“A las
mujeres las matamos los hombres por haber nacido mujeres”. La frase
la podía haber dicho perfectamente Pablo Iglesias y a nadie le habría
extrañado. El macho alfa que “azotaría
hasta que sangrase” a Mariló Montero porque es “un marxista algo perverso convertido en un psicópata” según sus
propias palabras. El que coloca a sus novias a su lado en el Congreso o las
envía al gallinero cuando las renueva. El Pablo Iglesias que, a pesar de su machismo
infinito, se ha convertido en portavoz del marxismo feminismo, podría ser
perfectamente el autor de tan desafortunada frase. Pero ya todos sabéis que no
es de él, sino del presidente de la Junta de Extremadura, el socialista
Guillermo Fernández Vara, que la incluyó dentro de su mensaje de Fin de Año y
la destacó incluyéndola en un tuit.
Y es que Fernández Vara, se ha convertido en el más podemita de
todos los pedristas en un giro copernicano sólo superado por el de Jorge
Verstrynge, cuando pasó de neonazi a podemita. Vara también ha evolucionado
mucho desde que en 1978, sólo tres años después de morir Franco, se afilió a la
Alianza Popular de Fraga. Hasta que su vecino y amigo Rodríguez Ibarra lo
afilió al PSOE y lo colocó en distintos cargos institucionales, para finalmente
nombrarlo su heredero. El mismo PSOE que junto a Podemos ha tumbado en el
Congreso la prisión permanente revisable. En menos de dos semanas Vara pasó de
hacer campaña a favor de Susana Díaz y sugerir que el PSOE debía abstenerse para
favorecer la investidura de Rajoy, a convertirse en abanderado de la izquierda
radical. Hasta ha consensuado con Podemos sus presupuestos para 2018, mientras
que los de los dos años anteriores los aprobó con la abstención del PP y
Ciudadanos.
Podéis buscar en todos sus discursos anteriores que ya os
aseguro yo que no encontraréis una frase similar. Fernández Vara no es una
“feminazi” convencida, ni siquiera uno de esos “aliados” que es como las más
radicales insultan a los hombres que las apoyan. Tan sólo pretende merecerse el
cariñito de su nuevo jefe, Pedro Sánchez, que es lo que ha hecho toda su vida.
Él no tiene ideología, tiene intereses personales. Pero la frase, demagógica y
malintencionada, necesita ser contestada ya que, de no hacerlo asumimos una
mentira con fatales consecuencias, porque seguiremos sin hacer nada útil para
frenar la violencia contra las mujeres y se estará fomentando la androfobia.
Ni mi abuelo, ni mi padre, ni mi hermano, ni mi marido son
asesinos. En España hay casi 23 millones de hombres y sólo 60 de ellos asesinan
a sus parejas o exparejas cada año. Ni siquiera parece creíble que Guillermo
Fernández Vara piense hacerlo algún día, no me consta que su esposa lo haya
denunciado ni siquiera que la fiscalía lo esté investigando. La verdad es que
no se estudian científicamente las motivaciones que existen detrás de estos
crímenes, porque al marxismo feminismo le interesa más que se destinen muchos
millones de euros a sus asociaciones contra el machismo, pese a que los años
pasan, los millones aumentan y el número de víctimas no se reduce. Quien se le
ocurra pedir que se estudien las características psicosociales y
sociodemográficas de los agresores será inmediatamente tachado de machista sin
necesidad de argumentar nada. Porque para el marxismo feminismo la explicación
sólo debe ser el machismo, del que ellas viven. Como dice Nicolás Redondo
Terreros “si el PSOE juega a ser Podemos, gana Podemos”, y pierde España,
apuntillo yo. Pero eso a Vara y a Pedro Sánchez no les importa, mientras ganen
ellos.
Publicado el 03/01/2018 en OKdiario
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