Feijóo debe investir a Sánchez

 


Lo que no son cuentas son cuentos. Las matemáticas son tozudas. Pedro Sánchez puede ser investido de nuevo y Feijóo no tiene ninguna posibilidad de conseguirlo. A lo máximo que puede aspirar el líder del PP es a forzar una repetición de elecciones de alto coste y, visto cómo han votado los españoles el pasado 23 de julio, incierto resultado con mejores opciones para el PSOE que para la oposición. Como mucho, Feijóo podría llegar a sumar 172 votos a favor, con lo que se quedaría cuatro por debajo de los que necesitaría para ser investido. Lograría como máximo esa cifra si finalmente consiguiera el apoyo del diputado de UPN y el más dudoso de Coalición Canaria, ya que todos los demás grupos ya han dejado claro que votarán en su contra. Sin embargo, Pedro Sánchez puede conseguir hasta 179 votos a favor, sumando a los 152 diputados que tienen los actuales socios de GobiernoPSOE y Sumar, los de ERCBilduPNV y BNG, que ya favorecieron su elección en 2019, los siete de Junts per Catalunya y quizá hasta el de Coalición Canaria.

El presidente del Partido Popular debe considerar que tiene por delante sólo dos opciones reales: que Sánchez conceda todo lo que le exigen o que se niegue a hacerlo. Con ellas, Feijóo debe construir un árbol de decisión alternativa, que es el método científico con el que se debe enfrentar una situación así. Para formularlo, el del PP debe asignar la probabilidad con la que él estima que Sánchez logrará el permiso de Puigdemont para renovar su residencia en La Moncloa y con ello tendrá también el porcentaje de expectativas de que se tengan que repetir las elecciones, si es esa la decisión final del nazi fugado a Waterloo. A continuación, Feijóo deberá valorar las consecuencias para España de ambas posibilidades, teniendo en cuenta todo lo que ya sabemos que el socialista deberá entregar a cambio de los votos que le permitan ser investido.

No se pueden exponer aquí todas las cesiones que el presidente en funciones deberá hacer a los partidos que necesita para mantener el poder, pero señalemos algunas de las más relevantes. Bildu ya ha anunciado que exigirá el reconocimiento de Euskal Herria, un referéndum de autodeterminación y la excarcelación de los presos etarras mediante la concesión del tercer grado o la libertad condicional, para lo que Sánchez ya está estudiando las necesarias reformas legales. Por su parte, Junts per Catalunya también ha sido bastante claro, no permitirá la investidura de Pedro Sánchez sin una ley que se traduzca en la amnistía de todos los condenados en las diversas causas derivadas del golpe de Estado del 1-O, así como la celebración de un nuevo referéndum de independencia. En palabras de la condenada Laura Borràs: Junts no investirá «a ningún presidente del Estado español que no aborde la solución del conflicto político con Cataluña, y eso pasa por abordar la amnistía y la autodeterminación».

Pero esto no es todo, aun consiguiendo los votos de los independentistas, Sánchez también tendrá que contentar a los de Yolanda Díaz, manteniendo a Lady Paro como vicepresidenta, haciendo ministra de vivienda a Ada Colau y con todo el desastre que para la economía y la sociedad de cualquier país supone tener a un partido comunista en el Gobierno. La suma de todas las cesiones que tendrá que hacer Pedro Sánchez para ser investido tendrán un coste brutal para el presente y futuro de España y todos sabemos que él es capaz de entregar todo lo que le piden. Y la repetición de elecciones, acontecimiento al que, en mi opinión, Feijóo debería asignar un porcentaje de probabilidad bajo, nos enfrenta a unas consecuencias que incluso podrían llegar a ser peores si cabe, teniendo en cuenta que es difícil que los resultados fueran muy diferentes de los del 23J.

Ante este catastrófico árbol de decisión, la única decisión buena para España que puede tomar Feijóo es ofrecerle a Sánchez los votos del PP y favorecer así su investidura sin cesiones ante independentistas y comunistas. El Partido Popular debería seguir el ejemplo de Vox, que ya ha sacrificado sus ambiciones de poder en aras de facilitar el bien común. En todas las democracias europeas se han llevado a cabo acuerdos de este tipo entre los dos partidos con mayor representatividad y ha llegado el momento de que España deje de ser una excepción. Las únicas condiciones que debería exigir Feijóo a cambio de su apoyo a Sánchez son, que no haya comunistas en el Gobierno, que no se permita ningún referéndum de autodeterminación, que no haya amnistía de ningún tipo para los golpistas, que los etarras cumplan sus condenas y que la Justicia española se esfuerce por traer a Puigdemont para que sea juzgado y condenado sin ningún tipo de indulto para él. Feijóo demostraría así la condición de hombre de Estado que como presidente de Galicia aún no ha acreditado y quizá esto favorecería que, en unas próximas elecciones, sus resultados se aproximaran algo más a lo que le pronostiquen las encuestas.


Publicado el 15/08/2023 en Okdiario

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