no nos cuelen su ambición como liberal.

Publicado el 12/09/2016 en OKdiario