En defensa de la moción de censura


 

Si de algo pueden presumir tanto Vox como su presidente, Santiago Abascal es de ser previsibles, es decir, de cumplir lo que se espera de ellos. El 9 de diciembre de 2022, ante el inminente asalto de Pedro Sánchez al Tribunal Constitucional que había declarado inconstitucionales, entre otras cuestiones, sus dos estados de alarma, la suspensión de actividad en el Congreso durante la primera ola de la pandemia y la ley del referéndum catalán de independencia del 1 de octubre, Abascal anunció públicamente que Vox iniciaba conversaciones con el resto de partidos de la oposición para proponer para una nueva moción de censura contra Pedro Sánchez, a un candidato neutral, que no militase en ningún partido político y que se comprometiese a convocar elecciones inmediatas. Previamente, Abascal le había ofrecido al Partido Popular su voto a favor de una moción de censura presentada por los populares con un candidato independiente elegido por ellos.

Durante un par de meses Vox ha intentado infructuosamente encontrar a ese candidato independiente que pudiera recibir el voto favorable de toda la oposición para convocar elecciones generales conjuntamente con las municipales y autonómicas del 28 de mayo, pero tanto el Partido Popular como Ciudadanos se han opuesto, por lo que, finalmente y para cumplir con su compromiso, Vox se ha visto obligado a hacerlo en solitario con un candidato como Ramón Tamames que cumple sobradamente con los requisitos de independenciaprestigio y honorabilidad que se exigían, porque, insisto, esa fue la promesa con la que Abascal se comprometió en diciembre del año pasado.

Desde la oposición política y mediática no existe ninguna duda acerca de las razones que justifican esta nueva moción de censura contra Pedro Sánchez. Las excarcelaciones de violadores por la ley del sólo sí es sí; los nuevos casos de corrupción con socialistas entre prostitutas, drogas y contratos amañados; y la ruina económica con la que la nefasta gestión de Pedro Sánchez está hundiendo a las clases medias y trabajadoras, no hacen más que reforzar los motivos que ya existían a finales del año pasado. No obstante estar plenamente justificada, la prensa de centroderecha liberal y conservadora ha expresado una opinión prácticamente unánime en contra tanto del candidato como de la oportunidad de la moción y el argumento es siempre el mismo: beneficia a Pedro Sánchez y resulta inoportuna.

Nadie se atreve a ponerlo negro sobre blanco, pero entre líneas siempre se puede leer que los que opinan que la moción de censura beneficia a Pedro Sánchez lo dicen porque piensan que electoralmente le va a restar votos al Partido Popular y, según su razonamiento, lo que reste votos al PP redunda en beneficio del PSOE. Pero esta pérdida de votos sólo se puede justificar por razón de que Vox pueda obtener un rédito electoral de la moción, a costa del PP. Una vez expuesto con sinceridad, el argumento se cae por su propio peso. Cada partido es libre de establecer las estrategias que crea que más le beneficien. Nadie ha obligado a Alberto Núñez Feijóo a anunciar la abstención de los suyos sin haber siquiera escuchado los argumentos de los discursos de Tamames, Abascal y el propio Sánchez y se supone que la posición por la que ha optado será la que crea que más les beneficia electoralmente, luego poco se sostiene criticar que otros, supuestamente, actúen de forma similar. Y los votos que suba Vox a costa del PP al que menos van a beneficiar es a Pedro Sánchez.

Por otro lado, no es fácil argumentar acerca de la inoportunidad de un debate en el que, a tres meses de las elecciones, se hable extensamente acerca de todos los motivos que existen para censurar a un Gobierno en el que los socialistas están en coalición con la extrema izquierda apoyados por los proetarras y los golpistas catalanes. Es imposible que a Ximo Puig, Page, Lambán y Fernández Vara les resulte agradable que todos vean que el partido con el que ellos pretenden renovar sus Gobiernos autonómicos se mantiene en el poder sólo porque recibe el respaldo de Bildu y ERC. En cualquier caso, resulta muy ilusionante ver que un político cumple sus promesas y a Santiago Abascal nadie va a poder reprocharle lo contrario.

Publicado el 21/03/2023 en Okdiario

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