OKDIARIO cuenta hoy en exclusiva cómo Begoña Gómez fue capaz de adelantarse un mes al hacer un power point ella solita, o quizá con la ayuda de esa asesora que le puso Moncloa y pagamos entre todos, para presentar su cátedra de Transformación Social Competitiva en la Universidad Complutense de Madrid, que también pagamos entre todos.
El power point de 19 páginas lo hizo, o se lo hicieron, a principios de octubre de 2020, a pesar de que la universidad pública no le encargó la dirección de dicha cátedra hasta finales de ese mes. Una clarividencia que parecería digna de Aramís Fuster si no fuera por el pequeño detalle de que al rector de la Complutense, Joaquín Goyache, Begoña lo había hecho acudir a Moncloa a finales de julio para que allí su marido y presidente del Gobierno lo convenciera de lo conveniente que le resultaba hacer ese encargo.
Hoy día saber hacer, o tener quien te haga, un power point no tiene mucho mérito. Los que tenéis hijos en edad escolar sabéis que ya desde primaria los niños presentan sus proyectos utilizando esta herramienta informática; al principio con la ayuda de sus padres pero, muy pronto, por ellos mismos. El mérito no es ni de los niños ni de Begoña. Hoy los ingenieros son capaces de desarrollar aplicaciones y dispositivos que se pueden manejar casi solos. Vemos a bebés manejando pantallas táctiles y sabemos que el superdotado no es el niño, sino quien ha diseñado ese dispositivo. Del mismo modo que sólo hay que oír hablar a Begoña para darse cuenta de que muy brillante tampoco es, aunque sepa hacer un power point.
Ahí está, por ejemplo, Carmen Ibanco, la esposa del secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, que lleva más de dos años investigada por los enchufes en la extinta fundación Faffe de Andalucía, donde nos dijo que se dedicaba a manejar el «güorperfe», al tiempo que demostraba públicamente disponer de menos luces que una patera. Igual que Begoña sabía que le iban a encargar la cátedra un mes antes de que lo hicieran, también a la mujer del líder del PSOE andaluz la contrataron en la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo un mes antes de que acabara el plazo para presentar las solicitudes para ocupar su puesto. «Yo usaba el ordenador como cualquier trabajador. Utilizaba el ordenador, con el sistema operativo, el güorperfe» … Igual que Begoña el power point.
En las páginas web de la Complutense y en la del propio máster encontramos definiciones que nos ayudan a comprender qué es eso de la Transformación Social Competitiva, en lo que Begoña presume de ser experta. Por ejemplo, dicen que, el máster, «contribuye a la transformación y creación de empresas con valores positivos que generen impacto social de forma sostenible» y que sirve «para conseguir que nuestros negocios sean sostenibles, para conseguir un mundo mejor, más justo y donde nadie se quede atrás».
La nada más absoluta, palabras vacías, puro humo. En realidad, a lo que se dedica Begoña Gómez es a buscar empresas que la patrocinen a ella a cambio de conseguirles fondos públicos con la excusa de la Agenda 2030, lo cual puede hacer por ser la esposa del presidente del Gobierno. Y es que no hace falta ser muy listos ni tiene ningún mérito saber hacer un power point, o manejar el güorperfe; sólo necesitas estar casada con el socialista adecuado.
Publicado el 15/08/2024 en Okdiario
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