50 rejoncillos de grey


 

A los toros se los rejonea para quebrarlos, restarle fuerza y someterlos. Christian Grey doma con sus encantos y sin rejones, a una Anastasia que le llega mansa y sumisa de los corrales. Nada que ver con nuestro aprendiz de amo: cutre, zafio, aparentemente arrepentido, pero descontrolado; que acudía a terapia cada vez que cualquier Anastasia publicaba un tuit contando que le había tocado el culo… «no pudiendo concretar si fue por encima o por debajo de la ropa».

«Te voy a imponer tres reglas»; le dijo en el coche, que no era una limusina desplazándose por las avenidas de Seattle, sino un Uber por la calle de Alcalá: «La primera, que no se alejase de él esa noche; la segunda, que, si lo hacía, no fuese a más de 20 metros; y la tercera, que le diera un beso esa noche». Y en vez de plantarle tres hostias de vuelta, como habría hecho cualquier chica que, cuando besa, es que besa de verdadnuestra panoli Anastasia se quedó pasmada, escuchando las pretensiones de su amo de pacotilla.

«La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales. Afirmación – apertura», dijo Rejoncillo a Anastasia cuando subían en el ascensor, mientras ella sentía que sus mejillas se teñían de rojo, como la cubierta del Manifiesto comunista, y la diosa que lleva dentro menea las caderas y baila una samba para celebrar la victoria. Es tan irresistible, tan macho alfa, pensó ella, antes de que él, de improviso, le metiera la lengua hasta las amígdalas de forma violenta, incumpliendo su tercera regla y provocando unas lógicas arcadas que apenas pudo refrenar.

Yo no hago el amor. Yo follo… duro, le dijo a la vez que se sacaba el miembro viril mientras le lamía los pechos. Pero a Anastasia en ese preciso instante no le apetecía mambo, sino seguir cantando y bailando una canción de Los Secretos. «Déjame, ya no tiene sentido, mejor que sigas tu camino, que yo el mío seguiré… por eso ahora déjame», gritaba Anastasia, pensando que Rejoncillo captaría la indirecta. Pero, de ninguna manera, contumaz y obstinado, él la saca a la fuerza de la fiesta, con la excusa de que tiene otro Uber esperando en la puerta desde hace ya cinco minutos y el sueldo de diputado no da para tanto dispendio. Cosa que Anastasia no se creyó, porque es bien sabido que los políticos pasan como dietas hasta los tickets del Mercadona, pero disimuló con curiosidad por conocer con qué gusto y estilo estaría decorada su vivienda.

Una vez en el interior de su domicilio, Anastasia recuerda que si hay algo que odio es no llevar las bragas limpias, además de que, por mucho que busca, no encuentra el cuarto de juegos que él le había prometido, por lo que, sin más miramientos, le espetó: «Sólo sí es sí. Parece mentira que me esté pasando esto contigo». A lo que Rejoncillo, compungido, respondió: «Estoy muy jodido, Anastasia. Tengo muchas más sombras que luces. Cincuenta sombras más».

La historia de Íñigo Errejón y la actriz Elisa Mouliaá no es menos ridícula que la novela Cincuenta sombras de Grey, que tanto éxito ha supuesto para su autora, E. L. James. Podríamos reírnos si Errejón no fuera uno de los máximos responsables de que en España estemos sufriendo una Ley del sólo sí es sí que, además de acortar las penas de miles de violadores y pederastas, sacando de prisión a cientos de ellos, ha acabado con la presunción de inocencia y la igualdad ante la ley. Es más que justo que ahora Errejón se pudra en la cárcel para que, desde allí, llorando, suplique que se derogue toda la legislación aprobada por la Grey podemita.


Publicado el 29/10/2024 en Okdiario

El PSOE y el chollo de las mascarillas


 

Vamos a imaginar que España hubiera estado gobernada por la derecha durante los años en que la pandemia del COVID-19 causó más de 120.000 muertes, según datos oficiales. Supongamos que la derecha hubiera decretado dos estados de alarma posteriormente declarados inconstitucionales y varias cuarentenas durante las que se nos prohibió salir de nuestras casas, con policías que nos multaban si llevábamos la mascarilla por debajo de la nariz. Conjeturemos que la gestión de la derecha de esa pandemia hubiera llevado a España a ser récord mundial en muertos por habitantes, líderes mundiales en sanitarios infectados por el virus, campeones en colas del hambre, en destrucción de la economía y en listas del paro. Y pensemos que nos enterásemos ahora de que ese gobierno de derechas que tan nefastamente gestionó el COVID-19, que tantas muertes causó, tanta ruina provocó y tanto nos encerró ilegalmente, hubiera estado aprovechando todas esas trágicas circunstancias para forrarse miserablemente. Vosotros también estáis viendo arder las calles, ¿verdad?

Es sabido que, en España, la izquierda siempre intenta ganar en las calles lo que pierde en las urnas. El ejemplo más claro se vivió cuando, el 12 de abril de 1931, se celebraron unas elecciones municipales tras las que Alfonso XIII había anunciado elecciones constituyentes que limitarían los poderes de la Corona. Dichos comicios fueron ganados claramente por los partidos monárquicos; pero los republicanos dijeron que ellos habían ganado en las grandes ciudades y se echaron a la calle de forma violenta, reivindicando su falsa victoria como plebiscitaria. La Guardia Civil y el Ejército se negaron a utilizar la fuerza para frenar las algaradas y el Rey, para evitar que el conflicto acabase en un baño de sangre y temiendo por su vida y la de sus hijos, abandonó el país. Así, el comité revolucionario republicano proclamó una II República que nadie votó y aprobó una Constitución republicana que, a diferencia de la de 1978, tampoco se sometió a referéndum. La izquierda ganó quemando las calles lo que había perdido en las urnas.

Los sindicatos de izquierdas se manifiestan sólo delante de los hospitales de las comunidades gobernadas por la derecha porque las listas de espera resultan mucho menos perjudiciales si los que mandan son de su cuerda. Las asociaciones estudiantiles protestan por unos falsos recortes de la derecha y cuando gobiernan los zurdos ni se les ve. En realidad, la izquierda no defiende los intereses de los trabajadores ni lucha por la sanidad y la educación, como pretenden hacer creer, sino que todo son maniobras orquestadas con el objetivo de crear el clima que ellos piensan que hará posible que la izquierda gane las siguientes elecciones. Y esto siempre lo han hecho usando la violencia y el desorden.

Pero ahora estamos hablando de que, más de 120.000 muertos y el mayor recorte a las libertades que todos nosotros hemos vivido, fueron aprovechados por el ministerio de Transportes, dirigido por José Luis Ábalos, mano derecha de El 1 que no es otro que Pedro Sánchez, para inventarse en media hora un reparto de mascarillas carísimas a taxistas y camioneros y así poder pagarle 6 millones de euros más a la trama de Aldama y Koldo. Y esta misma trama vinculada directamente con el PSOE también hizo negocios con el Gobierno de Baleares de la socialista Francina Armengol, con el de Canarias del socialista Ángel Víctor Torres y con el ministerio de Interior del socialista Marlaska, todos ellos posteriormente ascendidos por El 1. Si los españoles no somos capaces de salir a la calle para expresar pacíficamente nuestro cabreo contra un gobierno con el que se han forrado sus amiguitos haciendo negocios corruptos mientras los españoles morían, nos merecemos que nos gobierne alguien tan inmoral como El 1.


Publicado el 24/10/2024 en Okdiario

Kim Jong-Sánchez, garante de la democracia… popular


 

Pedro Sánchez se va a enfadar. El PSOE está preparando su próximo Congreso Federal, que tendrá lugar en Sevilla a finales de noviembre, en el que quieren aprovechar para reforzar la imagen de su secretario general, no sólo como líder de los socialistas, sino también como presidente del Gobierno. En este sentido, el partido de Pedro Sánchez planea ensalzarle como «garante de las democracias consolidadas», lo cual le va a parecer muy poco a nuestro presidente del Gobierno.

Los socialistas que no deseen defraudar a Sánchez deberán comenzar a usar calificativos como Querido LíderBrillante CamaradaPatriota sin Par o incluso Generoso Padre, que ya han sido utilizados con notable éxito por el norcoreano Kim Jong-un.

Es cierto que el Tribunal Constitucional ha declarado inconstitucionales sus dos estados de alarma, la suspensión de la actividad parlamentaria durante la pandemia, el nombramiento de Rosa María Mateo como presidenta de Radio Televisión Española y la entrada de Pablo Iglesias y de Iván Redondo en el Centro Nacional de Inteligencia. Pero eso fue antes de que Sánchez lo pusiera en manos de su fiel Cándido Conde-Pumpido. Ahora que tan buen lacayo preside el Tribunal Constitucional, con el imputado Álvaro García Ortiz como fiscal general del Estado, controlado el Consejo General del Poder Judicial, la abogacía del Estado y hasta los servicios jurídicos del Congreso; ahora nadie se volverá a atrever a insinuar que el Garante de la Democracia hace algo inconstitucional.

No importa que el Garante de la Democracia tenga a su esposa, Begoña Gómez, imputada por tráfico de influencias y corrupción; a su hermano David, alias Azagra, imputado por malversación, prevaricación y tráfico de influencias; a la mano derecha de su mano derecha, Koldo, imputado por organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho, delitos contra la Hacienda Pública y tráfico de influencias; al fiscal general del Estado, que según Pedro Sánchez «depende» de él, imputado por revelación de secretos; y que el que fuera su mano derecha, su ministro de Fomento y más tarde de Transportes, y su Secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, vaya a ser imputado hoy o mañana por dirigir la trama que, debajo de El 1 que es Pedro Sánchez, se lucró vendiendo mascarillas defectuosas infladas de precio a las administraciones socialistas durante lo más duro de la pandemia en la que fallecieron decenas de miles de españoles.

Las noticias que algunos medios de comunicación como OKDIARIO han publicado acerca de las investigaciones judiciales seguidas en contra de la esposa de Pedro Sánchez, de su hermano, su fiscal general, su ministro y su mano derecha, han provocado que el Garante de la Democracia haya aprobado un Plan de Acción por la Democracia con el que va a intentar asfixiar económicamente a los medios de comunicación que publicamos noticias que no le agradan, tratando de quitarnos publicidad institucional o impidiendo que nos inscribamos en el nuevo registro de medios que piensa controlar él.

Estas actitudes aproximan más a Sánchez a un tirano censor que a ningún tipo de garantía democrática. A no ser que esa democracia tenga apellido, como la norcoreana. Podríamos estar de acuerdo en que Pedro Sánchez sea nombrado a partir de ahora como Garante de la Democracia Popular o, si le viene mejor por el idioma, Garante de la Democracia Chavista. La corrupción que enfanga al presidente del Gobierno, así como sus tics totalitarios y censores empujan a España hacia una democracia al estilo de las norcoreana o venezolana. El culto a la personalidad de Kim Jong-Sánchez no ha hecho más que empezar.


Publicado el 22/10/2024 en Okdiario

Que no dimita el fiscal general de «el 1»


 

«¿La Fiscalía de quién depende?, ¿de quién depende? Pues ya está». Así respondió Pedro Sánchez durante la campaña electoral de 2019 a un periodista de RNE que le preguntó cómo pensaba cumplir su promesa electoral de traer a Puigdemont de vuelta a España, para que rindiera cuentas ante nuestra justicia.

Cinco años después ya todos sabemos que la palabra de Sánchez tiene el mismo valor que un euro de madera y que el presidente del Gobierno considera que sus promesas son sólo algo sobre lo que puede cambiar de opinión sin despeinarse; pero también sabemos que maneja todas las instituciones del Estado como si fueran de su propiedad y que, en esto sí dijo la verdad, seguramente sin querer, ha convertido a la Fiscalía es una herramienta que utiliza a su antojo para lo que a él mejor le convenga.

Según confesó Pedro Sánchez, la Fiscalía es parte de él, luego imputando al fiscal general del Estado, el Tribunal Supremo ha imputado al presidente del Gobierno, que une así su suerte a la de Álvaro García Ortiz. Como bien dice la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el fiscal general del Estado, también va pa’lante, siguiendo el camino de la esposa de Pedro Sánchez, imputada por tráfico de influencias y corrupción; de su hermano David, imputado por malversación, prevaricación y tráfico de influencias; de la mano derecha de su mano derecha, Koldo, imputado por organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho, delitos contra la Hacienda Pública y tráfico de influencias; y, en breve, del que fuera mano derecha de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, quien será imputado hoy o mañana por su pertenencia a la mal llamada trama Koldo, que deberíamos renombrar como trama Sánchez.

Todos los que están cerca de «el 1» van pa’lante. La trama Koldo-Sánchez tenía por costumbre usar apodos para referirse a sus integrantes. Así, la amiguita de Ábalos era Jessica 20 minutos; Koldo era el Grandulló’; Aldama, el Gominas; Ábalos, el Goblin. Y el mote del presidente del Gobierno era el 1. El Uno es el que tuvo a Ábalos como ministro primero de Fomento y más tarde de Transportes hasta que el 10 de julio de 2021 lo cesó sin dar ninguna explicación, aunque, como premio, lo puso de número 2 por Valencia en las listas para las elecciones generales de 2023, asegurándose así su aforamiento cuando fuera imputado.

El Uno siempre trata así de bien al resto de miembros de la trama. Cuando pierden las elecciones los asciende, como hizo con Francina Armengol, alias cariño, colocándola de presidenta del Congreso tras comprar mascarillas a la trama. Igual que hizo con Ángel Víctor Torres, al que ascendió a ministro tras adjudicar contratos a la trama desde el Gobierno de Canarias. Cuando el Uno sospecha que van a ser imputados, los aparta, para que no le manchen, pero los coloca bien, como a Ábalos. Y a la familia imputada, «el 1» les escribe cartas de amor y consigue que la Agencia Tributaria les haga extrañísimos informes exculpatorios sin firma ni membrete.

Ni la imputada Begoña Gómez va a dejar de ser esposa de Sánchez; ni el imputado David, alias Azagra, va a dejar de ser su hermano; ni Ábalos dejará de haber sido la mano derecha del presidente del Gobierno cuando sea imputado; como el imputado Koldo nunca dejará de ser el que dormía con los avales de militantes socialistas que le permitieron ser candidato a las primarias de 2017. No tiene ningún sentido que dimita el fiscal general de «el 1». Pedro Sánchez debe seguir rodeado de todos sus imputados hasta el día que le toque a él ir… pa’lante.


Publicado el 17/10/2024 en Okdiario

Sánchez a la ONU sobre el ataúd de un soldado español


 

El día 18 de junio de 2021, el socialista portugués António Guterres fue reelegido para un segundo mandato como secretario general de las Naciones Unidas, que comenzó el 1 de enero de 2022 y finalizará el 31 de diciembre de 2026. El 16 de noviembre de 2023, Pedro Sánchez fue investido por tercera vez como presidente del Gobierno de España para una legislatura que, como mucho, podría durar hasta mediados de 2027, si no prospera antes ninguna moción de censura. En mayo de 2023, ante los malos resultados conseguidos por el PSOE en las elecciones municipales y autonómicas, Sánchez anunció con siete meses de adelanto, que las elecciones generales que tocaba celebrar en diciembre las anticipaba a julio. Un plazo parecido sería suficiente para que Pedro Sánchez se postulase como sucesor de António Guterres al frente de la Secretaría General de Naciones Unidas.

Se ha especulado mucho con el giro de 180 grados en la política internacional de España respecto al Sáhara Occidental protagonizado por Pedro Sánchez en marzo de 2022, cuando, por su cuenta y riesgo, sin informar a su Consejo de Ministros ni al Congreso ni al jefe del Estado, entregó el Sáhara a Marruecos enviando una carta al Rey Mohamed VI que inmediatamente fue hecha pública por la Casa Real marroquí. Muchos pensamos que este cambio tan radical podría estar relacionado conque, un año antes, Pedro Sánchez había sido espiado con el sistema Pegasus que permite acceder al contenido de los teléfonos, de modo que, algún Gobierno extranjero, había obtenido así casi 3 gigabites de su teléfono privado. Pero, si pensamos que el líder del PSOE podría estar allanando su camino hacia la ONU, veremos con otros ojos hasta la gira africana que este verano hizo por Mauritania, Gambia y Senegal, países a los que el Consejo de Seguridad de la ONU consulta sobre el Sáhara.

Y puestos a relacionar asuntos, empezaría a tener sentido que Pedro Sánchez se haya desentendido de nuestros socios de la Unión Europea y de los Estados Unidos para que España haya premiado a los terroristas de Hamás reconociendo al Estado de Palestina, como también han hecho 145 de los 193 Estados miembros de pleno derecho de las Naciones Unidas; aunque dicho reconocimiento unilateral haya provocado un enfrentamiento directo contra Israel y su primer ministro, Benjamín Netanyahu, causando que estos hayan retirado a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon.

Sigue Pedro Sánchez los pasos de António Guterres con su actitud antisemita. El pasado día 7 de octubre, aniversario de la masacre terrorista contra civiles israelíes, el Gobierno de Sánchez permitió que se celebrara en Madrid una manifestación calificada por Israel como «celebración de la brutal masacre de Hamás el 7-O». El Gobierno de Benjamin Netanyahu declaró al secretario general de la ONU persona non grata, prohibiendo su entrada en el país, por negarse a condenar el ataque con 200 misiles de Irán contra Israel. Circunstancia que rápidamente aprovechó el presidente del Gobierno para mostrar su apoyo a Guterres, posicionándose de nuevo contra Israel.

En este contexto, Israel ha solicitado que Naciones Unidas retire a sus cascos azules del sur del Líbano, ya que se han convertido en «escudos humanos» para los terroristas de Hezbolá. Entre estas tropas se encuentran 650 militares españoles, ubicados en la base Miguel de Cervantes en Marjayún, de los que nuestro Estado Mayor opina que «la misión ya no tiene sentido», ya que las tropas de paz no deben mantenerse en medio de una guerra, a pesar de lo cual, el Gobierno de España ha confirmado que no piensa retirar a nuestros soldados de Líbano. Esperemos que Pedro Sánchez no esté pensando hacer su campaña para suceder a António Guterres en la Secretaría General de Naciones Unidas subido al ataúd de un militar español.


Publicado el 15/10/2024 en Okdiario

¿La trama Koldo o la trama Sánchez?


 

Casi siempre la acumulación de indicios que apuntan en una misma dirección acaban convirtiéndose en pruebas que demuestran que era la orientación correcta. Que, en nombre de Sánchez, Marlaska premiara con un jugoso traslado a la embajada de España en Venezuela al comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, detenido por su relación con la trama Koldo; no es más que un indicio.

Pero curiosamente apunta en la misma dirección que el trasladado al ambicionado puesto en la embajada española en Washington de Leonardo Marcos, el director general de la Guardia Civil que el mismo Koldo dice que fue quien le dio el chivatazo de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, estaba investigando a la trama. Curiosamente, ambos altos cargos de la Guardia Civil implicados en la trama Koldo han sido premiados con fructíferos traslados a embajadas muy demandadas, alejándolos así de los medios españoles.

Como también, Pedro Sánchez ha premiado a todos los clientes que, desde distintas administraciones controladas por los socialistas, compraron mascarillas defectuosas infladas de precio a esta misma trama. Sólo Sánchez decidió que Francina Armengol ascendiera a presidenta del Congreso de los Diputados después de que perdiera las elecciones autonómicas. Nadie más que el presidente del Gobierno convirtió en ministro a Ángel Víctor Torres tras perder también sus elecciones autonómicas. Fue Sánchez quien señaló con su dedo a Salvador Illa para colocarlo en el puesto desde el que se ha convertido en presidente de la Generalidad de Cataluña. Como también mantiene en su puesto a toda costa al mismo Marlaska que, desde el Ministerio de Interior, adjudicó a la trama corrupta de las mascarillas 3,5 millones de euros de su subdirección general de Gestión Económica y Patrimonial. Todos los que ayudaron a la trama Koldo a hacer negocios han sido ascendidos y protegidos por Pedro Sánchez.

Dicen que Koldo fue un descubrimiento del secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, que acabó convertido en mano derecha de José Luis Ábalos, que era a su vez mano derecha de Sánchez. Pero la relación del presidente del Gobierno con Koldo es mucho más íntima y profunda. En una publicación de Facebook lo definía como «socialismo de raíz» y «un ejemplo para la militancia» y decía que era «uno de los gigantes de la militancia en estas tierras navarras».

Posteriormente, en las primarias de 2017, Koldo acompañaba a Sánchez montado en su Peugeot 407 y, por las noches, se quedaba custodiando los avales de militantes socialistas que le permitirían ser candidato, según cuenta el mismo Sánchez en su Manual de Resistencia. Hasta tal punto era Koldo de la confianza de Sánchez, que junto a Ábalos fueron los encargados de recibir en Barajas a la vicepresidenta del dictador Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, con sus 40 maletas.

Y nos falta hablar del cerebro de la trama, el comisionista Víctor de Aldama quien, según la UCO, pagaba comisiones ilegales a cambio de las adjudicaciones con las que salían beneficiadas sus empresas, y quien, curiosamente, acompañaba a Koldo y a Ábalos la noche que Delcy Rodríguez estuvo en Barajas con sus maletas. Resulta que el comisionista Aldama ha estado reunido con la imputada esposa de Sánchez, Begoña Gómez, al menos en siete ocasiones desde 2019, lo que le vincula de nuevo directamente con el marido de la imputada Begoña, el presidente Pedro Sánchez.

Ninguno de todos estos indicios que apuntan en el mismo sentido, demuestran irrefutablemente la implicación de Pedro Sánchez en la trama carroñera que se lucró vendiendo mascarillas defectuosas infladas de precio a las administraciones socialistas durante lo más duro de la pandemia en la que fallecieron muchas más de las 120.000 víctimas mortales reconocidas oficialmente. Pero todas estas señales hacen que nos preguntemos si quizá lo más razonable no sería que la trama Koldo empezara a llamarse trama Sánchez.


Publicado el 10/10/2024 en Okdiario

Votar no a todo


 

Cuentan que, al llegar tarde a una reunión, don Miguel de Unamuno exclamó «no sé de qué se trata, pero me opongo», anécdota que, sea cierta o no, expresa perfectamente la compleja personalidad del filósofo español. Oponerse a todo es algo que inevitablemente genera conflicto. A Pedro Sánchezsu tan repetido «no es no» a Mariano Rajoy le costó una rebelión interna dentro del PSOE que acabó obligándole a dimitir como secretario general, en aquel Congreso Federal en el que le pillamos metiendo votos en una urna escondida detrás de una cortina, tratando de falsificar el resultado de la votación. Sánchez estuvo muchos meses oponiéndose a todo lo que proponía el Gobierno de un Partido Popular que estaba tan en minoría como ahora está el PSOE. Tras las elecciones de 2016, Rajoy gobernaba con sólo 137 escaños, que son 16 más de los 121 con los que ahora lo hace Sánchez.

«No es no, señor Rajoy, no es no» repetía Pedro Sánchez cansino. Y la estrategia le acabó dando resultado. Se subió a su Peugeot 407 acompañado de su mano derecha, Ábalos, el defenestrado, y de su ayudante Koldo, el imputado; y todos juntitos recorrieron España recabando apoyos entre las bases de su partido hasta que consiguió volver a convertirse en el líder del PSOE, presentar una moción de censura contra Rajoy y ganarla gracias a los votos de los proetarras de Bildu, esos con los que nunca iba a pactar y ahora ha convertido en sus socios prioritarios. Del «no es no, nunca es nunca y falso es falso» a la Moncloa y al Falcon, pasando por la excarcelación de etarras.

Por eso no se nos quita la cara de pasmarotes cuando nos enteramos de que ha sido aprobada por unanimidad la reforma que acaba de tramitar el Congreso para sacar de la cárcel por vía de urgencia a los pocos presos etarras que cumplen unas condenas tan largas por sus múltiples asesinatos como para que no hayan podido ser excarcelados ya por Marlaska y el Gobierno vasco. La excusa es que el Gobierno ha hecho trampa, ¡menuda sorpresa!; que tramitó la reforma por el procedimiento de urgencia para evitarse controles, ¡vaya novedad!; que la enmienda introducida por Sumar en la comisión de justicia resultaba confusa, ¡qué asombro! Nadie duda de que la culpa de una estafa es del estafador y no del estafado, a no ser que ese mismo estafador ya nos haya engañado catorce veces y lo hayamos pillado mintiendo en cientos de ocasiones; porque entonces nos lo tendríamos que hacer mirar.

¿Nos pueden explicar los partidos de la oposición qué hacen votando a favor de cualquier propuesta presentada por el Gobierno del reconocido embustero y trilero Pedro Sánchez? Con el presidente del Gobierno no se puede ir ni a cobrar una herencia, como bien parece haber aprendido el golpista Carles Puigdemont, que después de haberlo investido todavía está esperando sentado a ver qué hay de lo suyo. Otro que también sabe bien cómo se las gasta Pedro Sánchez es Pablo Iglesias, que todavía tiene que estar lamentándose de haber confiado en él, mientras friega los vasos en su taberna de Lavapiés.

Que se sepa, Txapote asesinó a Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez, Fernando Múgica y así hasta un total de nueve víctimas inocentes. Poca cosa al lado de los diecinueve asesinatos atribuidos a Kantauri, entre ellos los de Alberto Jiménez-Becerril y su esposa. TxapoteKantauriTxerokiAnbotohasta 44 sanguinarios terroristas de ETA van a salir de la cárcel en los próximos mesesluciendo una camiseta de agradecimiento a Pedro Sánchez. No sé si las disculpas de la oposición por el error cometido al votar a favor rebajarán algo nuestra indignación. Lo que sí tengo claro es que a partir de ahora ya no valen excusas; hay que votar no a todo, siempre y sin excepción. No es no, señor Sánchez. Dígame de qué se trata, que me opongo.


Publicado el 08/10/2024 en Okdiario

Con Bildu ha vuelto a pactar


 

En la campaña electoral de 2015 Pedro Sánchez prometía ante las cámaras de televisión que «con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo digo cinco veces, o 20. Con Bildu no vamos a pactar. Con Bildu, se lo repito, no vamos a pactar». Y otra vez lo ha vuelto a hacer. La diputada María de las Mercedes Aizpurua, condenada a un año de prisión por la Audiencia Nacional por el delito de apología del terrorismo de ETA, ha comparecido en rueda de prensa para comunicar que, de nuevo, han vuelto a pactar otra vez con Pedro Sánchez, esta vez para desproteger a los mismos agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a los que hace nada asesinaban esos etarras a los que Aizpurua llama gudaris, que para ella significa guerreros, sustantivo que aplica a los sanguinarios asesinos que descerrajaban tiros en la nuca y escondían bombas debajo de los coches, asesinando a casi 1.000 víctimas inocentes, entre ellos 22 niños.

Sánchez vuelve otra vez a pactar con Bildu, los proetarras gracias a los que pudo sacar adelante la moción de censura que lo convirtió en presidente del Gobierno en 2018 y gracias a cuyos votos ha sido investido en 2020 y en 2023. En mayo de 2020, agradecido por una abstención sin la que no habría sido investido, Sánchez puso el logotipo del PSOE junto al de Bildu en el encabezamiento de un acuerdo para «derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012 impulsada por el Partido Popular». En diciembre de 2023, en correspondencia a los 6 votos de Bildu que permitieron a Sánchez volver a ser investido, el PSOE entregó el Ayuntamiento de Pamplona al proetarra Joseba Asirón. En medio, Sánchez ha trasladado a cárceles del País Vasco a todos los asesinos etarras, tras haber transferido las competencias sobre prisiones al Gobierno vasco, de donde poco a poco van siendo excarcelados los etarras.

Hoy mismo nos desayunamos conque la consejera socialista de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno vasco, María Jesús San José, acaba de firmar el tercer grado a los asesinos etarras Harriet Iragi y Luis Mariñelarena, que no han pedido perdón ni se han mostrado arrepentidos. La semana pasada el excarcelado fue Joseba Arregi Erostarbe, alias Fiti o Fitipaldi. Y así, uno tras otro, los gudaris de Aizpurua van saliendo de la cárcel, en cumplimiento de ese «pacto encapuchado» entre Bildu y Pedro Sánchez, que nadie ha visto, pero todos sabemos que se ha firmado, porque comprobamos, cada día más indignados, sus efectos.

Hace un año, el viernes 13 de octubre de 2023, tras cuatro años de múltiples pactos y acuerdos entre el PSOE y Bildu, Pedro Sánchez posó ante las cámaras sonriendo mientras estrechaba la mano de la condenada por apoyar a ETA, María de las Mercedes Aizpurua, asegurándose así unos votos sin los que no habría podido ser investido un mes después. La fotografía de la vergüenza que culminó los pactos del bochorno que siguieron a los acuerdos del deshonor. Toda una cuesta abajo por la que Sánchez ha pasado de socio de proetarras a aliado de los terroristas de Hamás, del narcodictador Maduro y de los ayatolas de Irán, en una carrera con la que posiblemente aspira a suceder a Antonio Guterres como secretario general de la desprestigiada ONU.

Recordamos que el Tribunal Supremo ilegalizó las candidaturas de Bildu al considerar que se enmarcan dentro de un proyecto «gestionado, dirigido, coordinado y articulado por el complejo ETA – Batasuna» y que, a pesar de haberse demostrado que son parte de ETA, sólo pueden presentarse a las elecciones por la intervención de un politizado Tribunal Constitucional, dominado por el PSOE. No olvidamos que Bildu sigue negándose a condenar los asesinatos de ETA y que, por el contrario, continúa homenajeando a los etarras en todas las poblaciones donde gobiernan. Vemos con espanto que Sánchez se ha convertido en el socio preferente de los proetarras.


Publicado el 03/10/2024 en Okdiario

¡Qué barato es ofender a España con Sánchez!


 

«A los españoles les gusta renegar de su país y de sus instituciones, pero no permiten que lo hagan los extranjeros», dijo Napoleón Bonaparte dos siglos antes de que naciera Pedro Sánchez. Quizá sea cierto que muchos españoles seguimos siendo así, pero ni mucho menos esa frase nos describe a todos. Ahora nos está gobernando el líder socialista que tiene el deshonroso mérito de haber conseguido los peores resultados electorales de la historia reciente del partido socialista y, a pesar de eso, logra aferrarse a la Presidencia del Gobierno incumpliendo todas sus promesas electorales, en coalición con todos los mayores enemigos de España de dentro y fuera de nuestro país. Y con Sánchez sale gratis ofender a España.

La última ofensa gratuita la ha protagonizado la nueva presidenta de México, la ultra de extrema izquierda Claudia Sheinbaum, quien ha decidido no invitar a su toma de posesión a nuestro jefe de Estado con el falaz argumento de que nuestro monarca ha cometido una gravísima falta de respeto a todo el pueblo mejicano al no contestar una misiva en la que su antecesor, el ultraizquierdista López Obradorle exigía una disculpa por los «agravios causados» durante la conquista.

En realidad, lo más caritativo que pudo hacer su majestad el Rey Felipe VI fue no contestar dicha carta porque, de haberlo hecho, tendría que haberles recordado que fueron ellos quienes, después de que nos marchamos, exterminaron a los indígenas y regalaron la mitad de su territorio a los Estados Unidos; y que mientras estuvimos allí, les protegimos del canibalismo, les consideramos parte de España y les construimos cientos de ciudades, infinidad de caminos, incontables hospitales y colegios y decenas de universidades que les permitieron pasar del salvajismo a la civilización; sin exterminios como los que los anglosajones llevaron a cabo al norte de México.

Pero la ofensa de la extrema izquierda mejicana a España ha quedado sin la respuesta que merece, ya que lo único que ha hecho Pedro Sánchez ha sido negarse a enviar representación oficial, delegándola en sus socios de Sumar, Bildu y Podemos, que han enviado a diputados nacionales; así como en el socialista Josep Borrell, que asiste en representación de la Unión Europea. A México le ha salido gratis agraviar a España.

Esta ha sido sólo una más de las ofensas a nuestro país que Pedro Sánchez ha consentido sin inmutarse. Nunca olvidaremos su imagen compartiendo mesa con el rey de Marruecos con una bandera de España al revés. O el mapa de Marruecos en su embajada en España incluyendo Ceuta, Melilla y el Sáhara Occidental. O los continuos desplantes de Mohamed VI, ausentándose de Rabat ante la visita de una delegación española formada por el presidente del Gobierno, dos vicepresidentas y hasta diez ministros más. A Marruecos también le salen gratis sus continuos ultrajes a España.

Pero no hace falta irse tan lejos. Ahí tenemos al golpista Carles Puigdemont subido a un escenario de Barcelona no hace aún dos meses, pese a estar perseguido por nuestra Justicia; mientras, en nombre de Pedro Sánchez, el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, se reúne con el prófugo para suplicarle sus siete miserables votos a cambio de lo que sea que se le antoje pedir. O a la ministra de Defensa, Margarita Robles, asegurando dos meses antes de las elecciones de julio de 2023 que «es una ofensa» que los proetarras de Bildu incluyan en sus listas a miembros condenados por pertenencia a la banda terrorista ETA; para que, un mes después de dichas elecciones, el PSOE firmara un nuevo acuerdo con Bildu para entregarles a los proetarras el Gobierno de Navarra, a cambio de que estos permitieran a Pedro Sánchez ser investido. A los golpistas catalanes y a los proetarras también les salen gratis sus insultos a España.

Terminemos con otra famosa cita que se atribuye más que dudosamente al canciller alemán Otto von Bismarck, casi contemporáneo de Napoleón; y dice que «la nación más fuerte del mundo es sin duda España, porque siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido». Ni Bismarck ni Napoleón intuyeron al felón de Pedro Sánchez, porque, de haberlo hecho, seguramente los dos se hubieran quedado calladitos.


Publicado el 01/10/2024 en Okdiario