Comparando a Begoña Gómez con Freddie Mercury


 

«Imagínese que quisiéramos hacer un máster o una cátedra extraordinaria relacionada con la música, y que ponemos de codirector a Freddie Mercury… daría igual que el cantante tuviera o no un grado… porque seguro que compartimos que este señor era un genio». Así ha argumentado la portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Marta Bernardo, la contratación de Begoña Gómez para dirigir una cátedra extraordinaria y dos másteres en la Universidad Complutense de Madrid.

El reglamento de la Complutense, que es urgente reformar, permite que las cátedras extraordinarias sean codirigidas por «un perfil de prestigio profesional, técnico y científico reconocido en el ámbito temático del objeto de la colaboración». Esta definición es tan subjetiva que debe ser inmediatamente rectificada para evitar que un caso como el de la mujer de Sánchez pueda volverse a repetir. De forma objetiva, el currículum profesional de Begoña Gómez, antes de que su marido ascendiera a secretario general del PSOE, se limitaba a un insignificante titulín en una academia privada vinculada al Opus Dei que nunca logró que sus títulos fueran homologados. Titulín que durante muchos años Begoña Gómez trató de hacer pasar por una licenciatura universitaria, falseando su currículum.

Posteriormente, muchos dicen que la mujer de Pedro Sánchez se encargó de llevar la administración de las saunas gay que tenía su padre, Sabiniano Gómez, junto con sus tíos; pero ella nunca hizo constar esta experiencia en su currículum sino que tan solo menciona que trabajó en una pequeñísima empresa donde impartía formación a comerciales de telemarketing y de puerta fría para aseguradoras, compañías eléctricas y oenegés, a lo que, rimbombantemente denomina «consultoría de Marketing en proyectos del Tercer Sector e Impacto Social», como hace cualquier vendehúmos.

La portavoz del PSOE no ha dicho que la relación entre Freddie Mercury y Begoña Gómez provenga de las saunas gay con las que hizo fortuna su padre, sino que se ha referido a su cualidad de «genio». El talento para la música del líder de la banda británica Queen es algo indiscutible. No cabría aquí ni siquiera un pequeñísimo resumen de los premios, reconocimientos y grandes éxitos que consiguió el músico británico. Baste apuntar que de forma objetiva no se puede dudar que Freddie Mercury ha sido un genio de la música, por lo que a nadie se le ocurriría imputar al rector de cualquier universidad que lo hubiera contratado, ya que la exigencia de «prestigio profesional» estaría más que contrastada. Sin embargo, el rector de la Complutense, Joaquín Goyache, está judicialmente imputado por la contratación de Begoña Gómez.

Pero es que Freddie Mercury tenía un cuarto grado de piano y además obtuvo el título de Arte y Diseño Gráfico por la Universidad de West London. Y para ejercer su profesión se asoció: a la guitarra con Brian May, licenciado en Física y Astronomía en el Imperial College de Londres, Universidad en la que también se doctoró; al bajo con John Deacon, que estudió electrónica en la Universidad de Londres; y a la batería con Roger Taylor, que estudió biología en la Universidad de North London. A saber de dónde ha sacado la portavoz del PSOE que Freddie Mercury usara la Universidad sólo para aparentar, como Begoña Gómez.

Tenemos grabaciones en las que podemos escuchar a Begoña Gómez hablando sobre marketing y soltando perlas como «tenemos que trabajar con una inteligencia comercial que conviva con una estrategia multicanal que nos va a hacer conseguir más clientes»; «hay que apostar por un cliente que quiere nuevas experiencias y que no quiere café para todos»; o «hablamos de una transformación activa en el territorio donde se actúa, haciendo a la empresa más competitiva; no hablamos de greenwashing».

Existen dos tipos de marketing, el que se estudia en las universidades y es útil para impulsar honestamente las ventas, identificando las necesidades del mercado y enseñando a adaptarse para satisfacerlas de forma eficiente y eficaz; y el que aprenden los trileros en la calle, mediante juegos de manos, trucos y añagazas. La mujer de Pedro Sánchez forma parte de este segundo grupo de vendehúmos y ha intentado barnizar su currículum usando la influencia de su marido para parecer universitaria. Pero el barniz se queda en la superficie y no convierte el contrachapado en madera de calidad. Comparar a Begoña Gómez con el genio de Freddie Mercury es como tratar de hacer creer que el PSOE es algo distinto que la banda en la que su marido es «el 1».


Publicado el 21/11/2024 en Okdiario

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