Las dimisiones no se anuncian: ¡qué bochorno!


 

Saturnino Calleja Fernández fue un editor, escritor, traductor y pedagogo español del siglo XIX y se especializó en la publicación de cuentos ilustrados entre los que destacan los famosos Cuentos de Calleja, pequeños, coloridos y de calidad a un precio muy asequible de entre 5 y 10 céntimos de peseta. Así se empezó a usar la expresión tener más cuento que Calleja para acusar a alguien de ser mentiroso, quejica o exagerado… como Pedro Sánchez.

Cuando este miércoles a las 7 de la tarde, Pedro Sánchez hizo pública en sus redes sociales esa carta a la ciudadanía en la que fingía ser la víctima llorona «de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire» con la que «la derecha y la ultraderecha política y mediática» pretende hacerle «desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa»; sentí un extraño déjà vu, porque esta situación ya la hemos vivido antes.

Recordemos como, inmediatamente después de que pillasemos a Pedro Sánchez metiendo votos en una urna escondida detrás de una cortina, tratando de falsificar el resultado del Comité Federal del PSOE que finalmente le descubrió y le obligó a dimitir, él se subió a su Peugeot 407 acompañado de Koldo y de Ábalos para recorrer España recabando apoyos entre las bases de su partido y así volver a convertirse en el líder del PSOE fingiendo ser la víctima de los líderes del partido que lo habían echado.

Lamento tener que citar a un Karl Marx cuyos delirios tanto daño han causado a la humanidad, pero fue él quien dejó escrito aquello de que «la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa». En septiembre de 2016, la tragedia para España comenzó el día que, el mismo Pedro Sánchez que apenas un año antes posaba delante de una gigantesca bandera de España, dando un discurso en el Teatro Circo Price de Madrid, en su presentación como candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno en 2015, decidió convertirse en el más radical de todos los extremistas de izquierdas y unir su destino a todos los partidos independentistas y proetarras, que es precisamente lo que pretendía evitar el Comité Federal del PSOE que lo expulsó.

Lo de ayer fue lo mismo, pero repetido como una miserable farsa. Una burla a la inteligencia. La carta a la ciudadanía no parece redactada por el Pedro Sánchez que viste con traje y corbata, sino que parece redactada por Nicolás Maduro con el chándal de la selección venezolana. La caverna me ataca porque soy bueno, la fachosfera me agrede por defender a los pobres, «la derecha y la ultraderecha política y mediática» van contra mí porque quieren frenar «la justicia social y la regeneración democrática» que yo represento. Al más puro estilo chavista imita los falsos intentos de atentado que recurrentemente finge el líder venezolano cada vez que le conviene agitar a las masas más incultas y subvencionadas. Esto no puede pasar en España, nosotros no somos Venezuela, decíamos antes, igual que los venezolanos pensaban que a ellos no les podía ocurrir lo que pasa en Cuba… y ya ves cómo están y como estamos.

Las dimisiones no se anuncian, cuando a un dirigente se le pilla con una esposa y un hermano que se aprovechan de su posición para medrar, se hace la maleta y se marcha. ¿Qué es esto de pedirse cuatro días de excedencia de la presidencia del Gobierno? ¿Se los va a descontar de sus vacaciones o va a renunciar a la parte proporcional de su sueldo? Y si no piensa dimitir, ¿a qué espera para dar las explicaciones que toda la prensa nacional e internacional le reclama unánimemente?

Sánchez no tiene la menor intención de dimitir y mucho menos va a dar explicaciones. Otra vez vuelve a hacer como cuando en 2016 se subió a su Peugeot para recibir el apoyo de los más ultras de entre los radicales de extrema izquierda que odian más al centro derecha de lo que se respetan a sí mismos y a su propia dignidad. ¡Qué bochorno de presidente populista!


Publicado el 25/04/2024 en Okdiario

La ‘famiglia’ de Pedro Sánchez


 

En estos últimos días se está hablando mucho de los oscuros negocios con dinero público de Begoña Gómez, y de cómo se ha aprovechado de su matrimonio con Pedro Sánchez para prosperar; así como del asombroso patrimonio del hermano del presidente, que se ha ido a vivir a Portugal para pagar menos impuestos por su sueldo también público. Pero no nos podemos olvidar del suegro y del padre de Pedro Sánchez, de cuyos negocios también hay mucho que hablar.

Empecemos por el padre de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, Pedro Sánchez Hernández, quien, unos días después de que su hijo fuera investido presidente del Gobierno, en junio de 2018, traspasó la explotación de su fábrica de plásticos y embalajes llamada Playbol, a los hermanos Francisco José y Ángeles Albert de León, siendo ella, casualmente, alto cargo del Gobierno de Pedro Sánchez, directora de la Real Academia de España en Roma, institución pública que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores. El padre de Sánchez cobró una millonada por ese traspaso y además se quedó la propiedad de su nave industrial, por la que sigue cobrando alquiler. Así que cuando en los siguientes meses, desde 2018 a 2021, Playbol comenzó a recibir millonarias ayudas del Instituto de Crédito Oficial (ICO), dependiente del Ministerio de Economía, ese dinero público acabó en los bolsillos del padre de Pedro Sánchez.

El suegro de Pedro Sánchez es una persona generosa que le regaló a su hija la lujosa vivienda de Somosaguas en la que el presidente del Gobierno vivía antes de trasladarse a la Moncloa, un casoplón de 165 metros cuadrados en una urbanización con 3 pistas de pádel, 2 piscinas y cancha de basket. Sabiniano Gómez Serrano, que es como se llama el suegro de Sánchez, ganó tanto dinero en el negocio de los prostíbulos, en concreto explotando con sus hermanos al menos dos saunas gay, la Sala Adán, situada en la madrileña calle San Bernardo, y la Sauna Azul, en la calle Concepción Arenal, a escasos metros de la Gran Vía. Estos puticlubs del suegro de Sánchez son mencionados en las agendas del comisario Villarejo, quien dice que Sabiniano y sus hermanos actuaban como confidentes de la Policía.

La historia del hermano de Pedro Sánchez casi supera en descaro a las de su padre y su suegro. Lo más escandaloso es la forma como fue contratado a dedo por la diputación socialista de Badajoz. Fernández Vara había hecho campaña a favor de Susana Díaz en las primarias que acabó ganando Pedro Sánchez. Nada más ser elegido secretario general del PSOE, una de sus primeras decisiones fue presentar a las primarias extremeñas, donde Vara se jugaba su reelección, a la candidata pedrista Leonor Martínez-Pereda. Al día siguiente de que se anunciara esta candidatura, Vara se fue a Madrid y dijo públicamente que él iba «a apoyar la Ejecutiva que proponga Pedro Sánchez, sea la que sea». Sánchez ordenó que su candidata renunciara a presentarse contra Vara y éste contrató a su hermano en un puesto creado ex profeso para él. Hoy sabemos que el hermano de Sánchez, cobrando de la Diputación de Badajoz se ha ido a vivir a Portugal, donde paga menos impuestos, y así acumula un patrimonio de más de 2 millones de euros.

Pero el culmen de la desvergüenza es el descaro con el que la mujer de Sánchez está relacionada con varios contratos públicos celebrados durante la pandemia con las empresas de la trama de las mascarillas del PSOE y Koldo; y, por otro lado, con los millonarios fondos recibidos por su socio, el empresario Carlos Barrabés, quien a su vez organiza y financia el máster y la cátedra de la mujer de Sánchez en la Universidad Complutense de Madrid, sin ser ella ni siquiera licenciada. Además, Begoña Gómez hace negocios enseñando a captar los fondos públicos que reparte su marido.

El poeta griego Sófocles dijo que «el que es bueno en la familia es también un buen ciudadano». No cabe duda de que Pedro Sánchez ha sido buenísimo con su familia. Lo que ya es un poco más difícil de entender es cómo hay votantes que odian tanto al centroderecha como para ser capaces de votar a alguien al que le hicieron una tesis doctoral plagiada, que además tiene un suegro dueño de puticlubs, un padre que cobra una pasta pública, una mujer que hace de conseguidora de fondos públicos y un hermano que paga menos impuestos en Portugal teletrabajando para una institución que gobierna el PSOE.

Publicado el 23/04/2024 en Okdiario

Francina Armengol es un pato


 

Aunque a mediados del siglo XX, durante la guerra fría, varios políticos estadounidenses popularizaron el conocido como test del pato como el método más efectivo para detectar a un comunista; parece que fue el poeta estadounidense James Whitcomb Riley quien, en el siglo XIX, acuñó la frase que dice que «cuando veo un pájaro que anda como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, lo llamo pato». Pero en realidad el test del pato no sólo sirve para detectar comunistas que, detrás de falsas apariencias democráticas, esconden sus verdaderas intenciones liberticidas, totalitarias y genocidas; sino que es un método eficaz para identificar la realidad que hay detrás de cualquier persona, analizando lo que hace en vez de lo que dice.

Hoy en OKDIARIO publicamos un resumen de la enorme lista de irregularidades que cometió el Gobierno de las Islas Baleares presidido por Francina Armengol, con la compra de mascarillas durante el estado de alarma. No son sólo los 3,7 millones de euros que pagó por unas mascarillas defectuosas a las empresas de la trama del caso PSOE-Koldo; importe que no quiso reclamar hasta tres años más tarde, casualmente el mismo día que la candidata del PP, Marga Prohens, logró ser investida nueva presidenta de Baleares. También tenemos el escandaloso certificado de conformidad que emitió a favor de dicha empresa vinculada al PSOE, para que con él pudiera concurrir a otras contrataciones públicas, dos meses después de haber sido informada de la estafa.

Pero las anomalías cometidas por Francina Armengol no se acaban ahí. Pagó 7 millones de euros, que eran más del doble de lo que costaban, por 15 vuelos para transporte de material sanitario, incluyendo a una aerolínea que no podía operar en China. Y desembolsó otros 37 millones de euros a empresas que carecían de experiencia previa en la contratación con las administraciones públicas y que jamás se había dedicado al material sanitario, sino que se dedicaban a cuestiones tan alejadas como la iluminacióndietéticamuebles y gestorías; lo que provocó cuantiosos quebrantos a las arcas públicas.

Cuando Pedro Sánchez eligió a dedo a Francina Armengol para presidir el Congreso, tras perder el Gobierno de Baleares, muchos nos echamos las manos a la cabeza por haber elegido a una socialista cuya única virtud era ser más independentista que los más ultras catalanes y vascos. Una nacionalista extrema, defensora a ultranza de los Països Catalans en los que incluye a Baleares junto a Cataluña y el resto de regiones donde se habla algo parecido al catalán. Que había propuesto la celebración de un referéndum de independencia. Que defendió abiertamente la celebración de un referéndum vinculante para que la ciudadanía eligiese entre la continuidad de la Monarquía o la República. Que es la responsable política de una veintena de casos de abusos sexuales a menores tuteladas por el Consell de Mallorca durante su mandato. Y que fue sorprendida de fiesta en un bar, después de las dos de la madrugada, en pleno confinamiento.

A la vista de la enorme lista de irregularidades que vamos descubriendo, el exacerbado nacionalismo de Francina Armengol, su responsabilidad en los abusos sexuales a las menores que tutelaba, o la inmoralidad que demostró cuando la pillaron de fiesta en plena pandemia; parecen poca cosa. Las sospechas que ya recaen sobre la, como mínimo, negligente gestión de Francina Armengol al frente del Gobierno de Baleares, no deberían mantenerla ni un día más ocupando la presidencia del Congreso que representa la tercera autoridad de España. Al político que anda como un corrupto, nada como un corrupto y grazna como un corrupto, debemos llamarlo… pato.


Publicado el 18/04/2024 en Okdiario

Sánchez es un dique de contención contra la decencia


 

Dice el candidato a lendakari por el PSOE-PSEEneko Andueza, que su partido será «un dique de contención» ante EH Bildu, palabras que recuerdan a las pronunciadas por Pedro Sánchez en su discurso de investidura, cuando dijo que él era «el único muro eficaz contra las políticas de la ultraderecha» y que su Gobierno era la única forma de descartar «la política del insulto, del odio y de la crispación, el negacionismo climático, el clasismo, el machismo y la xenofobia», que constituyen la «agenda reaccionaria» de las «derechas retrógradas». El PSOE de Sánchez tiene con Bildu una relación similar a la que demuestra con los terroristas de Hamás, quienes públicamente le agradecieron su «postura clara y audaz» sobre la guerra en Gaza, así como «que su país reconozca unilateralmente el Estado palestino», sin esperar el consenso internacional ni el respaldo de la Unión Europea.

Sánchez es un dique de contención contra el Bildu que ahora incluye a Otegi y a otros tres condenados por terrorismo en sus listas para las elecciones vascas, y que en las pasadas elecciones municipales incluyó en sus listas a 44 etarras condenados, varios de ellos asesinos con delitos de sangre. Un dique de contención contra los proetarras que, después de traspasar las competencias de prisiones al Gobierno vasco les acercó a todos los etarras que estaban en prisión. Un dique de contención que hace cuatro meses regaló la alcaldía de Pamplona al candidato abertzale, Joseba Asiron, apoyando una moción de censura contra la entonces primera edil, Cristina Ibarrola, de Unión del Pueblo Navarro. El PSOE es el dique de contención contra Bildu, que puso su logotipo junto al de los proetarras para firmar con ellos en mayo de 2020 un pacto para la prórroga del estado de alarma a cambio de derogar la reforma laboral del PP.

Del mismo modo que Sánchez ha incumplido todas sus promesas y ha mentido acerca de todo lo que afirmaba antes de ser investido, sus palabras deben interpretarse siempre justo al revés de lo que dice. En el idioma de Sánchez, un dique de contención contra Bildu significa que les va a regalar todo lo que le pidan; igual que el consenso y la reconciliación por los que va a aprobar la Ley de Amnistía que le exige el prófugo Puigdemont, significa que va a permitir que el independentismo catalán se recrudezca; y la paz y la estabilidad en Palestina que dice perseguir no significan otra cosa que el fortalecimiento de los terroristas que degüellan bebés, violan y torturan a mujeres judías y asesinan a los ancianos más indefensos.

Sánchez se ha convertido en la cabeza visible que lidera la agenda reaccionaria de la extrema izquierda más retrógrada a nivel mundial. Al mismo tiempo que se busca un puesto de relumbrón en las instituciones internacionales, dominadas por el pensamiento woke de izquierdas, Sánchez lucha para que no haya nadie más ultra que él en esa coalición Frankenstein con la que sacó adelante su investidura por sólo 4 votos, necesitando contar con el consenso de 16 partidos distintos, teniendo en cuenta que dentro de Sumar hay diputados de 9 formaciones diferentes; y que de estos 16 partidos de los que depende, hay 8 con más de 5 diputados que podrían hacerlo caer en cualquier momento, apoyando una moción de censura: Sumar, Podemos, En Comú, IU, ERC, Junts, Bildu y PNV.

Sánchez se ha convertido en el más extremista ultra de izquierda por pura supervivencia. Su inconsistencia moral es tal que, si quien tuviera votos para mantenerlo en el poder así se lo exigiera, podría estar ahora mismo defendiendo aquello que defendía hace unos meses y haciendo todo lo contrario de todo lo que está haciendo ahora. Entregarle el poder a Bildu, acercar a los etarras a sus casas, indultar y amnistiar a los golpistas y reconocer un estado terrorista palestino solamente es bueno, porque a Sánchez le ayuda a aferrarse al poder. No hay más. Pedro Sánchez es un dique de contención contra la decencia.


Publicado el 16/04/2024 en Okdiario

El analfabetismo financiero de la izquierda


 

En la última sesión de control al Gobierno, el secretario general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso de los Diputados, José María Figaredo, le echó en cara a la ministra de Hacienda, María Jesús Monterola tremenda subida fiscal que sufrimos todos los españoles desde que gobierna Pedro Sánchez, incluidos aquellos que tienen los sueldos más humildes.

Es sabido que, según Eurostat, España ha sido el país con mayor alza de la presión fiscal entre 2019 y 2022, mientras que los socios europeos apenas la aumentaron, porque Pedro Sánchez ha subido los impuestos hasta 69 veces desde que llegó a La Moncloa, como ha demostrado un estudio del Instituto Juan de Mariana que acredita que cada familia paga hoy 3.890 euros más que en 2018. Debido a las subidas de impuestos de Sánchez, el Instituto Juan de Mariana ha concluido que «el contribuyente medio paga más del 50 % de lo que gana a Hacienda», sumando IRPF, IVA y cotizaciones a la seguridad social, que no es más que otro impuesto al trabajo.

En respuesta a lo afirmado por Figaredo, la tramposa ministra Montero tergiversó la afirmación del de Vox, como si éste hubiera dicho que los trabajadores que cobran el salario mínimo interprofesional (SMI) pagan por IRPF más de la mitad de lo que cobran, cuando lo que en realidad sostuvo fue que «Hacienda y el Estado se llevan un 54% del salario de aquellos españoles que menos cobran», contemplando todos los impuestos y cotizaciones sociales, tanto la cuota obrera como la patronal, lo cual es absolutamente cierto y demostrable. Pero las redes sociales han aprovechado la manipulación de la ministra para burlarse del diputado de Vox, demostrando que la izquierda española está muy necesitada de unos conocimientos mínimos de cultura financiera.

Por eso sería de muchísima utilidad que se llevara a cabo la propuesta que lanzó el martes el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, quien, en declaraciones a la prensa durante su asistencia al IV Encuentro del Comercio de la CEOE, se quejó de que los trabajadores ignoran cuál es el coste que su trabajo supone para las empresas pese a que esta información aparece en sus nóminas, por lo que propuso que nos imaginásemos qué ocurriría si los empresarios les transfirieran a final de mes todo el dinero que les supone su coste total, para que después cada uno de ellos pagara lo que le corresponde a Hacienda y a la Seguridad Social, sin retenciones.

Así, un trabajador que actualmente está recibiendo cada mes una transferencia de 1.200 euros de su empresa, pasaría a recibir aproximadamente 1.700 y tendría que pagarle luego esos 500 euros de diferencia a la Seguridad Social y a Hacienda. Si, además, cada vez que pagásemos cualquier producto o servicio que adquiriésemos, las empresas nos cobrasen, por un lado, lo que es para ellos y luego, aparte, los impuestos que se va a quedar el Estado, hasta el más ceporro financiero se daría cuenta del expolio al que nos vemos sometidos y quizá comenzaríamos todos a exigir una mejor gestión del gasto público que alivie la carga con la que nos saquean.

El año pasado Hacienda puso en marcha la campaña de publicidad «No es magia, son tus impuestos», con la que se pretendía sensibilizar contra el fraude, haciendo creer a los ciudadanos que lo que el Estado les cobra es para «sanidad y educación». Sin entrar en que también es exigible que se mejore la gestión de lo que gastamos en sanidad y educación para que, rebajando el presupuesto obtengamos mejores servicios, lo cierto es que, del total de los Presupuestos Generales del Estado, lo que gastamos en sanidad y educación apenas alcanza el 10%, si añadimos el gasto en pensiones llegamos al 43% y sumando los intereses por la deuda pública nos quedamos en el 50%, con lo que más de la mitad de los impuestos que nos cobran no se gastan ni en pensiones ni en intereses ni en sanidad ni en educación.

Solamente siendo conscientes de la barbaridad que nos cuesta el Estado desde que gobierna Pedro Sánchez podremos empezar a indignarnos por el dinero que se llevan los amigos de Begoña Gómez, los Koldos y los Titos Berni del PSOE.


Publicado el 11/04/2024 en Okdiario

Los remilgos del PP con los negocios de Begoña


 

El portavoz de Vox, José Antonio Fuster, ha anunciado en rueda de prensa que su partido va a pedir que tanto el Congreso como el Senado citen a Begoña Gómez en su calidad de esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que explique las informaciones publicadas recientemente que la relacionan tanto con varios contratos públicos celebrados durante la pandemia y relacionados con la trama de las mascarillas del PSOE y Koldo, como con los millonarios fondos recibidos por su socio, el empresario Carlos Barrabés, quien a su vez organiza y financia el máster y la cátedra de la mujer de Sánchez en la Universidad Complutense de Madrid. Para la formación de Santiago Abascal «no tiene ninguna justificación que la mujer de Sánchez mediase en contratos millonarios, podría tratarse de un presunto tráfico de influencias» por lo que es necesario que se den las oportunas explicaciones.

Por su parte, el Partido Popular, ganador de las últimas elecciones, con mayoría absoluta en el Senado y líder de la oposición, acaba de presentar la lista de comparecientes en la Comisión de investigación impulsada en el Senado a fin de depurar responsabilidades por la presunta trama de corrupción socialista del caso Koldo, que incluye a 58 comparecientes, entre los que no figuran el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ni su mujer, Begoña Gómez. Hace unos días el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya adelantó en una entrevista en Antena 3, que «a mí no me gusta llamar a la mujer del presidente, no se lo oculto, no me gusta; no es mi forma de hacer política, no es mi estilo».

Y todo ello apenas unos días después de que el mismo Pedro Sánchez y su ministra María Jesús Montero se lanzaran como hienas a dar pábulo a un bulo aparecido en Infolibre, para atacar con él a Feijóo durante la sesión de control al Gobierno, difundiendo una información ya desmentida por ser falsa, en la que se afirmaba que la famosa empresa de porcelana Sargadelos, en la que trabajaba Eva Cárdenas, esposa de Feijóo, había recibido una ayuda de 114.000 euros de la Xunta de Galicia mientras el líder de la oposición era presidente del Gobierno gallego, demostrando claramente que el estilo de Pedro Sánchez y el PSOE sí es lanzarse a morder a la mínima oportunidad.

El mismo estilo carroñero con el que la misma María Jesús Montero y el socialista fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se pusieron de acuerdo para, presuntamente, filtrar a la prensa datos confidenciales que afectan a un procedimiento judicial por un supuesto fraude fiscal relativo al novio de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, a pesar de que la investigación se centra en los años 2020 y 2021 en los que aún no había comenzado su relación.

Resultan difíciles de comprender tantos remilgos teniendo en cuenta tanto el comportamiento radicalmente contrario del PSOE cada vez que tiene la más mínima oportunidad de explotar a su favor cualquier caso que tenga relación con la pareja de algún líder del PP; como la gravedad de las informaciones que se están publicando y la falta de explicaciones tanto por parte del presidente del Gobierno, como de su esposa y el mismo Partido Socialista.

El general, estratega militar y filósofo chino Sun Tzu, en su obra El arte de la guerra, escrita en el siglo V antes de Cristo, dejó escrito que «el supremo arte de la guerra es doblegar al enemigo sin luchar», pero también que «triunfan aquellos que saben cuándo luchar». Pedro Sánchez ha demostrado sobradamente que, para aferrarse al poder, no tiene ni escrúpulos ni vergüenza. Además de que no se los merece, no se deben tener remilgos contra Sánchez porque, por puro egoísmo y ambición, está poniendo en peligro nuestra democracia y la unidad de España.


Publicado el 09/04/2024 en Okdiario

Vergoña Gómez de Sánchez

 


Dice el refranero que la vergüenza cuando sale ya no entra, porque una vez perdida, la vergüenza se perdió para toda la vida. Si echamos la mirada atrás podemos recordar fácilmente cómo, al inicio de su carrera política, pillamos a Pedro Sánchez metiendo votos en una urna escondida detrás de una cortina, tratando de falsificar el resultado del Comité Federal del PSOE que finalmente le descubrió y le obligó a dimitir. Y sin ninguna vergüenza, Sánchez se subió a su Peugeot 407 acompañado de Koldo y de Ábalos para recorrerse España recabando apoyos entre las bases de su partido y así volver a convertirse en el líder del PSOE, dejando a la vista de todos que su ambición de poder es muchísimo mayor que su vergüenza.

Que Pedro Sánchez es un redomado sinvergüenza ha quedado más que acreditado desde entonces. No le dio ninguna vergüenza que nos enterásemos de que su tesis doctoral era más falsa que el patriotismo que intentó fingir posando delante de una bandera de España de más de 4 metros de ancho por casi 3 metros de alto, en un mitin para las elecciones catalanas de 2015. En septiembre de 2018, OKDIARIO adelantó en exclusiva que la inmensa mayoría de aquella tesis había sido realizada con material del Ministerio de Industria por un investigador que trabajaba para ese departamento en la etapa del Gobierno de Zapatero. Y mientras en todas las democracias occidentales los políticos que son acusados de plagiar sus tesis doctorales dimiten inmediatamente de sus cargos, Sánchez anunció cinco meses más tarde que sería el candidato del PSOE en las elecciones convocadas para abril de 2019 con toda su tesis fake a cuestas.

Sánchez tiene la desvergüenza de organizarse visitas de 15 minutos a empresas públicas que le sirven de excusa para justificar cada desplazamiento que hace en Falcon a un acto de su partido. Él sabe que le hemos pillado el truco, igual que le pillamos llevándose a sus amigos en el avión oficial a ver un concierto de The Killers en Castellón. Y en vez de esconderse avergonzado y dejar de hacer uso privado de los lujos públicos, se hace una fotografía posando con sus Ray-Ban para intentar parecerse a John F. Kennedy subido al Air Force One, porque no tiene vergüenza.

Tampoco la hemeroteca le provoca el menor sonrojo a Pedro Sánchez. Podemos poner imágenes suyas asegurando que no va a tomar ninguna de las decisiones más trascendentes que ha tomado tan solo unos meses después de prometer que no lo iba a hacer. Sánchez no formaría Gobierno con Pablo Iglesias, nunca habría ministros de Podemos, con Bildu no iba a pactar, en Cataluña él veía claramente un delito de rebelión, nunca iba a indultar a los golpistas catalanes, la amnistía no cabía en nuestra Constitución y a Carles Puigdemont se iba a encargar él de que se le trajera a España para que fuera juzgado aquí. No pasa nada. Nunca pasa nada. Sánchez dice que ha cambiado de opinión, que lo hace para frenar a la ultraderecha y para favorecer la concordia y la convivencia y se queda tan ancho. No siente ni la menor vergüenza.

Antes de que Sánchez saliera de detrás de la cortina tras la que se escondía para meter votos en las urnas, su esposa, Begoña Gómez, trabajaba en una pequeñísima empresa donde impartía formación a comerciales de telemarketing y de puerta fría para aseguradoras, compañías eléctricas, ONG, etc. Pero tras el ascenso de su marido, la esposa de Pedro Sánchez paso inmediatamente a anunciarse en sus redes sociales como la puerta por la que las empresas pueden acceder a los cuantiosos fondos que reparte su marido, y no le da vergüenza. Se reúne con empresarios cuyas empresas son luego rescatadas por el Gobierno de su marido, y no se sonroja. Firma con su nombre y apellidos certificados de apoyo a las empresas que financian sus cursos, para que ganen concursos públicos millonarios, y no se abochorna. No sabemos si algún día Pedro Sánchez y Begoña Gómez tuvieron vergüenza, pero si fue así, se quedó encerrada en la urna en la que le pillamos metiendo votos detrás de una cortina.


Publicado el 04/04/2024 en Okdiario

Entérate Óscar Puente, somos OKDIARIO


 

El ministro Óscar Puente y su equipo deben saber que OKDIARIO se estrenó en internet el 23 de septiembre de 2015 y que, en sólo tres meses, «el sitio de los inconformistas» consiguió entrar en el top 15 del ranking de diarios de información general, algo que nunca antes había conseguido ningún medio de información generalista en España. Siete años más tarde, cuando Óscar Puente logró su cartera ministerial, OKDIARIO se situaba ya como el sexto diario más importante de España, superando los 15 millones de usuarios únicos.

Entre las muchas exclusivas publicadas en estos siete años, Óscar Puente y sus asesores deben haber visto la entrevista que Eduardo Inda le hizo a Corinna Sayn-Wittgenstein, la «amiga entrañable» del Rey Juan Carlos I. El vídeo publicado por este periódico, en el que Cristina Cifuentes fue cazada robando en un hipermercado Eroski. El plagio de la tesis doctoral del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El descubrimiento de que Pablo Iglesias e Irene Montero se habían comprado un casoplón en Galapagar. El documento que probaba que Pablo Iglesias había cobrado 272.000 dólares del régimen de Nicolás Maduro en una cuenta bancaria en el paraíso fiscal de las Granadinas. Así como otras decenas de informaciones exclusivas que, sin duda, Óscar Puente y su equipo han leído en OKDIARIO.

Óscar Puente sabe perfectamente que fue OKDIARIO quien publicó en septiembre de 2020 los vídeos en los que se le veía en Formentera en un enorme yate de dos millones de euros, que le pagaba un empresario al que el Ayuntamiento de Valladolid adjudicó sin concurso un contrato para proveer material de protección contra el Covid por 200.000 euros, noticia que Óscar Puente sabe que también desveló OKDIARIO. También sabe el ministro que fue OKDIARIO quien publicó el mes pasado que este mismo empresario que le había pagado el yatazo también le colocó mascarillas al Ministerio de Transportes, cuando lo dirigía Ábalos; motivo por el que Óscar Puente insultó a OKDIARIO llamándonos «pseudomedio» y «panfleto».

Y pese a que debe saber todo eso, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible ha publicado el listado de «insultos» de los periodistas que ha recopilado un equipo al que paga 62.085 euros de dinero público. Estos asesores contratados por Óscar Puente le han elaborado un informe de 195 folios con un resumen de las 100 columnas de opinión publicadas en prensa escrita entre el 26 de septiembre de 2023 y el 27 de marzo de 2024. De este largo informe, Óscar Puente ha extractado en tres folios un listado de lo que él dice que son «insultos». Y entre los medios de comunicación que el ministro dice que le insultan, destaca a «Ok Diario», así de insultantemente mal escrito.

En el listado del ministro aparecen expresiones como: «Provocador preelectoral», «se cachondea de sus rivales», «puente aniquilador» o «ministro de Transportes y Bloqueos», que el mismo Óscar Puente, que llama a OKDIARIO «pseudomedio» y «panfleto», dice que son insultos y que «me insultan por feo».

Los socialistas dicen que gastan en sanidad y educación el dinero público que recaudan mediante impuestos de los que, porque no somos socialistas, no nos queda otra que trabajar y producir. Pero luego esos mismos socialistas, en vez de en sanidad y educación, se acaban gastando nuestro dinero público en drogas, alcohol, prostitutas e informes sin la menor utilidad pública, como el elaborado por los asesores de Óscar Puente para que luego él pueda justificar sus propios insultos contra los demás. En OKDIARIO no tenemos por costumbre insultar a nadie, pero que sepan Óscar Puente y sus asesores que nos observan con lupa buscando insultos que no vamos a dejar sin publicar ni una sola información acerca de los empresarios que le pagan a él yates de lujo y luego reciben contratos sin concursos para forrarse con las mascarillas del Covid. Ésa es nuestra misión. Y somos OKDIARIO, no «Ok Diario», ¿te enteras, Óscar Puente?


Publicado el 02/04/2024 en Okdiario

Radio Televisión Cascajosa


 

Cascajosa significa abundante en cascajos, que es como se denominan los trastos viejos. De ahí que cualquier cosa decrépita y anticuada se diga que está hecha un cascajo. Una variante de la ley de Murphy explica que cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar. En España hemos pasado de la Radio Televisión Espantosa de Rosa María Mateo a la Radio Televisión Cascajosa de la nueva presidenta socialista del ente público. La Televisión Cascajosa será un medio de comunicación público achacoso, decadente, mustio, frágil y enfermizo, que nos costará más de 500 millones de euros del presupuesto público para uso y disfrute de Pedro Sánchez y Félix Bolaños.

Lo peor de Concepción Cascajosa, la socialista que Pedro Sánchez ha enchufado para presidir RTVE, no es que presuma de su militancia, como hizo ella hace sólo tres años en una comparecencia parlamentaria que tenía como objeto designarla como vocal del Consejo de Administración de la corporación pública. «Le tengo que contestar que sí, soy militante del Partido Socialista y, en ese sentido, considero que esa militancia forma parte de mi compromiso social y de mis ideas progresistas», dice ufana la nueva presidenta de RTVE. Siendo eso suficiente para descalificarla para un cargo en el que debe ser imprescindible acreditar independencia, es aún peor que esta militancia es la única cualidad que la adorna y el único motivo por el que ha sido seleccionada.

En 2018, al poco de que Pedro Sánchez ganase su moción de censura contra Mariano Rajoy, Partido Popular y PSOE acordaron que un Comité de Expertos evaluara a los candidatos para formar parte del Consejo de Administración de RTVE. Cascajosa, que es profesora de comunicación audiovisual de la Universidad Carlos III de Madrid, especializada en series de ficción pero sobre todo en igualdad, presentó su proyecto para ser consejera a propuesta del Partido Socialista del que presume ser militante. Los expertos concluyeron que, de los 95 proyectos presentados, el de Cascajosa ocupaba el puesto 86 con una puntuación de 23,5 sobre 100, que equivaldría a sacar un 2 en un examen.

«Sin apartado de viabilidad económica ni similar. Proyecto sin estructurar, sin incluir modelo económico ni estructura empresarial. Con generalidades en otros apartados, aunque se preocupa de incluir perspectiva de género. No hay diagnóstico serio, apenas alguna pincelada de generalidades. Planteamientos superficiales». Son algunas de las frases con las que los expertos que la suspendieron con tan deficiente nota evaluaron el proyecto de la que hoy Pedro Sánchez ha convertido en la nueva presidenta de Radio Televisión Española. Evidentemente Cascajosa ha sido seleccionada exclusivamente por su militancia socialista, muy a pesar de las deficiencias que vieron en ella los expertos.

Sánchez y Bolaños no quieren a ningún buen profesional presidiendo la televisión pública, sino que lo que desean es alguien obediente a quien cuando le ordenen que contrate a un bufón como David Broncano, responda inmediatamente preguntando cuánto le tiene que pagar. Cascajosa será en RTVE lo mismo que Tezanos en el CIS, Miguel Ángel Oliver en la Agencia EFE, Cándido Conde Pumpido en el Tribunal Constitucional, o Álvaro García Ortiz en la Fiscalía General del Estado. Marionetas sin méritos distintos a su demostrada sumisión a Pedro Sánchez. Un pasito más para la conversión de España en un país bananero en el que no se respetan las leyes, impera la corrupción a todos los niveles y la voluntad del tirano carece de contrapoderes. En eso es en lo que Sánchez está convirtiendo a España, en un país cascajoso, o sea, decrépito y enfermizo.


Publicado el 28/03/2024 en Okdiario

Begoña Gómez: la mujer de César


 

La mujer de Pedro Sánchez se dedica profesionalmente a enseñar a captar los fondos públicos que reparte su marido, o sea, nuestro dinero. Ese que tanto esfuerzo nos cuesta a los demás ganar y que con tanta insolencia nos sacan del bolsillo vía impuestos, tasas y cotizaciones con las que el Estado dirigido por el esposo de Begoña Gómez se lleva más de la mitad de lo que producimos quienes no vivimos del trabajo de los demás. «Dad, pues, a César lo que es del César», dice la enseñanza cristiana, sin pensar que más de XX siglos después iba a aparecer una mujer del César dispuesta a forrarse a costa de tan correcto consejo del que, malévolamente, se ha hurtado su conclusión que no era otra que «y dad a Dios lo que es de Dios».

A diferencia de Estados Unidos y Francia, países que han legislado acerca del papel público que debe desempeñar su primera dama, en España la esposa del presidente del Gobierno no tiene ninguna función institucional, porque para eso tenemos una Casa Real perfectamente organizada. Pero ha pasado ya medio siglo desde la Transición y en estos 50 años hemos tenido siete presidentes de Gobierno cuyas esposas han creado unos usos y costumbres ahora rotos por Begoña Gómez, que es la primera mujer de un presidente del Gobierno de España que se dedica profesionalmente a hacer negocios con el dinero público.

Amparo Illana, la mujer de Adolfo Suárez, era hija de militar, como también lo fueron más tarde las esposas de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Amparo era muy religiosa, mujer culta, amante de las artes y la literatura, estudió inglés y francés y se dedicó a su familia y a actividades filantrópicas de ayuda a los más necesitados. María del Pilar Ibáñez-Martín y Mellado, casada con Leopoldo Calvo-Sotelo, había estudiado Filosofía y Letras, pero no ejerció ninguna actividad durante los dos años que su marido fue presidente, dedicándose a criar a sus ocho hijos.

Carmen Romero, mujer de Felipe González, y Ana Botella, esposa de José María Aznar, se dedicaron a la política, como sus maridos. La socialista fue la primera mujer de un presidente del Gobierno que tuvo un trabajo propio e independiente. Licenciada en Filosofía y Letras, fue profesora de instituto, afiliada al sindicato UGT de enseñanza, del que formó parte de su Comisión Ejecutiva Federal, siendo posteriormente elegida diputada por Cádiz durante cuatro legislaturas. Por su parte, Ana Botella estudió Derecho y aprobó las oposiciones al Cuerpo de Técnicos de Administración Civil del Estado, trabajando para la Administración Pública hasta que fue elegida concejal del Ayuntamiento de Madrid, del que fue segunda teniente de alcalde hasta que Ruiz-Gallardón fue hecho ministro de Justicia por Rajoy, momento en el que Ana Botella fue la primera mujer elegida alcaldesa de Madrid.

Sonsoles Espinosa, la mujer de José Luis Rodríguez Zapatero, estudió Derecho, pero se dedicó a dar clases de música en un colegio hasta que su marido fue investido presidente, cuando dejó las clases pero continuó cantando como soprano profesional, participando escasamente en la vida pública de su marido. El perfil bajo de Sonsoles coincide con el de su sucesora, Elvira Fernández, la mujer de Mariano Rajoy, licenciada en Económicas, trabajó en Antena 3 y en Telefónica, pero pidió la excedencia cuando su marido fue investido y desde entonces se dedicó a su familia y se esforzó al máximo por pasar desapercibida.

Y entonces llegó Begoña que ni quiere pasar inadvertida, ni pretende someterse al escrutinio electoral ocupando un cargo público, ni mucho menos aspira a dedicarse a su familia. A ella le gusta el relumbrón, que todos vean lo bien que habla, lo mejor que aconseja y lo mucho que influye. Su escaso currículum se divide en dos etapas claramente diferenciadas. Antes de que su marido fuera diputado Begoña era una profesional del marketing muy ambiciosa que trabajaba en una pequeñísima empresa donde impartía formación a comerciales de telemarketing y de puerta fría para aseguradoras, compañías eléctricas, ONGs, etc. Como no pudo completar estudios universitarios, su titulín de una escuela privada dijo que era una licenciatura y un cursillo que había hecho en el ESIC dijo que era un máster. Puro barniz, como el humo que enseñaba a vender.

Pero siendo Sánchez ya diputado y pese a no tener ni siquiera una licenciatura, la Universidad Complutense la contrató como codirectora de un curso. Poco después de la investidura de su marido como presidente del Gobierno, fue ascendida a directora del África Center del Instituto de Empresa, para volver más tarde a la Complutense como directora de una cátedra y de un máster, sin estar en posesión de ningún título universitario. Desde entonces, con toda su cara dura, Begoña Gómez se ha dedicado a tener reuniones con empresarios, dar charlas y organizar cursos en los que enseña a captar los fondos que reparte su marido.

Nuestras anteriores primeras damas, como la mujer de César, no sólo tenían que ser honestas, sino que también debían parecerlo. Pedro Sánchez ha roto con medio siglo de tradición democrática y su mujer no intenta aparentar honradez, sino que se esfuerza en presumir de que ella es la puerta por la que se accede a los cuantiosos fondos públicos que reparte su marido.


Publicado el 26/03/2024 en Okdiario

No es Sánchez, es el PSOE

 


Uno ve el Congreso de los Diputados convertido en una pocilga en la que todos los socialistas sin excepción disfrutan como cochinos embarrándose hasta las cejas y es humano pretender que toda la culpa es sólo de Pedro Sánchez. Nos gustaría creer que es la ambición enfermiza del presidente del Gobierno, su egolatría sin límite y su carencia absoluta de escrúpulos, la que le ha hecho rodearse de lo peor que había dentro del PSOE; que sólo aquellos socialistas que estaban dispuestos a enmierdarse hasta lo más profundo tenían posibilidades de llamar la atención del actual secretario general de su partido. Pero lamentablemente esto no es así. La inmundicia es transversal y atemporal en el PSOE, afecta a todos sus estamentos, desde sus votantes y afiliados hasta a su prensa subvencionada y a sus más altos dirigentes y ha sido así desde la fundación del partido a finales del siglo XIX.

El PSOE es un partido con 145 años de sangrienta historia golpista, terrorista y corrupta. Su fundador, Pablo Iglesias, presumía de haber participado en la Semana Trágica de Barcelona de 1909 en la que quemaron 80 iglesias y conventos y murieron 78 personas. En octubre de 1934 los socialistas promovieron una huelga general que desembocó en un golpe de Estado contra la II República. El 1 de julio de 1936 el diputado Ángel Galarza (PSOE) amenazó de muerte en el Congreso a Calvo Sotelo, que fue asesinado doce días después por Luis Cuenca Estevas (PSOE), guardaespaldas de Indalecio Prieto (PSOE).

Durante la Guerra Civil, el PSOE y su sindicato UGT gestionaron 92 checas donde se violaba, torturaba y asesinaba a quienes les daba la gana. Expoliaron más de 500 toneladas del oro del banco de España que enviaron a Moscú junto a todas las joyas robadas a los españoles. Después de la Transición el PSOE de Felipe González creó y financió el terrorismo de Estado de los GAL y ganaba las elecciones financiando a su partido con Filesa. El PSOE ha robado 680 millones de euros a los parados andaluces para gastárselos en drogas y prostitutas, por lo que tienen a dos presidentes condenados.

Zapatero ganó las elecciones de 2004 tres días después de los terribles atentados del 11-M cuyo autor intelectual aún se desconoce, aprovechándose de la sangre de los inocentes para acusar al Gobierno del PP de mentir durante la jornada de reflexión, mientras sus sedes estaban siendo asediadas por grupos de extrema izquierda. Y Sánchez, que enchufa el ventilador del fango cuando ve que todo su partido y hasta su mujer están salpicados por la trama que se forró vendiendo mascarillas defectuosas durante el Covid, ha logrado mantenerse en el poder trasladando a cárceles vascas a todos los presos de ETA, después de transferirles las competencias de prisiones, y amnistiando a los golpistas catalanes.

Pero de esta ciénaga pestilente que históricamente siempre ha sido el PSOE, no son ajenos ni sus militantes, ni sus votantes, ni sus periodistas. Te tienes que reír cuando recuerdas a Rodríguez Ibarra y a Fernández Vara afirmando que se irían del partido si el PSOE pactaba con los independentistas. Ahí siguen los dos, junto al resto de bases y militancia del partido, mientras Sánchez gobierna gracias a los votos de Bildu, ERC y Junts a cambio de amnistiar a los golpistas y soltar a los etarras. Y la misma desvergüenza muestra toda la prensa socialista que ahora intenta tapar la amnistía y toda la bazofia de las mascarillas del PSOE, difundiendo bulos contra la mujer de Feijóo y contra Ayuso. Lodazal en el que se desenvuelven como gorrinos hasta los votantes socialistas, a los que la excusa de que no gobierne la derecha le sirve para tapar toda la corrupción y la desvergüenza de un PSOE que siempre ha estado dispuesto a arrasar con todo con tal de aferrarse al poder.


Publicado el 21/03/2024 en Okdiario

Ayuso y su novio, el chivo expiatorio


 

Dice el profesor Carlos Rodríguez Braun, catedrático de Historia del pensamiento económico por la Universidad Complutense de Madrid, que no está orgulloso de su obra, pero sí de una frase célebre: «El mejor amigo del hombre no es el perro sino el chivo expiatorio». La RAE define chivo expiatorio como «macho cabrío que el sumo sacerdote sacrificaba por los pecados de los israelitas», y en su Diccionario panhispánico del español jurídico aclara que se usa para señalar a aquella «persona sobre la que se hacen recaer culpas ajenas para eximir a los verdaderos culpables».

El mismo día que el Congreso de los Diputados aprobaba una Ley de Amnistía con la que Pedro Sánchez paga su investidura al golpista prófugo, Puigdemont; al mismo tiempo que el caso de las mascarillas fake del PSOE salpica a la presidenta del Congreso y a cada vez más ministros socialistas; mientras el Partido Popular denuncia a Sánchez porque empresas vinculadas a esta misma trama de las mascarillas habrían beneficiado a su mujer; y el PSOE renuncia a intentar aprobar los Presupuestos Generales del Estado; a la vez que todos estos escándalos que salpican a Pedro Sánchez deberían ocupar todas las portadas, la ministra socialista de Hacienda, María Jesús Montero y el socialista fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se ponían de acuerdo para, presuntamente, filtrar a la prensa datos confidenciales que afectan a un procedimiento judicial por un supuesto fraude fiscal relativo a la pareja sentimental de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.

La culpa de la Ley de Amnistía se cubre con la sangre del chivo expiatorio, lo mismo que el pecado por enriquecerse estafando con mascarillas falsas cuando las funerarias no daban abasto por el covid, o el escándalo de que la mujer del presidente se haya lucrado de esa misma trama. Todos los pecados de Pedro Sánchez son cubiertos por el flujo sanguíneo derramado por el macho cabrío sobre el altar sagrado de unos medios de comunicación vendidos al sanchismo.

En realidad, no es necesario ningún mérito especial; cualquiera sirve para convertirse en chivo expiatorio. Pero si la izquierda tiene la fortuna de que la víctima propiciatoria esté relacionada de alguna manera con la presidenta de la Comunidad de Madrid, su satisfacción es doble. Puede ser el hermano de Ayuso, su pareja actual, su difunto padre, su ex novio, un compañero del jardín de infancia o incluso el primo segundo de algún vecino. Da igual, el odio que siente la izquierda española hacia Isabel Díaz Ayuso es tan enfermizo que dedicarán horas de tertulias televisivas y portadas sin fin para relacionarla a ella con cualquier escándalo con el que piensen que van a conseguir ensuciar su imagen.

Ayuso es la bestia negra que enterró políticamente a Pablo Iglesias, quien se vio forzado a abandonar la política tras competir contra ella en las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2021, de las que la del PP salió vencedora, el fundador de Podemos quedó en un ridículo quinto lugar y en las que el PSOE obtuvo los peores resultados de su historia, perdiendo hasta el liderazgo de la oposición. La presidenta de la Comunidad de Madrid revalidó su cargo por mayoría absoluta en las elecciones de mayo del año pasado dejando a la formación morada fuera de la Asamblea y al PSOE en la UCI.

Pero además de humillarles electoralmente, Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en el látigo que nunca para de fustigar la corrupción y los desmanes de la izquierda española. Sus declaraciones escuecen como el alcohol sobre las heridas mal curadas. Ayuso acusa públicamente a la izquierda de ser los mejores clientes de la prostitución y los camellos de la droga con casos como el del socialista Tito Berni, y convierte su frase de «me gusta la fruta» en un eslogan contra el sanchismo.

Por eso todo le vale a la izquierda para conseguir que el chivo expiatorio que tape con su sangre todos los pecados del sanchismo esté relacionado de cualquier forma con Ayuso; sin darse cuenta de que, cuanto más juego sucio utilizan contra ella, más se crece la presidenta de la Comunidad de Madrid. Los demás no debemos caer en la trampa y recordar noche y día que Pedro Sánchez va a amnistiar a golpistas, terroristas, traidores y corruptos a cambio de que le mantengan en La Moncloa, liderando un partido cada vez más manchado por la trama de las mascarillas falsas.


Publicado el 19/03/2024 en Okdiario