¿Por qué rechazan las vacunas?

 


Joe Biden no ha logrado cumplir su promesa de tener vacunado al 70% de la población de Estados Unidos para el 4 de julio, pese a que dispone de las dosis de vacunas necesarias y tiene sobrada capacidad para administrarlas. No lo ha conseguido porque no ha podido convencer al 29% de la población estadounidense que rechaza las vacunas. La inmensa mayoría de los ciudadanos más jóvenes de EEUU, casi 2 de cada 3 de los que tienen entre 18 y 39 años, todavía no se han vacunado, a pesar de que no hay lista de espera, de que pueden hacerlo en cualquier momento y de que se ven incentivados con sorteos de un millón de dólares cada semana en Ohio, hamburguesas, cervezas, donuts, entradas gratis para espectáculos y hasta cigarrillos de cannabis, como regalan en Nueva York. El principal motivo de rechazo entre los menores de 60 años es que tienen una muy baja percepción del riesgo que corren, pero hay más.

En España la población que rechaza la vacuna es bastante menos, apenas un 13%, y este porcentaje se va reduciendo a medida que los datos demuestran que las vacunas funcionan, que sus efectos secundarios son escasos y afectan a un ínfimo porcentaje de las dosis suministradas, y porque vemos que, gracias a ellas, el descenso de las muertes e incluso de los ingresos en UCI ha sido muy significativo, incluso cuando se han rebajado las medidas de control. Eso ha ayudado a que el pasado lunes hayamos superado a EEUU en porcentaje de población vacunada al menos con una dosis, que en España ha alcanzado el 55,9% que representa el 63% de la población mayor de 12 años, frente al 54,9 % de USA. Aunque en población con la pauta completa aún estamos por detrás con un 40,3% frente al 47,4% de ellos.

En Estados Unidos el rechazo a la vacuna, además de con la edad, está directamente relacionado con la ideología política de los ciudadanos. Los estados que votan al Partido Republicano se vacunan bastante menos que los demócratas, expresando así su rechazo a cualquier proyecto procedente del Gobierno federal. En España aún no se ha estudiado esta correlación, pero en las redes sociales empieza a hacerse notar un bullicioso colectivo de personajes que dicen ser votantes de VOX y exigen a esa formación que tenga una clara posición de rechazo a las vacunas. Incluso la diputada de VOX en el Congreso, Macarena Olona, recibió el pasado viernes todo tipo de insultos e improperios cuando anunció en su cuenta de Twitter que acababa de recibir la primera dosis: “hoy has perdido muchos miles de votos”, “conmigo no contéis más”, le dijeron airados algunos de sus seguidores.

La mayoría de mensajes contra las vacunas que se leen en las redes sociales provienen de personajes sin formación científica, que repiten, por ejemplo, declaraciones manipuladas del virólogo francés Luc Montagnier, un señor de 88 años muy mal llevados, que recibió el Nobel hace 13 años por unas investigaciones que realizó hace 38 años. Dicen que no son antivacunas, sino que sólo están en contra en este caso, y argumentan bulos como que la enfermedad es una estafa de las multinacionales farmacéuticas, que no está demostrado que las vacunas funcionen, que causan otro tipo de enfermedades, incluso hay gente que está convencida de que con la vacuna nos colocan un chip para controlarnos, que contiene metales pesados que nos convierten en magnéticos, o que modifican e interactúan con nuestro ADN. En nada ha ayudado en España tener al frente del Gobierno a un personaje tan mentiroso como Pedro Sánchez, o que el manipulador Fernando Simón haya justificado todos sus errores. Pero a día de hoy más del 99% de los muertos por covid en Estados Unidos no estaban vacunados y es una pena que se pierdan tantas vidas por la difusión de esos bulos absurdos.

Publicado el 06/07/2021 en Okdiario

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