Abstenerse también es sostener a Sánchez e Iglesias

 


Nuestra Constitución define la moción de censura como el mecanismo por el que “el Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno”. ¿Qué es ese absurdo de que una moción de censura pueda presentarse contra el primer partido de la oposición, como aseguran desde el Partido Popular? Ni el Reglamento del Congreso de los Diputados ni la Constitución prevén esa posibilidad. Sobre lo único que se va a debatir es sobre la nefasta gestión del Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, acerca de las razones que justifican la presentación de esta moción y sobre el programa político que se propone como alternativa. El infantil argumento de que lo único que se persigue con ella es dejar en mal lugar a los de Casado es el del que pretende ser la novia en la boda, el niño en el bautizo y, sobre todo, el muerto en el entierro.

Pero es que, si la intención de VOX hubiera sido esa, no les habría avisado Santiago Abascal el 6 de mayo en el Congreso de los Diputados, cuando dijo que “no descarto que sea necesaria una moción de censura” y que “la responsabilidad es del primer partido de la oposición, pero si la delega, quizá tengan que ejercerla otros grupos”, sino que la habría presentado sin darles esa opción. Desde el 6 de mayo, Abascal dejó pasar casi 3 meses hasta que el 29 de julio anunció también en el Congreso que “no nos queda más remedio que usar el instrumento de la moción de censura que presentaremos en el mes de septiembre… Señores del Partido Popular, se lo digo con humildad y con ánimo de diálogo, los españoles no pueden entender de estrategias y de tácticas políticas, los españoles no pueden esperar más, los españoles no pueden tener esperanza en el ‘cuanto peor, mejor’. Evitemos lo peor y devolvamos la voz al pueblo español”.

Y otra vez volvió a dar un nuevo plazo de otros dos meses más en los que no dejaron de insistir en que estaban dispuestos a negociarlo todo con ellos. “Hasta la fecha de su presentación, mantenemos la puerta abierta a cualquier otro candidato que pueda concitar mayor consenso”, llegaron a decir. Finalmente, ante la negativa de los populares a entrar en razón, se presentó la moción de censura el pasado 29 de septiembre, tras cinco meses de plazo esperando primero que la iniciativa fuera de ellos y más tarde que se unieran en la elección de un candidato independiente. Nadie tiene la menor duda de que si en ese tiempo el Partido Popular hubiera presentado una moción alternativa, los diputados de VOX se habrían sumado a ella de inmediato.

Otra cosa es que el mayor coste político de esta moción lo acabe pagando finalmente el PP, pero la responsabilidad de esa presumible debacle habrá que atribuírsela única y exclusivamente a Pablo Casado. Resulta totalmente lógico pensar que una gran parte de sus votantes no compartan la absurda decisión de que, para evitar que los medios de comunicación progresistas les critiquen por haberse unido a una iniciativa de los de Abascal, de cuyos votos no hacen ascos en todos los ayuntamientos y comunidades donde los necesitan para gobernar, como Madrid, Andalucía, Murcia y numerosas localidades, Casado se abstenga o vote en contra de la exigencia de responsabilidades al Gobierno. Porque si te abstienes cuando se juzga la gestión de quienes atacan a la libertad de la Comunidad de Madrid, pretenden aprobar leyes de inspiración chavista para colocar a dedo a los jueces que les son más ‘amables’, menosprecian y permiten que se insulte al Rey, conceden beneficios penitenciarios a sanguinarios etarras nunca arrepentidos, y son responsables de 58.000 muertes y de la mayor ruina económica en 80 años, si no votas a favor de exigir responsabilidades por todo este desastre, lo mismo da que te abstengas como que votes en contra. En ambos casos Casado habrá dinamitado la unidad del centro y la derecha en España. Abstenerse también es sostener a Sánchez e Iglesias.

Publicado el 20/10/2020 en Okdiario

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