Cláusulas suelo: podemismo judicial


Declarar nulas las “cláusulas suelo” de las hipotecas es una barbaridad, pero no del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que acaba de sentenciar el carácter retroactivo de esa nulidad, sino de nuestro Tribunal Supremo, que las declaró nulas a partir de su sentencia de mayo de 2013 “para quienes oferten en sus contratos cláusulas idénticas a las declaradas nulas, cuando no se hallen completadas por otras que eliminen los aspectos declarados abusivos”. El Supremo tomó esta decisión porque entendió que dichas cláusulas no superaban el control de claridad exigible ya que “no existen simulaciones de escenarios diversos relacionados con el comportamiento razonablemente previsible del tipo de interés en el momento de contratar” y por la “inexistencia de advertencia previa clara y comprensible sobre el coste comparativo con otros productos de la propia entidad”. O sea, las anuló porque, con carácter general, ninguno sabíais lo que estabais firmando ni quisisteis que algún profesional os asesorara en aquellos años en los que creíais que el director de vuestra entidad financiera era en realidad vuestro amigo de toda la vida, ése que siempre os aconsejaba lo mejor para vosotros en vez de lo que más comisiones le haría cobrar a él.
Como argumento contra la retroactividad, el Supremo dijo que “es notorio que la retroactividad de la sentencia generaría el riesgo de trastornos graves con trascendencia al orden público económico”. O sea, que hacer Justicia —con mayúsculas— iba a salir muy caro, así que lo mejor era hacer sólo una pequeña justicita —muy diminutiva—. Lógicamente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea no ha aceptado este ridículo argumento y ha sentenciado que si los tribunales españoles declaran que la cláusula es nula, lo será con efectos desde que se firmó el contrato, cueste lo que cueste.
Declarar que una cláusula es nula porque no se incluyeron las simulaciones a las que alude el Supremo es tan absurdo como si yo, que soy economista y sé hacer esas simulaciones, pretendiera que ahora mi banco me las anulase, cosa que no voy a hacer, porque jamás he aceptado firmar una cláusula suelo. Pero el motivo por el que yo no las he aceptado es porque mi aversión a ese riesgo ha sido siempre elevada, no porque yo tuviera una formación especial o manejase una información privilegiada. Yo he preferido firmar hipotecas a tipo fijo, o con diferenciales más altos, antes que aceptar ese suelo. Sin embargo he asesorado a mi hermana en la firma de sus préstamos hipotecarios y ella, con mi misma información, ha elegido aceptar cláusulas suelo, porque a cambio le ofrecían diferenciales mucho más bajos. ¿Os imagináis que yo ahora reclamase a mi banco ese diferencial más alto que acepté a cambio de no tener suelo? ¡De locos! Pues tampoco es justo que se las anulen a mi hermana, porque os aseguro que ella sabía lo que firmaba, y como mi hermana hay miles.
Hay quien me dice de buena fe que ellos ni siquiera sabían que la tenían, que el banco no se lo dijo —o no se enteraron— ni tampoco el notario —o tampoco se enteraron—, y quizá en esos casos estaría justificada su anulación. Pero a mí me cuesta creer que haya muchos casos en los que el consumidor no tenga ninguna responsabilidad por no haberse enterado de lo que estaba firmando. Porque en aquellos años es difícil que alguien no supiera qué eran las cláusulas suelo, era algo de lo que casi todo el mundo hablaba, algo por lo que todos te preguntaban cuando decías que ibas a firmar una hipoteca, una de sus condiciones más importantes y conocida. En cualquier caso, anularlas de forma general es hacer política desde los juzgados. Contra los bancos y a favor de La Gente® ¡SÍ, SE PUEDE!

Publicado el 27/12/2016 en OKdiario

El teatro de Vistalegre


Sin la menor duda, el próximo día 12 de febrero, en el Palacio de Vistalegre, Pablo Iglesias va a ser proclamado por aclamación como único e indiscutible líder de la secta podemita. No puede ser de otra manera. Pero hasta que llegue ese día tendremos que seguir soportando el soporífero e insufrible teatrillo con el que pretenden aparentar ser un partido moderno y democrático, en lugar del chiringuito populista que en realidad son. Teatro Pablo, lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro; como cantaba La Lupe. Todo en Podemos es teatro, decorados de cartón piedra y atrezo barato.
Se encierran durante dos horas en un despacho, sin testigos, Iglesias y Errejón, a ver, por ejemplo, algún partido de la NBA; y cuando salen declaran, muy serios y circunspectos ambos, que han llegado a un “acuerdo de mínimos” sobre los nombres de los organizadores del Vistalegre II. Y la ‘cla’ se desangra las manos aplaudiendo entusiasmada ante ese derroche de flexibilidad democrática, y los cientos de miembros de grupos secretos de Telegram y Whatsapp reciben al instante las consignas y la cartelería con la que deben inundar las redes sociales, que será a su vez redistribuida por otros miles de trolls podemitas, deseosos de contribuir para que hasta el último abducido por la secta podemita comprenda como de moderno y democrático es Podemos. Que hay que ser muy facha para negarlo. Aunque en realidad esos nombres los ha designado el líder a dedo.
Pero vamos a ver, ¿en serio alguien se imagina a Podemos sin Pablo Iglesias? ¿Acaso sería posible el nazismo sin Hitler o el fascismo sin Mussolini? ¿Cuánto pensáis que durará el chavismo sin Chávez o el castrismo sin Castro? Podemos es populismo, ni siquiera ellos lo niegan, sólo pretenden cambiarle el significado a una palabra que todos sabemos perfectamente lo que significa. Y el populista es un líder carismático que pretende hacerse pasar por uno salido del pueblo o, como ellos dicen, de La Gente®, para enfrentarse a los culpables de todos sus problemas, ese enemigo común que Podemos ha identificado como La Casta®. Sin líder carismático se derrumba el populismo.
Y en Podemos no hay ni habrá más líder carismático que Pablo Iglesias. Haced conmigo el ejercicio de buscar otro y veréis que risa. Analizad el carisma de Errejón, Monedero, Bescansa, Echenique, Espinar, Montero… A todos estos no les votaría ni su propia familia, como el padre de alguno de ellos ha confesado. Y sin Pablo Iglesias se les acaba el chollo a todos ellos en dos telediarios. Los podemitas lo saben, pero son expertos en marketing político y por eso intentan dar la imagen de partido moderno y democrático aparentando lo que no son. Y así llevan meses haciendo como si existieran alternativas, familias, tendencias y proyectos diferentes a los de su amado líder carismático, que a todos da de comer sin pegar palo al agua, llevando una vida de marqueses que ni se habrían atrevido a soñar. Distintas sensibilidades que duran lo que tarda el macho alfa en coger la fusta para azotar a una periodista crítica, hasta que sangre. Entonces prietas las filas, al líder de la secta no se le tose, que el que se mueve no sale en la foto y el que discrepa desaparece, con piolet… o manejando la lista.
Publicado el 22/12/2016 en OKdiario

Queridos musulmanes: luchad junto a nosotros


El pasado domingo, en la iglesia adyacente a la catedral copta de El Cairo, un terrorista islámico de apenas 22 años de edad hizo estallar una bomba con doce kilos de TNT, asesinando a 24 personas e hiriendo a otras 48. Ese mismo día, el grupo terrorista islámico Boko Haram hizo estallar a dos niñas de siete y ocho años en un mercado de Nigeria, asesinando a tres personas e hiriendo a otras 17. El viernes dos terroristas de este mismo grupo islamista, haciéndose explotar, asesinaron a otras 56 personas en otro mercado de Nigeria. Cada día, a cada hora; desde el siglo VII, hasta hoy. Ocurre allí, entre ellos o contra los que no son como ellos, y ocurre aquí, entre nosotros.
El 11 de septiembre de 2001 asesinaron a más de 3.000 personas en Estados Unidos, el 11 de marzo de 2004 a 191 en Madrid, en julio de 2005 a 56 en Londres, en enero y en noviembre de 2015 a 12 y a 130 en París, en marzo de 2016 a 32 en Bruselas, en julio a 86 en Niza… Son sólo algunos de los que más nos han impactado. Muerte, sangre y destrucción con los que pretenden islamizar nuestra sociedad. Porque ése es el objetivo del terrorismo islamista, restaurar la grandeza de siglos pasados del Islam y extenderlo por todo el planeta, mejor por las malas que por las buenas.
Cuando ocurrieron los atentados de París todos conocimos Molenbeek, ese barrio de Bruselas que el Ministro de Interior belga dice que “las autoridades no controlan”. Y existen muchos barrios similares en Europa, son las llamadas ‘No Go Zones’ o como eufemísticamente las llaman en Francia, ‘Zonas Urbanas Sensibles’, barrios en los que los policías sólo se atreven a entrar armados como marines en Vietnam. En esos barrios se han creado miniestados islámicos regidos por la ley islámica. Me ha contado un amigo algunas de sus numerosas experiencias cuando vivía en París, os resumiré aquí sólo una de ellas. Iba en el metro con una amiga francesa cuando a su vagón subió un grupo de musulmanes jóvenes que inmediatamente empezaron a insultarla porque iba maquillada. “Puta (sic), te reventaba” le gritaban mientras le escupían a la cara, le tiraban del pelo y le apretaban fuertemente los senos. Entre sollozos su amiga le susurraba, “Por favor, baja la cabeza, ni los mires, déjales hacer, que si les miras nos matan”. Y él se tuvo que tragar sus lágrimas, clavándose las uñas hasta sangrar, porque sabía que esa era la verdad, que si los miraba los matarían a ellos dos también.
Queridísimas y queridísimos musulmanas y musulmanes: os amamos. Os queremos aquí, trabajando junto a nosotros en nuestros países, para crear entre todos una sociedad mejor y más justa. Pero haceros un favor, borrad ya ese engendro de palabra inventada, esa ‘islamofobia’ a la que dedicáis todos vuestros esfuerzos y uniros a nosotros en la lucha contra la violencia islamista. Haceros querer, ganaros nuestro cariño y respeto, protestad en contra y no consintáis tanta violencia, tanto machismo, tanta muerte, tantas lágrimas como causan todos estos malnacidos hijos de Satanás. Lo demás va a venir sólo de forma natural. Pero si todos vuestros esfuerzos se dirigen únicamente a luchar contra esa pretendida ‘islamofobia’ la verdad es que vosotros también os convertís en una parte más del problema y habrá que combatiros por todos los medios legales. Porque si no estáis con nosotros en esta lucha por las libertades es bastante evidente con quienes estáis.
Publicado el 13/12/2016 en OKdiario

Los discursos de Podemos caben en un tuit


“La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales. Afirmación – apertura.”… y así todo. Con este tipo de cosas hacen creer a sus seguidores que son alguien, que tienen un discurso, que saben, que entienden, pero es sólo postureo, y es que no dan para más. Pablo Iglesias es profesor interino, Errejón acaba de terminar su doctorado y apenas “trabajó” lo de su ‘beca black’, Espinar no tiene ni el doctorado y ha trabajado de teleoperador e Irene Montero tres cuartos de lo mismo. Les llaman la casta universitaria, pero no llegan ni a eso. Ya no es que no sean catedráticos, es que no son ni profesores titulares. Y en política les pasa lo mismo, dan para un tuit, pero no se les puede pedir nada más.
Tengo un amigo que compara Twitter con una tasca de borrachos en donde cada uno suelta las mayores burradas que se le ocurren y cuanto más bestias son, más éxito tienen y más se les aplaude. Y yo no puedo negar que tenga algo de razón; no todo en Twitter es eso, pero sí que hay mucho de eso en la red. Y en esa tasca de borrachos los podemitas son líderes de opinión. A ese nivel sí que están sus discursos, como los de Garzón o Rufián. Entre los miles de trols podemitas sus discursos parecen los de don Antonio Maura.
Es el nivel adecuado para La Generación Más Preparada de la Galaxia, esos a los que en el resto del mundo llaman “millennials” y aquí muchos identificamos con el 15-M. La generación Peter Pan, sobreprotegidos, consentidos y maleducados; una generación que se nos ha quemado en el horno y ya tiene poca solución. Se les ha dado todo gratis, se les ha hecho creer que aún merecían mucho más, se les han creado unas expectativas que ahora, sin esforzarse mucho, no van a poder cumplir. Se han frustrado y como no son capaces de esforzarse, sólo saben protestar. Desprecian a sus mayores, esos que para dárselo todo a ellos tuvieron que luchar y sacrificarse tanto, pero no supieron enseñarles el valor del esfuerzo. Obviamente existen excepciones, existen jóvenes de su misma edad que sí luchan, que sí se esfuerzan y que no están frustrados por no recibirlo todo gratis. Pero los “millennials” españoles son todos podemitas y son el público al que dirigen sus tuits Carolina Bescansa o Echenique, cuando vomitan su odio.
‪Si políticos de la Segunda República como Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Alcalá Zamora, Julián Besteiro o Manuel Azaña pudieran darse una vuelta por nuestro Parlamento actual y alcanzasen a comprender a qué están dedicando su atención los podemitas, móvil en mano, y leyeran lo que escriben, y escucharan lo que dicen y supieran lo que piensan; pensarían que los españoles nos hemos vuelto locos al elegir a unos representantes tan mediocres… y, en buena parte, tendrían razón. Ciudadanos mediocres, frustrados, exigentes y vagos eligen, de entre ellos, a los que mejor les representan, a los que mejor expresan su ira… en un simple tuit.

Publicado el 06/12/2016 en OKdiario