Cuando todos daban por hecho que el juez Llarena iba a
poner en libertad a los golpistas encarcelados por la jueza Lamela, va el del
Tribunal Supremo y demuestra que en España tenemos una justicia independiente,
que no obedece a los intereses de quienes preferirían hacer la campaña electoral
sin opositores presos. Como Miquel Iceta, que se ha apresurado a decir que es
una "mala noticia". El juez Llarena ha dejado salir bajo fianza a
seis de los exconsejeros encerrados por la jueza de la Audiencia Nacional
-decisión que será recurrida por VOX-, pero mantiene en prisión provisional a
Junqueras, a los Jordis y al exconsejero de Interior Joaquim Forn, quien ahora
suplica al juez que le vuelva a citar para cambiar su declaración. No les deja
salir por el "riesgo de reiteración delictiva" ya que los hace
responsables de las actividades violentas que se produjeron el pasado 20 de
septiembre, durante el asedio a la Consejería de Economía, mientras era
intervenida por una comisión judicial.
Todos recordamos como aquel día Junqueras y los Jordis
animaron a la turbamulta a realizar el asedio. Y como los desprestigiados Mozos
de Escuadra, dependientes de Forn, no hicieron nada para impedirlo. Si ya lo
hicieron entonces y siguen contando con el mismo respaldo popular y las mismas
motivaciones, intereses y convicciones, es muy probable que, si los soltaran,
lo volvieran a hacer. No se les puede dejar salir hasta que resulte creíble que
no vayan a reincidir, o, como dice el juez, hasta que "paulatinamente se vaya
confirmando que el cambio de voluntad es verdadero y real". Porque
la violencia que ellos provocaron formaba parte de un plan con el que
pretendían alcanzar unos objetivos que aún hoy mantienen.
Dicho plan consta por escrito en un documento llamado
#EnfoCATS que fue intervenido por la Guardia Civil en el registro de la
vivienda del número dos de Junqueras, Josep María Jové. En él se refleja la
"hoja de ruta" a seguir tras las elecciones del 27 de septiembre de
2015, para conseguir un Estado propio, que es lo que continúan pretendiendo los
cuatro detenidos. Estaba gestionado por un Comité Estratégico, formado por el
prófugo Puigdemont, por los presos Junqueras y los Jordis, entre otros. En
dicho documento se apuesta por desatar "un conflicto de amplio apoyo
ciudadano" orientado a "generar inestabilidad política y
económica" para forzar al Gobierno a aceptar la separación o negociar
un referéndum pactado.
Tanto el 20 de septiembre, como el 1 de octubre y en
las posteriores manifestaciones y huelgas, se ha pretendido torcer el brazo del
Estado movilizando a la chusma, causando conflictos, con violencia e
intimidación para impedir que se aplique la ley. La DUI fue un golpe de Estado en
el que se usó violencia física e intimidatoria, luego los golpistas cometieron presuntamente
el delito de rebelión, penado con entre 15 y 25 años de prisión. Como muy bien
ha dicho Alfonso Guerra, esto hará que "otros se lo piensen antes de cometer
actos ilegales de tal gravedad”. Mientras tanto, los independentistas
siguen mintiendo descaradamente a su público, aborregado por años de
adoctrinamiento en escuelas y medios públicos de comunicación catalanes. Les
dicen que los cuatro golpistas están presos "sólo por dejar votar a la
gente". Y los adocenados independentistas les compran ese discurso
mendaz. Lamentablemente, la intervención de la autonomía catalana en aplicación
del artículo 155 de la CE no ha hecho nada para impedir que TV3 y los colegios
catalanes sigan siendo una fábrica de odio contra España, luego las mentiras de
los secesionistas seguirán campando a sus anchas en Cataluña.
Publicado el 06/12/2017 en OKdiario
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