¿Por qué no hay humanidad para Zaplana?


Dirigentes políticos de distinto signo, entre los que se encuentran Pablo Iglesias, Arnaldo Otegi y Ximo Puig, han respaldado la petición del PP para que Eduardo Zaplana sea excarcelado y pueda ser tratado médicamente en el hospital o en su casa acompañado de su familia y no como un perro abandonado, que es como lo tiene ahora la justicia española. El exministro encarcelado, que aún no ha sido condenado, se encuentra en prisión preventiva incondicional y sin fianza desde hace casi ocho meses por unos hechos que llevan investigándose en secreto desde el año 2015. Las peticiones de humanidad se basan en que Zaplana está gravemente enfermo de leucemia, una dolencia por la cual el ex dirigente popular fue sometido a un trasplante de médula y de la que recientemente ha sufrido un importante empeoramiento debido a una infección por rechazo del trasplante. Su estado de salud es tal, que incluso hace unos días llegó a publicarse que había fallecido, siendo este extremo desmentido por sus familiares.
A Zaplana se le investiga por su presunta implicación en los delitos de cohecho, malversación, prevaricación y blanqueo de capitales en relación con el cobro –a través de testaferros– de comisiones presuntamente pagadas por la empresa Sedesa por adjudicaciones públicas realizadas hace más de 15 años. La prisión preventiva es una medida excepcional que nuestro ordenamiento jurídico contempla solamente para los casos en que exista posibilidad de reiteración delictiva, destrucción de pruebas o cuando se da un manifiesto riesgo de fuga. En el caso de Zaplana la Fiscalía se opone a que la tortura a la que el investigado está siendo sometido sea sustituida por un régimen de libertad vigilada porque cree –y así lo ha manifestado– que aún no se han incautado todos los bienes que el ex presidente de la Generalitat Valenciana podría tener en el extranjero. De este modo, siempre según la posición de la magistrada y la Fiscalía, se evitaría que pudiera fugarse a algún país sin tratado de extradicción.
Y esto, insisto, tras más de tres años de pesquisas secretas y más de siete meses de tener al investigado recluido. El término tortura que he usado anteriormente ha sido el mismo que ha usado el propio Zaplana para calificar su situación, sobre todo cuando el ex ministro afirma que reza todos los días para morirse. No seré yo quien dude de la eficacia de la instrucción, sólo destaco que el popular no está libre pese a su grave enfermedad porque ésta no ha sido concluida. Recordemos, porque es conveniente hacerlo, la Fiscalía Anticorrupción de Valencia depende de la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, y ésta, a su vez, está integrada en el Ministerio Fiscal español, un organismo que pende de María José Segarra, la Fiscal General del Estado. Un cargo para el que fue designada el pasado 15 de junio por Pedro Sánchez a las dos semanas de ocupar La Moncloa. Se da la circunstancia de que, cuando en 2009 Segarra era fiscal jefe de Sevilla, el PP la acusó de tener guardadas en un cajón durante meses las grabaciones del caso Mercasevilla, hasta que una denuncia de los populares desatascó las pesquisas.
En el caso de Zaplana, que la Fiscalía terminara su trabajo o que, sin acabarlo, apoyara el arresto domiciliario del investigado, proponiendo todos los medios policiales que estimase convenientes para evitar que pueda fugarse un enfermo de leucemia en grave estado de salud, no implica directamente que la juez instructora vaya a respaldar esa medida, pero parece razonable pensar que así podría ser. Dios no quiera que se vuelva a repetir un caso como el de Rita Barberá y ojalá que Zaplana se recupere adecuadamente para enfrentarse en buenas condiciones de salud a un juicio que no debería demorarse mucho más. Pero si ocurriera otra desgracia como aquella todos nos preguntaremos, ¿por qué motivo no se le trató con humanidad?
Publicado el 25/12/2018 en Okdiario

Las líneas rojas movedizas de Ciudadanos



El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, afirmó este lunes que Ciudadanos prefiere negociar con el PSOE antes que con VOX. Este fin de semana declararon que “no contemplamos que entren en el gobierno partidos extremistas”, en referencia a VOX en Andalucía, “hemos dejado claro que queremos un frente constitucionalista, y esa es nuestra línea roja”, afirmaron. A las “líneas rojas” de Ciudadanos vamos a tener que denominarlas “líneas rojas movedizas” porque sabemos dónde están hoy pero nadie se atrevería a apostar sobre dónde se encontrarán mañana porque ya no se ven señales de las de ayer. El ejemplo más reciente está relacionado con la extremista TV3 y con los extremistas partidos separatistas catalanes a los que Albert Rivera llama “golpistas” al tiempo que se sienta a negociar con ellos un sillón en el Consejo de Gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), encargado de la gestión de TV3.

Esa “línea roja” les había llevado hace medio año a pedir al Gobierno de Rajoy que prolongase el artículo 155 para hacerlo efectivo también sobre TV3. La cadena no se intervino y ahora ellos se sientan en su Consejo. Tampoco ha pasado un año desde que Juan Carlos Girauta se sentó a negociar con la extremista Irene Montero para pactar con los extremistas de Podemos una reforma de la ley electoral a la que esperaban sumar al PSOE. Tras aquel acuerdo ambos portavoces coincidieron en que mantendrían abiertos canales de coordinación sin “líneas rojas”. Han versionado la frase que dijo Groucho Marx en la película ‘Sopa de ganso’; los naranjas dirían: «Estos son hoy mis principios. Pero cuando nos venga bien tendremos otros». Porque este “cordón sanitario” es la forma como Ciudadanos calcula que más votos le puede robar al PSOE.

Son muchos los que dicen que Ciudadanos es un partido de derechas o hasta de extrema derecha. Pero los resultados de las últimas citas electorales demuestran que su caladero de votos está en el centro izquierda de donde le quitan votantes tanto al PP como al PSOE, quien a su vez está recuperando a muchos de los votantes que se le habían marchado a Podemos con lo que consiguen frenar algo la sangría. No como los de Pablo Casado, que caen en picado perdiendo los votantes que por la derecha se le marchan a VOX y por la izquierda a Ciudadanos. Por eso la “línea roja” de Ciudadanos se ha desplazado esta vez hacia la izquierda, que es donde más votos pueden conseguir, ocupando la franja que ocupaba el PSOE antes de que se podemizara.

Es evidente que a sus votantes les gusta esta estrategia electoral, porque les funciona de una forma espectacular. Sus votantes entienden que todo vale con tal de luchar contra el bipartidismo al que culpan de todos los males de España, y no están muy ideologizados, más que en cuestiones básicas, como la lucha contra la corrupción y la defensa de la Constitución. En todo lo demás consienten que se pacte hoy con quienes ayer dijeron que jamás lo harían. De esta manera Ciudadanos se puede llegar a convertir en un PSOE 2.0, un Partido Socialista leal a España y sin las mochilas cargadas de casos de corrupción y de traiciones como las del golpista Indalecio Prieto, las del Lenin español, Largo Caballero, las del Zapatero de la Ley de Memoria Histórica y del Estatuto de Cataluña o las de éste presidente Cum Fraude que ha vendido España a los golpistas, los filoterroristas y los comunistas bolivarianos, a cambio sólo de que le dejen usar el ‘Falcon’. Sería una fantástica mejora.


Publicado el 18/12/2018 en Okdiario

Ladran luego… son perros


En una columna de opinión El País se ha inventado que en El Ejido no hay librerías —cuando la verdad es que existen varias y hasta un Corte Inglés— para acusar a su población de analfabeta por haberse atrevido a votar al que ellos llaman ultraderechista VOX. Al independentista Andreu Buenafuente tampoco le ha gustado lo que votaron los andaluces y por eso los llamó “cerdos” y se mofó de su forma de hablar en el programa que todavía le emite Movistar+. Una reportera y un cámara de televisión han ido grabando por las calles de Marinaleda para identificar a los 44 ciudadanos que habían osado votar a VOX en las elecciones autonómicas. Son sólo tres ejemplos de lo que está haciendo una buena parte de la prensa española, insultando a los votantes de VOX como no insultan ni a los de los partidos golpistas, ni a los de los filoetarras, ni a los de los comunistas bolivarianos.
Hasta que se escrutaron las papeletas de las elecciones andaluzas, VOX era prácticamente ignorado por todos esos medios de comunicación que ahora no paran de ofenderlos. Pero desde que al día siguiente de dicho escrutinio Pablo Iglesias se puso delante de las cámaras de televisión llamando a sus huestes a una movilización “antifascista” para frenar el avance de la “extrema derecha”, la violencia física ha hecho arder las calles y la violencia verbal ha inundado las redacciones de la misma prensa que lleva años blanqueándolo a él y a sus socios. La realidad es que VOX no es ni facista ni extrema derecha y que los podemitas sí son comunistas bolivarianos, pero los mismos medios que avalan y blanquean a los antidemócratas de extrema izquierda, a los golpistas catalanes y a los amigos de los etarras vascos, pretenden criminalizar a los demócratas de derechas.
Son como aquel pintor que está pintando un techo al que de pronto le quitan la escalera y se queda “colgado de la brocha”. Pero aún no se han dado cuenta de que ya no tienen escalera, no tienen credibilidad pero ellos siguen agarrados a su brocha porque no saben hacer otra cosa. Los resultados de las elecciones andaluzas han demostrado que su influencia sobre el voto de la gente es completamente nula. Más bien al contrario, cuanto más insultan a sus votantes más crece la expectativa de voto de VOX. Cuanto más les señalan como antidemócratas, inconstitucionales y fascistas, mintiendo, más simpatías recogen de todos aquellos que piensan que si tanto les insulta una prensa tan desprestigiada, algo bueno deben de tener y se acercan para comprobarlo por sí mismos, sin dejar que nadie les engañe.
Dicen que fue el poeta nicaragüense Rubén Darío el que atribuyó la frase “ladran, luego cabalgamos” a un tal Sancho, lo que a muchos hizo pensar erróneamente en el personaje de El Quijote. La idea es original del poeta alemán Goethe, quien la introdujo en su poema ‘Ladrador’ en 1808 diciendo: “Pero sus estridentes ladridos sólo son señal de que cabalgamos”. Los perros son animales mucho más nobles y honestos que todos estos pseudoperiodistas de los que os hablo, así que hay que disculparse con ellos antes de compararlos. Pero cuando los perros ladran demuestran dos cosas a la vez, la primera es que cabalgamos delante de ellos, que avanzamos más de lo que pueden hacer ellos, que se van quedando detrás. Y la segunda es que simplemente son perros encerrados que sólo nos pueden ladrar cuando nos vamos. Los ciudadanos españoles avanzan en su lucha contra los golpistas, la extrema izquierda y los filoetarras, mientras que los perros… sólo ladran.
Publicado el 11/12/2018 en Okdiario

VOX no es extrema derecha ni inconstitucional


Estoy convencida de que ninguno de los que atacan a VOX diciendo que son inconstitucionales y de extrema derecha ha asistido jamás a uno de sus mítines y seguramente tampoco se hayan leído su programa electoral. Yo sí he asistido a varios mítines de VOX y me he leído las 100 medidas urgentes que proponen para España, por eso yo puedo afirmar que mienten o se equivocan. Por definición, la extrema derecha está asociada a ideologías totalitarias y antidemocráticas próximas al fascismo o al nazismo y os aseguro que cuando vayáis a un mitin de VOX no os vais a encontrar con nada así. No existe ni esa xenofobia ni mucho menos el racismo que se les achaca, no hay intolerancia ni machismo, no verás islamofobia ni brazos alzados en saludo romano, no verás banderas franquistas ni símbolos extremistas de ningún tipo. No es verdad.
Todo eso es un conjunto de mentiras que le viene bien difundir a todos aquellos que no quieren que aparezca un nuevo partido político de derechas que le quite votantes a los que ya están instalados. Desde el PP y su prensa amiga se ha contribuido bastante a construir esa falsa idea sobre VOX para intentar detener la fuga de votantes. Pero también la prensa y los partidos de izquierda han incidido en ello para estigmatizarlos. El típico enemigo contra el que se intenta movilizar a la masa en beneficio propio. Pero es evidente que el engaño no les ha funcionado y que los votantes han creído más en su propio criterio que en el que pretendían transmitirles unos medios de comunicación que han perdido por completo la credibilidad a favor de nuevas plataformas como OKDIARIO.
En los mítines de VOX lo que hay son muchas banderas de España. Estuvieron torpes los demás partidos al no darse cuenta de que los españoles habíamos empezado a sacar orgullosos nuestra bandera a nuestras ventanas y balcones y que ese símbolo representa la unidad a la que no estamos dispuestos a renunciar. Tan torpes como estuvieron cuando permitieron que en Cataluña unos políticos golpistas celebraran por dos veces un referéndum ilegal por inconstitucional, con el que consiguieron mojarnos la oreja a todos. Estuvieron torpes los que permitieron que en los medios de comunicación públicos catalanes y en sus escuelas se nos insultara sin parar y los que ahora pactan con ellos y les prometen indultos que la ciudadanía rechaza masivamente. Cada vez que VOX sentaba en el banquillo a un golpista catalán, ante la pasividad de Gobierno y oposición, más ciudadanos se sentían atraídos a sus mítines para escuchar por ellos mismos sus propuestas, sin que nadie les engañara. Y así han ido llenando auditorios.
En sus mítines no hay skin heads ni se canta el ‘Cara al sol’. Allí hay gente normal de la calle, unos llegan en Mercedes y otros en modestos utilitarios, hay muchas mujeres de todas las edades y sobre todo muchísimos chicos jóvenes con aspecto de pertenecer a todas las clases sociales y profesiones. Estudiantes, militares, jubiladas, obreros de la construcción, ingenieras. Cualquiera con el que te encuentras por la calle, tus vecinos, esos que hace tiempo que pusieron la bandera de España en su balcón, a esos seguramente te los encuentres allí. Y se habla de la defensa de la nación española contra los golpistas, de la lucha contra las mafias de la inmigración ilegal y contra el terrorismo internacional, de bajadas de impuestos, de la ideología de género, y de promover una reforma legal de la Constitución para poner fin al disparate autonómico. Nada de extrema derecha. Todo de extrema necesidad.
Publicado el 04/12/2018 en Okdiario

Todo va a empeorar en Andalucía


O todas las encuestas fallan, y tendrían que fallar en mucho, o tras estas elecciones en Andalucía todo va a ir a peor. Susana Díaz ha estado hábil adelantando la fecha electoral, fundamentalmente para no coincidir con el escándalo que supondrá la sentencia del juicio de los EREs, pero también para pillar al PP con el pie cambiado, liderado por un Pablo Casado al que no ha dado tiempo para deshacerse de un nefasto candidato que, además de sorayista, ya estrelló a los populares en 2015 perdiendo 17 de los 50 diputados conseguidos por Javier Arenas. Además, este adelanto ha permitido a la presidenta de la Junta de Andalucía minimizar el desgaste que para el PSOE está suponiendo el doctor Sánchez al frente de un Gobierno sustentado por golpistas, chavistas y proetarras.
Lógicamente, los escándalos de corrupción, los “dineros para asar una vaca” gastados en orgías en clubes de alterne y drogas, y la nefasta gestión que mantiene a Andalucía entre las regiones con peores indicadores económicos, tanto en términos absolutos como comparándola con el resto de regiones españolas, van a hacer que Susana obtenga el peor resultado conseguido nunca por el PSOE en Andalucía, por mucho voto cautivo y subvencionado que pueda tener. Pero se beneficiará tanto de su habilidad en el adelanto, como de los pésimos candidatos con los que se presenta la oposición. Así, todo indica que Juanma Moreno caerá a los resultados que obtenía su partido en los años 80 y estará muy cerca de ser superado por Ciudadanos, quienes no acusan el desgaste de haber sido el sostén de Susana Díaz durante la última legislatura y pueden llegar incluso a doblar su representación, no por méritos del cambiante Juan Marín, sino más bien de Albert Rivera e incluso de Inés Arrimadas.
La coalición entre Podemos e Izquierda Unida seguramente les haga perder votos, pero parece que en escaños incluso pueden subir. Todo ello hace que los resultados de PP, C’s y Adelante Andalucía vayan a estar próximos, alrededor de los ventipocos diputados. La única novedad va a ser VOX, el partido del antiguo parlamentario vasco del PP, Santiago Abascal, va a entrar en nuestras instituciones y hay quien dice que lo va a hacer con fuerza. El nuevo partido de derechas ha conseguido atraer a miles de personas a todos los mítines que ha convocado en la región, a pesar de la campaña de insultos y difamaciones que han tenido que soportar. Esta brutal campaña de desprestigio hace que posiblemente las encuestas no reflejen su verdadera intención de voto.
Pero lo verdaderamente interesante llegará a partir del lunes cuando empecemos a saber si Susana Díaz se apoyará para formar Gobierno en los podemitas, imitando a Pedro Sánchez, o contará de nuevo con el respaldo de Ciudadanos. Lo que haga cada uno de esos tres partidos se interpretará forzosamente en clave nacional, habida cuenta de que dentro de menos de 6 meses tenemos elecciones municipales, al Parlamento Europeo, y en 13 de las 17 comunidades autónomas, además de que quizá se produzca el deseable adelanto en las elecciones generales del débil y desprestigiado Gobierno de Pedro Sánchez. Con todo este puzzle, mi apuesta es que en Andalucía las cosas van a ir a peor, porque Ciudadanos se negará a dar su apoyo de nuevo a Susana Díaz con lo que no le quedará más remedio que pactar con la anticapitalista Teresa Rodríguez quien, como han hecho en el resto de España, se negará a entrar en el Gobierno, pero exigirá pinceladas de chavismo populista que empeorarán aún más la vida a los andaluces. Ojalá me equivoque.
Publicado el 02/12/2018 en Okdiario