Plan de Acción por la Tiranía


 

Dice Pedro Sánchez que «aquí en España nos enfrentamos a la desinformación y a la máquina del fango» y que «nuestra democracia está siendo asediada por esas campañas de desinformación y de bulos» y por eso ha anunciado que «el Consejo de ministros y ministras (sic) aprobará el plan de acción por la democracia; un plan que emana de nuestra Constitución, que defiende el derecho de los ciudadanos a una información veraz, del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea». Este plan, que ya fue anunciado antes del verano, justo cuando comenzaron a publicarse las noticias que llevaron a la imputación de su esposa, Begoña Gómez, de su hermano, David Sánchez, y de Koldo García, la mano derecha de su mano derecha, José Luis Ábalos.

Un Plan de Acción, no es una reforma de la Constitución, ni un nuevo Código Penal. Pedro Sánchez sabe que no tiene votos para poder hacer nada de eso. En esta legislatura, el PSOE acumula ya 34 votaciones perdidas en el Pleno del Congreso, viéndose obligado a gobernar sin presupuestos y, como dijo en el Comité Federal del PSOE el pasado sábado día 7, «vamos a gobernar con o sin concurso del Poder Legislativo». Al más puro estilo orwelliano, Sánchez llama Plan de Acción por la Democracia a una serie de medidas con las que aspira a meter en cintura a los escasos medios de comunicación que se atreven a publicar noticias que a él le desagradan . Las que suponen reformas legislativas, no podrá aplicarlas y sólo verán la luz las pequeñas reformas que puede llevar a cabo en minoría.

Pero la libertad de expresión y el derecho a la información son derechos fundamentales recogidos en el artículo 20 de nuestra Constitución, donde expresamente se reconoce que «el ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa», así como que «sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial». De manera que, por mucho que ese sea el deseo de Pedro Sánchez, ni el presidente del Gobierno, ni nadie nombrado por él puede decidir lo que es «información veraz» y lo que no lo es, siendo esta una competencia exclusivamente judicial, lo que nos distingue de las dictaduras y tiranías comunistas y socialistas.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha anunciado que su Gobierno va a proponer a las Cortes una reforma del derecho al honor y del derecho a la rectificación; así como otra reforma del Código Penal para permitir insultos a la monarquía y contra los sentimientos religiosos. O sea, que van a intentar aumentar las multas contra quienes les insulten a ellos, al mismo tiempo que desaparecen los impedimentos para insultar al Rey y a la Iglesia. Esperemos que el Partido Popular se oponga a este disparate.

A continuación, el comunista ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha concretado que en su Plan pretenden crear un registro de medios de comunicación, con detalle de sus propietarios y de la inversión en publicidad institucional que reciben; van a obligar a que todas las administraciones públicas publiquen el desglose de cómo se reparte entre los medios su inversión publicitaria; van a reformar la regulación del secreto profesional de los periodistas; así como el artículo 36.23 de la Ley de protección de la seguridad ciudadana, para permitir la publicación de imágenes y datos personales de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Un disparate tras otro.

En el fondo, Pedro Sánchez no es más que un aprendiz de tirano que no cuenta con los votos necesarios para censurar como desea a los medios de comunicación independientes que le molestan, por lo que va a intentar asfixiarlos económicamente tratando de quitarles publicidad institucional. Confiemos en que este Plan de Acción por la Tiranía sea sólo la 35 votación que pierda en el Congreso.


Publicado el 17/09/2024 en Okdiario

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