Toque de queda dictatorial

 


Hoy Pedro Sánchez ha vuelto a rectificar y el toque de queda con el que pretendía encerrarnos durante 6 meses lo ha dejado reducido a dos semanas, aunque el estado de alarma sí que pretende prorrogarlo de golpe durante 6 meses a partir del 9 de noviembre, en los que serán las comunidades autónomas las que decidirán si nos encierran o no. Pero no quiere que al toque de queda lo llamemos por su nombre y nos pide a los medios de comunicación que le ayudemos a engañar a la población nombrándolo con “una expresión más contemporánea que nada tiene que ver con lo que representa, sobre todo para generaciones con más vida a sus espaldas”. Por lo que nos propone que lo llamemos Restricción a la Movilidad Nocturna. Él lo que ha hecho es “prohibir la libertad de circulación de las personas desde las 23 horas de la noche (sic) hasta las 6 horas de la mañana, en todo el país”, o sea, un toque de queda en toda regla, pero como suena a la típica medida que se toma en las dictaduras militares, pues le cambia el nombre y… ¿ya está?

Sánchez ha ordenado un toque de queda como los de Hitler, cuando en la Alemania nazi prohibió salir de sus casas a los judíos por la noche. O como los que en Asturias ordenó la II República ante el golpe de Estado del PSOE de 1934, Franco durante la Guerra Civil, Pinochet en Chile en 1973 o, más recientemente, el capitán general golpista Milans del Bosch decretó en Valencia durante el golpe de Estado de Tejero, el 23 de febrero de 1981. He buscado otros antecedentes de toques de queda que no estuvieran relacionados con golpes de Estado, guerras y dictaduras militares, pero hay que remontarse hasta la Edad Media. Y es que la libertad de circulación es uno de los derechos fundamentales especialmente protegidos por nuestra Constitución, que sólo se puede ver restringido con el propósito de garantizar la seguridad de los ciudadanos, y que, por ello, más le gusta cercenar a los tiranos para protegerse de las personas libres.

¿Nos encierran para protegernos del virus o es para protegerse él de nuestras críticas y protestas? Es en esta disquisición en la que debemos entrar, respondiendo a una simple pregunta: ¿Sirve un toque de queda nocturno para proteger a las personas contra un virus de transmisión por contacto entre humanos? Le han preguntado al no doctor Fernando Simón por el nombre de los expertos que han asesorado a Pedro Sánchez para declarar el estado de alarma hasta el mes de mayo, y ha contestado que «no merece la pena dar la lista porque es muy larga». Lo que sí tiene Pedro Sánchez en su entorno es otra lista muy larga con los mayores expertos en cómo contagiarse de la enfermedad, empezando por el propio Fernando Simón, siguiendo por la esposa de Sánchez y continuando por la mitad de su Consejo de Ministros y sus familias. Pero eso de que el virus se transmita más o mejor de noche que de día me lo tienen que explicar a mí muy bien, porque no parece nada científico.

Estamos gobernados por inútiles que hace cuatro días nos volvían a asegurar que «España está estabilizando la curva» del coronavirus, que antes del verano presumían de haber salvado 450.000 vidas gracias a su gestión y nos invitaban a «salir a la calle» y «disfrutar sin miedo», y ahora, después de haberse pasado todo el verano de vacaciones, la única idea feliz que se les ocurre es volver a encerrarnos en nuestras casas de nuevo y ahora por 6 meses. Porque Sánchez quiere que la mayoría que le sostiene en el Gobierno, seguramente respaldada por los de Inés Arrimadas y su nuevo socio, Pablo Casado, le aprueben una prórroga de seis meses a su nuevo estado de alarma para que, en todo ese tiempo, no tenga que volver a dar explicaciones ni ante el Congreso ni ante los españoles. Sólo le falta sacar los tanques a la calle, pero no tardaremos mucho en verle hacer eso y entonces nos pedirá que no les llamemos tanques, sino “vehículos blindados, motorizados y armados para salvar vidas humanas”, ya lo veréis.

Publicado el 27/10/2020 en Okdiario

No hay comentarios:

Publicar un comentario