¡Álvaro, sé fuerte!


 

Con frecuencia escuchamos a tertulianos sabelotodo repetir que Pedro Sánchez no puede cesar al fiscal general del Estado si Álvaro García Ortiz se niega a dimitir aún después de que el Tribunal Supremo haya decidido sentarlo en el banquillo de los acusados por la comisión de un delito de revelación de secretos para perjudicar políticamente a una rival del presidente del Gobierno. Es mentira. El artículo 31 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal establece que se le podrá cesar por cinco motivos: a petición propia, por incurrir en las incompatibilidades o prohibiciones establecidas en la Ley, en caso de incapacidad o enfermedad que lo inhabilite para el cargo, por incumplimiento grave o reiterado de sus funciones, o cuando cese el Gobierno que lo hubiera propuesto. La ley también establece que la apreciación de las cuatro primeras causas descritas corresponde exclusivamente al Consejo de Ministros.

En su condición de jefe superior y representante del Ministerio Fiscal, entre las funciones del fiscal general del Estado están, entre otras, velar por los derechos y libertades de los ciudadanos y por el cumplimiento de la legalidad, así como actuar como defensor de los intereses de las víctimas. El auto de la Sala de Apelación del Tribunal Supremo que agota todas las vías de Álvaro García Ortiz para evitar ser procesado, destaca que, para desmentir un bulo, que es la excusa utilizada por el fiscal, «no era preciso revelar información reservada». Es de cajón, lo sabemos todos, las autoridades no pueden cometer un delito para perseguir otro. La presunción de inocencia es un principio jurídico que implica que nadie puede ser condenado sin que se demuestre su culpabilidad; pero este principio afecta a los tribunales, no a la opinión pública ni mucho menos a los cargos políticos nombrados a dedo por el Gobierno donde el principio que debe prevalecer es el de la ejemplaridad.

Como bien señalan los hasta quince jueces que han avalado la decisión de llevar a juicio a Álvaro García Ortiz, existen sobrados indicios de que cometió el delito del que está acusado, entre los que destaca el borrado de todos los correos electrónicos y mensajes telefónicos, ya que ni el más tonto borraría unas pruebas que demostrasen una inocencia en la que ya sólo dicen creer Pedro Sánchez y sus ministros. Es ahí precisamente donde opera el principio de presunción de inocencia para que todos esos indicios alcancen la consideración de pruebas antes de condenarlo. Pero para los ciudadanos sometidos al poder de ese Estado del que él es fiscal general, esos indicios, son lo suficientemente claros como para demandar que Álvaro García Ortiz sea cesado inmediatamente para sustituirlo por alguien sobre quien no recaigan tan fundadas sospechas de parcialidad.

Tal y como vimos al principio, una de las causas previstas en el Estatuto Fiscal por las que Pedro Sánchez podría cesar a Álvaro García Ortiz es «por incumplimiento grave o reiterado de sus funciones», entre las que también hemos comprobado que se encuentra la de «velar por los derechos y libertades de los ciudadanos y por el cumplimiento de la legalidad». El Tribunal Supremo y la opinión pública conocemos los hechos que indican que el fiscal general ha incumplido gravemente sus funciones, quebrantando la legalidad en detrimento de los derechos y libertades de los ciudadanos y para beneficio político del Gobierno, razón por la cual estaría más que justificado su cese en el Consejo de Ministros. Se constata así que si Pedro Sánchez no cesa a Álvaro García Ortiz es, sencillamente, porque él fue el principal beneficiado de sus actuaciones tan presuntamente delictivas, como demostradamente inmorales.

¡Álvaro, sé fuerte! ¡No dimitas! ¡Aguanta hasta que seas condenado e incluso después, recurre tu condena y sigue aguantando! Pedro Sánchez necesita que «su fiscal general» le aguante al menos los dos años que faltan hasta las próximas elecciones generales. Lo utilizará hasta entonces para que le defienda a él de toda la corrupción que lo tiene enfangado hasta las cejas y lo que le pase luego ya le da igual. Con su mujer, su hermano y sus dos manos derechas imputados, Sánchez necesita que una marioneta como Álvaro García Ortiz sea quien dirija la fiscalía así que ni lo va a echar ni le dejará dimitir.


Publicado el 31/07/2025 en OKDIARIO

¿Por qué a los socialistas les sale gratis mentir?


 

Noelia Núñez lo ha aprendido siendo bien joven. En España a la derecha no se le permite mentir. A ella le ha salido bien cara la lección. Había llegado a vicesecretaria del Partido Popular con poco más de 30 años. En cinco años había pasado de simple concejal en el Ayuntamiento de Fuenlabrada, a diputada en el Congreso, formando parte del Comité de Dirección del PP. Y en un suspiro su meteórica carrera política se ha ido al traste y ha tenido que dimitir de todos sus cargos orgánicos e institucionales sólo porque en el currículum que había enviado al Congreso decía estar en posesión del doble grado en derecho y ciencias jurídicas de las administraciones públicas, pero aún no había terminado la carrera.

Debería haberse dado cuenta de lo que ya antes le había pasado al PP por las mentiras de Rajoy. Entre noviembre de 2011 y diciembre de 2015 Mariano Rajoy perdió 1 de cada 3 de los más de 10 millones de votos que le habían dado una mayoría absolutísima que no supo aprovechar; lo que le supuso al PP una pérdida de 63 diputados, sometiendo a España a una inestabilidad de la que aún hoy no hemos salido. Y también fue por mentir. Rajoy nos metió el mayor puyazo fiscal de nuestra historia, después de haber prometido que no iba a subir los impuestos. Prometió que iba a recortar gastos burocráticos y, en vez de hacerlo, nos dejó la mayor deuda pública de nuestra historia. Y, sobre todo, se tragó toda la legislación ideológica de Zapatero, incumpliendo varias de sus promesas electorales, como la reforma de la Ley del Aborto, o la abolición de la Memoria Histórica y la ideología de género. El Partido Popular pagó sus mentiras en las urnas, porque en España a la derecha no se le permite mentir.

Noelia Núñez ha tenido que dimitir mientras hay más de 20 cargos socialistas que han falseado sus currículums mucho más que ella, y ahí siguen con todo su morro. El mismo Óscar Puente que la denunció ni se inmuta cuando se ha demostrado que va presumiendo de un máster que no es más que un cursillo de una fundación del PSOE. La delegada del Gobierno en Valencia, varios exministros y hasta la misma presidenta del PSOE, Cristina Narbona, tienen currículums más falsos que los billetes del Monopoly. Hasta la vicepresidenta, Yolanda Díaz, fingió durante años tener 3 másters falsos que no eran más que cursillos de unas horas. Pero ni en el PSOE ni en el Gobierno dimite nadie por mentir en su currículum.

Y si hablamos de mentiras electorales nadie se puede acercar a competir con Pedro Sánchez. Indulto, amnistía, pactos con etarras y comunistas… ya todo el mundo sabe que de la boca del presidente del Gobierno sólo puede salir una verdad cuando se confunda. Pero hasta las encuestas publicadas por los medios menos afines al socialismo les sitúan por encima de los 100 escaños, rondando el 30% de los votos. La izquierda puede engañar a sus votantes todo lo que quiera sin que nadie tenga que dimitir por ello, porque saben que sus votantes nunca se lo hacen pagar en las urnas. Y es que la diferencia está en los votantes, no en los líderes políticos.

El español de izquierdas traga lo que sea «con tal de que no gobierne la derecha», porque en los colegios los engañaron y les enseñaron que el PSOE actual es heredero de los mártires de la Segunda República, ocultando todos los crímenes cometidos por los socialistas. Les han contado que una izquierda beatífica e inocente fue masacrada por unos asesinos fascistas, de los que les han dicho que proviene tanto el centro como la derecha actual de España. Ni han oído hablar de las checas donde el PSOE torturaba, violaba y asesinaba, ni saben que la guerra empezó porque el PSOE asesinó al líder de la oposición. Todos tienen que saber lo que de verdad ocurrió y cada cual debe asumir sus vergüenzas, sin falsos héroes ni víctimas de mentira; sin infantilismos de buenos y malos por los que se perdona todo. Hasta que en España no se estudie la verdad de la Guerra Civil seguirá existiendo una falsa superioridad moral de la izquierda por ignorancia de su verdadera historia.


Publicado el 29/07/2025 en OKDIARIO

Dimitir por mentir


 

Los estatutos del Partido Popular obligan a todos sus cargos públicos u orgánicos a presentar una Declaración de idoneidad que incluye su curriculum vitae, así como su compromiso con el código ético y deontológico del partido y «una declaración responsable en la que manifiesten cumplir la honorabilidad y la debida formación y experiencia en la materia para la que hayan sido elegidos». La jovencísima diputada Noelia Núñez, recientemente ascendida a vicesecretaria del Partido Popular, decía estar en posesión del doble grado en derecho y ciencias jurídicas de las administraciones públicas y así lo hizo constar en su ficha personal publicada en el Congreso de los Diputados. El ministro Óscar Puente, que no tiene tiempo para ocuparse de las continuas averías de los trenes que dependen de su ministerio porque se dedica exclusivamente a insultar desde sus redes sociales, descubrió que la información facilitada por Noelia Núñez era incorrecta, lo desveló e inmediatamente ella ha dimitido de todos sus cargos. Dimitir por mentir.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha aceptado su dimisión al mismo tiempo que ha aprovechado para confrontar su nivel ético con el de Pedro Sánchez y el Partido Socialista, de quienes dice que consienten «conductas francamente más graves, e incluso delictivas». En OKDIARIO se publica hoy una lista de 20 socialistas que mintieron en su currículum y no han dimitido como Noelia Núñez. Entre ellos destacan el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, quien afirma en su ficha del Congreso que «estudió Ingeniería Industrial en la Universidad del País Vasco», cuando lo único que hizo fue matricularse; así como la delegada del Gobierno en la Comunidad Valencia Pilar Bernabé, quien decía en la web del PSOE ser «licenciada en Filología Hispánica y Comunicación Audiovisual» y cuando la pillaron lo corrigió, poniendo «inició sus estudios» sin dar ninguna explicación.

El mismo Óscar Puente tan exigente con la joven Noelia Núñez presume todavía hoy en el currículum que tiene publicado en la web de Moncloa, de un supuesto máster que sólo es un cursillo de unas horas en una fundación del PSOE que supuestamente realizó el ministro incluso antes de terminar sus estudios de derecho. La lista de currículums inflados por los socialistas sin consecuencias es larguísima e incluye varios ex ministros e incluso a la presidenta del partido, Cristina Narbona, quien durante 40 años aseguró tener un doctorado que no poseía. El mismo Pedro Sánchez presume de un cargo fake de «jefe» en la ONU en su currículum oficial como líder del PSOE. Hasta la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, mintió a la Cámara baja sobre su formación académica entre los años 2016 y 2019, atribuyéndose 3 másters falsos que no eran más que cursillos. Ni en el PSOE ni en el Gobierno dimite nadie por mentir en su currículum.

Los estatutos del Partido Popular obligaban a Noelia Núñez a presentar su dimisión por mentir en su currículum, pero no hay nada en dicho código de funcionamiento interno que obligue a su presidente, Alberto Núñez Feijóo, a aceptar su dimisión sin tener en cuenta todas las circunstancias que, en este caso, le hubieran permitido tomar otras decisiones. Por ejemplo, el líder del PP podría haber dicho que aceptaría la dimisión de su nueva vicesecretaria inmediatamente después de que dimitieran de sus cargos Patxi López y Pilar Bernabé, para así cambiar el foco hacia la doble vara de medir socialista. Otra opción habría sido que Feijóo hubiera aceptado su dimisión como miembro del Comité de Dirección del PP, pero no del resto de sus cargos, poniéndole como condición que finalice sus estudios universitarios en un par de años o tres, como habría hecho un buen padre de familia. La aceptación sin más de la dimisión de todos sus cargos de Noelia Núñez ha supuesto una inmerecida victoria para el PSOE. Mientras los socialistas se parten de risa, se cobran una pieza de caza mayor tan sólo con un par de tuits de un Óscar Puente a quien más valdría sacar la viga de su ojo antes de buscar la paja en el ojo ajeno.


Publicado el 24/07/2025 en OKDIARIO

El manifiesto de los 100 sinvergüenzas

 


19 ex ministros socialistas10 sindicalistas11 periodistas y escritores, 9 directores de cine, 8 músicos y cantantes, 4 actores, 3 productores cinematográficos, 4 presidentes de fundaciones, junto a un puñado de profesionales que han tenido todo tipo de prebendas bajo los gobiernos socialistas son los 100 sinvergüenzas que, con una media de edad cercana a los 80 años, no han tenido reparos para estampar su firma en un manifiesto que se han atrevido a llamar Contra los intentos de involución, en el que se atreven a hablar de «una conspiración para derribar a un gobierno legítimo» llevada a cabo por el Senado, jueces y magistrados, medios de comunicación, redes sociales, y hasta la jerarquía de la Iglesia; llegando a afirmar que «es inadmisible que un Gobierno, democráticamente elegido, caiga por un informe de la Guardia Civil», blanqueando vomitivamente toda la corrupción socialista.

Pedro Almodóvar y su hermano Agustín -los de las SICAVs y los Papeles de Panamá-; Ana Belén y Víctor Manuel -el mismo que dedicó a Francisco Franco una canción titulada Un gran hombre en la que, entre otras cosas, decía del dictador que «vivo feliz en la tierra que aquel levantó; gracias le doy al gran hombre que supo alejar esa invasión»-; Joan Manuel Serrat -quien nunca ha negado haber cobrado 15 millones de Banca Catalana por negarse a participar en Eurovisión si no le dejaban cantar en catalán; Loles León -que presume públicamente de votar al PSOE-, Charo López, Rosa Montero, Miguel Ríos, Jesús Maraña y Rosa Villacastín juntan sus nombres a los de los socialistas condenados por robar 680 millones de euros a los parados andaluces, Manuel Chaves y Magdalena Álvarez; junto a una larga lista de políticos socialistas y comunistas entre los que se encuentran los exministros Leire Pajín, Jesús Caldera, Joan Clos y Alberto Garzón, entre muchos.

Con independencia del desarrollo jurídico con el que los diferentes casos de corrupción que rodean a Pedro Sánchez acaben o no en condenas, hay que tener la cara muy dura para atreverse a decir que los jueces, la Guardia Civil y hasta el Senado y la prensa libre «han desatado una orgía de falsas noticias o medias verdades con el fin de crear un clima político irrespirable». Con su esposa Begoña Gómez -la hija de Sabiniano el de las saunas y los puticlubs- imputada por haber dirigido una cátedra universitaria careciendo de formación; su hermano David imputado porque le crearon un puesto de trabajo a medida en una diputación socialista y ni siquiera acudía a trabajar; su fiscal general imputado por revelar información confidencial para perjudicar a una rival política de Sánchez; sus dos secretarios de organización imputados por una trama de corrupción que amenaza con salpicar a todos sus ministerios; orgías con prostitutas en Paradores; fulanas enchufadas para cobrar sin trabajar y hasta chorizos forrándose con las mascarillas del Covid mientras los abuelos morían por miles; hay que tener la jeta de cemento armado para juntar tu nombre a tanta porquería.

Los 100 sinvergüenzas que firman el manifiesto a favor de la corrupción de Pedro Sánchez tienen miedo de la democracia; sienten pavor al pensar que se nos permita votar; les horrorizan las encuestas que aseguran que los españoles vamos a echar a la extrema izquierda de todas las instituciones; observan con canguelo como el líder de toda la corrupción socialista no puede pisar la calle sin que la masa anónima le eche en cara todas sus miserias. Porque los 100 sinvergüenzas que no quieren que podamos votar saben que en cuanto caiga Sánchez se les acaba el chollo y tendrán que empezar a vivir de sus escasos méritos.


Publicado el 22/07/2025 en OKDIARIO

Si Sánchez aguanta el PSOE desaparece


 

No va a ser fácil. Sólo hay tres formas de quitarnos de encima al presidente del Gobierno más embustero, sinvergüenza y corrupto que ha sufrido nuestra joven democracia. O decide marcharse él, adelantando elecciones o dejando a alguna marioneta socialista que lo reemplace hasta las de 2027; o se le echa mediante una moción de censura; o es la justicia la que se lo lleva por delante en alguno de los múltiples casos de corrupción que lo rodean. Cualquiera de ellas parece bastante complicada a corto plazo o no encaja bien con la personalidad que ya le conocemos a Pedro Sánchez.

Es cierto que en 2023 sorprendió a todo el mundo adelantando a julio las elecciones generales que correspondía celebrar en diciembre, después del batacazo que su partido se dio en las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Un adelanto electoral de sólo 5 meses que luego vimos que pretendía pillar a la oposición en plena trifulca por las negociaciones en las comunidades donde forzosamente tenían que entenderse. La estrategia le funcionó, promoviendo el miedo a una ultraderecha inventada para asustar a las viejas, por la torpeza del principal partido de la oposición, que se ofuscó durante toda la campaña electoral en pelear contra su único socio natural, tratando de luchar por lo que dieron en llamar «el voto útil», que como se vio sólo fue útil para Sánchez. Pero este truco ya no lo puede repetir, porque hasta el más burro sabría evitar volver a caer en su trampa.

Descartado el adelanto electoral voluntario, se le podría echar mediante una moción de censura que yo he defendido aquí repetidamente. Pero pienso que hay que presentarla sabiendo que, seguramente, está condenada al fracaso, sólo para que en el Congreso se debata sin trampas sobre la corrupción del PSOE, sabiendo que todos los grupos que podrían facilitar que saliera adelante prefieren a un Sánchez debilitado al que todavía pueden exprimir, que un adelanto electoral con el que se les acabe el chollo. Y mucho menos quieren presentarse a las siguientes elecciones haciéndose responsables de haber abierto las puertas a un nuevo Gobierno de coalición del PP con Vox, como vaticinan todas las encuestas. Y pensar que entre los mismos diputados del Partido Socialista podrían surgir los 4 votos que faltan para sacarla adelante es algo así como creer que existen los unicornios voladores de colores.

Pedro Sánchez se mantiene en La Moncloa como líder progresista y feminista pese a que se sabe que vivía en el casoplón que les regaló su suegro, quien se había forrado explotando puticlubs en locales alquilados a Muface a precio de chollo. Desde el primer día conocimos que se sacó un doctorado Cum Fraude con textos plagiados en una tesis que le hicieron otros. Lo vimos metiendo votos en una urna escondida detrás de una cortina, tratando de falsificar el resultado del Comité Federal del PSOE que finalmente lo descubrió y le obligó a dimitir. Está grabado prometiendo que no iba a hacer nada de lo que ha hecho: pactar con Podemos, soltar etarras, indultos, amnistía… la palabra de Sánchez no vale nada ni para los suyos. Internacionalmente ha sido apartado de todos los centros de decisión por su posicionamiento contra occidente y junto a los más ultras de la extrema izquierda mundial, así como por la corrupción que lo tiene enfangado hasta las cejas. Con su mujer y su hermano imputados por corrupción, junto a su mano derecha, sus dos secretarios de organización y su fiscal general. Uno sólo de todos estos escándalos habría puesto fin a la carrera política de cualquiera, pero Sánchez aguanta.

Y si ya ha aguantado todo esto; si a ninguno de los partidos que lo sujetan le va a convenir dejarlo caer; y si ya ha demostrado sobradamente que está dominado por una enfermiza ambición de poder personal que no se frena por nada, una egolatría sin límite, y una carencia absoluta de escrúpulos; la única esperanza que nos queda está en la justicia. Son tantos los imputados que pueden pensar que lo que más les conviene es cantar la traviata y colaborar con la justicia, que aún podemos soñar conque alguno de ellos haga caer a il capo di tutti capi. Pero como quien no se contenta es porque no quiere, conformémonos sabiendo que, cuantos más meses aguante Sánchez, mayor será la debacle de un Partido Socialista que ha hecho méritos sobrados como para que su desaparición definitiva nos compense aguantar unos meses más.


Publicado el 17/07/2025 en OKDIARIO

No hay nadie honrado junto a Sánchez


 

El PSOE ha demostrado en repetidas ocasiones no tener ni el más mínimo respeto por la legalidad. Es el partido del golpe de Estado de 1934 contra la segunda República; del asesinato de Calvo Sotelo; los que gestionaron 92 checas donde se violaba, torturaba y asesinaba a quienes les daba la gana; los que robaron todo el oro del Banco de España; el partido de la banda terrorista GAL y de los ERE de Andalucía. Pero dentro de estos casi 150 años de sangrienta historia golpista, terrorista y corrupta, el PSOE ha tenido etapas mejores y peores, estando esta fase de Pedro Sánchez entre lo más bajo de su escala moral.

Con todo lo que ha llovido desde entonces, ya cuesta recordar aquel Comité Federal del PSOE celebrado la tarde del sábado 1 de octubre de 2016 tras la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva Federal, cuando los sanchistas fueron sorprendidos metiendo votos en una urna escondida detrás de una cortina, tratando de falsificar el resultado del Comité Federal del PSOE que finalmente lo descubrió. El origen de esta trifulca estaba en que, tras las elecciones generales de junio de 2016 en las que Pedro Sánchez había cosechado el peor resultado histórico del PSOE con sólo 84 diputados, el líder socialista intentó formar un Gobierno exactamente igual que el que tiene ahora, pactando con comunistas, proetarras y unos independentistas que aún no habían dado el golpe de Estado de 2017.

Aquel PSOE se opuso a las intenciones de Pedro Sánchez y a este no le quedó más remedio que dimitir y subirse al ya famoso Peugeot 407 con los ya imputados Koldo y Ábalos, junto al encarcelado Santos Cerdán. Nueve años después vemos con otra perspectiva lo que ocurrió entonces. Dentro de un Partido Socialista que siempre ha sido corrupto, la mínima parte que aún conservaba un pequeño sentido de la vergüenza y un poco de dignidad fue la que se opuso a Pedro Sánchez, quien se quedó con lo más degenerado del partido, que, por otra parte, son quienes mejor encajan con su propia personalidad.

La historia personal de Pedro Sánchez demuestra que siempre ha estado dominado por una ambición enfermiza, una egolatría sin límite y una carencia absoluta de escrúpulos que le han hecho rodearse de lo peor que había dentro del PSOE. Ahora sabemos que con Sánchez se subieron al Peugeot sólo aquellos socialistas que estaban dispuestos a enmierdarse hasta lo más profundo. Y él no tuvo escrúpulos para unir su destino al de ellos, como antes no los había tenido para unirse en matrimonio con la hija del dueño de unos puticlubs, que por aquellas fechas se encargaba de llevar su administración; y como no había tenido reparos para presentarse ante un tribunal universitario con una tesis Cum Fraude que le habían escrito otros con textos plagiados.

Lo sorprendente habría sido que Sánchez hubiera unido su carrera política con alguien honrado. Igual de increíble que resultaría que cualquier socialista honesto hubiera querido colaborar con alguien como él. Alrededor de Sánchez sólo puede haber corrupción, porque él es corrupto; desvergüenza, porque él no conoce este límite; indecencia, porque él carece de ética; e indignidad para estar al lado de un personaje tan poco honrado como él. Toda la corrupción que ya hemos conocido y que de momento sólo sabemos que afecta a su mujer, su hermano, su mano derecha, sus dos secretarios de organización y su fiscal general, más pronto que tarde acabará saliendo en todo su Gobierno, a todos los niveles. No hay nadie honrado trabajando con Pedro Sánchez. Como la luz aparta a las tinieblas, cualquier persona honrada se habría alejado del presidente del Gobierno. Ya lo iremos viendo.


Publicado el 15/07/2025 en OKDIARIO

Poco se habla del partícipe a título lucrativo


 

«Si te gustan los chicos de alquiler, este es el lugar… No es realmente una sauna, sino un típico burdel masculino». «Está bien si buscas chicos de alquiler. Son el 90% de la gente allí». «Negocié con un pelo largo: se parecía a Tarzán. Justo cuando nos íbamos a duchar para prepararnos, el precio de 50 euros empezó a subir, mientras me explicaba el masaje que haría para mí». «Sudamericanos presumiendo de virilidad, ofreciendo masajes y servicios íntimos de pago». Estas son sólo algunas de las cientos de reseñas que se pueden encontrar fácilmente en internet cuando se busca información acerca de la Sauna Adán, ubicada en la calle San Bernardo, número 38 (antes 36), frente al Ministerio de Justicia y a escasos 500 metros de la icónica Gran Vía madrileña.

San Bernardo 36, SL era el no muy original nombre de la mercantil que, entre otras, explotaba la famosa Sauna Adán, además de otros locales gais y un club de alterne en el Paseo de la Castellana. El negocio lo llevaron a medias durante décadas el suegro de Pedro Sánchez, Sabiniano Gómez, junto con sus hermanos, Conrado y Enrique; hasta que, en 2006, cuando su hija Begoña se casó con el actual líder del PSOE, Sabiniano se apartó y lo dejó, al menos nominalmente, a nombre de sus hermanos y socios. El inmueble en el que se encontraba la Sauna Adán lo tenían alquilado a precio de ganga a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface), organismo público adscrito al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, dirigido por el ministro Óscar López. El suegro de Sánchez consiguió legalizar sus prostíbulos gracias a sus contactos con dirigentes de la ultraderechista Fuerza Nueva, infiltrados en puestos clave de la Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid.

El 14 de julio de 2014 el comisario jubilado José Manuel Villarejo se reunió, junto con dos policías, identificados como BIG y GB, con el padre de Begoña Gómez. En el cuaderno en el que todo lo anotaba, Villarejo apuntó: «Sabiniano Gómez Serrano, que es el hermano de Conrado y Enrique, dueños de varias saunas sexuales. Dos de homosexuales en S. Bernardo y una hetero en la lateral de Princesa donde solía ir EB a enrollarse con la encargada, rubia que fue despedida porque protestaba por no cobrar». En los audios grabados por Villarejo se explica que la policía habría instalado micrófonos y cámaras espías en esos locales, para grabar a personalidades influyentes. También afirma que algunas de las grabaciones efectuadas por la policía en las saunas del suegro de Sánchez se las quedó el propio líder socialista, estando en la oposición. Villarejo incluso ha deslizado que el marido de Begoña Gómez las habría utilizado para su beneficio.

Antes de trasladarse al Palacio de la Moncloa, Pedro Sánchez vivía en un casoplón de 165 metros cuadrados en Prado de Somosaguas, una de las zonas más valoradas y lujosas de Pozuelo de Alarcón, junto a urbanizaciones como La Finca o Somosaguas. Este inmueble, valorado en 700.000 euros, fue comprado personalmente por el suegro de Pedro Sánchez cuando vivía de los prostíbulos, para ponerlo a nombre de su hija. Además, Begoña Gómez es propietaria junto a su padre y hermano de otra vivienda de 86 metros cuadrados en un conjunto residencial con piscina y zonas verdes de Pozuelo de Alarcón, de la que ella figura como «titular del pleno dominio de una mitad indivisa». También cuenta Villarejo que Begoña Gómez, antes de dirigir una cátedra universitaria sin haber pasado ella por la universidad, vivía de lo que ganaba llevando «la contabilidad de las saunas de su viejo y de su tío».

Se denomina proxeneta a aquel que «obtiene beneficios de la prostitución de otra persona». Un partícipe a título lucrativo es una persona que se beneficia de los efectos de un delito sin haber participado en su comisión. En España es delito aprovecharse de la «necesidad o vulnerabilidad» de una persona mayor de edad para que ejerza la prostitución. Si con los beneficios obtenidos de la prostitución de otras personas te regalan un casoplón valorado en 700.000 euros, a pesar de que a ti, estrictamente, no se te pueda llamar proxeneta, sí se puede decir que has sido partícipe a título lucrativo de esos prostíbulos.

«¿Pero con quién está viviendo usted? ¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted? Ha sido partícipe a título lucrativo del abominable ejercicio de la prostitución y ahora quiere prohibirla». Con estas palabras con las que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se dirigió desde la tribuna del Congreso al presidente del Gobierno se levanta el velo con el que la prensa gubernamental y los votantes de izquierdas han pretendido ignorar durante años lo que es una realidad indiscutible; que Pedro Sánchez se ha beneficiado de los negocios de prostitución de su suegro. Habrá que repetirlo las veces que haga falta hasta que a sus votantes se les caiga la cara de vergüenza.


Publicado el 10/07/2025 en OKDIARIO

Los enfados de la trepa Yolanda Díaz


 

Hace un par de años Yolanda Díaz contó en una entrevista con el amigo de los etarras, Jordi Évole, que, dos años antes, se había enfadado muchísimo el día que Pablo Iglesias anunció en un vídeo que la había elegido para ser su sucesora como vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez y candidata de Podemos a presidenta. «Me enfadé muchísimo, se lo dije a él, lo escribe él en su libro. En fin, es que es una falta de respeto». «Él me designó a dedo». «No sólo le llamé cabrón, hice algo mucho peor que no voy a contar». «Me enfadé mucho, mucho, mucho». «Yo tuve una disyuntiva brutal. Recordarás. Tardé un montón de horas en poner un tuit. Y tuve una disyuntiva que era irme del Gobierno o… en fin… hacer lo que hice. Ya está, lo pensé mucho y di un paso adelante. Pero él sabe muy bien que lo pasé muy mal».

Ese montón de horas del que habla Yolanda en realidad fueron sólo 6, las que pasaron desde las 12:26 cuando Pablo Iglesias anunció el dedazo, hasta las 18:54, hora a la que ella aceptó el «honor», ilustrándolo con una fotografía en la que dirige una mirada arrobada, entre el éxtasis y la más profunda admiración, a un Pablo Iglesias extrañamente encorbatado. «Me enfadé mucho, mucho, mucho», pero se le notó poco, poco, poco, tan feliz como estaba por el ascenso conseguido.

La semana pasada, ante la noticia de que Santos Cerdán había sido enviado a prisión acusado de corrupción en la trama Koldo – PSOE, Yolanda Díaz dijo en una rueda de prensa que «estamos muy enfadados, igual que están ustedes y está el conjunto del país», «ver ayer entrar en la cárcel al número dos del Partido Socialista es una vergüenza; sin contemplaciones»; «hay que actuar ya, no hay más dilaciones, no puede ser, hay que tomar medidas claras, hay que explicar esto»; «la ciudadanía merece respeto, esto no es un problema ya del Comité Federal del PSOE del sábado, es un problema de este país, y la gente que ha votado a este Gobierno necesita absoluta confianza, transparencia y un giro copernicano». Parecía realmente enfadada otra vez.

Tan enfadada estaba de nuevo Yolanda Díaz, que el miércoles se reunió la insustancial Comisión de seguimiento del pacto del Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar a la que ni asistió Pedro Sánchez, ni fue ella. Se sentaron alrededor de una mesa, muy sonrientes, por parte del PSOE la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, el ministro Félix Bolaños, y Rafael Simancas; mientras que la delegación de Sumar la encabezó el ministro Ernest Urtasun, acompañado de Enrique Santiago y otros dos confluentes más. Ya se sabe que no hay nada mejor para que algo no cambie que reunir a una Comisión y esta no fue una excepción. El nuevo enfado de Yolanda Díaz volvió a quedarse en nada porque no es nada más que pura pose y la cartera de vicepresidenta no la suelta ni a la fuerza.

En las pasadas elecciones, una de las propuestas de Sumar era establecer «el derecho a la alegría y el jolgorio». Pero pese a que consiguieron entrar en un Gobierno de coalición con el PSOE, en el que Sumar ha colocado a cinco ministros, entre ellos la propia vicepresidenta Yolanda Díaz; Sumar no ha logrado ningún éxito en sus aspiraciones al jolgorio y la alegría y lo único que ha conseguido Yolanda Díaz es «enfadarse mucho, mucho, mucho» una y otra vez. Lo que pasa es que Sánchez tiene calada a la líder de Sumar igual que la conocemos todos. Yolanda Díaz se enfada mucho, luego trepa un poco, sonríe y se le pasa el enfado; hasta la próxima vez que se vuelva a enfadar, que también se le pasará trepando.


Publicado el 08/07/2025 en OKDIARIO

El PNV está obligado a desmarcarse de la corrupción


 

Hace un par de años ingresó en la cárcel alavesa de Zaballa el que fuera número dos del PNV de Álava, Alfredo de Miguel, condenado a 13 años por los delitos de tráfico de influencias, prevaricación, cohecho, malversación, falsedad documental, asociación ilícita y blanqueo de capitales. Entró en prisión junto a sus cómplices, Koldo Ochandiano, Xabier Sánchez y Aitor Telleria, por crear lo que se dio a llamar «la Gürtel del PNV» definida en la sentencia como «una red societaria y personal organizada en torno a sí mismos para aprovechar las relaciones políticas y/o administrativas que mantuviesen en cada momento por su pertenencia al Partido Nacionalista Vasco (PNV)». Pero apenas nadie ha oído hablar de este caso de corrupción.

Durante las primeras décadas de nuestra reciente democracia se hablaba del «Oasis Vasco», dando a entender que la corrupción que afectaba a toda España no tenía nada que ver con el PNV. Ahora sabemos que, en realidad, ese oasis vasco fue sólo un trampantojo, una trampa visual con la que durante muchos años consiguieron engañarnos haciéndonos ver algo muy distinto a la realidad. Este truco lo consiguió el PNV en primer lugar haciendo que no se pudiera investigar, impidiendo que ni la Ertzaintza ni la fiscalía contaran con medios para luchar contra la corrupción; y en segundo lugar, controlando que los medios de comunicación no informaran de los casos que les afectaban a ellos. En su memoria anual, la Fiscalía del País Vasco lleva años reiterando que «sigue siendo muy necesario dotar de mayores instrumentos a la investigación de los delitos» relacionados con la corrupción administrativa y política, así como poniendo de manifiesto un continuo y notable incremento de casos.

El actual director general de la Radio Televisión Vasca (EITB), Jon Andoni Aldekoa de la Torre, antes de ocupar este puesto ha sido director de Comunicación de Presidencia del gobierno vasco y consejero delegado adjunto a la Alcaldía del ayuntamiento de Bilbao. Y así ha ocurrido siempre con todos los anteriores directores generales de EITB nombrados por el PNV entre sus miembros. En general, los medios de comunicación vascos han estado siempre poco interesados en investigar los casos de corrupción del PNV, porque hacerlo era visto como una afrenta contra el nacionalismo favoreciendo el españolismo, y a ver quién es el valiente que se atreve allí a ser tildado de traidor a la patria vasca.

A mediados de 2014, el PP de Mariano Rajoy denunció que, según los informes del Tribunal de Cuentas, el PNV era el partido que más donaciones anónimas recibía, que suponían más del 25% de las declaradas por todos los partidos de España, insinuando que por ahí venía el gran patrimonio declarado por el partido vasco. Pero luego llegaban las negociaciones del Cupo Vasco y de los Presupuestos Generales del Estado y todo quedaba en lo que nadie expresó mejor que el propio Rajoy cuando, negociando su investidura en 2018, dijo aquello de «si quieres grano, Aitor, te dejaré mi tractor», en respuesta a la frase anterior del portavoz del PNV, Aitor Esteban, que le había pasado el cepillo diciendo: «si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano».

Ahora el encarcelado Santos Cerdán ha revelado que su socio en la trama corrupta, Antxon Alonso, medió con el PNV para investir a Sánchez; que Sánchez dio por decreto 26 millones al PNV tras su apoyo a la moción de censura gracias a la ‘trama Cerdán’; y que la consejera del PNV en RTVE adjudicó una obra de 2,6 millones a una filial de la empresa de Cerdán. Hoy, que se disputan con Bildu quiénes serán la primera fuerza política en las próximas elecciones a la Lehendakaritza, tras empatar a diputados en abril de 2024, todos estos casos de corrupción pueden suponer el argumento electoral definitivo. Hacen falta 4 diputados para ganar una moción de censura que sirva para convocar elecciones generales y el PNV cuenta con 5. El PNV está obligado a desmarcarse de la corrupción que tiene a Sánchez enfangado hasta las cejas, o dejarán el gobierno vasco en manos de Arnaldo Otegui.


Publicado el 03/07/2025 en OKDIARIO

Una persona que no tiene nada que ver con el PSOE


 

La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, dijo ayer, cuando le preguntaron por la entrada en prisión de su compañero Santos Cerdán, que ese «es un asunto de una persona que no tiene nada que ver con el PSOE». Hace dos semanas Santos Cerdán era secretario de Organización del PSOE, la mano derecha de Pedro Sánchez en el partido, sólo por debajo de él mismo como secretario general y de la presidenta a efectos decorativos, Cristina Narbona. Hace poco más de 4 meses, cuando el empresario Víctor de Aldama acababa de declarar ante el juez Moreno que había pagado comisiones a la mano derecha de la propia ministra de Hacienda, Carlos Moreno, a Koldo, a Ábalos y a Santos Cerdán; María Jesús Montero compareció en el Senado ante la Comisión de investigación del Caso Koldo – PSOE, donde aseguró que «tengo una magnífica relación con el señor Santos Cerdán; pertenecemos ambos a la dirección de mi partido, y más allá de ello tengo una relación personal, de complicidad y de amistad con el señor Santos Cerdán, por el que también pongo la mano en el fuego».

Como por arte de magia, en menos de 5 meses, el secretario de Organización del PSOE ha pasado de ser «el señor Santos Cerdán», a convertirse en «una persona»; y de compañero «de mi partido», a no tener «nada que ver con el PSOE». Al partido de Pedro Sánchez le gustaría poder hacer lo mismo que su camarada Iósif Stalin en la Unión Soviética; cuando ordenaba que sus adversarios políticos desaparecieran de todas las fotografías que se hubieran tomado a su lado. Sin prensa libre que saque a la luz la hemeroteca, los socialistas podrían convencer a muchos votantes de que la corrupción que los tiene enfangados hasta las cejas, en realidad, no tiene nada que ver con ellos. Pero como, a su pesar, aún no han conseguido acabar con quienes nos atrevemos a informar de la verdad, lo único que consigue María Jesús Montero es hacer el ridículo para que nos riamos de ella.

Si Pedro Sánchez hubiera conseguido ya fulminar nuestro estado de derecho y acabar con la prensa independiente, como lleva varios años intentando; el PSOE podría borrar de la hemeroteca el vídeo de su Congreso Federal, celebrado en Sevilla hace sólo 6 meses en el que vemos, puño en alto y cantando La Internacional, a Pedro Sánchez junto a María Jesús Montero y Santos Cerdán, a quien justo acababan de atornillar como secretario de Organización del partido. Retrocediendo sólo un par de años, el PSOE querría también borrar el vídeo de la noche electoral de julio de 2023, cuando subidos a un andamio en Ferraz, esa «persona que no tiene nada que ver con el PSOE» se cogía de la mano, brazos en alto, de Begoña Gómez, María Jesús Montero y el mismo Pedro Sánchez, para celebrar que, pese a haber perdido, el PSOE podría formar Gobierno gracias a las negociaciones del mismo Santos Cerdán con independentistas, proetarras y golpistas.

Y ya puestos a destruir la hemeroteca, el PSOE desearía hacer desaparecer la fotografía tomada en febrero de 2017 en Aldeanueva del Ebro (La Rioja) durante las elecciones primarias del PSOE que ganó Sánchez a Susana Diaz y Patxi López; en la que se ve entera a La Banda del Peugeot integrada por el entonces candidato, Pedro Sánchez junto al ya presidiario Santos Cerdán y sus presuntos cómplices, Koldo García y José Luís Ábalos; acusados todos de pertenecer a una organización criminal, que algunos pueden pensar que sea el PSOE de Sánchez. «Una persona que no tiene nada que ver con el PSOE» podrían ser en breve la imputada Begoña Gómez, el imputado hermano de Sánchez, el imputado delegado de Sánchez en Extremadura, alias Aforeitor, e incluso el imputado fiscal general del sanchismo. Más pronto que tarde todos los presuntos delincuentes que rodean a Sánchez pueden convertirse en esa «persona que no tiene nada que ver con el PSOE», sin que nadie pueda descartar que el imputado llegue a ser el mismo presidente del Gobierno.


Publicado el 01/07/2025 en OKDIARIO