El Peugeot 407 apestaba a puticlub


La victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE de 2017 se presentó al mundo entero como algo épico. Una clara muestra de su determinación, audacia y tenacidad. Contra todo pronóstico, el chico joven, alto y guapo había conseguido derrotar él solo a la centenaria estructura del titánico Partido Socialista que, sólo unos meses antes, lo había forzado a dimitir tras cosechar los peores resultados históricos del PSOE, después de intentar maquillar su derrota pactando con proetarras, independentistas y comunistas; y luego de pillarlo detrás de una cortina metiendo a escondidas votos en la urna. Tan humillante fue la forma en que lo echaron del PSOE como heroica y gloriosa la manera en que consiguió volver. David venció a Goliat. El débil sometió al fuerte prácticamente sin medios, recorriendo España junto a sus tres fieles amigos y leales compañeros, subidos a su modesto Peugeot 407. Y ahora, de golpe, toda la épica se ha ido por el sumidero.

Resulta que el falso David hizo trampas para vencer a Goliat. No lo derribó con una oración, una honda y un guijarro, como nos hizo creer. Pedro Sánchez no venció a Susana Díaz y a Patxi ‘Nadie’ López sin medios, convenciendo a las bases del partido con su elocuencia y guapura. El nieto del caballero legionario franquista Mateo Pérez-Castejón; el marido de la ‘catedrática’ Begoña; el hermano del músico vago; el jefe de Ábalos y Cerdán; era sobre todo el yerno del chulo de putas, Sabiniano Gómez, con cuyo dinero pudo recuperar la secretaría general del PSOE, imponiéndose a toda su organización. Disfrazados de feministas, en el Peugeot 407 iban montados junto a Sánchez un portero de puticlubs que parece salido de un casting de Torrente (el personaje de Santiago Segura), un cliente compulsivo de prostitutas nacido casualmente en Torrente (Valencia) y el que acaba de salir de prisión provisional acusado de corrupto. Y todo estaba pagado por el sucio dinero de la prostitución.

La épica victoria del sanchismo había camuflado su hedor con colonia barata de burdel. Hoy Eduardo Inda entrevista en exclusiva a Koldo García Izaguirre en OKDIARIO, quien tantas veces hizo de chófer y escolta para Pedro Sánchez llegando incluso a custodiar los avales con los que pudo presentarse a aquellas primarias del PSOE; lo que le agradeció ascendiéndolo a asesor del Ministerio de Transportes, miembro del consejo de administración de Renfe Mercancías y vocal del consejo rector de Puertos del Estado, a pesar de que Koldo no había podido estudiar.

Ahora Pedro Sánchez ningunea a Koldo diciendo que su relación con él fue meramente «anecdótica»; a lo que Koldo responde en OKDIARIO contándonos cómo escuchó decir a Pedro Sánchez que su suegro, el chulo de putas, había financiado su campaña a las primarias con 100.000 €; que ese dinero salido de la prostitución lo blanqueó Koldo mediante el pitufeo de la vergüenza, usando a inmigrantes rumanos, marroquíes y sudamericanos que ingresaron cantidades fraccionadas de 300 € para burlar los límites legales; y que, con lo que él sabe, no pone la mano en el fuego ni por Pedro Sánchez, ni por Begoña Gómez, ni por Marlaska, ni por Armengol, ni por Chivite, ni por Zapatero.

El feminismo de burdel se camufla con la Ley del Sólo sí es sí, del Ministerio de Igualdad, del «soy feminista porque soy socialista», el que quiere abolir la prostitución y presume de incluir en sus estatutos una norma de expulsión a cualquier socialista que consuma prostitución. El mundo creyó que aquel Peugeot 407 olía a esperanza de renovación, pero hoy sabemos que en realidad apestaba a puticlub y a billetes manchados. El feminismo de Pedro Sánchez ha sido financiado con el sudor y las lágrimas de las prostitutas explotadas por su suegro.


Publicado el 27/11/2025 en OKDIARIO

Nueva fiscal general del sanchismo


 

Pedro Sánchez sigue clavando estacas al cadáver de Montesquieu asegurándose de que en España todos los poderes sigan en sus manos, incluido el judicial. Para ello ha propuesto a Teresa Peramato como nueva fiscal general del Estado, a propuesta del inhabilitado Álvaro García Ortiz, el fiscal general saliente condenado por el Tribunal Supremo por revelación de secretos para beneficiar políticamente al presidente del Gobierno. Peramato es la actual fiscal de Sala jefe de la Sección Penal del Tribunal Supremo, desde donde ha coordinado la defensa de García Ortiz con nulos resultados. Habiendo sido propuesta por el fiscal inhabilitado y seleccionada por Sánchez, no hace falta ser adivinos para concluir que no va a ser independiente, sino que Sánchez podrá seguir diciendo que ella es «su fiscal». La separación de poderes en España sigue siendo un chiste sin gracia.

Tal y como exige el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, Teresa Peramato tiene un «reconocido prestigio» y una amplia experiencia en su profesión; experiencia en cerrar filas con el poder. Peramato ha seguido fielmente las instrucciones de García Ortiz al frente de la Sección Penal de la Fiscalía del Tribunal Supremo porque, de no haberlo hecho, no sería ahora la elegida para el ascenso. La lealtad, en el sanchismo, es el único mérito que sirve para ascender. Desde su nuevo puesto se encargará de que Sánchez pueda seguir diciendo «¿De quién depende la Fiscalía?… ¡Del Gobierno… pues ya está!», sin miedo a que una justicia independiente se encargue de los casos que afectan a Begoña Gómez, a su hermano y a sus dos manos derechas, Ábalos y Cerdán. Sánchez decide quién es la persona encargada de perseguir sus trapos sucios. No existe ni la menor posibilidad de que Peramato vaya a hacer otra cosa que no sea obedecer lo que le digan desde la Moncloa tan sumisamente como lo hizo García Ortiz.

Cada decisión que tome la nueva fiscal general del sanchismo llevará la marca de agua de la obediencia debida. Sánchez necesita que la Fiscalía General del Estado siga siendo la abogada de su Gobierno, de su familia y del PSOE, y no va a renunciar a seguir manejando esta institución. Para eso la han elegido. Aunque en el pasado Teresa Peramato no haya ejercido la política -como ocurrió con Dolores Delgado, que soltó la cartera de ministra de Justicia sanchista para ocupar el cargo de fiscal general-, no cabe ni la menor duda de que comenzará a hacer política a partir de hoy, porque solo por eso ha sido propuesta por García Ortiz y seleccionada por Pedro Sánchez.

«L’État, c’est moi (el Estado soy yo)» es la frase apócrifa que se atribuye a Luis XIV, el Rey Sol, que mejor representa el absolutismo. Supuestamente la pronunció con dieciséis años ante el Parlamento de París para dejarle claro que su autoridad estaba muy por encima de todos ellos. Pedro Sánchez dijo algo parecido en el Comité Federal del PSOE del 7 de septiembre de 2024 pronunciando la que será otra frase histórica del absolutismo en España: «Vamos a gobernar con o sin apoyo del Poder Legislativo», que, en el fondo, viene a ser lo mismo que dijo el Rey Sol, solo que Sánchez va todavía más lejos que Luis XIV y gobierna también sin control del poder judicial. Peramato no será fiscal general del Estado; será la fiscal general del sanchismo porque Sánchez cree que el Estado es él.


Publicado el 25/11/2025 en OKDIARIO

El comodín de Franco


 

Hace medio siglo que Francisco Franco dejó este mundo y España ya se había olvidado de él; pero Sánchez, no. A estas alturas, el único colectivo que sigue obsesionado con Franco es la extrema izquierda española, a cuya cabeza se ha situado Pedro Sánchez, sustituyendo al macho alfa como líder de perroflautas y charos. El nieto de un caballero legionario con medallas franquistas que se cree un modelo de demócrata, pero se sostiene gracias a los votos de los proetarras y los golpistas. El presidente del Gobierno, que ya lo desenterró una vez, lo sigue sacando de su ataúd cada 20-N por pura adicción al victimismo histórico. Le encanta disfrazarse de antifranquista porque es lo único que le da una identidad, le justifica el sueldo público y, sobre todo, le permite seguir señalando como fascista a cualquiera que le pide cuentas por toda la corrupción que le rodea y por la ruina económica y moral que ha provocado.

Para la inmensa mayoría de españoles, Franco es un personaje de televisión en blanco y negro tan lejano como Abderramán III; y el 20-N, un día laborable más, ideal para mirar ofertas del Black Friday o quejarse del precio de la luz. El centro y la derecha, igual que la mayoría silenciosa, pasan de actos, de exhumaciones y de performances antifascistas. Prefieren ocuparse de hacer malabarismos para pagar todas las facturas y ver si son capaces de llegar a fin de mes, en vez de en hacer caldo con huesos de hace cincuenta años. Sánchez puede seguir todo lo que quiera con su terapia de grupo anual; España ya superó hace mucho tiempo tanto al dictador como a los que necesitan resucitarlo para esconderse dentro de su ataúd. Pero el sanchismo no puede dejar pasar la fecha sin su ritual anual de exorcismo: artículos llorones, tuits victimistas y manifestaciones donde se grita contra un señor que lleva medio siglo muerto.

A nadie le importa ya Franco salvo a quienes cobran de nuestros impuestos por mantenerlo en formol: tertulianos de Tele Pedro; asociaciones subvencionadas que cobran una fortuna por hacer como que escarban en las cunetas; catedráticos de memoria democrática, expertos en la Segunda República, la Guerra Civil, la represión de la dictadura y la lucha antifranquista; y políticos colocados por Sánchez que necesitan desviar la atención de sus casos de corrupción y sus pactos con golpistas y proetarras. El dictador sólo le importa a la extrema izquierda sanchista que dice que odia el capitalismo, pero vive de lujo gracias a subvenciones y cargos públicos. Ninguna crítica necesita rebatirse sólo llamando facha a quien la formula. Ninguna corrupción importa si el corrupto es de los míos en vez de un facha. Con el comodín de Franco, la banca siempre gana.

Que el sueldo no da para llenar el carro… Franco. Que no te puedes comprar una casa porque las pocas que hay son para los okupas… Franco. Que a los parados los llama fijos discontinuos… Franco. Que la emigración ilegal se está cargando tu barrio… Franco. Que ni con dos sueldos puedes pagar una hipoteca… Franco. Que Jésica, Andrea, Claudia, Nicole, Taty y Alini… Franco. Begoña imputada y el hermano en el banquillo… Franco. Chistorras, soles, lechugas y folios… Franco. Cuánta más mierda, más Franco hace falta para que algunos sigan comprándole esa gilipollez de que al menos no gobierna la derecha. Sin Franco, Sánchez se queda sin enemigo para tapar el fracaso de su gestión, lo inmoral de sus pactos, y el fango que lo tiene sepultado hasta las cejas.


Publicado el 20/11/2025 en OKDIARIO

El nieto del legionario franquista


 

La historia de España no es la simplificación sectaria que nos quiere hacer creer la extrema izquierda sanchista. Aunque pretendan ocultarlos, existieron muchos acontecimientos determinantes que ocurrieron antes del 18 de julio de 1936 que, sin conocerlos, es imposible entender lo que ocurrió después. La II República y su Constitución revolucionaria y frentista contra las libertades religiosas, el golpe de Estado del PSOE de 1934, la ‘Primavera trágica’ con cientos de muertos entre reyertas, atentados y represalias, los asaltos e incendios de centenares de iglesias y conventos, el asesinato de Calvo Sotelo, el alzamiento militar, el golpe de Estado, la Guerra Civil y la posterior dictadura de Franco, no son ninguna sencilla película de buenos y malos que pueda explicarse como lo haría un niño pequeño.

Según los estudios históricos más aceptados, los que se alzaron en armas contra la II República apenas llegaron a controlar el 50% de los efectivos militares existentes, siendo el dominio republicano casi absoluto en la Marina y muy significativo en las Fuerzas Aéreas, así como en las Fuerzas de Orden Público (Guardia de Asalto, Carabineros y Guardia Civil). Y con la población civil ocurrió algo parecido. La República improvisó milicias populares vinculadas a partidos y sindicatos (CNT-FAI, UGT, PCE, PSOE, POUM, ERC, etc.), armando a cientos de miles de civiles desde el inicio de la guerra. Se calcula que el Ejército Popular de la República llegó a reunir cerca de un millón de combatientes, la mayoría procedentes de levas civiles mientras que los combatientes sublevados eran principalmente militares profesionales o tropas coloniales. Pero conforme fueron ganando territorios, esta diferencia se fue equilibrando, y la población se fue dividiendo, produciéndose numerosas deserciones.

España entera se dividió en dos bandos en una lucha fratricida de hermano contra hermano y vecino contra vecino. Entre otras razones, por eso la guerra duró tanto tiempo, ya que ninguna de las dos mitades en las que se dividió España tenía una clara superioridad sobre la otra. Nada se puede explicar sin tener en cuenta esta división, ni siquiera la historia familiar de Pedro Sánchez Pérez-Castejón, a pesar de que él ahora quiera simplificarlo todo para que, así, el PSOE que él representa aparente ser el mejor símbolo de la bondad más absoluta, enfrentada a los malditos fascistas que él pretende encarnar en toda la oposición que le confronta. Una simplificación tan infantil solamente puede ser aceptada por los más sectarios de entre nosotros, que pretenden usar una historia falsa para manipular y engañar a los más ignorantes, que, teniendo la oportunidad de conocer la verdad, prefieren seguir viviendo en las mentiras que les cuentan.

OKDIARIO está publicando estos días, con la ayuda del investigador Pedro Corral, autor del libro Desertores, la historia vital del abuelo materno de Pedro Sánchez, Mateo Pérez-Castejón Díaz, quien representa a la perfección la verdadera historia de España, claramente distinta de las mentiras con las que su nieto pretende contar lo que ocurrió. El abuelo de Sánchez fue uno más de los muchos desertores del ejército republicano, al que se había alistado como voluntario, hasta que, también voluntariamente y por sus propias vicisitudes, decidió pasarse a la Legión, recibiendo del régimen de Franco una Medalla de Campaña y dos Cruces Rojas al Mérito Militar por su arrojo en el frente.

España no es un país de buenos y malos; la Guerra Civil no enfrentó a malvados fascistas contra benditos comunistas; todo eso es mentira y resulta imprescindible contar la verdad para poder evitar que pueda usarse para dividirnos de nuevo. Pedro Sánchez es nieto de un caballero legionario franquista cuya verdadera historia se nos pretende ocultar por puro egoísmo sectario.


Publicado el 18/11/2025 en OKDIARIO

El perro se comió los mensajes del fiscal


 

Justo el día en que tenías que ir a cobrar una herencia, quemaste el testamento que te convertía en heredero universal de todos los bienes de tu vecino del sexto, que falleció sin descendencia y con quien llevabas 20 años sin hablarte. El mismo día que recibiste la notificación de la inspección de Hacienda, metiste en el destructor de documentos todas tus facturas emitidas y recibidas, que demostraban que habías liquidado perfectamente todos tus impuestos. En la misma puerta del banco en el que ibas a cobrar el décimo premiado con el gordo de la Lotería de Navidad, te lo metiste en la boca y te lo tragaste para que nadie te lo robara. Cuando la policía te informó de que te estaban investigando como sospechoso del robo del Museo del Louvre, borraste las grabaciones de las cámaras de seguridad de la alarma que tienes en tu casa, que demostraban que habías estado todo el día metido en la cama, aquejado de una fuerte jaqueca. Coincidencias que ni Murphy firmaría. Todo muy creíble.

«Señorita, el perro se comió mis deberes», es una buena excusa para Bart Simpson o para Charlie Brown acusando a Snoopy, pero causa sonrojo ver a todo un fiscal general del Estado, con su toga y sus puñetas, confesando delante del juez que borró todos los mensajes de WhatsApp y los correos electrónicos que podrían demostrar su inocencia, el mismo día que se enteró de que la Guardia Civil le iba a requerir su teléfono móvil, porque había sido imputado por revelación de secretos para perjudicar a una rival política de quien le ha nombrado y le mantiene en su puesto pese a todas las sospechas que apuntan a su actuación delictiva. Álvaro García Ortiz quiere que nos creamos que tenía pruebas que demostraban su inocencia, pero las volatilizó el mismo día que supo que las iba a necesitar para no ir a la cárcel.

El teniente coronel Antonio Balas, de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, ha declarado en el Tribunal Supremo que el fiscal general del Estado procedió a borrar intencionada y concienzudamente sus mensajes de WhatsApp y su cuenta de Gmail -que contenía las copias de seguridad de WhatsApp- el 16 de octubre de 2024, el mismo día en que se le abrió la causa judicial. Hasta un total de once agentes de la UCO, peritos informáticos, han confirmado que tan riguroso procedimiento de destrucción de mensajes se llevó a cabo apenas unas horas después de que el Supremo abriera formalmente la causa contra García Ortiz. Por si esto fuera poco, una semana más tarde cambió de terminal móvil, haciendo desaparecer el antiguo. Ni Jack el Destripador era tan eficaz borrando sus huellas, y tenemos que creer al fiscal general cuando afirma que en todo lo que borró no había nada que le incriminase.

Pese a que varios amigos del fiscal general y del Gobierno, que dicen ser periodistas, han declarado que estaban en posesión del mensaje de correo filtrado antes de que García Ortiz dispusiera de él, las pruebas demuestran que ninguno de ellos ha podido demostrarlo, sino que, por el contrario, todo lo que apareció publicado ocurrió después de que dicho mensaje le llegara al fiscal acusado. Sería igual de ridículo que dar por bueno un testimonio de Lisa Simpson en defensa de Bart, o que Sally Brown testificara que ella vio a Snoopy comerse los deberes de su hermano Charlie. García Ortiz destruyó pruebas exculpatorias justo cuando se enteró de que las iba a necesitar, igual que Snoopy se comió los deberes de Charlie Brown… y luego eructó su presunción de inocencia.


Publicado el 13/11/2025 en OKDIARIO

Cerrar Televisión Española


 

El presupuesto de RTVE para 2025 asciende a 1.220 millones de euros, unas tres veces el importe anunciado para los enfermos de ELA, que ya veremos si algún día les llega. Eso nos cuesta unos 25 euros por persona al año; en un hogar de cuatro miembros, 100 euros, más de lo que cuesta suscribirse a NetflixHBO o Amazon Prime. La audiencia media del grupo RTVE ronda el 18%. Esto significa que, de cada 100 personas que estaban viendo la televisión en un momento dado, 18 sintonizaban algún canal de RTVE. Teniendo en cuenta que cada vez menos gente ve la televisión tradicional y que se estima que un 44% de los españoles no forma parte de la audiencia porque nunca enciende la televisión, en realidad la audiencia de RTVE representa aproximadamente al 10% de los españoles, incluyendo ahí los partidos de fútbol de la selección española, que perfectamente podrían emitirse en abierto por otro canal y sin cuya emisión se estima que la audiencia de RTVE se reduciría entre un 20% y un 30%. Sin fútbol, RTVE tendría menos audiencia que los votantes que le quedan a Podemos y a Sumar juntos.

Además de los argumentos económicos y por su escasísima audiencia, existen otros motivos de peso que justifican el cierre de unas cadenas de televisión públicas que, si acaso tuvieron sentido en otra época, se han visto gravemente afectadas por la obsolescencia tecnológica. Las televisiones públicas surgieron cuando la inversión necesaria para desarrollar una infraestructura con cobertura nacional hacía imposible que la iniciativa privada prestara este servicio; pero esa situación está superada desde hace tiempo. Hoy, RTVE se ha convertido en una herramienta absolutamente politizada que, lejos de ofrecer un servicio público plural e independiente, compite con las cadenas privadas emitiendo ficción (series, concursos, programas de entrevistas) y, sobre todo, informativos y tertulias con un descarado sesgo hacia la extrema izquierda sanchista.

Pero la puntilla definitiva la dio la semana pasada el manipulador Javier Ruiz en su programa diario Mañaneros 360. Con toda su cara dura, el novio de la tertuliana ultraizquierdista Sara Santaolalla, para atacar al PP de Andalucía, disfrazó de médico a quien luego se ha sabido que es la Secretaria de Salud de UGT Sevilla: una cocinera del Hospital Virgen del Rocío durante 25 años que recientemente obtuvo una plaza de auxiliar administrativo que no ocupa por estar liberada sindicalmente. A esta liberada sindical le puso una bata de médico, le colgó un fonendoscopio del cuello, la rotuló como sanitaria y le preguntó: «¿Qué habéis comentado vosotros?, porque solo podéis acceder los médicos»; a lo que la sindicalista respondió: «Nosotros estamos alucinando».

Todos sabemos que esto fue un teatrillo ensayado, pero por si algún ingenuo le otorgaba al pseudoperiodista algún beneficio de la duda, él mismo se encargó al día siguiente de dejar claro que la manipulación había sido completamente intencionada. Cuando se descubrió y se publicó que TVE había presentado como médico a una cocinera de UGT, Javier Ruiz la volvió a entrevistar, la presentó esta vez como «sanitaria Responsable de Admisión en Traumatología del Hospital Virgen del Rocío», enseñó a cámara un papel que dijo que era oficial en el que solo se leía Junta de Andalucía y, en lugar de reconocer que había intentado engañar a la audiencia haciendo pasar por médico a quien ni siquiera es sanitaria, lanzó un nuevo bulo que fue rápidamente desmentido por la propia entrevistada, quien aclaró que no era responsable de nada, sino una simple auxiliar administrativa liberada de UGT.

Hace un par de días dimitieron el director general y la directora ejecutiva de Noticias de la televisión pública británica BBC, al saberse que en su cadena se había manipulado un discurso de Donald Trump para hacer creer a la audiencia que el presidente de EE.UU. había instigado directamente el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Estaría bien que, como consecuencia de estos bulos, presentaran su dimisión el presidente de la Corporación, José Pablo López Sánchez; la directora de Informativos, Maribel Sánchez-Maroto; y el propio pseudoperiodista, Javier Ruiz. Pero no sería suficiente. Son tantas las manipulaciones, los bulos y el sectarismo de lo que debemos llamar Tele Pedro, que ha llegado el momento de cerrar Televisión Española.


Publicado el 11/11/2025 en OKDIARIO

Volverán a justificar un asesinato etarra


 

En 2005, el escritor franco-suizo Olivier Clerc publicó su best seller La rana que no sabía que estaba hervida… y otras lecciones de vida. En ella se inventó una metáfora que, aunque ha sido desmentida por los científicos, hace que muchos crean que es cierto que, si una rana se pone repentinamente en agua hirviendo saltará, pero si se la pone en agua tibia que luego se lleva a ebullición lentamente, no se dará cuenta del peligro y se cocerá hasta la muerte. Este invento de la rana lo utilizó Olivier Clerc para que, por analogía, se entendiera su tesis que explica por qué las personas no reaccionamos ante las amenazas que van creciendo gradualmente y no de repente, como por ejemplo nos está pasando con la inmigración ilegal. Estamos a un paso de que la izquierda española justifique un nuevo atentado mortal de la banda terrorista ETA.

Hace sólo 14 años, en mayo de 2011, un Tribunal Constitucional de mayoría socialista, presidido por el masón Pascual Sala, dejó sin efectos el fallo del Tribunal Supremo que había anulado todas las candidaturas presentadas por Bildu en las elecciones del 22 de mayo de 2011, al estimar que forman parte de un proyecto «gestionado, dirigido, coordinado y articulado por el complejo ETA-Batasuna». Esta decisión, amparada en la misma normativa con la que previamente se había ilegalizado a Batasuna y a Herri Batasuna y en contra de la ponencia inicial, fue adoptada por el Pleno del Tribunal Constitucional, tras el empate en la Sala Segunda, donde sí había equilibrio entre «progresistas» y «conservadores». Hasta hace 14 años nadie discutía que Bildu era una parte de ETA, igual que Herri Batasuna. Esa fue la primera vez que los socialistas del Tribunal Constitucional comenzaron a subir la temperatura del agua de la cazuela.

En septiembre de ese mismo año 2011, Arnaldo Otegui -escrito con U, como aparece en la sentencia-, fue condenado por la Audiencia Nacional a 10 años de cárcel como dirigente de ETA. Otegui jamás ha negado su pertenencia a ETA, igual que nunca ha condenado la violencia terrorista, no ha pedido perdón por tanta sangre inocente derramada por tan brutales asesinos, ni ha ofrecido ninguna colaboración con la justicia para aclarar los 377 crímenes de ETA aún sin resolver. El 6 de noviembre de 2018, ya con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, el Tribunal de Estrasburgo sentenció que había dudas acerca de que la condena a Otegui hubiera sido imparcial, no porque hubiera ningún reparo respecto a los hechos probados, sino por unos supuestos prejuicios de la magistrada Ángela Murillo que causan sonrojo. Luego otro Tribunal Constitucional socialista impidió que el juicio volviera a repetirse y hoy tenemos al condenado por pertenencia a ETA Arnaldo Otegui rebautizado como «hombre de paz» por Zapatero, dando lecciones de democracia desde su atril. La temperatura del agua cada vez sube más.

La semana pasada, un batallón de cientos de abertzales proetarras encapuchados vestidos de negro, con apariencia claramente paramilitar y armados con piedras y palos, resucitaron la kale borroka en la Universidad de Navarra donde, con la excusa de impedir una conferencia, se enfrentaron violentamente contra la Policía y apalearon al periodista Ismael Martínez por atreverse a grabarlos con su teléfono móvil mientras hacían sus cánticos proetarras. La extrema izquierda que nos gobierna y ha ocupado con sus tertulianos todos los medios de comunicación, aprovechó esta nueva violencia etarra para subir unos cuantos grados más el agua en la que nos estamos cociendo, alabando a los filoterroristas como si fueran valientes antifascistas que defienden nuestra democracia. Estamos a punto de la ebullición, esta vez el periodista ha escapado vivo de milagro, pero pronto habrá de nuevo víctimas mortales de la violencia etarra y cuando eso ocurra ya nos habremos cocido en el agua y no los escucharemos justificar sus asesinatos.


Publicado el 06/11/2025 en OKDIARIO

¡Has filtrado los correos!


 

En cualquier democracia occidental Álvaro García Ortiz estaría ya en su casita esperando la sentencia que lo inhabilite por doce años, como pide la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales. Fuera de las repúblicas bananeras y bolivarianas resulta inimaginable una escena como la que vivimos ayer. El fiscal imputado primero recibió el aplauso de todos los babosos fiscales subordinados, pertenecientes a su misma asociación izquierdosa, que ya han sido ascendidos por él o hacen méritos para que los asciendan pronto. A continuación, Álvaro García Ortiz entra en el Tribunal Supremo por la puerta de autoridades, se coloca su toga y se sienta en el estrado, junto a sus cuatro abogados defensores, dos abogados del Estado y dos fiscales que deberían estarlo acusando, pero incumplen su función.

Y cuando están ya todos sentados, va la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y nos cuenta que, cuando García Ortiz la llamó, ella ni siquiera le saludó y le espetó directamente: «Has filtrado los correos», a lo que el fiscal general respondió: «eso no importa ahora, hay que sacar la nota», en relación con una nota de prensa que la fiscalía general del Estado le estaba demandando de forma insistente desde el día anterior. La tarde noche anterior García Ortiz había sacado del estadio Metropolitano al fiscal Julián Salto, encargado del caso del novio de Díaz Ayuso con Hacienda; para que le enviaran a él las comunicaciones entre el abogado del novio de Ayuso y la fiscalía. Y en cuanto le enviaron estos emails a García Ortiz, aparecieron publicados en prensa, por lo que la fiscal superior de Madrid no tenía ni la menor duda de cuál había sido el origen de esa filtración.

Inmediatamente después de enterarse de que la Sala Segunda del Tribunal Supremo le iba a investigar por la filtración de información confidencial sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Álvaro García Ortiz borró todos los mensajes de WhatsApp que había en su móvil; 15 minutos más tarde repitió el proceso de borrado; eliminó la cuenta de Gmail en la que se hacían las copias de seguridad, activando una nueva copia en blanco que sobrescribiera las anteriores; hizo un restablecimiento completo del móvil a los valores de fábrica, eliminando todo lo que quedara; y, por si acaso, cambió de móvil, haciendo desaparecer el que había utilizado los días que ocurrió la filtración, sustituyéndolo por uno nuevo que fue el que le entregó a la UCO de la Guardia Civil, a ver si colaba.

Pero, por si hicieran falta más pruebas, el anterior líder del PSOE en Madrid, Juan Lobato, ya ha contado que, horas antes de que las comunicaciones filtradas a la prensa aparecieran publicadas, desde La Moncloa le pidieron que las usara en la Asamblea para atacar con ellas a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Además, esta información que fue filtrada a la prensa inmediatamente después de disponer de ella Álvaro García Ortiz y justo antes de que este destruyera todos sus correos electrónicos y mensajes telefónicos; era una información que beneficiaba políticamente al único que podría cesar al fiscal general del Estado, pero en vez de hacerlo lo apoya y respalda.

La presunción de inocencia es un principio jurídico que implica que nadie puede ser condenado sin que se demuestre su culpabilidad. Álvaro García Ortiz sólo será condenado si las pruebas que no ha destruido son suficientes para demostrar que hizo lo que todos sabemos que hizo. Pero este principio jurídico afecta a los tribunales, no a la opinión pública ni mucho menos a los cargos políticos nombrados a dedo por el Gobierno, como el del fiscal general del Estado. En estos casos el principio que debe prevalecer no es la presunción de inocencia, sino la ejemplaridad. García Ortiz debe ser cesado porque todos sabemos que ha filtrado los correos para beneficiar políticamente a Pedro Sánchez, quien por eso mismo no lo va a hacer.


Publicado el 04/11/2025 en OKDIARIO