¿Quién es gente de bien para Sánchez?


 

La Real Academia Española (RAE) es clara, define a una persona «de bien» como «honrada, de buen proceder». Otro concepto diferente que no se puede confundir con ser «gente de bien» es cuando se le quita la preposición «de» y hablamos entonces de «gente bien», sin el «de», que la RAE define como «gente de posición social y económica elevada». Son términos comunes, muy usados y que no dan lugar a ninguna confusión. No hace falta mucha cultura ni acudir a ningún diccionario para saber que «gente de bien» es gente honrada y «gente bien» es clase alta. Por eso, el martes en la sesión de control del Senado, Alberto Núñez Feijóo le dijo a Pedro Sánchez que «lleva usted dos leyes, la ley del sólo sí es sí y la Ley Trans, por las que usted pasará a la historia; por eso deje ya de molestar a la gente de bien, deje ya de meterse en la vida de los demás», en relación con dos leyes que tanto están perjudicando a mujeres y niños, a costa de beneficiar sólo a violadores, a maltratadores y a los socios ultras de extrema izquierda de Pedro Sánchez.

Sánchez respondió a Feijóo diciendo «nunca imaginé, señorías, que el reconocer derechos a minorías, en este caso al colectivo trans, fuera molestar a la gente de bien»; sin profundizar más en el tema. Pero al día siguiente, miércoles, había sesión de control al Gobierno en el Congreso, y a ella no puede asistir Feijóo. Así que Sánchez tuvo tiempo de sobra para poner a todo su ejército de asesores a preparar una respuesta a su estilo chulesco y prepotente. La consigna fue clarahabía que ridiculizar a la oposición por hablar de «gente de bien». A Cuca Gamarra le dijo que «ustedes considerarán que los pensionistas no son gente de bien» y que «cuando votan en contra del impuesto a las grandes entidades energéticas o financieras, será porque consideran que esa gente sí es de bien». Y todo el Consejo de Ministros siguió su ejemplo.

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, preguntada por los trenes que no caben por los túneles, respondió que «el Gobierno anterior del PP no encargaron la compra de un solo tren destinado a las Cercanías; debe ser que a la gente de bien no le importa tener trenes que tienen más de 40 años». La de Justicia, Pilar Llop, en relación al recurso del PP a la ley del aborto dijo que «no lo retiraron porque las mujeres que tienen que tomar esta decisión tan dura en sus vidas, no son gente de bien». Felix Bolaños dijo que gente de bien son los ministros de Sánchez por subir los salarios. Y Teresa Ribera, en tono despectivo, dijo que en el PP «están concentrados en la defensa de la gente de bien». Mientras las redes sociales y la prensa de extrema izquierda se plagaban de burlas acerca de la expresión utilizada por el líder del PP. No pensaron que, para ese juego, nosotros tenemos mejores cartas y sabemos jugar mejor.

Para Pedro Sánchez, gente de bien es el diputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes, alias Tito Bernidetenido por la trama de extorsiones en la que corría el alcohol, la cocaína, la viagra y las prostitutas. Siguiendo con un tema tan socialista, los dueños de los prostíbulos andaluces en los que el PSOE malversaba los fondos de los parados, deben ser gente de bien. Gente de bien debe ser el novio de la alcaldesa socialista de Macarena (Granada), que secuestró a punta de pistola a la concejal también del PSOE que presuntamente quería denunciar una trama de corrupción urbanística. Los más de 545 delincuentes sexuales que han visto reducidas sus condenas gracias a Pedro Sánchez deben ser todos gente de bien. Mejores aún deben ser para el PSOE los golpistas catalanes que se han merecido su indulto por lo gente de bien que fueron. Y por delante de todos ellos no puede faltar el primero de los votantes de Pedro Sánchez, que no es otro que Txapote, quien junto a todos los etarras beneficiados por su política penitenciaria debe encabezar todos los listados de gente de bien socialista.


Publicado el 23/02/2023 en Okdiario

No hay comentarios:

Publicar un comentario