Las trolas de Pedro Sánchez


“Los ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que no les mienta” fue la explosiva frase que ante las cámaras de televisión leyó Rubalcaba en nombre de Zapatero la noche electoral previa a las elecciones de 2004 que ganó ZP contra todo pronóstico, gracias al uso partidista que hizo el PSOE de los atentados del 11-M. Algunos años después, Pedro Sánchez, en una reunión de su Grupo Parlamentario dijo aquello de  “Rajoy es un fraude, mintió para llegar al poder, ha mentido desde el poder y mentirá para perpetuarse en el poder”. Ambas frases hay que aplicárselas a él: Pedro Sánchez es un fraude que mintió para llegar al poder y sigue mintiendo para mantenerlo. Los españoles no merecemos un presidente que nos mienta. Todo en Sánchez es falso, todo impostado, sólo hay cartón piedra y barniz detrás del que ya es conocido como ZP II.
El pasado 25 de mayo, en la rueda de prensa que dio Sánchez tras presentar la moción de censura contra Rajoy, una periodista le preguntó si su plan era agotar los dos años de legislatura o convocaría elecciones lo antes posible, a lo que el presidente respondió “nosotros convocaremos elecciones, sí, cuanto antes, por supuesto”. Sólo tres semanas después, en la primera entrevista que concedió a TVE una vez investido, afirmó sonriente que “aspira a agotar la legislatura y convocar elecciones en 2020”.  En octubre de 2015 afirmó: “Yo no estoy dispuesto a gobernar a cualquier precio, no voy a ser presidente del Gobierno a cualquier precio”, frase a la que añadió que “si el PSOE no gana las elecciones no habrá un presidente socialista” porque “atajos no valen”. Pero ha sido investido con los votos de Bildu, de Podemos y de los partidos golpistas catalanes.
El currículo vitae del presidente Pedro Sánchez ha sido construido mentira sobre mentira, hasta el punto de que se ha ganado el apelativo de currículo‘fake’. Presumía de ser Director de Relaciones Internacionales en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cuando en realidad fue durante unos meses un simple técnico dependiente del Departamento de Relaciones Institucionales. También se atribuía un máster en Liderazgo Público por el IESE que en realidad sólo era un programa de mucha menor carga lectiva. Además decía que había sido ‘Jefe de Gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia’, cuando la triste realidad es que las labores que desempeñó fueron la de uno más de los miembros del gabinete, sin jefatura ninguna. 10 años lleva mintiendoen su currículum, aunque el Gobierno dice que ‘no le consta’ que haya ninguna ‘disfunción’ en el currículum ‘fake’ de Sánchez.
Se opuso con uñas y dientes al proyecto de presupuestos del PP que ahora defiende a sangre y fuego. Prometió que derribaría la reforma laboral del PP pero ya ha renunciado a hacerlo porque dice que llegado al Gobierno “se tienen mayores dosis de pragmatismo”. Y también ha descartado renovar el sistema de financiación autonómica porque “no va a dar tiempo”. Todo lo que defendía en la oposición ya es humo que se lleva el viento. Para alcanzar el poder prometió a los vascos la transferencia de las competencias de prisiones, desbloquear un nuevo Estatuto nacionalista y el traspaso de las transferencia pendientes, incluida la caja única de la Seguridad Social. Y a los golpistas catalanes les garantizó acercarles a sus presos y la celebración de otro referéndum de autodeterminación. Todos ellos pueden esperar sentados, porque ni Sánchez ni su asesor Iván Redondo, el hombre del pelo ‘fake’, tienen ningún respeto por la verdad y sólo harán lo que egoístamente más les convenga a ellos.
Publicado el 26/06/2018 en Okdiario

Desenterrar a Franco para enterrar la Transición


De nuevo el PSOE y sus trucos de magia. ¡Miren ustedes atentamente las manos de Pedro Sánchez; nada por aquí, nada por allá y… voilà! De la nada aparece la tumba de Franco. Y mientras un público sorprendido no deja de preguntarse de dónde ha salido ese pedazo de mausoleo que llena el Congreso de los Diputados, Sánchez ha colado su reforma de la Ley de Memoria Histórica en la que desenterrar a Franco es sólo la treta con la que esconde su verdadera intención que no es otra que enterrar la Transición para conseguir que 80 años después la extrema izquierda española consiga por fin ganar la Guerra Civil. Porque a ver quién es el facha que se atreve a oponerse a una ley tan moderna y democrática como ésta que pretende hacer que Franco deje de tener ese pedazo de monumento donde una vez al año un puñado de nostálgicos rindehomenaje al dictador.
La extrema izquierda y todos los partidos nacionalistas, independentistas y proetarras posiblemente no encuentren oposición. Ya está Inés Arrimadasdiciendo que Ciudadanos está «abierto a sentarse» con el Gobierno del PSOE para «consensuar una solución» sobre el Valle de los Caídos, ya que «hay que pasar de una etapa de confrontación a una de reconciliación». Y al PP tampoco se le ven muchas ganas de otra cosa que no sea intentar alejar las elecciones para que les dé tiempo a reconstruir algo a partir de los escombros que han dejado Aznar y Rajoy. No parece el partido antes conservador muy dispuesto a dar esta batalla. No podemos olvidarnos de que tuvieron cuatro años de mayoría absoluta en los que no derogaron la nefasta Ley de Memoria Histórica simplemente porque no les dio la gana.
La realidad es que hoy en día a casi nadie le importa dónde esté enterrado Franco. Posiblemente muchos de sus familiares prefieran que se les devuelvan sus restos para que no puedan seguir siendo utilizados políticamente a favor de aquellos a los que derrotó en vida para impedir que España se convirtiera en otra república soviética. Lo que sí debería importarnos a todos, sea cual sea nuestra ideología, es que de rondón nos cuelan la “Comisión de la Verdad” prevista en la misma reforma. Esa comisión que pretende asentar de una vez por todas en el BOE la Verdad Oficial sobre lo que pasó entre el 18 de julio de 1936 y el 6 de diciembre de 1978. Con esta reforma quien se atreva a disentir será condenado a cuatro años de cárcel, sus opiniones serán borradas, sus libros, escritos, documentos y archivos serán destruidos y el portal de Internet que los difunda será bloqueado.
Si Zapatero puso fin al Pacto de la Transición con su Ley de Memoria Histórica, ahora Pedro Sánchez quiere ir un paso más allá y dinamitar todo lo que se construyó entonces. Los españoles edificamos nuestra democracia sobre el olvido y el perdón. Sabíamos que para lograr la paz y la unidad teníamos que absolvernos mutuamente los desmanes cometidos antes, durante y después de la Guerra Civil. Gracias a ese pacto un criminal PSOE logró llegar al Gobierno en 1982 haciéndose indultar un pasado tan vergonzoso que debería haberles hecho liquidar el partido. Pero en vez de eso hoy quieren que el BOE borre sus latrocinios, sus asesinatos y sus golpes de Estado, amordazando a todos los que se atrevan a recordarlos y criminalizando a los que no se traguen sus bulos. La tumba de Franco es el truco para que no veamos la Comisión de la Verdad con la que quieren enterrar la Transición.
Publicado el 19/06/2018 en Okdiario

Irena, Pablo, el tesorero y muchos periodistas cómplices o envidiosos


La semana pasada, en la rueda de prensa de la Junta de Portavoces del Congreso, el periodista de OKDIARIO Segundo Sanz le preguntó a Irena Montera por qué el tesorero de Podemos, Daniel de Frutos, les acompañó a ella y a Pablo Iglesias a la compra de su casoplón. Irena se negó a contestar, sólo dijo “yo creo que ya hemos dado todas las explicaciones necesarias, bastantes más de las necesarias y por tanto creo que ya hemos dado todas las explicaciones que teníamos que dar al respecto de este tema” y se quedó tan ancha. La facilidad de palabra de la portavoza sorprende. Cada vez que habla me acuerdo de aquella fantástica película de Luis García Berlanga, ‘Bienvenido, Mister Marshall‘, donde don Pablo, el alcalde, interpretado por José Isbert, asomado al balcón, dice aquello de: “Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar. Que yo, como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar, porque yo, como alcalde vuestro que soy…” Igualito que Irena.
La pregunta de Segundo Sanz viene a cuento de las dos exclusivas desveladas por OKDIARIO, cuando publicamos hace un mes el pedazo de casoplón de más de 700.000 € que se habían comprado Pablo e Irena en una urbanización de la sierra de Guadarrama. Y cuando hace ya una semana os contamos que la pareja fue a la notaría a firmar las escrituras acompañados por el tesorero de Podemos, sin que nadie entienda qué hacía el encargado de las finanzas del partido, en su jornada laboral, asistiendo a la firma de una operación que debería ser estrictamente privada y personal, para nada relacionada con el desempeño profesional del tesorero.
Para que nos hagamos una idea, sería algo así como si se descubriera que a la compra del ático de Estepona, Ignacio González había ido acompañado porBárcenas. O más aún, porque Ignacio González sólo fue secretario general del PP de Madrid y presidente de esa Comunidad, sería similar a que Bárcenas hubiera ido con Rajoy a comprarse un casoplón de cerca de un millón de euros. Y que encima lo hubiera comprado con un préstamo hipotecario en unas condiciones espectaculares, concedido por el mismo banco donde Bárcenas ingresaba las transferencias electorales del PP, como hacía Daniel de Frutos con la Caja de Ingenieros, que fue la entidad financiera que le dio a la afortunada parejita el hipotecón para comprar el casoplón.
Todo bastante sospechoso Irena, ¿qué hacía el tesorero de Podemos en la notaría con vosotros y los representantes de la entidad financiera que os daba la hipoteca, que casualmente es la misma donde el tesorero ingresa los dineros de Podemos? E Irena calla luego otorga. Pero lo sorprendente vino después, porque el siguiente periodista que intervino en esa rueda de prensa, en lugar de volver a repetir la misma pregunta que se había negado a contestar, insistiendo hasta que respondiera algo verosímil, ¡SE LO TRAGÓ!, hizo como si no hubiera pasado nada, cambió de tema y le planteó otra cuestión. Y uno tras otro todos los periodistas hicieron igual, consintiendo que la portavoza se negara a dar unas explicaciones a las que por ética y por estética está obligada. Si los periodistas se desprendieran de esa autocensura con la que pretenden obtener la simpatía y la amistad de los políticos podemitas, Irena y Pablo se verían obligados a daros las explicaciones que merecéis. ¿O acaso se callan por celos porque la exclusiva no fue de sus medios? No sé qué sería peor.
Publicado el 13/06/2018 en Okdiario

El transfuguismo de Fernández Vara


No me refiero a cuando Guillermo Fernández Vara se pasó de Alianza Popular (AP) al PSOE de Ibarra, aunque es necesaria una pequeña mención a ese pasaje para poner en antecedentes al personaje. Fernández Vara es hijo de un juez del Supremo y de una terrateniente, ambos ultraconservadores y muy cercanos al franquismo. Estuvo desde los 8 hasta los 16 años internado en el elitista colegio de los jesuitas de Villafranca de los Barros, el pueblo del abuelo paterno de Pablo Iglesias. E hizo amistad con Antonio Hernández Mancha, quien llegaría a ser presidente de Alianza Popular tan sólo diez años después de convencer a Guillermo para que se afiliara a las Nuevas Generaciones de AP. La foto de su carnet de Alianza Popular posiblemente la hayáis visto todos.
De AP Guillermo pasó al PSOE de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de quien era vecino en una pedanía de apenas 20 habitantes llamada Santo Domingo de Olivenza. Ibarra lo hizo primero director general, más tarde consejero y finalmente su delfín y heredero a la Presidencia de la Junta de Extremadura. Cuando en 2016, hace menos de dos años, la Ejecutiva del PSOE le plantó cara a Sánchez, Vara fue uno de sus mayores opositores, siempre de la mano de Susana Díaz. La hemeroteca está plagada de declaraciones de Vara exigiéndole a Pedro Sánchez que se abstuviera para permitir la investidura de Rajoy, calificando de gran error que Sánchez tratara de ser investido. “Si se pacta con los independentistas, probablemente me iría —del PSOE— detrás de Ibarra”, dijo Vara en septiembre de 2016. “No puedo sentarme a gobernar en la misma mesa de los que quieren romper España”, añadió en la misma entrevista.
Pero todo cambió cuando hace un año Pedro Sánchez fue elegido secretario general del PSOE en unas primarias frente a Patxi López y Susana Díaz, a la que apoyaba Vara. De nuevo Guillermo se vio obligado a cambiar de chaqueta y apenas tardó un mes en convertirse en el principal defensor de Sánchez. Al igual que Pablo de Tarso se convirtió cuando se cayó del caballo, Fernández Vara se hizo pedrista el mismo día que Pedro Sánchez, tras ganar las primarias también en Extremadura, presentó a una candidata que le disputaba en su nombre la secretaría general a Vara en Extremadura. Vara se convirtió y la candidata pedrista, Leonor Martínez Pereda, retiró su candidatura, a cambio del bien pagado puesto de gerente del Instituto de Consumo de Extremadura. Y ya puestos a demostrar agradecimiento, la Diputación de Badajoz, controlada por el PSOE extremeño, controlado por Vara, creó un puesto de coordinador para el hermano de Pedro Sánchez, ¡que no se diga que no es agradecido!
Así las cosas, a nadie le pudo extrañar que cuando el viernes pasado Pedro Sánchez consiguió el apoyo de los independentistas catalanes, de los traidores del PNV, de los populistas de Podemos y de los amigos de los etarras de Bildu, para echar al PP de la Moncloa, en la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados se encontrara un satisfecho Guillermo Fernández Vara. El Fernández Vara de Alianza Popular, el de Rodríguez Ibarra, el de Susana Díaz y el de Pedro Sánchez. El que toda la vida se ha ido cambiando de chaqueta sin ningún pudor cuantas veces ha necesitado para conseguir el poder. Pero haría bien Pedro Sánchez en no perderlo de vista, quienes conocen a Vara saben que de él nunca puede esperarse ni una mala palabra ni una buena acción y Sánchez ya es el principal candidato para convertirse en el siguiente a quien el tránsfuga Fernández Vara traicionará.
Publicado el 06/06/2018 en Okdiario