La trepa Yolanda Díaz es como Atila, por donde pasa arrasa

 


Yolanda Díaz es una ministra comunista que tardó 10 años en sacarse la carrera de derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y envió en dos ocasiones al Congreso de los Diputados un currículum fake en el que decía que había cursado tres masters que luego resultaron ser tres cursillos de perfeccionamiento de apenas 50 horas, muy lejos de las 500 horas que, como mínimo, exige la categoría de máster. Hija del histórico sindicalista gallego Suso Díaz, secretario general de CCOO Galicia, ejerció 7 años como abogada laboralista y en 2005 fue candidata a la presidencia de la Junta de Galicia por EU, federación gallega de Izquierda Unida, consiguiendo el 0,7% de los votos y 0 escaños.

En 2007 es cabeza de lista a la alcaldía de Ferrol, consiguiendo 4 concejales. Las elecciones las ganó el PSOE con 9 concejales, faltándole 4 para la mayoría. Yolanda Díaz, se convierte en primera teniente de alcalde, pero le dura poquísimo porque el PSOE rompe la coalición un año después por “diferencias insalvables”. En 2009, como candidata de EU a la presidencia de la Junta en las elecciones autonómicas, vuelve a quedarse fuera con 0 escaños. En 2012, tras tantos intentos por meter cabeza donde sea, concurre a las elecciones al Parlamento de Galicia en coalición con Anova -escisión del BNG encabezada por el ultra nacionalista Xosé Manuel Beiras, Equo y Ecogalegistas- logrando uno de sus 9 escaños. Tras 7 años presentándose a lo que fuera con quienes fuera, por fin Yolanda Díaz lograba ocupar un escaño.

A las elecciones generales de 2015 se presenta por En Marea, coalición de Podemos, Anova y Esquerda Unida consiguiendo 6 diputados que acabaron integrados en el grupo parlamentario de Podemos, una de ellos Yolanda Díaz, que renovó escaño en 2016. En octubre de 2019, tras la fallida investidura de Pedro Sánchez en la que Podemos se abstuvo, abandona la militancia de Esquerda Unida por discrepancias con la forma en la que la coalición había actuado durante las fracasadas negociaciones con el PSOE que condujeron a la repetición electoral del 10 de noviembre, aunque siguió militando en el Partido Comunista de España. En las últimas elecciones de noviembre de 2019 deja atrás a los nacionalistas de En Marea y se presenta a las elecciones generales por la coalición de Podemos y EU, Galicia en Común. De los 6 diputados conseguidos por En Marea en 2015, en 2019 Galicia en Común sólo obtuvo 2. Para ser una de ellos, la coruñesa Yolanda Díaz no tuvo reparos a presentarse como cabeza de lista por Pontevedra.

En enero de 2020 Pedro Sánchez la hizo ministra de Trabajo y Economía Social para que hiciera “cosas chulísimas”, como convertir a España en el líder del paro europeo, con una tasa de paro juvenil que se eleva a más del 30% y empobreciendo a los trabajadores que ven que la inflación cercana al 10% se come las pequeñas subidas del SMI. Como premio, en marzo de 2021 Sánchez la ascendió a vicepresidenta segunda del Gobierno tras la renuncia de Pablo Iglesias. En noviembre de 2021 anunció que para las próximas elecciones generales creará una nueva plataforma política distinta de Podemos y de Izquierda Unida, para la que cuenta con las imputadas Mónica Oltra y Ada Colau, la médico y madre Mónica García y la musulmana ceutí Fatima Hamed.

En mayo de 2022 Yolanda Díaz ha registrado su nueva plataforma en el ministerio de Interior con el nombre Sumar ¿imputadas? y en julio la ha presentado públicamente en el Matadero Madrid, ubicación muy adecuada para cualquier proyecto comunista, acto al que las otras ministras de Podemos fueron amablemente invitadas a no acudir. De momento le ha llamado a la cosa Sumar, pero advierte de que el nombre es provisional porque «esto no va de siglas, necesitamos cariño y ternura. Tenemos ideas y corazón. Sumar no va de resignación. Va de alegría. ¡Sumar va de esperanzas!», dice en ese tono meloso y vacío que la caracteriza.

Yolanda Díaz ha arrasado con Izquierda Unida en Galicia, con En Marea y con Galicia en Común. Todos los proyectos de los que ha formado parte han acabado desapareciendo mientras ella iba ascendiendo, cambiando de estilista, de maquilladoras y de peluqueras, abrazada melosa a los brazos de cualquiera que la ayude a subir, pronunciando discursos vacíos que no significan nada, pero suenan bien. Dejadme soñar un momento, podría ser perfectamente la candidata a presidenta del Gobierno en una coalición de toda la extrema izquierda e independentistas con el PSOE, cuando Pedro Sánchez decida quitarse de en medio para ocupar algún puesto de relumbrón internacional. Sería la mejor forma de enterrar para siempre al PSOE porque la trepa Yolanda Díaz es como Atila, por donde pasa arrasa para subir ella.


Publicado el 26/07/2022 en Okdiario

Sánchez desde el Falcon nos riñe por contaminar

 


Cuando a finales de 2019 Greta Thunberg vino a España a participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP25, había dedicado 20 días a cruzar el Atlántico en un velero, con una familia de youtubers australianos y desde Lisboa hasta Madrid se desplazó en tren durante 10 horas. El lunes, para los 190 kilómetros por la autovía A-5 que separan Madrid de la localidad cacereña de Casas de Miravete, Pedro Sánchez necesitó el Falcon, el helicóptero Super Puma y un Audi A8 blindado de 500 CV que desplazó vacío para luego moverse por la zona. Pero pese a la gran diferencia en la huella de carbono que ambos van dejando cuando se desplazan, nuestro presidente hizo unas declaraciones que suscribiría la activista sueca: «El cambio climático mata».

En Monfragüe los ganaderos y agricultores que lo han perdido todo en el incendio recibieron al presidente del Gobierno con un sonoro abucheo. «A la hora del fuego deberías haber estado, no ahora», le gritaban airados, reprochándole que el Parque Nacional estaba sin limpiar ni desbrozar desde hace al menos tres años. «Somos tan verdes que no se puede hacer nada en el campo. Así, ¿quién se va a querer venir?». Se quejaban de la dejadez de un Gobierno que sólo se acuerda de ellos para hacerse la foto, que es a lo único que Sánchez había ido a Monfragüe. Una fotografía que hay que verla para creerla. Apretado como un torero, Sánchez posa delante de los rescoldos con el ceño fruncido. Muy enfadado con todos nosotros.

Pedro Sánchez posa sólo y apartado, para que nadie le grite. Los agricultores y ganaderos que lo han perdido todo afearían su espléndido posado. Con los brazos cruzados y un pantalón vaquero extremadamente ceñido que le marca groseramente la entrepierna, Sánchez nos abronca porque dice que la culpa de que el bosque se haya quemado es nuestra, que contaminamos mucho y estamos provocando un cambio climático que «mata personas, mata nuestro ecosistema, nuestra biodiversidad y destruye los bienes más preciados del conjunto de la sociedad que se ve afectada por estos incendios, sus casas, sus negocios o su ganado». Miradme a mi qué guapo soy, qué paquete tengo y cómo quemo queroseno, piltrafillas.

En realidad, el medio ambiente le preocupa a Sánchez lo mismo que el maltrato a las mujeres, las condiciones de los trabajadores y el progreso social. El que define a su Gobierno como feminista, ecologista y progresista sólo responde a sus egoístas intereses particulares. Sánchez es sanchista por encima de todas las cosas. Por eso utiliza un avión, un helicóptero y un contaminante coche de 500 CV para ir a posar como un Adonis delante del bosque quemado y destina 40 veces más dinero a los planes contra el machismo de Irene Montero que a prevenir incendios. Arrasará con todo, como el fuego ha arrasado media España, mientras él salga guapo en la foto.

Publicado el 19/07/2022 en Okdiario

Iglesias, Ferreras, Sánchez y unos señores con puros

 




Pedro Sánchez, después de pactar su nueva ley de Memoria Democrática con los proetarras de Bildu, se baja del Falcon, se quita las gafas de sol y acusa a los “cenáculos madrileños de señores con puros” que quieren liquidarle, por contar que, en la cumbre de la OTAN, lo que de verdad buscaba era un cargo de relumbre internacional para cuando lo echemos de la Moncloa. Tanto todos los resultados electorales en las autonómicas celebradas desde 2020 en Andalucía, Castilla y León, Madrid, Cataluña, Galicia y País Vasco, como todas las encuestas, incluida la de Tezanos, si es que a eso se le puede seguir llamando encuesta, auguran unánimemente el descalabro del PSOE del doctor cum fraude.  

Pero Sánchez, en vez de achacar su próxima derrota a sus pactos con Podemos, su nefasta gestión de la crisis del Covid, sus estados de alarma inconstitucionales, sus indultos a los golpistas, su horrible gestión económica que nos convierte en líderes de inflación y paro, su bajada de pantalones ante Marruecos, su enfrentamiento con Argelia, sus etarras devueltos al País Vasco, sus pactos con Bildu, etc., prefiere inventarse unos supuestos señores con puros que quieren liquidarle y todavía habrá alguien tan necio como para tomárselo en serio

El caso es que tan absurda forma de intentar justificar las consecuencias lógicas de tantos errores propios, a quien le ha parecido una idea a imitar ha sido a su socio de coalición. Pablo Iglesias ha pensado que él también podría encontrar un chivo expiatorio con el que disimular su debacle electoral, aunque fuera tan ridículo como el de Sánchez, y se ha fijado para eso en el presentador de Al Rojo Vivo, Antonio García Ferreras, el mismo que la noche del 11-M aseguró en la SER que "tres fuentes distintas de la lucha antiterrorista han confirmado que en el primer vagón del tren que estalló antes de llegar a Atocha iba un terrorista suicida que llevaba tres capas de ropa interior y estaba muy afeitado", y a pesar de esa tremenda manipulación informativa, o quizá por ella, Atresmedia lo hizo director de La Sexta, cargo que ocupa desde 2006. 

Ni corto ni perezoso ha pillado Pablo Iglesias una información procedente del megaimputado comisario Villarejo, fuente a la que siempre ha restado credibilidad porque dice que forma parte de las cloacas del Estado, pero que ahora le viene bien utilizar para acusar a Ferreras de haber informado de la exclusiva de OKDIARIO sobre el pago por parte de la dictadura venezolana de 272.325 dólares a Pablo Iglesias en una cuenta a su nombre en el banco Euro Pacific del paraíso fiscal de Islas Granadinas, pese a que, según el cloaquero comisario Villarejo, el propio Ferreras dudaba de su veracidad, que finalmente ha resultado confirmada en dos sentencias de la justicia española. 

Iglesias asegura que a él se lo ha cargado Ferreras informando de sus cobros de Venezuela en Granadinas, cuando es más que evidente que la curva ascendente del de Podemos empezó a pinchar hacia abajo el día que se supo que se había comprado el casoplón de Galapagar. El que presumía de seguir viviendo en un pisito de Vallecas y criticaba a los políticos de otros partidos que “se aíslan en chalets y no saben lo que es coger el transporte público”, ahora vive en un chalet de más de un millón de euros con la madre de sus hijos y sólo por eso, ministra, que viaja en Falcon con sus amiguitas. Igual que Sánchez dice que las cosas no le van bien porque señores con puro quieren liquidarle, Iglesias afirma que a él nadie le vota por culpa de Ferreras. Y los dos se quedan tan anchos mientras los demás nos reímos de ellos.


Publicado el 12/07/2022 en Okdiario

La cuchipandi del Falcon se cisca en sus votantes

 


En abril de 2015 Pablo Iglesias acababa de romper con Tania Sánchez y se sugería que tenía un idilio con su asistente Dina Bousselham, la del móvil robado de Interviú que Iglesias no denunció como parte afectada porque se rumorea que por aquella época salía ya con Irene Montero, que acaba de unirse a Podemos y había sido nombrada a dedo directora del gabinete de Pablo Iglesias, siendo elegida diputada pocos meses después, en diciembre de 2015. El 11 de abril de 2015, en el plató de La sexta noche, Irene Montero se dirige al director de OKDIARIO, Eduardo Inda, y le dice: “Nosotros viajamos siempre en turista y conocemos perfectamente cual es el precio del AVE, que por desgracia en este país (se refiere a España, pero si lo dice le sale un sarpullido) hay muchísimos ciudadanos que no pueden permitirse pagar el AVE”. Viajamos siempre en turista, decía hace sólo siete años la madre de los hijos de Pablo Iglesias y, sólo por eso, hoy ministra de Igualdad.

Pocos días después, el 17 de mayo de 2015, en un mitin para las elecciones municipales en Oviedo, Pablo Iglesias decía: sentirse «orgulloso de mirar a los ojos a la gente de tu piso, que ven que sigues viviendo en el mismo sitio». Vivían en pisitos y viajaban en clase turista, hasta que se compraron el casoplón y se subieron al Falcon. Pura coherencia. Hasta el código ético de Podemos obliga a Irene Montero a “moderar los costes de transporte y alojamiento” y dar “ejemplo con el uso de medios de transporte colectivos u otros medios de transporte respetuosos con el medio ambiente”, pero una vez alcanzado el poder los podemitas demuestran que sus compromisos con sus votantes son palabras vacías y que no son para nada diferentes de esa casta política a la que tanto criticaron para conseguir que les votaran.

Pero, siendo grave, la incoherencia de estos neocomunistas no es lo peor, ya que con ella sólo engañaron a sus ingenuos votantes. Resulta más insultante la desvergüenza con la que la pandilla de amiguitas pijo progres suben a las redes sociales unas fotografías con las que se ciscan en los contribuyentes que les pagan esas vacaciones de lujo. Selfi en Times Square, posados en las escaleras del Memorial a Lincoln y en la Casa Blanca, o la White House, como dice Ángela Rodríguez (Pam), una de las amiguitas que se ha llevado de excursión la ministra. Fotografías en zapatillas y minifaldas vaqueras en lo que nos han querido hacer creer que era un viaje institucional, maquillándolo con entrevistas sin sustancia con personajes de medio pelo en la política estadounidense.

Una ministra del reino de España, una de sus asesoras, su jefa de gabinete y una secretaria de Estado, con sus escoltas y su chófer, se han ido en Falcon a visitar Washington y Nueva York con la excusa de reunirse con asistentes adjuntos, novelistas jubiladas y activistas de la extrema izquierda estadounidense. En el año 2022, cuando todas las empresas privadas del mundo hemos descubierto que una videoconferencia nos ahorra muchísimas horas y costes en nuestros desplazamientos, la izquierda caviar podemita apura sus últimas posibilidades de viajar de lujo a nuestra costa, porque saben que este chollo se les acaba en breve. Nunca sabremos lo que se han gastado, porque la transparencia de este Gobierno sólo se encarga de cubrir sus vergüenzas. Pero sí sabemos que sólo el vuelo habrá costado casi 100.000 euros, que habrían ascendido a 240.000 € de haberlo pagado de sus bolsillos; a lo que hay que añadir sus hoteles de lujo, sus restaurantes y sus dietas. Todo un dispendio para que la cuchipandi de la ministra haga turismo y presuma en sus redes sociales.

Publicado el 05/07/2022 en Okdiario