Y de nuevo dimitió la cazatalentos


Esperanza Fuencisla Aguirre y Gil de Biedma, condesa consorte de Bornos, Grande de España. Concejal del Ayuntamiento de Madrid con Fraga. Ministra de Educación y Cultura y Presidenta del Senado con Aznar. Presidenta del PP de Madrid, de la Comunidad de Madrid y hasta el lunes, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, con Rajoy. Y cazatalentos. Ha dimitido poco a poco, por fases, a regañadientes, muy forzada. Primero como Presidenta de la Comunidad, en su segunda dimisión como Presidenta del PP madrileño y ahora, en la tercera, y a ver si a la tercera va la vencida, del Ayuntamiento. Muy amada por unos y muy odiada por otros, finalmente su biografía se contará con más claroscuros de los que ella desearía por su fantástica capacidad para fichar “chorizos”.

En las autonómicas de 2003 fue la candidata más votada, quedándose a un escaño de la mayoría absoluta que sí alcanzaban juntos PSOE e IU. Sin embargo se produjo el conocido “Tamayazo” por el que dos diputados del PSOE pasaron al Grupo Mixto para no apoyar a su candidato, tras reunirse con el responsable de finanzas del PP en la Comunidad y un par de constructores que poco después vieron recalificados algunos de sus terrenos en Villaviciosa de Odón, forzaron la repetición de las elecciones, y así obtuvo Aguirre mayoría absoluta. Hasta 2010 fue también Presidenta de la fundación Fundescam, a la que la Agencia Tributaria acusó, cuando el delito ya había prescrito, de financiar ilegalmente sus campañas de 2003 y 2004. También estuvo envuelta en acusaciones de espionaje político a miembros de su propio partido. Pero lo más escandaloso ocurrido bajo su presidencia del PP de Madrid se desarrolla en torno a la operación Púnica y los casos Gürtel y Lezo, por los que, entre otros, han acabado en prisión un puñado de sus alcaldes y sus dos vicepresidentes, Francisco Granados, quien fue su Consejero de Presidencia y Secretario General del PP madrileño; y su heredero, Ignacio González.

Ya en marzo de 2012 Eduardo Inda y Esteban Urreitztieta publicaron en El Mundo que la policía estaba investigando a Ignacio González en relación con su ático de lujo en Estepona, propiedad de una compañía con sede en un paraíso fiscal, administrada por un conocido testaferro. Vivienda que los agentes sospechan que se trata del pago de una comisión relacionada con la trama Gürtel. Desde entonces hasta hoy han pasado cinco años en los que González fue promocionado por Aguirre a Presidente de la Comunidad de Madrid, rodeado de sospechas entorno al lujoso nivel de vida de que hacía gala a la vista de todos. Años en los que la cazatalentos ha puesto repetidas veces “la mano en el fuego” por él, hasta que la semana pasada fue enviado a prisión.

Efectivamente Aguirre bajó impuestos en Madrid y favoreció la libertad de horarios comerciales. Sí, bajar impuestos es liberal, pero sólo por hacerlo no te conviertes en la Hayek española. Bajó impuestos duplicando la deuda pública. No privatizó Tele Madrid sino que se usó en beneficio partidista. No privatizó Caja Madrid, sino que se utilizó para colocar y financiar a amigos. No privatizó el Canal de Isabel II, sino que el juez Velasco sospecha que se usó para financiar al PP. El presunto uso de una gigantesca maquinaria pública, financiada con el sudor de los ciudadanos, en beneficio propio, de su partido y de sus amiguetes es completamente antiliberal. Usar la etiqueta del liberalismo con una cazatalentos como Esperanza Aguirre es como usar al Che Guevara para representar la democracia; todo un despropósito.

Publicado el 25/04/2017 en OKdiario

Valientes ‘Cagaris’ vascos


ETA emitió su tradicional comunicado del Aberri Eguna, el día que el PNV se inventó que su fundador e ideólogo, el racista, xenófobo y misógino Sabino Arana, se cayó del caballo como San Pablo, descubriendo su condición de antiespañol. En este comunicado agradecen el trabajo de los ridículamente autodenominados ‘Artesanos de la Paz’, a los que califica de “valientes”. Sí, les llama “valientes”. Incluso al ‘cagari’ de Mondragón le llaman valiente. Valiente cagón. No podemos permitirles el uso de palabras que pretenden falsear la Historia. Y es que cuando en 1984 la Guardia Civil entró en el piso en el que se escondía el comando Donosti, después de un duro enfrentamiento armado en el que murieron dos etarras y resultó herido un guardia civil, escucharon un lloriqueo que les guió hasta el armario empotrado en el que se hallaba escondido el jefe del comando, Jesús María Zabarte Arregi, el ‘Carnicero de Mondragón’, descubriendo que este “valiente” se había hecho, literalmente, encima sus necesidades, tal y como lo cuenta uno de los guardias civiles que participó en su detención. De gudaris nunca han tenido nada, sólo son ‘cagaris’.

El ‘Cagari de Mondragón’ fue condenado por una veintena de atentados y 17 asesinatos por la espalda, pero salió de prisión en 2013, tras sólo 29 de los 615 años a que fue condenado, beneficiándose de la ‘doctrina Parot’. Jamás se arrepintió ni pidió perdón. Es más, dice “no he asesinado a nadie, yo he ejecutado”. Añade: “Yo no soy católico, no creo en el arrepentimiento. A mí me sirve el reconocimiento. Y si me preguntas, ¿lo hacías para hacer daño? Yo te digo: sí”. Este malnacido hijo de Satanás fue uno de los falsos ‘Artesanos de la Paz’ que ocupó un lugar privilegiado en el acto celebrado en Bayona en el que los proetarras festejaron la fingida entrega de armas con la que los terroristas simularon que su desarme ha sido una decisión propia. Y probablemente El ‘Cagari’ no sea el peor de los presentes en aquel repugnante acto propagandístico.

La realidad es que con ETA está terminando la Guardia Civil. Los etarras no han entregado ese puñado de armas voluntariamente, han sido forzados a hacerlo. No deben disfrutar por tanto de ninguna concesión, pese a que viendo a su brazo político dentro de las instituciones más de una nos temamos lo peor. No obstante, si se disuelven, sería posible estudiar individualmente los beneficios penitenciarios previstos en nuestra legislación, siempre que demuestren su arrepentimiento y colaboren con la justicia en el esclarecimiento de los crímenes que aún quedan sin resolver. Hasta entonces incluso el reagrupamiento de presos en cárceles del País Vasco y Navarra es impensable, ya que, mientras la banda exista, eso le haría aún más fácil imponer sus directrices a los presos, lo que iría en detrimento de su reinserción, siendo ésta la prioridad de cualquier política penitenciaria.

La memoria de sus víctimas inocentes exige que cesen de una vez por todas las ofensas que reciben casi a diario en los pueblos vascos en los que, impunemente, se rinden homenajes ilegales a los asesinos etarras, mientras jueces y fiscales ensucian vergonzosamente sus togas con el “polvo del camino”. Ahora que los demócratas estamos a punto de acabar con estos psicópatas asesinos marxistas, con los ‘cagaris’ vascos, debemos impedirles tergiversar la Historia narrando un final que legitime sus aspiraciones políticas. Hay que ser persistentes contando la verdad para contrarrestar sus mentiras. Se lo debemos a sus víctimas que son nuestros héroes. El fin de ETA se producirá cuando todos sus crímenes hayan sido aclarados y todos sus ‘cagaris’ sean encarcelados.

Publicado el 19/04/2017 en OKdiario

Los podemitas son hijos de Zapatero


La semana pasada Podemos rechazó la declaración sobre Venezuela que el Congreso pretendía aprobar al considerar que era una “irresponsabilidad” que sólo buscaba “utilizar” los asuntos de un país hermano para hacer política en España. Pablo Iglesias aseguró que ellos hicieron “una propuesta mucho más sensata” y defendió que su postura se alinea con la posición manifestada por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Y es que los podemitas son hijos de Zapatero. Por eso, cuando el jueves 11 de marzo de 2004, entre las 07.36 y las 07.40 de la mañana, los españoles sufrimos el mayor atentado terrorista de nuestra historia en varios trenes de cercanías en Madrid, con casi 200 víctimas mortales y miles de heridos, desde su guarida en la Facultad de Políticas de la Complutense, los compinches de Pablo Iglesias redactaron un SMS para convocar una concentración de protesta frente a la sede del PP en plena jornada de reflexión, que decía: “¿Aznar de rositas? ¿Lo llaman jornada de reflexión y Urdaci trabajando? Hoy 13M, a las 18h. Sede PP, Génova 13. Sin partidos. Silencio por la verdad. ¡Pásalo!” Y allí se presentaron Iglesias, Monedero y los suyos, para hacer creer a los españoles que la culpa de los atentados terroristas era del PP y así dar la vuelta a las encuestas y hacer presidente a Zapatero, con los votos a favor del PSOE, IU, ERC, Coalición Canaria, BNG y Chunta Aragonesista; y las abstenciones de CiU, PNV, Eusko Alkartasuna y Nafarroa Bai.

Ya en el poder, Zapatero aprobó en diciembre de 2006 una reforma educativa que incluía la Educación para la Ciudadanía a niños de entre 10 y 17 años, que hoy son los votantes menores de 27 años de edad. Los manuales de dicha asignatura, obligatoria y evaluable, incluyeron conceptos como estos: “El socialismo es la única esperanza que le queda a la humanidad para pararle los pies al capitalismo.” (Akal, p. 116). “El neoliberalismo económico, en principio, perjudica a todos los trabajadores, pero sobre todo a las mujeres trabajadoras.” (McGraw-Hill, p. 209). “Los países desarrollados, en buena medida, lo son porque históricamente colocaron a los países pobres a su servicio y los han mantenido así.” (El Serbal, p. 72).

Ese mismo año 2006, Zapatero inició el proyecto de ley que desembocaría al año siguiente en la conocida como Ley de Memoria Histórica. Se instauró como doctrina oficial del Estado que en la Guerra Civil española hubo un bando de héroes y mártires, el del Frente Popular, y otro de malvados asesinos; que la reconciliación de la Transición había sido una farsa propiciada por el fascismo; y que las izquierdas debían vengarse y ganar aquella guerra acabada hacía ya casi 70 años. Se dotaron millones de euros para instaurar esta “verdad oficial” basada en el revanchismo y el odio entre españoles. Desde el Pacto del Tinell de unos meses antes, el frentismo había quedado aclarado, todos contra el PP equivalía a Frente Popular frente al fascismo.

Hace unos meses, Pablo Iglesias declaraba: “Tengo mucha admiración por Zapatero, creo que es el mejor presidente de la democracia”. Y aseguró que consultaba con él sus dudas. Los podemitas son hijos de Zapatero y continúan con su idea de que todos los que no sean de izquierdas son herederos de los fascistas asesinos del 36 y por eso hay que rechazar cualquier pacto con ellos. La nefasta gestión de la crisis económica se llevó por delante al zapaterismo, pero sus hijos siguen aquí pretendiendo ganar la Guerra Civil.

Publicado el 12/04/2017 en OKdiario

Un ministro demasiado diplomático


El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, era un alto funcionario, perteneciente al cuerpo diplomático, experto en asuntos europeos, amigo íntimo del cuñado de Rajoy, el eurodiputado Francisco Millán, al que por su gran influencia todos llaman el cuñadísimo. Ejercía como Embajador Representante Permanente de España ante la Unión Europea, con un perfil totalmente técnico, sin experiencia política. Los que le conocen le describen como un hombre prudente, modesto y reservado, todo lo contrario del muchas veces poco diplomático García-Margallo, a quien sustituyó. Aparentemente dispone del currículum del perfecto asesor diplomático para gestionar el Brexit, pero quizá no del más adecuado para ponerle al frente de una cartera en la que representa al Consejo de Ministros en todo tipo de asuntos internacionales. 

Empezó mal en su estreno en el Congreso de los Diputados al afirmar, respecto la emigración de nuestros jóvenes, que “irse fuera a vivir, a trabajar, enriquece, abre la mente, fortalece habilidades sociales”. No llevaba aún tres meses en el Ministerio, vacaciones de Navidad por medio, cuando nos sorprendió desagradablemente diciendo que veía “respetable y legítimo” que Puigdemont defendiera su referéndum en la Eurocámara; alegando que “en Europa se defiende la libertad de expresión y es legítimo que cada uno defienda su visión política”. Declaraciones que chocaron frontalmente con la posición mantenida por el Gobierno respecto a la ilegal consulta secesionista catalana. La semana pasada Dastis se mostró titubeante sobre el golpe de Maduro en Venezuela, cuando el Tribunal Supremo por él manejado suspendió las funciones de la Asamblea Nacional en manos de la oposición. Preguntado acerca de la cuestión respondió que le sonaba “un poco raro” y que “no es una decisión tranquilizadora”, pero ni siquiera condenó el golpe. Hoy Dastis sigue apoyando la ‘mediación’ de Zapatero en Venezuela porque dice “nunca está de más”; pese a que el expresidente se niegue a decir que Leopoldo López es un preso político y sea rechazado por la oposición democrática venezolana. 
El pasado fin de semana ha sostenido, contradiciendo incluso a Rajoy, que “de entrada” España no vetaría la entrada de una hipotética Escocia independiente en la Unión Europea. Aunque matizó diciendo que no ve “con buenos ojos” que ningún estado inicie “procesos de fragmentación”. Él piensa que tras el Brexit se aprobaría la adhesión de Escocia al bloque, aduciendo que el escocés es un “referéndum de acuerdo con las leyes”, por lo que no hay “comparación” posible. Inmediatamente Puigdemont, aprovechó el error del Ministro para reivindicar la vía escocesa para Cataluña, asegurando que “lo que vale para Escocia vale para Cataluña”. Y la última hasta hoy ha sido su tibia respuesta al exlíder conservador británico, Michael Howard, quien ha asegurado que el Reino Unido podría ir a la guerra, como hizo en las Malvinas, para proteger a los gibraltareños. A lo que Dastis ha contestado diciendo que “alguien en Reino Unido está perdiendo los nervios, pero no hay ninguna base para ello”. Y ya.

Mariano Rajoy debería dejar de ejercer de gallego y desautorizar públicamente tanto desatino. Con sus titubeos, con sus silencios y con sus declaraciones, Dastis contradice al presidente del Gobierno y perjudica los intereses de España. El ministro debe dejar ya de ser un buen diplomático y aprender que tanto lo que dice como lo que deja de decir será analizado por todos en clave política. El Dastis diplomático podía ser el hombre que, como dijo Winston Churchill, “primero piensa dos veces y finalmente no dice nada”, pero eso ya no le sirve, debe comenzar a hacer política. El amigo del cuñadísimo no ha entrado con buen pie en el Ministerio, o aprende pronto o deberá marcharse.

Publicado el 05/04/2017 en OKdiario