ETA emitió su tradicional comunicado del Aberri Eguna, el día
que el PNV se inventó que su fundador e ideólogo, el racista, xenófobo y
misógino Sabino Arana, se cayó del caballo como San Pablo, descubriendo su
condición de antiespañol. En este comunicado agradecen el trabajo de los
ridículamente autodenominados ‘Artesanos de la Paz’, a los que califica de
“valientes”. Sí, les llama “valientes”. Incluso al ‘cagari’ de Mondragón le
llaman valiente. Valiente cagón. No podemos permitirles el uso de palabras que
pretenden falsear la Historia. Y es que cuando en 1984 la Guardia Civil entró
en el piso en el que se escondía el comando Donosti, después de un duro
enfrentamiento armado en el que murieron dos etarras y resultó herido un
guardia civil, escucharon un lloriqueo que les guió hasta el armario empotrado
en el que se hallaba escondido el jefe del comando, Jesús María Zabarte Arregi,
el ‘Carnicero de Mondragón’, descubriendo que este “valiente” se había hecho,
literalmente, encima sus necesidades, tal y como lo cuenta uno de los guardias
civiles que participó en su detención. De gudaris nunca han tenido nada, sólo
son ‘cagaris’.
El ‘Cagari de Mondragón’ fue condenado por una veintena de
atentados y 17 asesinatos por la espalda, pero salió de prisión en 2013, tras
sólo 29 de los 615 años a que fue condenado, beneficiándose de la ‘doctrina
Parot’. Jamás se arrepintió ni pidió perdón. Es más, dice “no he asesinado a
nadie, yo he ejecutado”. Añade: “Yo no soy católico, no creo en el
arrepentimiento. A mí me sirve el reconocimiento. Y si me preguntas, ¿lo hacías
para hacer daño? Yo te digo: sí”. Este malnacido hijo de Satanás fue uno de los
falsos ‘Artesanos de la Paz’ que ocupó un lugar privilegiado en el acto
celebrado en Bayona en el que los proetarras festejaron la fingida entrega de
armas con la que los terroristas simularon que su desarme ha sido una decisión
propia. Y probablemente El ‘Cagari’ no sea el peor de los presentes en aquel
repugnante acto propagandístico.
La realidad es que con ETA está terminando la Guardia Civil.
Los etarras no han entregado ese puñado de armas voluntariamente, han sido
forzados a hacerlo. No deben disfrutar por tanto de ninguna concesión, pese a
que viendo a su brazo político dentro de las instituciones más de una nos
temamos lo peor. No obstante, si se disuelven, sería posible estudiar
individualmente los beneficios penitenciarios previstos en nuestra legislación,
siempre que demuestren su arrepentimiento y colaboren con la justicia en el
esclarecimiento de los crímenes que aún quedan sin resolver. Hasta entonces
incluso el reagrupamiento de presos en cárceles del País Vasco y Navarra es impensable,
ya que, mientras la banda exista, eso le haría aún más fácil imponer sus
directrices a los presos, lo que iría en detrimento de su reinserción, siendo
ésta la prioridad de cualquier política penitenciaria.
La memoria de sus víctimas inocentes exige que cesen de una
vez por todas las ofensas que reciben casi a diario en los pueblos vascos en
los que, impunemente, se rinden homenajes ilegales a los asesinos etarras,
mientras jueces y fiscales ensucian vergonzosamente sus togas con el “polvo del
camino”. Ahora que los demócratas estamos a punto de acabar con estos
psicópatas asesinos marxistas, con los ‘cagaris’ vascos, debemos impedirles
tergiversar la Historia narrando un final que legitime sus aspiraciones
políticas. Hay que ser persistentes contando la verdad para contrarrestar sus
mentiras. Se lo debemos a sus víctimas que son nuestros héroes. El fin de ETA
se producirá cuando todos sus crímenes hayan sido aclarados y todos sus ‘cagaris’
sean encarcelados.
Publicado el 19/04/2017 en OKdiario
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