El fraude del ‘chequefake’

 


200 euros en un cheque único y anual para compensar la subida de los precios de los alimentos a las familias con una renta conjunta anual inferior a 27.000 euros, que no sean pensionistas ni perceptores del ingreso mínimo vital. Los perceptores, además, tienen que cumplir otra condición, tener «un patrimonio inferior a 75.000,00 euros anuales (sic) a 31 de diciembre de 2022». Dejamos aparte la errata de indicar el límite en el patrimonio en «euros anuales», que muestra claramente el analfabetismo de las personas que Pedro Sánchez ha puesto a redactar el BOE; porque hasta un niño sabe que el patrimonio se mide a una fecha y no es como la renta, que se genera y se mide por períodos de tiempo. Nos quedamos con que para recibir el cheque alimenticio la familia no puede ser dueña ni de su casa.

200 euros para una familia de, por ejemplo, 4 miembros son 50 euros por persona, que en un cheque único anual daría para 4 euros al mes o, para que se vea más claro, menos de 0,14 euros al día. Esa familia que no tiene casa, ni es pensionista, ni percibe el ingreso mínimo vital, pero necesita ayuda para comer, podrá destinar la ayuda de Sánchez, por ejemplo, a comprar 2 manzanas o 2 yogures diarios a repartir entre los 4 que son en casa, o 1 barra de pan o 1 litro de leche para los 4 cada 2 días. Ayer en las noticias entrevistaban a gente anónima a la que le preguntaban qué les parece esta medida y sorprendentemente, varios contestaban algo así como: «No es mucho, pero algo es algo y toda ayuda es buena», demostrando que mucho votante español es tan analfabeto que podría escribir en el BOE de Sánchez.

200 euros al año para una familia que necesita ayuda para comer es una miseria, un despropósito, un insulto a la inteligencia. Y encima cuando en el mismo momento se nos anuncia un nuevo impuesto al plástico que encarecerá los alimentos básicos y nos dicen que se va a quitar la ayuda de 20 céntimos por litro de combustible que nos suponía a todos 12 euros cada vez que llenábamos el tanque, algo que tenemos que hacer varias veces al mes y que ya supone mucho más que esos 200 euros que sólo van a poder cobrar algunos. Como en un cutre truco de magia, Pedro Sánchez nos mete la mano en el bolsillo, nos saca la cartera, nos quita todos los billetes y con la otra mano nos devuelve la calderilla insistiéndonos en lo guapo y lo generoso que es él y pidiéndonos el voto, porque él se lo merece.

Sánchez le baja durante 6 meses el IVA al pan, la leche, la fruta, las verduras, la pasta y el aceite, pero no a la carne ni al pescado, sin ninguna explicación ni justificación. Quizá porque esta pequeñísima rebaja en unos productos que ya tenían un IVA superreducido que del 4% pasa al 0% y del 10% al 5%, apenas va a suponer unos céntimos cuando llenemos un carro de la compra, mientras que haberle bajado los impuestos a la carne y el pescado, con lo caros que están, habría supuesto una ayuda significativa, que es lo que a este Gobierno le estaban reclamando los partidos de la oposición. Todo en Sánchez es fraude, todo es engaño, mentira, manipulación y estafa. 2023 es el año electoral en el que los españoles, por fin, podremos decir en las urnas lo que nos parece la nefasta gestión del doctor Cum Fraude. Esperemos que no haya muchos bobos que se dejen engañar con el chequefake y se acuerden de los corruptos y violadores a los que ha rebajado las penas, los etarras liberados y los golpistas indultados.


Publicado el 29/12/2022 en Okdiario

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